Jack Price ha sido el ganador del Scott Trial 2022, logrando su segunda victoria consecutiva sobre James Dabill y Billy Green, aunque el piloto más rápido fue Jonathan Richardson en una edición que contó con dos españoles, Carlos y Pere Casas.
Organizado por el Richmond Motor Club Ltd, de Yorkshire en las inmediaciones de Reeth, la edición 2022 de la famosa prueba de habilidad y velocidad contó con una lista de inscritos completa de 200 pilotos, con lo cual algunos se quedaron en lista de espera. Entre los participantes había esta vez dos españoles, padre e hijo… Carlos y Pere Casas.
En esta ocasión la meteorología fue ideal para los corredores, ya que el día, frío pero soleado, sólo se vio estropeado por ligeros chubascos ocasionales.
Tras conseguir su primera victoria en 2021, Jack Price, a los mandos de una Vertigo 300, lograba su segunda victoria en la prueba considerada como el trial de un día más duro del mundo, o como dicen los británicos, «el test definitivo de hombre y máquina». Price sumaba 5 puntos de tiempo y 21 en las zonas, haciendo un total de 26.
El tres veces ganador, James Dabill (Beta) terminaba en un meritorio segundo lugar, lo que no está nada mal teniendo en cuenta que ya rara vez se sube a una moto de trial, y menos aún compitiendo en eventos nacionales desde que se retiró como piloto profesional en 2020. Su puntuación final fue de 37, 15 por tiempo más 22 en las zonas. Billy Green (Scorpa) completaba el podio de honor con tan sólo un punto más que Dabill, habiendo sumado 18 por tiempo y 20 en las zonas.
El tiempo más rápido fue registrado por el piloto local, Jonathan Richardson, ganador en la edición de 2011, que lograba completar la vuelta en 5 horas y 18 segundos. Por cierto, también fue el más rápido en 2015. Por lo tanto era el único que no sumaba penalización de tiempo, aunque sus 66 puntos en las zonas hicieron que se viese relegado a la novena posición.
Jack Price comentaba «He disfrutado al 100% de este día en los páramos de Yorkshire en la prueba definitiva para el hombre y la máquina, el Scott Trial. Como el tiempo ha jugado a nuestro favor, con sólo unos pocos chubascos muy ligeros, he podido poner en práctica mi plan de concentrarme en las penalizaciones en las zonas, sin perder de vista el tiempo. Me sentí bien desde el principio y pronto cogí un ritmo con el que estaba contento, la confianza llegó cuando empecé a superar zonas a cero. He tenido un día sin problemas, ya que la Vertigo no ha perdido el ritmo y he rodado a un ritmo con el que me sentía cómodo. Un enorme agradecimiento a todos los que hacen posible este increíble día y a mi súper equipo de apoyo».
Un trial muy diferente al resto
Esta edición número 94 del Scott Trial se disputaba el sábado 15 de octubre de 2022, cumpliendo la tradición de celebrarse en el tercer fin de semana de octubre. Se trata del segundo trial más antiguo del mundo tras el SSDT, ya que se viene convocando desde 1914, interrumpiéndose sólo por la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, al fiebre aftosa de 2001 y la pandemia de Covid-19 en 2020.
El trial se desarrolla en una zona de Parque Nacional, incluso se entra en el Grouse Moor que es de máxima protección, catalogado como triple SSS «Special Scientific Site». Es decir que allí en el Reino Unido se permite sin problemas el poder hacer un trial tan importante y tradicional, puesto que en su casi un siglo de historia está demostrado que no perjudica el entorno en absoluto.
Es un trial muy diferente al resto, ya que combina la puntuación por las penalizaciones de habilidad en sus 76 zonas con reglamento Non Stop con la velocidad para completar el recorrido de 128 kms. Esto hace que su principal peculiaridad sea que los pilotos no se bajan a examinar las zonas y que puedan entrar sin tener que pedir permiso al juez ni esperar a que termine otro piloto, provocando curiosas y espectaculares imágenes en las que unos pilotos adelantan a otros en plena zona, o incluso les pasan «por encima».
