Toby Martyn, que se despedía como piloto profesional de Trial el sábado pasado en el XTrial de Pamplona, continuará su carrera en el motociclismo offroad cambiando a la disciplina del enduro extremo como piloto oficial de Rieju.
Toby Martyn, que se despedía como piloto profesional de Trial el sábado pasado en el XTrial de Pamplona, continuará su carrera en el motociclismo offroad cambiando a la disciplina del enduro extremo como piloto oficial de Rieju.
Los 3 Días del Cingles fueron una de las pruebas de larga duración más importantes de Europa en los años 70 y 80 pero a causa de las fuertes presiones llegó a su fin en 2007. Ahora 14 años después, ha logrado resucitar aunque en formato de 2 Días.
Los trialeros más veteranos recuerdan el 3 Díes dels Cingles, como una de las pruebas de trial de larga duración de las más importantes de cuantas se celebraban en Europa, junto con los 6 Días de Escocia o los 3 Días de Santigosa. Su carácter internacional hacía que algunos de los mejores pilotos del mundo acudiesen tratando de llevarse la victoria y con ello obtener un lugar en los libros de historia de este deporte, campeones mundiales como el finlandés Yrjo Vesterinen, el británico Martin Lampkin, el francés Thierry Michaud o el heptacampeón Jordi Tarrés lograron la victoria en alguna o varias ocasiones, al igual que otros pilotos importantes como Manuel Soler, Toni Gorgot, Amós Bilbao, Andreu Codina o más recientemente Adam Raga, Marc Freixa, José Manuel Alcaraz, Josep Manzano, Jordi Pascuet, Marcel Justribó, Jeroni Fajardo… Por supuesto también acudieron a la cita pilotos tan importantes como Mick Andrews, Ulf Karlsson, Eddy Lejeune, Gilles Burgat, Charles Coutard, Rob Edwards, Tommi Ahvala…
Pero la exitosa historia deportiva que comenzó en 1973 con el británico Geoff Chandler como primer vencedor sobre su Montesa Cota 247 se vio truncada tras la edición de 2007 por las cada vez más insistentes presiones ecologistas, bastante absurdas por cierto, ya que en esas 35 ediciones celebradas quedó más que demostrado que las motos de trial no causaban mal alguno en el medio en el que se desarrollaba la prueba y lograron acabar con una tradición de deporte sano y respetuoso que además aportaba interesantes beneficios económicos en la comarca del Vallés en Barcelona, con hoteles y restaurantes llenos durante aquellos días, además del ambiente festivo del que no sólo disfrutaban los participantes y espectadores sino también los lugareños amantes del deporte en la naturaleza.
Además al disputarse tradicionalmente en la segunda semana de octubre, muchas marcas presentaban sus nuevos modelos del año siguiente, llamando la atención de la prensa internacional. Pero si algo destacaba especialmente de este trial eran la belleza de las zonas y sus recorridos, partiende desde Sant Feliu de Codines junto al hotel Mas Badó, y pasando por Sant Quirze Safaja, Gallifa, Sant Llorenç Savall, Caldes de Montbui… durante unas siete horas y media para completar las 30 zonas de que constaba cada jornada, muchas de ellas sobre el barro y agua en los riachuelos de los bosques que las hacía más selectivas.
Su gran belleza atraía a pilotos de todo el mundo, y con el tiempo también la dureza de las zonas fue aumentando, pues además sólo había un nivel de dificultad para todos, lo cual en sus últimas ediciones hizo que bajase el volumen de inscritos precisamente por su alta dificultad.
Con la intención de recuperar la tradición y hacer renacer este gran trial, el club originario, el Moto Club Cingles de Bertí, renacía de la mano de sangre joven, en algunos casos hijos de antiguos dirigentes, y también con algunos de sus componentes veteranos, ilusionados por este retorno. El objetivo era recuperar la prueba del modo más parecido al original, por lo que se han mantenido su fecha tradicional a mediados de octubre, sus 30 zonas diarias incluyendo una indoor en el centro urbano para acercar la prueba al público, las 7 horas y media de tiempo, la existencia de parque cerrado obligatorio en el que no se pueden tocar las motos salvo 15 minutos antes del horario de salida de casa piloto o el nivel único de zonas.
La principal diferencia es que ha vuelto en formato de 2 días en lugar de 3, aunque con la intención de que en un futuro vuelva al formato original, así como la sustitución del reglamento Non Stop de los 70 y 80 por un reglamento que permite parar aunque estableciendo un tiempo máximo por zona variable dependiendo de la longitud de la zona. No obstante todas las zonas fueron marcadas en un formato bastante clásico, para que el paso de los pilotos fuese lo más fluido posible.
