La tradición continúa en las montañas andorranas de La Massana, donde se celebró la vigésimo segunda edición de los 2 Días de Trial de Arinsal. Miquel Gelabert fue el ganador en la máxima categoría, mientras que Rafael Sanromà, Iñaki Gomarín y Santi Prat vencieron en las otras categorías.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: Joan Valls.
Ya son casi 25 años los que se lleva celebrando esta prueba de trial de larga duración en los bellos parajes andorranos, pues la primera edición de los 2 Días de Arinsal se realizó en 2001 y se ha venido repitiendo año tras año salvo en dos ocasiones: en 2009 por descanso de la organización y en 2020 por la pandemia.
Así el 2 Días Trial de Arinsal se ha convertido en una de las competiciones de larga duración más tradicionales y esperadas por los aficionados en cada verano y a lo largo de estas más de dos décadas hemos ido viendo cambios en el recorrido y zonas, y también poco a poco se ha dado paso a un cambio generacional que este año se ha notado quizás en mayor medida.
Esta 22 edición se celebró los días 27 y 28 de julio, como siempre organizado por el Moto Club Arinsal con la colaboración del Comú de La Massana, Pal Arinsal – Grandvalira Resorts, Quart d’Arinsal y Andorra Turismo, sin los cuales no sería posible.
La principal diferencia respecto de otros años ha sido la reducción en el número límite de participantes para así evitar los problemas de horarios y colas que habían sido habituales y que empeoraban la calidad del trial y la experiencia de los pilotos. Esto lo sufrían especialmente aquellos que salían más tarde encontrándose colas de casi una hora e incluso algunos años se veían realizando las últimas zonas ya prácticamente de noche.
Por tanto, con buen criterio por parte de la organización, se ha limitado la participación, que ha contado con 267 corredores y 100 seguidores. Esto supone casi un centenar menos de pilotos. La categoría más numerosa ha sido la de nivel verde, ya que el grueso de participantes han sido aficionados con un nivel medio / alto con 133 inscritos, seguido del nivel amarillo (84), el azul (37) y el rojo (14). Por lo tanto los 2 Días de Trial de Arinsal sigue en su línea de ser un trial especialmente pensado para los aficionados.
Y entre esos aficionados también había en esta ocasión nombres ilustres del mundo del motociclismo en otras especialidades, como los pilotos del Mundial de Superbikes Leon Camier, Chaz Davies, Bradley Ray y James Edmeades, el de Moto2 Senna Agius, los del Dakar Sam Sunderland y Adrien Van Beveren o el de MotoGP Remy Gardner, además también estuvo participando en el nivel azul Alex Crivillé Nogué, hijo del Campeón Mundial de 500cc.
Todos ellos disfrutaron de un recorrido de 40 kms diarios con 18 zonas, que aunque suponga un recorte en cuanto a kilómetros y zonas respecto de las ediciones de hace varios años, es lo que va siendo factible dados los recortes que también imponen las autoridades medioambientales del país de los Pirineos y que han hecho que se pierdan algunas de las zonas más míticas.
Sin embargo en esta ocasión se han recuperado zonas clásicas de las primeras ediciones como la 1, la mítica zona de las «escaleras» en el cauce del río, que ya llevaba casi una década sin hacerse, o la zona de la cantera, famosa por sus piedras sueltas y sus espectaculares vistas panorámicas.
Como siempre la organización brilló por su buen trabajo, así como los encargados del recorrido y el marcaje de las zonas, los jueces, y por supuesto el fotógrafo oficial de la prueba Joan Valls, gracias al que tenemos las fotos que ilustran este reportaje y la galería que podréis ver a continuación.
El ambiente festivo comenzaba el viernes con la llegada de participantes y las verificaciones. El sábado a las 7,30 daba comienzo la salida de los primeros. La primera zona, la mencionada de las escaleras, sorprendía a los más veteranos, que llevaban años sin hacerla. A continuación se subía por las pistas de esquí a la zona 2, la que estos últimos años era la 1, compuesta por rampas de tierra y giros, para seguir subiendo por las pistas y tomando la carretera de bajada para volver a tomar un camino trialero hasta la zona 3, otra de las habituales, que como la anterior cambiaba su trazada respecto a los años anteriores.
Llegaba entonces el turno de uno de los tramos de recorrido más típicos y bonitos de este trial, la larga subida por estrechos senderos serpenteando entre los pinos, con tramos complicados donde algunos pilotos sufrían dificultades, para volver a alcanzar las pistas de esquí y llegar a la zona 4. Esta también estaba en uno de los lugares habituales, y aquí fue donde el espectacular Arnau Farré sorprendía a los presentes realizando un «back flip» sobre su Sherco.