Todo sucede a un ritmo frenético, los pilotos ni siquiera se bajan de las motos para repostar o comer y beber algo, asistencias de las que se suelen encargar amigos y familiares. Antes de entrar en algunas zonas los pilotos se paran durante unos pocos segundos para comprobar si está el paso libre, momento que a veces aprovechan algunos de sus amigos para darle indicaciones sobre cómo afrontarla. Por supuesto tampoco existen ni están permitidos los mochileros.
El piloto que logra completar el recorrido en menor tiempo, es el que marca el tiempo a partir del cual el resto penaliza a razón de 1 punto por minuto. Pero hay más detalles que hacen que no sea un trial normal. Los largos kilómetros de recorrido sobre fango y barro, teniendo que superar numerosos ríos y «moors» hace que la interzona sea durísima y toda ella es campo a través, sin un sólo metro por carretera. Las zonas, de un único nivel tampoco son fáciles, siempre de estilo clásico como en el SSDT y con un nivel similar a estas. Trazadas en línea recta ascendente por arroyos o lugares de mucha piedra resbaladiza, con la principal peculiaridad de que prácticamente se repiten año tras año. Esto hace que los pilotos que más veces participan en el Scott Trial tengan más opciones de lograr una buena posición.
Como veis se trata de un trial típicamente británico, y vencer en él aporta un enorme prestigio, no sólo al piloto sino también a su moto, dado el constante esfuerzo al que ambos se ven sometidos. De hecho la prueba nació cuando Alfred Scott, fabricante de las motos Scott, quiso crear un reto en el que demostrar la gran fiabilidad de sus creaciones.
Uno de los datos curiosos de la prueba es que en las 94 ediciones disputadas siempre ha ganado un piloto británico. De hecho es tan difícil conseguir la victoria que muy pocos extranjeros se han atrevido a participar, y mucho menos con intención de vencer. Los pilotos top con más opciones que han participado en los últimos 15 años fueron Takahisa Fujinami, que logró ser 4º y Amós Bilbao, que logró podio.
Al comprender la gran historia que rodea este trial, es totalmente comprensible el orgullo y euforia que mostró Jack Price al levantar el Trofeo conmemorativo Alfred A. Scott que le acreditaba como vencedor durante el emotivo y misterioso acto de entrega de trofeos. Este se celebraba por la noche en el Club de Crickett de Reeth, en un increíble ambiente festivo que incluía la subasta de objetos con fines benéficos. Por cierto que este año se recaudaron 2.196 Libras. La clasificación sería desvelada de viva voz según se iba llamando a los clasificados comenzando por el último, hasta finalmente descubrir quien era el vencedor.
En esta ocasión, de los 200 participantes lograban clasificarse la mitad, 101 exactamente, ya que la mayor penalización de tiempo admitida es de 150 minutos, es decir, sólo te clasificas si tardas en completar el recorrido menos de dos horas y media más que el piloto más rápido. Ah, también estás excluído si te saltas una sola zona de las 76, por lo que hay que estar muy atento a las indicaciones del recorrido.
Que en esta ocasión haya finalizado el 50% de los inscritos significa que ha sido una edición «fácil», ya que en peores condiciones meteorológicas no suelen llegar a esa cifra, por ejemplo en el año 1998, sólo acabaron en tiempo 27 pilotos, lo que supone apenas el 18%!!!
En la entrega de premios todos los clasificados a partir de la posición 27 reciben un certificado acreditativo de su gesta, los clasificados del puesto 7º al 26º reciben además una cuchara de plata «Silver Spoon» y los seis primeros una cuchara de oro «Gold Spoon» además de otros trofeos conmemorativos. El premio al mejor equipo de tres pilotos con la misma marca fue para Sherco, con Michael Brown y los hermanos Jack y Dan Peace. El premio al mejor piloto de menos de 21 años fue para Billy Green (Scorpa), el premio a la mejor fémina para Emma Bristow (Sherco) que acabó en el puesto 25, el premio al mejor debutante fue para Alfie Lampkin (Vertigo), el premio al mejor piloto de más de 40 años para Jonathan Hughes (Montesa) que acabó en el puesto 94º, el premio al mejor piloto con una moto de 125cc fue para Jamie Galloway (TRRS) en el puesto 40.
A destacar también el recuento de las mejores 26 motos: 6 Sherco, 6 Vertigo, 5 Beta, 3 Scorpa, 3 TRRS, 2 GasGas y una Montesa.
