Yamaha volvía a aparecer en el Mundial de Trial el pasado fin de semana con la última evolución de su prototipo de moto eléctrica, la TY-E 2.1, sobre la que Kenichi Kuroyama lograba una magnífica cuarta plaza en Trial2 en la jornada del domingo. Os contamos los planes de la marca para esta y las próximas temporadas.
Tal y como os contábamos en los artículos de cada jornada del TrialGP de Japón disputado el pasado fin de semana en el complejo Twin Ring de Motegi, el debut de la última versión de la moto de trial eléctrica de Yamaha, la TY-E 2.1 a manos de Kenichi Kuroyama, se saldó con gran éxito.
En la jornada del sábado el expiloto mundialista, que llegó a ser dos veces número 3 del mundo y más de 10 veces campeón de Japón, terminaba en la posición 16 en la categoría Trial2, lo que no se puede considerar un buen resultado, pero quedaba cerca del top ten en unas condiciones de barro y terreno resbaladizo bastante duras que cambiaron completamente al día siguiente. El domingo, Kuroyama, de 44 años, sorprendía con una actuación mucho más acorde con su nivel y con el potencial del prototipo de Yamaha, ya que se aupaba hasta la cuarta posición, a sólo tres puntos del podio.
Evolución de la Yamaha TY-E
Aunque se trata de la primera participación mundialista de la versión 2.1, la Yamaha TY-E eléctrica ya es bien conocida desde que sorprendiese al público por primera vez en el Salón de Tokio en marzo de 2018 (ver aquí presentación de la Yamaha TY-E). Esta última evolución se presentaba hace poco más de un mes, siendo lo más interesante su cambio de estrategia para la temporada 2023, ya que ahora su aparición no se limita a pruebas concretas sino que por primera vez competirá en un campeonato completo.
Yamaha Motor Co. Ltd. desarrolló y presentó la primera moto de trial eléctrica TY-E en 2018, ese año y en 2019, Yamaha inscribió su prototipo en la Copa del Mundo FIM de Trial-E destinada en exclusiva a motos eléctricas y que se disputó junto al mundial de Trial. Su debut en 2018 sorprendió a todos ya que se hizo con la victoria en Francia, pero en la segunda y última prueba, disputada en Bélgica, Kuroyama era segundo tras la GasGas de Loris Gubian, que se llevaba el título. En 2019 repetía el subcampeonato tras Albert Cabestany (GasGas), y los dos años siguientes Yamaha no participó.
Cuando en 2022 la FIM optó por la desaparición de la Copa específica para motos eléctricas, dada la escasa participación en la misma por parte de los fabricantes y valorando que las motos eléctricas podrían ya competir en igualdad dentro de las categorías Trial3 y Trial2, la firma nipona participó en la ronda francesa del Mundial de Trial2 con la Yamaha TY-E 2.0 (ver presentación aquí), que incorporaba una serie de mejoras sobre la primera versión, como el nuevo chasis monocasco de material compuesto, una batería con 2,5 veces más capacidad, nueva disposición de componentes para bajar el centro de gravedad y la optimización del peso y la rigidez. Sin embargo en su participación mundialista en 2022 Kuroyama sólo lograba la posición 31.
Planes para la Yamaha TY-E 2.1 en 2023
Ahora, en 2023, Yamaha da un paso más adelante y ha decidido participar por primera vez en toda la temporada del Campeonato All Japan de Trial en la máxima categoría IA Super con Kenichi Kuroyama a los mandos de la nueva versión, la Yamaha TY-E 2.1.
Las mejoras de esta versión 2.1 se han logrado tras repetidas pruebas de ensayo y error realizadas con sus mejores pilotos equipados con sensores de alto rendimiento.
El objetivo final es ganar el título en 2025 con esta moto, al tiempo que se adquieren tecnologías y conocimientos en el proceso que conducirán a la creación de motos eléctricas producidas en serie con niveles de rendimiento y diversión que supongan un valor y posibilidades diferentes respecto a las motos que utilizan motores de combustión interna.
Así nos lo cuenta Toyoshi Nishida, directivo de Yamaha Motor Co.: «Entrar en competición junto al resto de motos con motor térmico nos ayudará a desarrollar vehículos usando la electricidad como fuente de potencia, así como potenciar la diversión y posibilidades únicas que proporcionan los vehículos eléctricos. El mayor reto está en lograr un «lag» (desfase) cero que con una única unidad de control pueda sincronizar perfectamente todas las sensaciones del piloto. Se trata de un proyecto de desarrollo continuo a medio y largo plazo.»
Nishida continúa diciendo: «Participar por primera vez en una temporada completa de un campeonato como es el Japonés de Trial, significa que hay poco tiempo disponible entre cada competición, y por tanto la necesidad de realizar mejoras rápidamente, con lo que el objetivo es acelerar el desarrollo.»
Los objetivos planteados por Yamaha a comienzo de la temporada 2023 eran no sólo participar en todas las pruebas del Campeonato de Japón sino también en la ronda japonesa del Mundial de Trial que se disputaría en el complejo Twin Ring de Motegi.
Objetivo final, la fabricación en serie de motos eléctricas
Como planes a medio plazo, para 2025 el objetivo es alcanzar el título en la máxima categoría del Campeonato de Japón de Trial. El desarrollo de las tecnologías que se alcance durante este tiempo será utilizado en una siguiente etapa para la producción de vehículos eléctricos que saldrían al mercado para ofrecer a los clientes motos eléctricas que aporten un valor diferencial respecto de las motos convencionales. Por lo tanto Yamaha deja claro que no se plantea de momento la producción en serie de la TY-E, aunque esta sirva de prototipo experimental que puede derivar en la salida al mercado de numerosos modelos de motos eléctricas, y en este futuro a largo plazo sí que podría estar una moto de trial.