Marc Cots, piloto de la Sherco Academy que este 2018 está disputando el Campeonato de España de Trial en TR2, es una de las nuevas y emergentes promesas del trial ilerdense. Pero a diferencia del resto de sus compañeros de paddock, tiene un hándicap, convive con la diabetes desde muy pequeño.
«Los 20 minutos de paro obligatorio del CET, me van perfectos para realizarme un control de glucemia entre vuelta y vuelta»
En Todotrial hemos decidido conocer a Marc Cots un poquito más; que nos contara cómo es su día a día y cómo gestiona adecuadamente su control de la diabetes. Para nosotros es todo un ejemplo de que con diabetes también se puede llegar muy lejos y que el tenerla no le pone limitaciones. ¡¡Grande Marc!!
– ¿Qué valoración haces de tu primer año en la división de plata del Campeonato de España de Trial «CET»?
– Creo que es un cambio importante de categoría, tanto por el nivel de las zonas como por el nivel de los pilotos. Y si me preguntas por los resultados logrados… estoy un poco descontento, la verdad. Sobretodo, por mis posiciones en Pobladura de las Regueras, en León. Creo que merecí más, pero estoy con ganas de seguir en TR2 e intentar mejorar todo cuanto pueda de cara a las tres citas restantes.
– Se nota mucho el paso de las flechas verdes de Júnior a las azules de TR2?
– Hay una diferencia notable, para qué nos vamos a engañar, pero no tanta como imaginaba. Muy a mi pesar, creo que han bajado un poco el nivel. Creo que ahora buscan evitar pasos peligrosos y difíciles sin que ello suponga reducir en exceso la dificultad para un TR2. Lo que ocurre es que al disminuir el tiempo en la zona encontrar un equilibrio en lo que buscan es a veces difícil de conseguir.
– ¿Por qué decidiste subir de nivel y no quedarte un año más y luchar por el título júnior tras ser tercero en 2017?
– Creo que es importante no estancarse e intentar siempre mejorar al máximo. De ahí mi decisión. Me arriesgué a dar el salto e intentar defenderme en ella para seguir creciendo como piloto.
– Por cierto, ¿cómo ves a tus nuevos rivales de categoría? ¿Quién te ha sorprendido más?
– Veo una gran evolución en todos ellos. Sin duda, se nota que hay muchas horas de entrenamiento detrás, y todos tienen muchas ganas de hacerlo muy bien. Lo que se dice sorprenderme… nadie en particular, ya que todos han mostrado un muy buen nivel; el que esperaba. (Sonríe).
– Subiste a TR2 junto con Gil Vila y Martín Riobo, ganador de Cadete y Junior en 2016 y 2017. ¿Crees que el hecho de que también dispute el Mundial de Trial125 hace que progrese más rápido que vosotros?
– Es difícil, al menos en mi caso, tener un nivel igual o parecido cuando entrenas que cuando compites. De ahí que cuantas más carreras disputes mejor y más rápido coges el ritmo. En el caso de Martín, supongo que correr fuera le da una mayor motivación, y más tras los grandes resultados que está obteniendo en las pruebas del Mundial en las que ha tomado parte. Tanto Gil como él son dos pilotos con una muy buena evolución.
– ¿Por qué no te vemos todavía compitiendo en el Campeonato del Mundo?
– Me gustaría participar, como no. Aunque fuera sólo en una prueba. Pero entre licencias, desplazamientos y todo lo que conlleva estar en un Campeonato del Mundo… la carga económica es muy considerable. Por eso, de momento, creo que es mejor intentar hacerlo bien en los campeonatos que disputo actualmente, el CET, el Catalán y el ilerdense, y dejar de mirar más allá.
– Donde sí te hemos visto y te veremos este verano es en el Campeonato de Europa en categoría Júnior. ¿Te has marcado alguna meta en tu primer año disputándolo?
– Voy un poco de ‘novatillo’ al ser el primer año. Por eso no me he marcado ninguna meta. Simplemente voy y hago mi carrera lo mejor que puedo e intento aprender de los mejores. Corrimos la primera en Castellolí, en Barcelona, con unas pésimas condiciones debido a la tormenta de lluvia que cayó el domingo. Eso hizo que el resultado final no fuera el que esperábamos. En cambio, la segunda prueba, en Isola 2000, en Francia, me fue mucho mejor y conseguí acabar décimo. Por eso estoy muy esperanzado para estas últimas citas del mismo en agosto.
– Te lo preguntamos porque un paisano tuyo, Arnau Farré, se proclamó Campeón de Europa absoluto la campaña pasada. ¿Te gustaría ser el próximo ilerdense en lograrlo?
– ¡¡Sin duda alguna!! ¡¡Sería genial!! Pero eso está al alcance de los mejores, de los campeones, en definitiva, y a mi me queda todavía mucho recorrido por hacer. Por cierto, un gran logro por parte de Arnau, y ¡¡más que merecido!! (Sonríe).