En este punto se echaron en falta las bonitas zonas de agua de antaño a pie de las pistas, pero incomprensibles motivos «ecológicos» han hecho que no se puedan realizar en las cuatro últimas ediciones.
Aunque las temperaturas agradables y frescas son habituales en este trial, e incluso ha habido ediciones en las que la nieve ha hecho acto de presencia, este año hizo demasiado calor, superando en algunos momentos los 32 grados, con lo cual las condiciones fueron más duras de lo normal.
Tras la zona 4 llegaba la parte de la interzona más esperada, la más bonita aunque también la más dura, el largo recorrido hasta el primer repostaje y avituallamiento en Port de Cabús. Ir con la moto de trial por la cuerda de la montaña, en el límite de la misma, disfrutando de unas vistas tan grandiosas como hermosas es el motivo por el que muchos acuden cada año a este trial.
Tras la hermosa ascensión en la que muchos aprovechan para hacer fotos, llega la larga y dificil bajada repleta de profundos regueros y giros algo cerrados. Un momento complicado para los menos experimentados pero que con calma y quizás algo de ayuda se logra superar. Alcanzar después las llanuras y rodar junto a los caballos salvajes es el premio al esfuerzo, así como la merecida ración de bebida y comida en el puesto de avituallamiento, donde también aprovechamos para repostar.
Las dos zonas siguientes, 5 y 6, se encuentran muy cerca del repostaje, bajando, en lugar de la casi imposible ascensión a lo alto de la montaña tan temida en ediciones pasadas. Son zonas de piedras grandes con buena adherencia pero con un marcaje muy «stop» que obliga a hacer muchas paradas y cambios ralentizando el paso por zona, ocasionando algunas colas. Posiblemente son de las menos bonitas del trial.
Comienza ahora la bajada por una de las pistas de descenso de MTB, en las que se acumula el polvo y hay tramos en los que hay que tener cuidado con las roderas y piedras sueltas, una larga bajada que carga las piernas y riñones y en la que hay que tener cuidado para no abusar del freno trasero y quedarnos sin él por sobrecalentamiento.
Así se llega a la bonita zona 7 de agua situada junto a la famosa valla. En esta ocasión sólo había una zona de río aquí, a diferencia de otros años en las que había tres o incluso cuatro, siendo decisivas por su baja adherencia.
Este año para llegar a la 8 se evitaba el paso en subida por el barrizal que recordaba a los blackwaters escoceses. Para algunos era un fastidio, pero para otros uno de los atractivos del trial por su dificultad técnica, que recordaba a las interzonas de los Scottish. A continuación la subida por pistas, hasta la Collada de Muntaner para seguir subiendo hasta la zona 9, otra de las míticas que se recuperaba este año. La famosa zona de cantera, con piedra suelta llevaba algunos años sin realizarse y seguro que muchos la echaban de menos, especialmente por sus hermosas vistas, siendo además espectacular y selectiva.
Llegaba el momento de la famosa subida hasta el Restaurante de La Caubella, donde se realizaba la comida y el segundo repostaje como ya es tradición. Sin embargo lo que era una parte mítica, con fuertes subidas de tercera o incluso cuarta, sorteando árboles, largas subidas y pasos muy técnicos, este año «ha desaparecido» para tristeza de muchos y alegría de otros tantos.
Resulta que un Bulldozer ha arrasado la zona para meter tuberías, y lo que antes era una subida muy técnica para unos, o «infernal» para otros, ahora se ha convertido en un camino que se sube sin más, desapareciendo toda la técnica, la dificultad y por lo tanto la gracia que tenía.
Tras el descanso de la comida del primer día el recorrido se realiza ahora en su mayoría por carretera, quitando también la parte más dura de las bajadas por las largas y técnicas bajadas de las pistas de descenso MTB. Cerca de la carretera estaba la zona 10, técnica y ya bien conocida, siguiendo por la carretera otra zona tradicional, la 11 de río, siempre bonita y sin demasiada dificultad, para pasar después a las habituales zonas de Pal y bajar por la carretera hasta Arinsal.
A la entrada de Arinsal sorprendía una zona totalmente nueva, que resultó ser indoor, compuesta por rulos de hormigón y contenedores, sin demasiada dificultad para amarillos y verdes pero bastante más compleja para azules y rojos. Quizás fue la zona que menos gustó, como es lógico, ya que lo bonito precisamente de los 2 Días de Arinsal es disfrutar de zonas naturales en plena montaña y para muchos esta zona sobraba completamente.
