domingo, diciembre 22, 2024

Entrevista a Joan Cordón

 

La ‘sombra’ de Toni Bou en ocho de sus 28 Campeonatos del Mundo de Trial repasa para Todotrial sus inicios como piloto, su llegada y estancia en Montesa, su etapa como mochilero de Toni Bou, así como su regreso a la élite como piloto de Trial-E, y nos presenta su nuevo proyecto laboral y de vida: Donkey Cycles.


Joan Cordón: “Las ofertas para seguir compitiendo no me convencieron tanto cómo la oferta para entrar a formar parte de Montesa y empezar a trabajar con Toni”

Hasta Mollet del Vallès, en Barcelona, nos desplazamos para ver y conversar con Joan Cordón, piloto del RFME Júnior Team entre 2005 y 2006 y mecánico de Montesa desde 2007 hasta 2017.

Tres años antes de dejar la marca de Santa Perpètua de Mogoda, Cordón sustituyó a Didac Cercós como mochilero de Toni Bou en el Repsol Honda Team, con quien conquistó todos los Campeonatos del Mundo de X-Trial y TrialGP disputados durante sus cuatro temporadas de colaboración. Sin embargo, en 2018 y 2019 regresó al paddock del Mundial, pero nuevamente como piloto de la Copa del Mundo de Trial-E al manillar de la Mecatecno Dragonfly 2.0.

La COVID-19 nos ha privado de su participación, así como del de la marca catalana, este 2020 en la máxima competición. Pero el confinamiento y posterior desescalada han permitido a Cordón arrancar un nuevo proyecto empresarial: la segunda tienda taller de bicicletas, equipamiento para el ciclista, complementos y nutrición de su familia, Donkey Cycles.

– Este 2020 te hemos echado de menos en la FIM Trial-E Cup. ¿Por qué no te hemos visto en esta su cuarta edición?

– Bueno, debido a la situación actual en todo el mundo con la COVID-19, no pudimos seguir trabajando en la evolución de la moto, y tampoco continuar entrenando todo lo que me hubiera gustado para estar a un buen nivel y luchar por el podio.

– La verdad es que ver tu nombre en la lista de participantes de 2018 fue, sin duda, una inesperada y grata sorpresa. ¿Cómo surgió la posibilidad de que tomaras parte en el nivel reservado a motos eléctricas de trial en la segunda edición del campeonato? 

– Cuando decidí hacer un cambió de aires y dejar el equipo Repsol Honda, me puse en contacto con Jordi Milà, responsable de Mecatecno, con quien ya tenía una amistad. De hecho, había sido mi mochilero en mi anterior época de piloto. Y empecé a trabajar con con él y su equipo en Mecatecno. Nos pusimos manos a la obra y su equipo de diseño e ingeniería, al que me uní, evolucionamos la Dragonfly 2.0. Fue entonces cuando Jordi me preguntó si me haría ilusión volver a competir en el Mundial, si me gustaría estar en la Copa del Mundo de Trial-E. Mi respuesta: ‘porqué no, podría estar divertido’. Y así fue como sucedió.

– ¿Preparaste tu regreso mundialista de alguna forma especial?

– Bueno, hice un poco de trabajo físico con la bicicleta y entrené con moto de trial tanto cómo me fue posible. Aunque en mis años en Montesa no dejara nunca de ir en moto, no es lo mismo recorrer interzonas que prepararse para competir en un Mundial.

– ¿Cuánto hacía que no competías como piloto en una carrera de élite?

– Desde 2006 no tomaba parte en una competición oficial.

– En aquella primera carrera no pudiste refrendar tu calidad con una buena posición en la tabla. Pero en el siguiente GP, en Bélgica… ¡¡acabaste tercero!! ¿Cómo fue pisar el podio en tu segunda carrera?

– Es verdad. Tras la primera carrera en Francia, en la que tuve problemas eléctricos, problemas con las baterías, en Bélgica, ya sin ninguna presión, salimos a pasarlo bien e intentamos demostrar de lo que éramos capaces de hacer con la Mecatecno Dragonfly. Y bueno, creo que no estuvo del todo mal. (Sonríe).

– Dicho podio te colocó cuarto en la clasificación final del campeonato que acabaron ganando Loris Gubian y su GasGas TXE, a pesar de que el japonés Kenichi Kuroyama y su Yamaha TYE eran los máximos favoritos al haberse impuesto en Auron siete días antes. ¿Te sorprendió la victoria de Gubian?