La aventura de Carlos y Pere Casas
Como os hemos comentado anteriormente, por lo general son muy pocos los pilotos no británicos que se atreven a competir en esta prueba, y en esta ocasión sólo había tres, el exmundialista francés Benoit Dagnicourt y los catalanes Carlos y Pere Casas, padre e hijo, bien conocidos por ser habituales en los más prestigiosos triales de larga duración y en especial en los Seis Días de Escocia. Además Carlos y Pere se desplazaron hasta Richmond desde Olot con su coche y remolque.
Para Carlos esta no era su primera vez en el Scott Trial, ya que ha participado en otras tres ocasiones anteriormente, siendo la última hace nada menos que hace 25 años, en 1997. En aquella ocasión logró acabar clasificado en el puesto 47, convirtiéndose en el primer español en acabar este trial. Si no nos fallan los datos tan sólo Amós Bilbao ha logrado también terminarlo, teniendo el record de haber sido el mejor español clasificado, 3º en 2004. Además fue 9º en 2005, 6º en 2006 y 2007,
En aquella ocasión, tras finalizar el trial, Carlos se juró no volver jamás, él mismo nos comenta: «Juré no volver porque estos británicos están locos, el trial es demasiado extremo, sobretodo por la velocidad a la que van los ingleses por las interzonas, además de que no puedes controlar el tiempo.»
En el año 2015 otro español se atrevió con esta aventura, el joven canario Cristian Naranjo, emujado por su amigo el ex-piloto de velocidad y aficionado al trial Rob McElnea, pero no logró clasificarse. En aquella edición Todotrial se desplazó hasta el Scott Trial invitado por Nigel Greenwood para cubrir la prueba (os lo contamos aquí, Scott Trial 2015). Al año siguiente Cristian quiso repetir, esta vez acompañado de su hermano Jonathan, pero no lograron clasificarse.
Por lo tanto desde 2016 ningún piloto español se había atrevido a intentarlo, hasta ahora. Pocas semanas antes de la prueba se cerraba el plazo de inscripciones… Carlos y Pere Casas estaban decididos… «Mi hijo Pere quería conocerlo, así que como regalo de cumpleaños le dije que adelante y decidí acompañarle en la aventura» nos cuenta Carlos.
«Yo sabia que para mi sería imposible acabar, por ser un piloto lento y porque físicamente tienes que estar a tope. Así que me conformaba con llegar a la zona 30.»
Y eso es precisamente lo que Carlos lograba e incluso superaba, alcanzando la zona 43, pero fue ahí cuando ya no pudo más. El balance hasta ese momento fue bastante bueno, con 13 ceros, 4 unos, 3 doses, 14 treses y 9 cincos, por lo tanto su objetivo estaba sobradamente cumplido
«Al final me quedo con lo positivo, llegar a la zona 44, disfrutando, y sobretodo haber acompañado a mi hijo Pere, al que le ha encantado y… ¡quiere volver!»
Efectivamente, el debut de Pere Casa en el Scott Trial fue bastante bueno, logrando llegar al final, pero acabando fuera de tiempo al completar el recorrido en 7 horas y 58 minutos, es decir casi tres horas más que el tiempo del piloto más rápido, cuando el límite para no ser excluído es de 2 horas y media.
La dureza del trial le pasó factura en forma de avería mecánica, ya que se quedaba sin embrague a mitad del trial, teniendo que sangrar la bomba como pudo… ¡¡¡con el agua de un arroyo!!! En esas condiciones haber podido continuar y llegar hasta el final es ya un gran logro. Pere completaba las zonas con 150 puntos de penalización.
Claramente se trata de una auténtica aventura, de las más duras que existen sobre una moto en un sólo día, como nos confirma Carlos: «Es, sin duda, el trial de un dia más duro del mundo y ellos quieren que así siga siendo. Yo diría que es más duro el Scott que los 6 días del SSDT juntos. Una de las cosas más impresionantes es ver la cantidad de público que hay en las zonas, increíble, lo que dice mucho de este tipo de trial y de la tradición que hay en aquel país por este deporte.»
Bien, pues parece que el próximo año tendremos que volver a estar atentos a la participación de los Casas en el Scott Trial, ¿os atrevéis alguno a acompañarles?