Para compensar la «fealdad» de la zona 15 llegaba la agradable sorpresa de la 16, que se recuperaba tras un par de años ausente, una bonita zona de río muy técnica y selectiva, con varias trazadas, que gustó a todos. Antiguamente aquí llegaba a haber dos o tres zonas de agua, todas ellas preciosas.
Y por fin se llegaba a las famosas zonas de río situadas junto al paddock en pleno centro de Arinsal, dos en esta ocasión, al reducirse el total de zonas de 20 a 18.
La jornada siguiente sería mucho más rápida y fluida dado que las secciones serían las mismas, quitando además la zona 12. Al final los pilotos estaban encantados con la organización y con el nivel, siendo el amarillo muy correcto, quizás un poco más exigente que el año pasado, las verdes manteniendo la misma línea, las azules bastante técnicas siguiendo la subida de nivel que se produjo hace algunos años, y las rojas sólo factibles para pilotos de alto nivel como los mundialistas Gelabert, Trueba, Farré, etc.
Lo que más gustó fueron las zonas de agua y los recorridos por las partes más elevadas y míticas de los 2 Días de Arinsal y lo que menos, la existencia de pilotos tramposos que se saltan las partes más duras del recorrido para llegar por carretera al Port de Cabús adelantando al resto de participantes. Muchos nos preguntamos qué sentido tiene ir a un trial como este en el que precisamente lo más bonito es hacer esos recorridos y saltártelos descaradamente. Y no fueron pocos, ya que algunas personas presentes nos hablan de algún grupo de casi 20 pilotos que aparecieron por arte de magia en el repostaje… La solución podría ser poner un control de paso de modo que todos los pilotos realicen el mismo recorrido o sean penalizados en caso de no hacerlo.
Miquel Gelabert vencedor absoluto
En cuanto a los resultados deportivos, en la máxima categoría, el nivel rojo, Miquel Gelabert (Vertigo) se impuso claramente al sumar sólo un punto en cada jornada, por lo que ya suma dos victorias en este trial en su palmarés, al haber vencido también en 2019. Gerard Trueba (Beta), vencedor en 2021 era segundo con 7 penalizaciones, mientras que el vencedor del año pasado, Arnau Farré (Sherco) resultaba perjudicado por tres fiascos y era tercero con 16 puntos.
El resto de pilotos rojos quedaban mucho más atrás, con penalizaciones altas que sí dan más clara muestra de la dificultad de las zonas. Jordi Camp (TRRS) era cuarto con 35, el venezolano David Avendaño (GasGas), fiel desde niño a esta prueba, terminaba quinto con 46, Ramón Godino (Beta) sexto con 51, Ángel Llopis (Vertigo) séptimo con 81, y a continuación Oriol García Campano (Beta) con 95, Miguel Ángel Nadal (Beta) con 108 y Berta Abellán (Scorpa) cerrando el top 10 con 109.
En el nivel azul Rafael Sanromà (TRRS) era el ganador con 13 puntos, seguido del joven Marcos Bermejo (Sherco) con 21, a quien su estreno en los Seis Días de Escocia este año le ha venido de lujo para afrontar este tipo de triales. Oscar Salvador (TRRS) era tercero con 24 puntos, dejando por poco a Sergio Monforte (TRRS) fuera del podio.
En Verdes la victoria era para Iñaki Gomarín (Scorpa) con apenas 2 puntos, seguido de cerca por Haitz Lertxundi (TRRS) con 5 y Javier Serra (TRRS) con 6, que subía al podio tras resolver a su favor el empate con Jaime Murillo (TRRS). A destacar el quinto puesto del piloto de Superbikes Leon Camier con 8 puntos.
En el nivel Amarillo la victoria fue para Santiago Prat Ballobar (Montesa) al completar los dos días con 4 puntos, dos menos que el juvenil británico Benjamin James (Beta), cerrando el podio Victor Martín (TRRS) con 8.
En resumen un 2 Días de Arinsal fiel a la tradición, con pequeñas novedades, excelente ambiente y un nivel de zonas un poco más exigente que el año pasado pero sin peligro, en el que los asistentes, tanto pilotos como seguidores y acompañantes, disfrutaron en grande. Ahora toca esperar a la edición 2024 para la próxima cita con las montañas de la estación de esquí de Pal Arinsal.