– No me sorprendió. Creo que todos los aficionados al trial conocemos a Loris. Sabemos de lo que es capaz. Es un gran piloto y allí lo demostró; imponiéndose en Bélgica y alzándose con la corona mundial eléctrica.

– Imaginamos que el título de Albert Cabestany en 2019 te sorprendería menos. ¿Cierto?

– Bueno, cuando me enteré que iba a tomar parte en Trial-E, ya tuve claro quién era el principal candidato al título. Albert es un piloto con una gran carrera deportiva detrás y como todos sabemos atesora todavía una gran calidad encima de la moto.

– ¿Y que lo acabara ganando este extraño 2020 tras el fulgurante arranque del francés Gael Chatagno y su Electric Motion en la cita inaugural?

– Supongo que para él sería un poco más difícil que el año anterior. Pero como comento en la pregunta anterior, Albert es un piloto ‘top’, con muchos recursos, y así lo demostró llevándose el título de nuevo.

– En tu segunda participación en el campeonato rozaste el podio en las dos citas puntuables. ¿Tu gran objetivo para tu tercera incursión en TrialE es regresar a los puestos de honor o tu ambición va más allá?

– Pues no sé si volveré a tomar parte en el campeonato. Pero en caso de que así sea, me gustaría prepararlo bien. Tener buenas sensaciones encima de la moto y disfrutarlo. Luego, si hay buenos resultados, pues… ¡¡bingo!!

– Como mecánico, ¿qué piensas de las motos de 2T, 4T y eléctricas?

– Bueno, cada moto tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Las 2T, cómo sabemos, tienen motores más puntiagudos dónde se aprovecha toda su potencia en altas RPM. Las 4T, en cambio, desde bajas RPM ya disfrutas de un par más alto que en las 2T. Y luego están las eléctricas, dónde tienes muchísimo par desde muy pocas RPM, lo que, en contrapartida, te da un motor que se acaba muy pronto, porque sube muy rápido de vueltas. También está el tema peso, que en la Dragonfly, por ejemplo, está en 64 kg., lo que se nota bastante con respecto a las motos con motor de explosión. La gracia está en poder gestionar la entrega de potencia para poder tener una curva amplia y lineal que te permita sacar todo el potencial del motor eléctrico. Además, con las motos eléctricas, tienes la ventaja de que con una misma moto simplemente cambiando el ‘software’ puedes tener múltiples configuraciones de pilotaje o ‘mapas’. Simplemente, pulsando un botón.

– ¿Y como piloto?

– Cómo piloto, al final depende de la moto que estés pilotando. Debes adecuar tu pilotaje a la moto que lleves y al terreno sobre el que estés conduciendo.

– ¿Cuál te gusta más: 2T, 4T o eléctrica?

– Como piloto y tras todos los años en los que he competido, te diría que con las que más he disfrutado es con las 2T. También hay que decir que desde que me retiré han mejorado considerablemente las 4T, y un buen ejemplo son las últimas Montesa 300, que se ven a un muy buen nivel. De hecho, han estado en lo más alto ya desde 2007, en la categoría máxima del Mundial, en TrialGP, con Toni (Bou) arrasando año tras año, y en Trial2 también, en dónde han ganado campeonatos con la moto derivada de la serie. En cuanto a las eléctricas, creo que ya empiezan a estar a buen nivel, aunque esto no ha hecho más que empezar y todavía hay mucho por evolucionar. En los próximos años seguro que veremos cambios espectaculares en las motos eléctricas.

– ¿Ya le has comprado a tu hijo una moto de trial?

– Sí, Lucas mi hijo, tiene una Mecatecno T8 desde los 2 años y medio.

– ¿Crees que en unos años volverás a la acción como su mochilero?

– Bueno eso ya es cosa de él. Si le gusta practicar trial y realmente es lo que él quiere… ¡¡por supuesto que lo apoyaré!! (Sonríe).

– A todo esto, ¿cómo fue tu regreso al Mundial de TrialGP como piloto?

– Bueno, un poco raro. Después de tantos años viviéndolo todo desde otra posición (ya sabéis que he estado en el equipo Repsol Honda Trial Team cómo mecánico y mochilero de Toni Bou durante varios años), volver a competir se me hizo un poco raro, pero estuvo bien.

– ¿Lo encontraste muy cambiado?

– Pues sí, ha cambiado bastante, la verdad.

– ¿Qué te pareció la Zona de Calificación? ¿Te gusta el concepto?

