Joan Miquel Llorach se ha convertido este 2016 en el quinto piloto en coronarse en la categoría Veteranos; el segundo desde que el Nacional lo recuperara como nivel el pasado año 2015.
«Me hacía gracia hacer las mismas zonas que mi hijo, y aún tengo tiempo para probar en TR4»
Aprovechando la disputa en tierras gallegas de la última prueba valedera para el CET 2016 en Veterano, conversamos un rato con su flamante ganador esta temporada: Joan Miquel Llorach y después seguimos en Igualada, su entorno y su taller, ya en casa.
– Cuatro participaciones, cuatro victorias. ¿Consecuencia? Vencedor del Trofeo Nacional de Trial 2016 en la categoría Veterano. ¡Llegar y besar el santo!
– Las ganas de moto, de trial y de participar junto con mi hijo, y seguir compartiendo la afición con la que disfrutamos plenamente… He tenido suerte, la verdad. No sé si me volvería a salir tan bien.
– ¿Cómo y cuándo te empezó a rondar por la cabeza la opción de tomar parte en el Nacional?
– Al hacer de mochilero de Mireia Conde y de mi hijo Lluc en temporadas anteriores, me animé a participar. Siempre me había hecho gracia. Creo que ha sido el momento idóneo para probarlo, y me lo he pasado muy bien.
– Ciertamente, en 2015 acompañabas a tu hijo Lluc Miquel en Juvenil B, pero no competías. En cambio, este año los dos habéis compartido zonas y nivel de dificultad. ¡Te gustan los retos!
– Sí, ha sido una buena forma de disfrutar del trial con mi hijo. Acompañarlo y guiarlo paso a paso; para que él siga esforzándose, sin prisas. Bueno, aunque yo siempre las tenga… (Risas).
– A tenor de tus excelentes actuaciones, ¿por qué optaste este 2016 por Veterano y no por competir en TR4?
– Porqué en Veterano me resultaba más fácil acompañar a Lluc en las zonas y asesorarle sobre las trazadas por una simple cuestión de horarios de salida. Además, me hacía gracia hacer las mismas zonas que Lluc, y aún tengo tiempo para probar en TR4 (Risas).
– ¿Te parece acertado el nivel de dificultad en Veterano?
– Sí, muy adecuado para la franja de edad que representa y si alguien es más valiente siempre le queda la opción de TR4, TR3 o incluso TR2.
– Tu hijo ha estado muy cerca de ganar también en Juvenil A tras hacerlo la campaña pasada en su estreno en el certamen nacional. ¿Crees que ha acusado el salto de nivel?
– No. Está en una etapa de aprendizaje y debo destacar que ha sido una competición muy igualada entre los 3 o 4 primeros clasificados. Además, de las competiciones siempre se aprende.
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– ¿En 2017 continuará en Juvenil A o subirá ya a Cadete?
– Depende de la pretemporada, pero buscaremos la opción donde Lluc se encuentre más cómodo. Como te comentaba se trata de aprender y, a la vez, de disfrutar.
– ¿Y tú: nuevamente en Veterano o te medirás a nuevos rivales en TR4?
– Eso son palabras mayores… (Sonríe). No hay nada definido, pero todo dependerá de lo que decidamos para Lluc. Aunque he de decir que yo en Veterano he estado muy cómodo y para TR4 tendría que entrenar más. Y entre tú y yo: no tengo ese tiempo. (Risas).
– Otro campeón a quien en temporadas anteriores has echado una mano, como decias, ha sido Mireia Conde. ¿Cómo y cuándo te convertiste en mochilero de la bicampeona de España absoluta en féminas?
– Empecé con Mireia hace 2 o 3 años. Ambos pertenecemos al mismo motoclub y le he echado un cable hasta donde he podido. A veces resulta complicado compaginar las competiciones con mi trabajo. Y también Mireia siempre me echa una mano en los entrenos de los sábados con Lluc.
