XXI Dos Días de Trial Isla de Ibiza

Durante los días 5, 6 y 7 de diciembre se celebró la XXI edición de los Dos Días de Trial Isla de Ibiza, una de las pruebas de larga duración con más tradición en nuestro país y por la que han pasado desde sus orígenes los mejores pilotos del mundo. El ganador absoluto de este año: Marcel Justribó.

Descubriendo los secretos del paraíso

Como en las ocho ediciones anteriores, la prueba se realizó en su totalidad en el municipio de Sant Antoni de Portmany, visitando como ya es tradición un variado y largo recorrido trialero y de gran belleza.

El paddock de la prueba se ubicaba en el paseo principal de Sant Antoni, desde donde se dirigía hacia «la talaia de Sant Antoni». Desde allí se empezaba con una subida y bajada trialera «para ir calentando», en palabras de la organización, para ir despertando a los participantes. Seguidamente se partía hacia la costa para llegar «al mirador», una zona pegada junto al mar; toda de roca erosionada por el viento y las olas y con un gran agarre. Allí se marcaron las dos primeras secciones del recorrido.

Siguiendo el mismo, casi pegados al mar, se pasaba por unos bonitos senderos con una vista de la costa y de algunas calitas maravillosa. ¿Destino? La playa de Cala Salada, desde la que se seguía en dirección a «Ses Fontanelles», escenario con cinco zonas ideales para quitar el frio matinal.

Las tres primeras eran una mezcla de tierra y grandes rocas, muy técnicas y espectaculares, mientras que las dos siguientes eran casi en su totalidad de rocas húmedas. Prácticamente era casi imposible franquearlas y sin duda dieron muchos dolores de cabeza a los pilotos. Una vez superadas, el recorrido se abría paso a través des senderos atravesando montañas hacia Santa Inés, donde los participantes se encontraban vistas maravillosas de toda la bahía de Sant Antoni, así como de la parte más occidental de la Isla. En Santa Inés, dos zonas más de grandes piedras. Muy técnicas y situadas al lado de un acantilado con unas preciosas vistas de la costa en un rincón mucho más abrupto que los vistos hasta ese momento.

De nuevo por caminos y cruzando montañas, los inscritos andaban en dirección a la «Pedrera de Cala Salada», ubicación que sorprendía a la mayoría de los pilotos por su gran belleza y por albergar las zonas muy pegadas al mar, con una maravillosa vista de toda cala y sus alrededores.

Una vez completadas, se regresaba hacia la playa de Cala Salada, encontrándose los participantes por el camino dos zonas de tierra, así como muchas piedras, dificultades imprevistas que también dieron que hablar entre los inscritos por lo técnicas de las primeras y el esfuerzo que llevaba sobrepasarlas a las segundas. Un poco más adelante, la Playa de Cala Salada, en donde se ubicaban dos zonas más en plena arena costera. Dicho escenario fue una de las ubicaciones en donde los inscritos se encontraron con más aficionados siguiendo la prueba. Tanto por el fácil acceso como por el incomparable marco en el que se encontraban las zonas.

En Cala Salada se hallaba el control horario. Allí los pilotos paraban media hora para comer mientras recuperaban fuerzas y disfrutaban de unas vistas y un entorno maravilloso. ¿El menú? Carne torrada, «crostas» –manjar muy típico de Ibiza y que se hacen con pan muy tostado y duro, tomate, aceite y sal–, aceitunas, vino de payés… Y cómo no conversaciones distendidas y alegres con los compañeros de viaje.

Tras esta pequeña parada, restaban sólo las secciones de la tarde. El recorrido era más corto que el matutino y constaba de apenas 10 zonas. El nivel general, sencillo, entre montañas. La primera zona, en el «torrente de Can Frare»; una sección «ciega». Y es que o se podía mirar antes de hacerla. Tras la primera curva entrados en ella los pilotos se encontraban con una subida de tierra y roca que patinaba bastante, lo que hacía que a más de uno se les atragantase la comida.

Tras esta dificultad, y bajando por el torrente, los pilotos se iban cruzando con el resto de zonas, ocho de las nueve últimas. En su mayoría, de rocas y tierra. Patinaban bastante, siendo además de un nivel un poco más alto que muchas de la mañana. Y como no, bastante más largas, lo que dejó a los pilotos exhaustos.