– La verdad es que no sé si al público en general le gusta. A mí, particularmente, no me gusta. O hacemos trial o corremos. El concepto de ‘hacer la pole en trial’ no sé si encaja mucho en lo que es nuestro deporte, desde mi punto de vista.

– A todo esto, ¿cómo fue ese reencuentro con tu antigua casa, con el Repsol Honda Trial Team? ¿Y con Toni Bou?

– Bien. Lo cierto es que allí tengo buenos amigos, entre ellos a Toni, con quien tengo buena relación y seguimos en contacto a día de hoy.

– Entraste como mecánico de Montesa en 2007 para en 2014 convertirte en su ángel de la guarda al dejar la competición activa su hasta aquel momento mochilero de confianza, Dídac Cercós. ¿Cómo viviste el ‘ascenso de categoría’?

– Fue todo un honor que Toni me confiara el puesto de mochilero.

– ¿Te dio algún consejo cuando te pasó el testigo?

– Estuvimos un tiempo compartiendo entrenamientos todo el ‘Team Bou’ antes que ‘Didi’ dejara de ir a las carreras. Y la verdad que fue una suerte tenerlo cerca, porque tiene muchísima experiencia y del que siempre he intentado aprender lo máximo posible durante mi etapa en Montesa.

– De todos los años que pasaste junto a Bou, ¿cuál es tu mejor recuerdo?

– Ha habido muchos buenos momentos, no te sabría decir. (Sonríe y pide disculpas).

– ¿Cómo fue ese día en el que le comunicaste que ya podrías seguir a su lado? ¿Cómo se lo tomó?

– Fue un momento difícil para todos, supongo, pero Toni entendió que debía tomar un nuevo rumbo en mi vida, y también yo dejaba atrás lo que había sido mi vida en los últimos años. Pero tenía que tomar esa decisión, porque había sido padre el año anterior y necesitaba disponer de más tiempo para con mi familia.

– Como sois buenos amigos, ¿le pediste consejo para con tu regreso a la competición?

– Durante todos los años que he trabajado junto a él, he aprendido mucho, y también he vivido desde dentro cómo prepara las carreras todo un Campeón del Mundo como es él. La ‘putada’, si se me permite la palabrota, es que sólo hay un Toni Bou. Yo, a diferencia de él, no pude llegar a lo alto del podio, pero me quedé cerca. (Risas).

– ¿Cómo ves el nuevo equipo que forma con Marc Freixa?

– ¡¡Fantástico!! Marc es un buen tipo y tiene mucha experiencia en el mundo del trial. Creo que hacen un muy buen equipo.

– Como dice la canción… si Toni te dijera: ¡¡ven!!, ¿lo dejarías todo?

– (Risas). Nunca se sabe dónde estarás mañana, ¿no? Pero creo que en esta vida hay diferentes etapas por las que pasas. Yo he disfrutado mucho de mis años en Montesa, con mis compañeros, y he sacado cosas muy positivas. He aprendido mucho allí y es un trabajo en el que debes estar a ‘full’, al 100%, y darlo todo. Sin embargo, por ahora, mi prioridad es mi hijo, y quiero disfrutar cada momento con él.

– ¿Echas de menos el día a día junto a él? Te lo preguntamos porque ‘Cabes’ nos comentó que lo que más disfrutaba cuando estaba en TrialGP era su actividad entre carreras: entrenar, el ‘gym’, la preparación de las carreras…

– El día a día molaba mucho. El estar cada día o casi cada día por ahí entrenando… disfrutando de la montaña y las motos… No tiene precio. Pero son etapas, como ya he comentado antes.

– Eres amigo de Bou desde los 12 años y antes de ser mochilero suyo ya habíais compartido entrenamientos cuando competías. ¿Quién ha cambiado más desde entonces: tú o Toni?

– Creo que yo. He cogido algo de peso desde entonces. (Risas). A Toni, desde que era pequeño, ya se le veía que tenía algo especial. Ese don que lo diferencia del resto y que hace que parezca que lo que hace sea fácil de hacer, cuando en realidad no tiene nada de fácil.

– Casi como todos los genios del motor tienen alguna manía especial, ¿cuál es la de Toni para con su moto? ¿Y la tuya?

– Creo que la mayoría de pilotos de trial tienen o tenemos el talón de Aquiles en el embrague. Junto con las suspensiones, es básicamente lo más importante a tener en cuenta al hacer la puesta a punto de la moto.

– Y una pregunta que seguro que no te han hecho nunca (Risas): ¿qué tiene Bou de diferente frente al resto de pilotos para parecer invencible y dominar de manera tan aplastante su deporte?

