lunes, mayo 6, 2024

Post 43º 3DTS. La historia de un pequeño soñador

 

José Antonio Benítez, campeón de Europa de trial en 1994, nos explica su participación en los 43º 3DTS junto a su hijo Nil, este último se ha convertido en el primer piloto que participa al manillar de una moto de trial eléctrica.

 Padre e hijo haciendo historia

image048Hola soy José Antonio Benítez, trialero y padre de un niño que le gusta mucho el trial. Os tengo que contar que el pasado 18, 19 y 20 de abril, en Santigosa, hemos vivido una de esas aventuras irrepetibles de nuestro mundo, el mundo del trial.

Hace unos meses nos pasaba por la cabeza el poder correr en los Tres Días de Santigosa, con Nil y su moto eléctrica, hecho histórico nunca realizado por nadie hasta el momento. Tres días de carrera con unos 150 km. de recorrido y 90 zonas, agua, barro, posiblemente lluvia y un nivel altísimo para un niño de 10 años. Pues bien, aquí os cuento desde el principio y hasta el final como transcurrió la carrera y su preparación.

Lo primero que hicimos fue inscribirnos y acto seguido nos llamaron del Moto Club Abadesses, diciendo que no sabían si dejarnos correr o no. Mi pregunta fue que si había otros niños con su edad que también corrieran y me comentaron que sí, que no era por Nil, sino por la moto eléctrica que llevaba. Yo les comenté que no me limitaran de esa manera; que nos dieran la oportunidad de correr, que yo creía que él podía correr al nivel de los otros alevines que iban con gasolina. La verdad es que la respuesta del club fue muy buena; creyeron en nosotros y nos dejaron participar.

Lo siguiente fue hacer pruebas de autonomía reales y saber con qué contábamos y qué nos hacía falta para llegar. Cogimos un juego de baterías y nos fuimos a la montaña. Con un juego de lipo hicimos 15,7 kilómetros con un desnivel de 780 metros. Probamos de poner dos juegos de baterías en la moto y hicimos 31,7 kilómetros con un desnivel de 1.980 metros. Estupendo. Ya lo teníamos. Una moto con 33 kilogramos y una autonomía sobrada para llegar al plano donde se paraba a comer y se repostaba gasolina o baterías (je, je) este año.

A continuación, buscamos la manera de cargar las baterías de una forma rápida, para poder tener de un día para otro carga suficiente. Y un amigo dedicado a competir con vehículos electrónicos me dejó unos cargadores y unos conversores superpotentes y rápidos. Ya podíamos cargar baterías en ¡¡45 minutos!! Le pedí a Luismi Domínguez y a Oriol Roca, compañeros de equipo de Nil en el Campeonato de Cataluña, sus baterías por ir sobrado; no fuera que no pudiéramos cargar en el paddock.

image043Y la verdad es que al final nos juntamos con 9 conjuntos de baterías. Cada día usamos las mismas baterías. Sólo 3 conjuntos; excepto el último cuando a causa de la lluvia y el barro tuvimos que poner una cuarta llegando ya al paddock; entre la zona indoor y el control horario.

El primer día

Llegamos a la zona 1 y empezamos con el agua, las rampas y las piedras de riera tipo tosca, que agarran mucho. A Nil se le abrieron los ojos de lo bonito que era aquel terreno, pero a la vez de lo difícil y duro que sería el trial. Empezamos yendo zona a zona, paso a paso, hasta llegar al plano de avituallamiento. Ibamos muy retrasados, ya que habíamos pinchado dos veces de delante. Nos pusimos a comer y después salimos lo más rápido posible para la primera zona de la tarde.

 

image060image035

 

image041Después de unos pocos kilómetros, volvimos a pinchar dos veces más. Llegamos al paddock , y nos penalizaron con 68 puntos por tiempo. Lo que más le dolía a Nil es que pudieran descalificarlo y por el camino se puso a llorar porque no quería quedarse fuera de la prueba. Al llegar al paddock y ver que no le habían descalificado, era el niño más feliz del mundo. El pobre estaba destrozado de cansancio y se echó a dormir un rato. Se levantó al poco tiempo y se fue a jugar a la pelota con otros niños que jugaban en el paddock y después a cenar y a dormir.