– Conde atesora un enorme potencial, pero no acaba de explotar en cuanto a resultados individuales se refiere a nivel internacional. ¿Qué le falta para rubricar en el Mundial que es una de las mejores pilotos de su generación?
– No lo sé… creo que lo tiene todo. Todo deporte individual requiere un nivel muy alto en todos los sentidos y creer mucho en uno mismo. Además, Mireia no es solo piloto de trial. También estudia, trabaja y se gana la vida en otros ámbitos.
– ¿Por qué ya no sigues a su lado en las carreras?
– Porqué competir en Veterano, acompañar a Lluc y gestionar mi taller, que por suerte funciona bien, no me permite participar en un Mundial, que puede llegar a ocupar una semana entera entre viajes y la carrera en sí.
– Lluc, Mireia y tú pertenecéis al Club Montbui, que hasta hace muy poquito lideraba la clasificación de clubes del CET 2016. ¿Apostamos porque os convertiréis a final de año en el primer club ganador del Campeonato de España de Trial de clubes y escuderías?
– ¡¡Claro!! (Risas). ¡En eso estamos! Tenemos muchas ganas y cada vez somos más, pero lo tenemos difícil porque tenemos menos oportunidades, ya que tenemos menos carreras que otros clubes que toman parte en TR1, TR2, TR3 o Júnior, por ejemplo.
– En Santa Margarida de Montbui, Igualada (Barcelona), sede del Club Montbui, se encuentra l’Escola Catalana de Trial, proyecto de formación y promoción por el que han pasado algunas de nuestras figuras de presente. ¿Lluc también dio sus primeros pasos en ella?
– Sí. Sus inicios con 6 años empezaron en Montbui, donde se puede decir que tiene su segunda familia y donde aún cada sábado comparte la afición por el trial con compañeros y amigos maravillosos.
– Creo que en algún momento tú también has ejercido de ayudante/monitor de los chicos y chicas que los fines de semana aprenden los secretos del trial allí.
– Sí, siempre que he podido he ayudado. Me gusta ver como aprenden.
– Como padre, ¿qué crees que es mejor para un niño o niña: empezar con la bici de trial o hacerlo directamente con una moto?
– Empezar con la bicicleta siempre es una base mucho más completa, pero la moto, de gasolina, siempre tiene que estar ahí. Una cosa no sustituye a la otra, se complementan.
– Y como piloto: ¿non stop o stop?
– Me gusta mucho el non stop, pero creo que los jóvenes tienen que quedarse con el stop. Es el futuro y el presente. Yo, por el contrario, soy de non stop. El stop cansa más. (Risas).
– ¿Por qué trial y no hockey sobre patines, deporte muy arraigado en Igualada?
– Personalmente, soy de gasolina y no de patines, aunque mis sobrinos sí lo practican.
– ¿De donde te viene la afición por el trial?
– De mi padre Jimmy, el abuelo de Lluc; un enamorado del trial que ya me acompañaba de niño a los triales. Al igual que mi hijo, yo también he crecido entre cintas.
– ¿Es muy diferente el trial que te enamoró en su día del que se practica ahora?
– No, pero las motos sí. Han mejorado muchísimo en todos los aspectos.
– ¿Tu piloto favorito de siempre?
– Tres: Dougie Lampkin, Amos Bilbao y Jordi Tarrés.
– ¿Y ahora?
– Los tres magníficos: Toni Bou, Adam Raga y Albert Cabestany.
– ¿Ganar en Escocia o un Gran Premio?
– Un ¡¡Gran Premio!!
– ¿Y entre un Mundial y los Scottish?
– El Mundial.
– Por cierto, ¿me recomiendas llevar mi moto a +Gas Reparacions?
– (Risas). ¡¡Por supuesto!! Pero antes te recomiendo que ¡¡te compres una!! (Más risas). ¡¡Tengo grandes ofertas!!
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