– Toni, como antes comentaba, tiene un don especial que lo diferencia del resto. A parte de estar en un estado de forma espectacular, creo que técnicamente es el piloto más completo del Campeonato del Mundo.

– Como piloto mundialista te disfrutamos muy poco. Enrolado en el Equipo Nacional RFME, te estrenaste en el Mundial Júnior 2005 en Andorra. ¿Qué recuerdas de ese día?

– Nervios, muchos nervios. En mi anterior etapa de piloto me costaba mantener la concentración.

– Tu mejor resultado, un cuarto en Portugal al año siguiente. ¿Qué te faltó para pisar el podio ese día en Mortagua?

– No lo recuerdo mucho, pero supongo que lo típico: ¡¡alguna liada fuera de lugar!! (Risas).

– Imaginamos que ese fue tu mejor momento o guardas otro en tu memoria como el mejor? ¿Y el peor?

– Mi mejores recuerdos como piloto se circunscriben a cuando empecé a competir en la actual categoría de TrialGP, o TR1 en el Campeonato de España; cuando competía al lado de los GRANDES.

– ¿Qué crees que te faltó para ser el ‘Toni Bou’ de tu generación?

– Toni Bou solo hay uno.

– ¿Por qué decidiste dar por finalizada tu todavía incipiente carrera deportiva en ese momento?

– Pues mira. Me hacía mayor y las ofertas para seguir compitiendo no me convencieron tanto cómo la oferta para entrar a formar parte de Montesa y empezar a trabajar con Toni.

– ¿No te tentaron desde el mundo del enduro como sí hicieron con otros coetáneos tuyos como los hermanos León o Dani Gibert?

– Desde siempre me ha gustado practicar enduro y motocross, pero creo que en ese momento escogí la opción que pensé que era la mejor, y echando la vista atrás, no me arrepiento en absoluto.

– Volviendo al presente, este 2020 has arrancado un nuevo proyecto empresarial. Cuéntanos de qué se trata.

– Mis padres abrieron una tienda de bicicletas hace ahora un lustro y ahora, hace poco menos de un mes, hemos abierto una segunda tienda. Ahora estoy con ellos, digamos que me he reinventado hacia el mundo de la bicicleta, que ahora disfruta de un gran momento. Por cierto, no hace mucho hice una formación de mantenimiento y preparación de suspensiones. Nunca está de más aprender cosas nuevas. (Sonríe).

– Tu contacto con la bici se limitaba hasta la fecha a la de cualquier aficionado al ciclismo. ¿Has tenido que reciclarte profesionalmente para esta nueva etapa de tu vida?

– Sí, sí, aunque pueda haber cosas muy similares a la moto, hay diferencias para las que he tenido que adaptarme y aprender.

– ¿El haber preparado durante años la moto del mejor piloto de trial de la historia da una mayor confianza y seguridad en tus posibilidades a la hora de encarar cualquier otro desafío como mecánico?

– La verdad es que en Montesa aprendí mucho y estoy muy agradecido de todas las personas de las que he podido aprender durante mis años allí. Así que te diría que sí.

– ¿Quiénes son más exigentes con tu trabajo como mecánico: los pilotos de trial o los aficionados a la bici?

– Hay de todo. Hay pilotos muy exigentes, otros menos… y lo mismo te puedo decir de los clientes. Hay clientes y clientes. De todas maneras, siempre intento dar lo mejor de mí, sin importar hacia quién vaya dedicada mi faena.

– Te hemos visto participar en alguna carrera de bicis. ¿Repetirás experiencia?

– Nunca se sabe. Me divertiría participar en alguna carrera de descenso o enduro MTB.

– ¿Y sobre una moto de trial?

– Tampoco lo descarto. El trial ha sido la base, por así decirlo, de mi técnica de pilotaje; tanto en moto como en bicicleta, y me gusta mucho practicarlo.

– Amos Bilbao regresó este 2020 al Campeonato de España de Trial tras años. Como soñar es gratis: ¿te podríamos ver en 2021 compartiendo categoría con él?

– Soñar es gratis, cómo dices. No, ahora en serio, siempre sería un honor compartir categoría con Amós. Desde que era niño siempre fue mi ídolo y sería divertido compartir zonas con él y competir juntos.

– ¿O quizás te veamos en un futuro en la categoría E-Trial del CET 2021? ¿Y en alguna otra carrera?

– No me cierro a nada. Nunca se sabe si volveré a competir en un CET. Podría ser.

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