 El segundo día

Al día siguiente, lo primero que le pregunté era que si quería salir o estaba cansado, y me miró de una manera que entendí que sólo había un camino. Y no era precisamente quedarse en la autocaravana.

 

image056Puestos en marcha, salimos dirección a la zona 1 y le vino la primera sorpresa, pudo hacer un dos y daba saltos de alegría. Allí estaba un amigo, Pep Segalés, fotógrafo profesional que pudo ver lo que disfrutaba.

Salimos disparados para la zona 2, y otra sorpresa: consigue su primer cero. Estaba que no sabía dónde meter tanta alegría y a partir de ese momento fue mucho mejor. Se fue relajando y entraba con más confianza en las zonas.

Llegamos al mediodía sin pinchazos ni pérdida de tiempo con nuestros compañeros de salida, comimos y a la carrera acabamos el día. Nil estaba más contento que el día anterior. Había podido acabar dentro del tiempo y sin puntos de penalización. Después se fue a jugar un rato a la pelota con los amigos del paddock, a cenar y a dormir.

La sorpresa fue mía cuando por la noche empecé a oír como unas gotas caían en el techo de la auto y pensé que el tercer día se iba a endurecer por completo.

Como suelo y debo hacer por la mañana, pregunto a Nil si quiere continuar o se quiere quedar en el paddock con su madre Eva y su abuelo, que habían venido a ayudarnos, y volvió a mirarme y entendí que de quedarse nada; que había empezado para acabar. Y eso me pone la piel de gallina, porque es increíble tan pequeños y con tantos… Bueno, ya sabéis los que habéis corrido con lluvia en Santigosa a lo que me refiero.

Llegamos a la zona 1 y eso era otra película. Nos encontramos barro y más barro, piedras embarradas y agua por todos lados. Entramos en la zona y la sacamos con un tres, ya era suficiente ver como luchaba por sacar esa zona, pero seguimos y zona a zona llegamos al Pla para comer. La gente tenía la cara diferente, parecía que a todo el mundo se le había complicado el día.

 

image054image052

 

image050

Comimos entre barro y suciedad y salimos dirección a las zonas de la tarde. Se iba complicando todo por momentos. Cada vez más agua y más barro, hasta las narices de barro, pero no había más, teníamos que llegar al paddock y hacer lo posible por no romper la moto.

Al fin llegamos a la zona indoor, donde Nil tenía especial sentimiento por hacerla. Pero con tanta agua y barro los frenos nos fallaron y cuando llegó a la indoor, aunque no puntuaba y sabiendo que no la podía hacer bien, entró y acabó como pudo. Al salir de la zona todo el mundo empezó a aplaudir y desde la zona hasta la entrega de la tarjeta de tiempo, todo el mundo lo felicitaba y lo animaba por su entrañable esfuerzo.

¡Qué bonito es ver como un sueño se puede hacer realidad!

Me gustaría comentar que sin los puntos de penalización por tiempo, su posición no hubiera sido cuarto, sino segundo en su categoría, pero al fin y al cabo lo que quería era lograr acabar esta aventura.

Ahora Nil és un poquito más hombre que hace tres días y con su moto eléctrica piensa en más y mejor.

Agradecer a Motos JAB su esfuerzo y capacidad; a Oset Bike España su apoyo incondicional; a las federaciones Catalana y Española por abrir las puertas a un mundo eléctrico; a Hebo por contar con nosotros; y al Moto Club Abadesses y a todo su equipo el esfuerzo que hacen año tras año y el haber creído en este proyecto.

Firmado por el padre de un soñador de dos ruedas.

 

image045image058

 

image007image039

 

image021image062

 

image037image033

 

image031image029

 

image027image019

 

image025image023

 

image017image013

 

image011image005

 

 

1 COMENTARIO

X