Así el sábado 16 de octubre a las 8:30 de la mañana se daba la salida, cumpliendo el sueño de ver resurgir el Trial dels Cingles 14 años después de su última edición. Como handicap la prueba tenía que contar con que este año 2021 la acumulación de triales a final de año está siendo muy alta, e incluso un trial tan similar e importante como el 3 Días de Santigosa se celebraba el fin de semana anterior, variando por única vez en su historia su emplazamiento original en el calendario, la Semana Santa.
Pese a todo el número de inscritos que no quisieron perderse este retorno fue bastante bueno, con 123 participantes que disfrutaron de dos días de trial bastante diferentes entre sí. Y es que la primera jornada fue de estilo más tradicional, y aunque los recorridos y zonas no eran exactamente los mismos que antaño en su mayoría, sí que eran zonas típicas de esta prueba al estilo SSDT, no en vano esta era la prueba de referencia en la que se inspiró el Moto Club Cingles al crear este trial. El domingo sin embargo las zonas eran más abiertas y de un estilo más similar al resto de triales. Por supuesto ninguno de los dos días faltó la zona indoor.
Por cierto que había controles de tiempo para que la parte final del recorrido no se hiciese en menos tiempo del estipulado, controlando así que no se superase la velocidad máxima de 20 km/h en el recorrido.
En ambas jornadas el nivel de las zonas fue bastante accesible, ideal para que todos disfrutasen. Los de cabeza tenían que practicar su concentración para no fallar zona tras zona en un trial que para ellos era muy sencillo, mientras que los demás veían zonas de lo más variado en las que podían ir a por el cero o tener que luchar el varios, pero siempre sin peligro, agradando a la gran mayoría.
En cuanto a las clasificaciones, la victoria final fue para el joven piloto de Vertigo Pau Martínez con sólo un punto en el acumulado de ambos días, seguido de Arnau Farré (Scorpa) con 2, completando el podio Jaume Busto (Vertigo) con 5 tras resolver a su favor el empate con el exmundialista Dani Gibert.
Cerca de ellos estaban los 10 primeros clasificados logrando penalizaciones de una zola cifra, con Jordi Sanjuan en el quinto lugar (6 puntos) empatado con Marc Piquer, seguido de Victor Batalla (7), Hugo Barrera (8), Sergio Puyo (8) y Jordi Camp (10) completando el top ten.
Es en estos triales a zona única marcados con zonas de un estilo clásico cuando se saca a relucir el gran nivel de pilotos veteranos, capaces de lograr muy buenas posiciones superando a jóvenes pilotos habituales en el mundial, y es precisamente esta peculiaridad de la clasificación general, lo que hace atractivo este tipo de triales, haciendo que sean una especie de «Dakar» en el que simplemente estar entre los 20, 30, 40 ó 50 primeros sea un éxito, dependiendo del nivel y reto personal de cada uno.
Y precisamente nosotros pensamos que este tipo de triales son los que crean aficionados verdaderos, auténticos, de los que quedan enganchados de por vida a nuestro deporte sin importar el palmarés, ayudas, resultados y sin buscar «falsas» medallas como «ser campeón de tu pueblo, o quedar en el podio en una categoría con 6 pilotos, o simplemente ser un «figurante» en un desvirtuado Campeonato de España en el que buscar «likes» en redes sociales para acabar retirándote con 20 años porque no has logrado ser campeón… Y sinceramente, ese tipo de aficionados no son los que necesita el trial, sino estos otros que siguen ahí, pasen los años que pasen, llenando listas de inscritos, comprando motos y haciendo grande esta afición.
Dicho esto, gracias al MC Cingles de Bertí por recuperar esta tradición, y gracias a los pocos clubes que organizan triales tan auténticos y complicados de llevar a cabo como estos, porque sois los que de verdad hacéis fomentar la más verdadera y fiel afición al deporte del trial.
Esperamos que el Cingles haya vuelto para quedarse muchos años, y que el trial siga luchando y demostrando lo que es, un deporte lleno de cualidades que no sólo es sano y divertido sino que además es completamente sostenible y compatible con el respeto por el medio ambiente.
Ya están abiertas las inscripciones para los Dos Dies de Trial dels Cingles, que llegan a su 38ª edición los días 14 y 15 de octubre 2023, con plazas limitadas!