– A diferencia del CET o el certamen catalán, el Europeo se rige por el reglamento non stop. ¿Te resulta fácil o difícil adaptarte al mismo?
– Son muy distintos ambos estilos. Por mi parte, no me desagrada el non stop y creo que me adapto bastante bien y rápido al mismo.
– ¿Cuál de los dos reglamentos prefieres como piloto? ¿Y como espectador?
– Como piloto me gusta mas el stop, pero como espectador… quizás el non stop, ya que da más espectáculo y dinamismo en las zonas.
– ¿Recuerdas cuál fue tu primera moto? ¿Y carrera?
– Mi primera moto fue una TXT Boy 50 de color azul y la primera carrera que disputé con ella fue en Santa Margarida de Montbui, en Igualada (Barcelona). Allí es donde empece a ir en moto y me inicié en la práctica del trial gracias a los cursillos que impartía el malogrado Ciriac Grados, de quien aprendí mucho.
– Tu padre es quien te aconseja y acompaña en las zonas. ¿Qué tal es como mochilero?
– Un padre siempre es un padre. (Risas). La verdad es que como mochilero hace lo que puede, que no es poco teniendo en cuenta su corta experiencia. (Sonríe). Siempre está en el lugar adecuado y sabes que si alguien tiene que cogerte en un paso, mejor que él, no lo va a hacer nadie. (Más risas). Está siempre muy atento a todo lo importante antes de entrar en la zona para indicarme cualquier dificultad que pueda condicionarme y, por si fuera poco, siempre que puede me da ánimos cuando las cosas no me terminan de ir bien. Es increíble. (Sonríe nuevamente).
– ¿Quién sufrió más en tu primera carrera: tú o tu mochilero?
– (Risas). La verdad es que no me acuerdo mucho, pero… seguramente… ¡¡el mochilero!! (Más risas).
– ¿Y ahora?
– Ahora depende de la carrera. Pero en la mayoría es el mochilero. Mira, ten en cuenta que lleva la bolsa con todas las herramientas, que pesa lo suyo; el agua; subir y bajar las pendientes de la zona… No hay duda posible: ¡¡el mochilero!! (Más risas). A este nivel, sería de una gran ayuda el poder contar con un mochilero profesional.
– Por cierto, ¿es de los mochileros que deja hacer al piloto o hay que seguir siempre lo que dice?
– Mi padre estudia a su manera la zona y me indica cualquier paso o colocación que le pueda parecer importante y buena para que haga sin problemas la zona. Eso sí, siempre dejándome a mí la última palabra, para que haga lo que crea más conveniente.
– Las carreras… ¿continúan de camino a casa o se terminan una vez entregas la tarjeta?
– (Risas). Depende de cómo hayan ido. Pero normalmente sí que duran algo más, porque comentamos los fallos, hablamos y valoramos los errores tontos que al final te hacen bajar posiciones en la clasificación, etc.
– Tienes diabetes. Pero ello no te impide competir. ¿Cómo es convivir con ella practicando nuestro deporte?
– La tengo desde que era pequeño y he crecido con ella. Y el trial, para mí, es algo habitual que ya forma parte de mis rutinas. Eso sí, lo que sí es verdad es que me exige un poco más de control; que esté más pendiente de mi estado físico durante las carreras.
– ¿Y en el día a día?
– El día a día es cuando menos preocupación me acarrea, ya que si como a las horas estipuladas y lo que necesito, acompañado de la correspondiente pauta de insulina, no tengo ni el más mínimo problema.
– ¿Ser diabético comporta ser también un gran matemático? Lo digo porque contáis hidratos de carbono, calculáis la dosis de insulina a inyectaros, lleváis un ritmo de comidas concreto…
– ¡¡Qué más quisiera ser un gran matemático!! (Risas). Es muy importante calcular la dosis de insulina que debo inyectarme cuando tengo que realizar deporte y, al mismo tiempo, tener en cuenta lo que voy a comer para poder combinar la insulina con la comida. Por cierto, los 20 minutos de paro obligatorio del CET, me van perfectos para realizarme un control de glucemia entre vuelta y vuelta».
– No sé si te ha llegado a pasar alguna vez, pero… ¿cómo afrontas las subidas o bajadas de azúcar cuando te encuentras en mitad de carrera?
– Sí, me ha pasado más de una vez. Cuando tienes una bajada es un momento delicado, la verdad, ya que si te baja el azúcar tienes que recuperarlo lo más rápido posible para evitar caer en una hipoglucemia. De ahí que debas ingerir barritas energéticas o bebidas azucaradas, como un refresco, para no perder fuerzas. Las subidas de azúcar, en cambio, son más difíciles de corregir durante una carrera, ya que para solucionarlas tendría que pincharme insulina, con el agravante de poder sufrir una bajada en picado de azúcar. Por eso es importante que no tenga muchas, ya que hacen disminuir la concentración y atención en las zonas.