El último desafío, la zona indoor, en el paseo marítimo de Sant Antoni, al lado del paddock.

Primer día, jueves

Durante la tarde del día 5 se abrieron las verificaciones técnicas y los pilotos empezaron a llenar el paseo de las fuentes de San Antonio. Al final, 119 pilotos inscritos, con mayoría española, pero con gran representación francesa, así como de lugares tan lejanos en el mapa como Inglaterra o Alemania.

Entre los participantes, pilotos de gran renombre mundial y nacional como Marcel Justribó, Arnau Farré, Josep Manzano, Ivan Peydró, Marc Horrach… e incluso Dani Comas, multi-campeón de trial en bicicleta.

También asistieron dos pilotos ingleses del mundo de la velocidad, que realizaron la prueba y disfrutaron del maravilloso recorrido y parajes de la misma. Y eso que ninguno de los dos practica habitualmente trial. Y si encima le añadimos que participaron en el nivel azul… Como es lógico, sufriron bastante para superar las zonas. Eso sí, en ningún momento se rindieron ni se quejaron. Es más, lucharon hasta el final.

Sus nombres, Leon Camier y Andy Walker. El primero seguro que os suena más. No en vano, fue piloto del Fixi Crescent Suzuki en el pasado Campeonato del Mundo de Superbike.

El segundo, quizás un poco menos. Expiloto del británico de Velocidad, Walker en la actualidad es el mánager de Camier.

Por cierto, a las 16:30 de la tarde, Dani Comas recibió a los participantes con una impresionante exhibición que dejó boquiabiertos a la gran cantidad de público que se acercó a ver su maravilloso espectáculo. Su técnica y condición física, perfectas.

Y nada más finalizar Comas arrancó una prueba de Kick Star en la playa de la Bahía de Sant Antoni. En ella, los pilotos, con sus motos, tuvieron que enfrentarse a un circuito repleto de obstáculos y a superar en el menor tiempo posible. Sin duda una gran forma y espectáculo para ir haciendo boca de lo que les esperaba.

Viernes, arranca la competición

La hora de partida, las 9 de la mañana. De forma escalonada –se daba la salida a dos pilotos por minuto– y con un tiempo de siete horas y media para realizar las 25 zonas del recorrido, los participantes fueron saliendo.

Este año, el MC Formentera i Eïvissa ideó una variante para ampliar la base de participantes de la cita. Así, para que pudieran competir los menores, se preparó un recorrido alternativo sin pasar por carretera para que pudiesen realizar la prueba. Su salida, en grupo, a las 08:45 horas y con personal de la organización. Tomaron parte niños con tan sólo 9 años. Increíble.

En el nivel amarillo, el de menor dificultad, 28 pilotos iniciaron su concurso acompañados de un tiempo inmejorable para la época del año en la que estamos. La legión francesa dominó la clasificación este primer día.

El mejor, Jean Paul Rabaute con 12 puntos de penalización. Tras él, sus compatriotas Bernard Delchevalerie, segundo con 16 puntos; Feraud Maya, tercero con 19; y Pauly Pascal, quinto con 24 puntos. El primer español de la jornada, el ibicenco Juan Josep Sanchez, con 29 puntos.

En cuanto a la categoría verde, con unos 40 participantes –la más concurrida–, el ibicenco Francisco Ramon «Brava», andaba en el primer lugar tras las 15 primeras zonas. No en vano, entregó la tarjeta en el control horario con tan sólo 8 puntos de penalización. Pero las zonas de la tarde le complicaron un poco la vida. Eso sí, logró mantener su ventaja al frente de la tabla, aunque por un escaso margen. Su puntuación final, 29 puntos.

Los mallorquines Jaume Roig, con 32, y Albert Bonet, con 33, le secundaron, justo por delante del francés François Maudhuit, con 36, y de un triple empate a 41 puntos entre el ibicenco Hector Torres, el menorquín Gabriel Bosch y el catalán Josep Tremps.

