Los pilotos Laia Sanz y Francesc Gutierrez finalizan las 24 Horas de Barcelona de Automovilismo 2015 en la 16ª posición pese a sufrir un golpe al inicio de la prueba y a los problemas físicos de la pluricampeona de motos, y es que Laia Sanz ha tenido que superar la segunda parte de la carrera con dolores insoportables por una lesión en el pie derecho. Por segundo año consecutivo, se han mantenido como el único equipo formado por sólo dos pilotos.
Espectacular final del Reto 24 Horas de Laia Sanz y Francesc Gutiérrez tras una épica remontada de casi 50 posiciones en la durísima prueba de resistencia disputada este fin de semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya. El equipo de KH-7, el único en la historia del automovilismo español formado solamente por dos pilotos, ha finalizado en la 16ª posición en las 24 Horas de Barcelona de Automovilismo 2015 y en la 2ª plaza de su categoría, con 610 vueltas completadas.
Un contratiempo al inicio de la prueba y una dolorosísima lesión en un pie de la pluricampeona de motos han condicionado la carrera de los pilotos de KH-7. No han podido finalizar dentro del top 10 ni repetir victoria en la clase A3T, pero eso no empaña su brillante participación: han remontado 48 posiciones, una proeza teniendo en cuenta que en esta edición de las 24 Horas ha habido más participantes que el año pasado (74 tomaron la salida), con 28 coches GT3, de categoría muy superior y más potentes que el SEAT León Cup Racer del dúo catalán.
La mala fortuna provocó que, apenas empezada la prueba, un coche rival se abalanzara contra el vehículo de los pilotos de KH-7 y rompiera los soportes de la rueda trasera derecha. Laia Sanz entró en boxes para repararlo y se reincorporó a pista con ocho vueltas perdidas, en la 64ª plaza. Tanto ella como Francesc Gutiérrez asumieron entonces el reto de remontar posiciones, pese al intenso dolor que Laia Sanz ha sufrido durante la noche en el dedo gordo de su pie derecho, que se destrozó en 2012 en una carrera de enduro y que ahora le ha vuelto a causar problemas. Ambos han ido escalando peldaños en la clasificación general hasta llegar a la 16ª plaza final y la segunda de su categoría.
«Ha sido un reto muy duro pero creo que nos hemos sabido sobreponer muy bien a las dificultades, al toque, al problema con el pie… el equipo ha sido muy rápido en boxes, Francesc ha empujado fuerte y el coche ha ido genial. Ha sido una locura, pero hemos podido acabar y creo que hacerlo sólo con dos pilotos tiene mucho mérito, aunque no hayamos conseguido el top 10», explica orgullosa y cansada a la par Laia Sanz.
De no haber sufrido el contratiempo del golpe, el equipo hubiera cumplido su objetivo inicial de acabar entre los diez primeros, en noveno lugar. Los pilotos de KH-7 han completado 610 vueltas, una cifra incluso superior (17 giros más) a la que consiguieron el año pasado, lo que realza aún más su hito alcanzado en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
«Lo del golpe es una lástima porque empezamos la carrera a contracorriente y hemos tenido que estar todo el rato empujando para remontar. Lo más duro ha sido la noche porque ha comenzado a dolerme mucho el pie que me lesioné hace tres años. No sé lo que ha pasado, quizá se ha desprendido alguna astilla del hueso, pero al final del relevo no aguantaba el dolor y tenía que aflojar. Por eso, hemos tenido que acortar un poco el último relevo de la carrera para poder hacerlo a buen ritmo, ya que nos jugábamos la segunda posición de la categoría», apostilla Laia.
Según Francesc Gutiérrez, «a pesar de que no hayamos cumplido el objetivo de estar entre los diez primeros, creo que la extrema dureza de este año ya da por válido y cumplido nuestro reto. Laia ha sufrido mucho y yo he tenido un problema en un relevo al empezar la noche por falta de azúcar y me he venido muy abajo. Al salir del coche estaba que no sabía si podía seguir. Afortunadamente, se ha solucionado y después me he sentido mejor incluso que cuando he tomado la salida. Para mí, la clave ha sido el golpe que le dieron ayer a Laia al principio de carrera, porque a partir de ahí hemos tenido que remontar constantemente, pero además remontando sin ningún tipo de piedad. Hemos hecho una prueba de esfuerzo absoluta tanto al coche como a nosotros mismos. Por lo tanto, reto conseguido».