– La pasta y el pollo a la plancha suelen ser los manjares típicos de los pilotos de trial. ¿Son también los tuyos o tienes una dieta concreta a seguir?
– También lo serían más o menos. Simplemente, en mi caso, calculo el plato de pasta que me corresponde por los carbohidratos que me toca comer.
– ¿Cuántas veces te pones insulina?
– Los controles de glucemia se realizan siempre antes de cada comida y oscilan entre 5 y 8 diarios. Dependiendo de las actividades a realizar, me ajusto la pauta de insulina y los hidratos de carbono a ingerir.
– Si no te importa, ¿puedes explicarnos cómo es tu fin de semana de carreras? ¿qué rutinas sigues?
– El sábado por la mañana, a primera hora, antes de desayunar, me hago un control de glucemia que ya me indica los carbohidratos que debo comer y nos vamos al paddock. Descargamos y preparamos bien las motos para poder entrenar un rato. A media mañana, me hago otro control y me tomo un tentempié.
Luego entreno, pero intentamos acabar pronto para así poder comer con tranquilidad y descansar un poco. A continuación, nos vamos a ver las zonas, y miramos la 1 y la 2 con mucha atención e intento memorizarlas a la perfección. Tras visitarlas, dejamos las motos listas y revisadas para el domingo. Durante el transcurso de la tarde, me hago un nuevo control antes de merendar. Ya en el hotel, durante la cena, comentamos un poco los detalles de las zonas. Un pequeño paseo antes de ir a dormir y ¡¡a la cama!! El domingo, en silencio, porque me ayuda a concentrarme, tomamos un buen desayuno y mientras mi padre deja todo listo para la carrera, yo me aparto para calentar y concentrarme aún más. Solo. Y una vez empieza la carrera… todo varia en función de cómo van saliendo los resultados en las primeras zonas (Risas).
– Los médicos suelen recomendar practicar deporte a los diabéticos, pero… ¿te aconsejaron o advirtieron de algo cuando les comentaste que querías hacer trial?
– Una vez mis padres se hicieron con todo lo relacionado con la diabetes pasamos a la práctica del deporte sin problemas. En mi caso, el médico no puso ninguna objeción. Eso sí, siempre y cuando se hicieran los controles de glucemia necesarios para adaptar la diabetes a la práctica del trial.
– Por tu propia experiencia personal, ¿recomiendas hacer trial para combatir contra la diabetes?
– Yo creo que cualquier practica de deporte es beneficiosa para los diabéticos. Por eso, practicar trial, yo pienso que no ha de suponer ningún inconveniente, siempre y cuando se realicen los controles rutinarios.
– Por cierto, ya eres universitario. ¿Te resulta fácil compaginar estudios con la moto de trial?
– Compaginar bien la moto con los estudios es lo más importante, pero también es lo más difícil. A partir de septiembre, empiezo un Ciclo Superior de Mecánica y dependiendo de los horarios que tenga intentaré adaptar mis entrenamientos con mis estudios.
– ¿Cada cuándo entrenas y con quién?
– Entreno cuando puedo. Intento al menos hacerlo dos veces por semana. Con quién ya es un poco más complicado. Un día voy con un amigo, para tener compañía, otro voy solo… A veces con mi padre… También intento ir tanto como puedo a entrenar con Marcel Justribó o con algún que otro trialero de Lleida que salga a entrenar, como Francesc Recio o Sergio Ribau.
– Eres uno de los muchos jóvenes talentos ilerdenses que ha pasado por las manos del exmundialista Marcel Justribó. ¿Recuerdas cuál fue su primera lección?
– Lo primero que me dijo fue que tenía que disfrutar al máximo este deporte. Pero también que hay ser constante y disciplinado.
– ¿Hay algún ‘vicio’ trialero del que no haya manera de que te deshagas?
– (Risas). Pies sí, de las ¡¡distracciones!! (Más risas). A veces, cuando me despisto me cuesta volver a coger el ritmo.
– Adrià Albejano, Joaquim Cisteró… Arnau Farré, Sergio Ribau… Roger Casas, Francesc Recio; tú… ¿nos queda algún piloto ilerdense más por descubrir en el Campeonato de España?
– La verdad es que empezamos a ser unos cuantos, ¿verdad? (Sonríe). Sólo hay que mirar la cantidad de jóvenes que en estos momentos están participando en el Provincial de Lleida. Estoy seguro que de él saldrá más pronto que tarde alguno que dará guerra y de la buena en el CET. (Vuelve a sonreír).
– Ya para acabar. Llevas algunas temporadas en la Sherco Academy. ¿Te seguiremos encontrando allí en 2019?
– Me encantaría, esperemos que sí.
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