La categoría azul tuvo un claro dominador, el catalán Josep Díaz, quien demostró estar en un gran estado de forma. Sólo 24 puntos de penalización y distanciando con facilidad al resto de sus rivales en este primer día. Segundo lugar para el joven mallorquín Jaume Rosselló, con 32 puntos, mientras que el catalán afincado en Ibiza y especialista en enduro Christian Ardevol se calsificó en tercer lugar con 41 puntos. Por detrás, a muy pocos puntos, el francés Antonin Feraud, con 45 puntos, y el ibicenco Javier Palau, que penalizó 47.

En cuanto al nivel rojo, los pilotos mallorquines coparon los primeros puestos de la clasificación. El mejor, el reciente Campeón de España en TR3, March Horrach, con 41 puntos. Por detrás y ya a bastante distancia, cinco pilotos mantuvieron una bonita y espectacular pugna por el resto de posiciones del podio. Y es que entre ellos se fueron intercambiando las posiciones a lo largo del día.

Pues bien, al final del mismo, la segunda plaza correspondió a Josep Seguí con 73 puntos, seguido de Tomas Olivar con 75. Por su parte, Dani Comas, con 77 puntos, y el joven mallorquín Andreu Oliver también con 77, se clasificaron en ese orden a continuación.

En el máximo nivel de dificultad, negro, el incombustible y exmundialista Marcel Justribó sometió al resto de participantes. Su tarjeta, 34 puntos en las complicadas 25 zonas marcadas por el Motoclub Formentera i Eivissa. Tras Justribó, Ivan Peydró, con 55 puntos, mientras que el tercer lugar correspondió a la joven promesa del trial nacional Arnau Farré con 60 puntos.

En cuarta posición, un ya habitual de esta, Josep Manzano. El Campeón del Mundo Júnior y de Europa en 2001, que este año ha vuelto a competir en citas sociales, firmó una actuación con 68 puntos, mientras que la clasificación en esta clase la cerró el inglés James Duxbury con un total de 95 puntos.

Segundo y último día de carrera, sábado

La segunda jornada de competición arrancó con un día soleado y explendido, como el día anterior. Los pilotos fueron llegando al paddock con mayor tranquilidad que el viernes y mostrando algunos de ellos claros signos de fatiga por la dureza de las zonas superadas el día antes. Pero ello no fue impedimento para que una vez más se dejaran la piel en todos y cada uno de los obstaculos preparados.

En el nivel amarillo, no hubo cambios en las primeras plazas con respecto a la jornada anterior. La clasificación, nuevamente, estuvo comandada por pilotos franceses. El mejor, Jean Paul Rabaute con 10 puntos. Es decir, 22 puntos de penalización tras la disputa de las 50 zonas. Sus acompañantes en el cajón final, Bernard Deschevalerie, con un global de 29 puntos, y el también francés Feraud Maya, con 30 puntos.

En el nivel verde el mallorquín Jaume Roig protagonizó una espectacular remontada al penalizar apenas 8 puntos en las 25 zonas del segundo día. ¿Resultado? Sorpresivo aunque merecido triunfo absoluto en la combinada de ambas jornadas con un total de 40 puntos. A su lado, el francés François Maudhuit que realizaba también un muy buen segundo día con tan solo 12 puntos de penalización y acababa con un acumulado de 48 puntos. Un poco más distanciado de ellos finalizó en tercer lugar el menorquín Gabriel Bosch. Su puntuación global, 62 puntos. Bosch realizó una excelente remontada que a la postre le sirvió para desplazar al mallorquín Albert Bonet hasta la cuarta plaza final con 64 puntos.

En azules, se confirmó la superioridad del piloto catalán Josep Díaz. Se dejó únicamente 15 puntos el segundo día para concluir la cita con un total de 39 puntos. Tras él, en el podio, otro de los representantes franceses: Antonin Feraud, segundo con 69 puntos, y el catalán afincado en Ibiza Christian Ardevol, tercero con 75.

El ibicenco Javi Palau se llevó a la postre la cuarta posición con 101 puntos.

Marc Horrach remachó su superioridad en el nivel rojo alcanzando su segunda victoria parcial en esta edición. El mallorquín finalizó los dos días con un total de 88 puntos. Hasta cuatro pilotos pelearon hasta el final por secundarle en lo más alto. Pues bien, el multicampeón de bike trial Dani Comas fue quien se llevó el gato al agua demostrando que el trial en moto tampoco se le da nada mal. Su global, 131 puntos. El joven piloto mallorquín Andreu Oliver, que acumuló 136 puntos, cerró el podio, por delante de Josep Seguí, que concluyó con 143 puntos.

Finalmente, en las zonas de color negro, Marcel Justribó no tuvo demasiados problemas para mantener la cabeza de la clasificación. De nuevo fue el mejor. Su tarjeta final, 53 puntos. En segunda posición y a su lado, Josep Manzano, quien realizó un muy buen segundo día bajando a la mitad sus puntos para remontar hasta el segundo puesto. Su acumulado, de 102 puntos. Arnau Farré, piloto que dará mucho que hablar en los próximos años, se tuvo que contentar con ser tercero al totalizar 109 puntos.

Hasta el año que viene

Una vez finalizada la carrera, como ya es habitual, se ha realizado la tradicional cena con todos los pilotos, componentes del Motoclub de Formentera I Eivissa, jueces y todos los colaboradores de la prueba en el Barbacoa Gala Night, realizándose la entrega de trofeos después de la cena y siguiendo con un poco de fiesta.

En la festiva entrega de trofeos, además de los trofeos por categorías en cada nivel se han entregado uan serie de trofeos especiales:

El «más veterano«, a Francisco Ramón Palau, que con sus 61 años sigue compitiendo año tras año en esta y otras pruebas.
El «más joven«, al piloto catalán Pau Bosch, quien con apenas 9 años fue capaz de completar toda la prueba.
El «más simpático«, al piloto inglés Andy Walker, quien a pesar de sufrir durante toda la prueba seguía sonriendo cada vez que la moto lo desbocaba.
El «de más lejos«, al piloto de SBK Leon Camier, nacido en Ashford, Kent, pero residente en Bournemouth (Inglaterra).
«A la mala suerte» o Trofeo Burrás, a Juan Antoni Vidal, porque tuvo una caída que se lastimo la muñeza y no pudo acabar la prueba.
«A los mejores apuntadores«, que se concedió a Turet y Claudia.

El Moto Club de Formentera i Eïvissa quiere agradecer la ayuda y colaboración que año tras año les brinda el Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany para poder realizar esta prueba y esperan poder seguir celebrándola así durante muchos años. También al Consell d´Eivissa, así como a todos los que contribuyen a que se pueda realizar la prueba de forma tan exitosa: a la policía local de Sant Antoni, la Guardia Civil, Protección Civil, Ports de les Illes Balears, y, como no, a todos los que contribuyen con su esfuerzo, pasión y dedicación a que el Moto Club de Formentera i Eïvissa pueda llevar estos Dos Días de Trial Isla de Ibiza a buen puerto. Más de 50 voluntarios. Muchas gracias a todos.

En primera persona, por Agustí Ribas (Presidente del MC de Formentera i Eívissa)

«Una vez finalizada la prueba, pero aun recogiendo, clasificando y acabando algunas cosas, todos los componentes del Moto Club de Formentera i Eïvissa estamos muy satisfechos de cómo ha salido todo y del gran éxito organizativo que ha sido.

Después de finalizar la prueba, la mayoría de los pilotos nos han manifestado su satisfacción por el desarrollo de la misma, el recorrido, las zonas, la organización… Aunque también es verdad que sí que ha habido más de un comentario aseverando que el nivel estaba un pelín alto este año. Pero en general ha tenido una gran aceptación entre todos los participantes.

En estos momentos, en los que aún recibimos mensajes de felicitaciones de muchos pilotos, queda atrás todo el mes de duro trabajo de muchas personas para llevar a cabo la prueba. Cada año, los días previos, siempre piensas «¿Por qué me meto en este jaleo? Con lo bonito que es ir a entrenar con la moto…».

Y no solo eso, cada año también te dices a tí mismo: «Este será el último». Pero cuando acaba la prueba, todo sale fantástico y recibes el apoyo y la alegría de todos los que han venido a competir…

Toda esa fuerza y energía positiva te hace olvidar los momentos de trabajo, nervios y estrés. Así que esperamos veros a todos de nuevo en la XXII edición de los Dos Días de Trial de la Isla de Ibiza. Hasta 2014«.

Descubre más sobre los Dos Días de Trial de la Isla de Ibiza en www.motoclubfe.com.