Sobre saber con quien estamos hablando

Muchas gracias, hermano «locobeta». – Me obligas a tener la deferencia de contestarte pero con la peligrosa trampa de parecer arrogante, y si consiguiera evitarlo, la sospechosa pretensión de una falsa humildad.- Para evadirme de cualquiera de las dos posibilidades empezaré por afirmar que todos somos filósofos en la medida que nos hacemos grandes preguntas sobre la vida y que arrastramos profundas dudas.
Y si algo tengo que agradecer a Nietzsche es que a un joven, nacido en una familia de profundas creencias cristianas, se le derrumbara el suelo sobre el que pisaba y se cuestionará todo aquello que parecía incuestionable. Me despertó la curiosidad por la verdad y el valor para acercarme a los abismos ( «…filosofar y hacerse demasiadas preguntas también puede resultar doloroso y puede sucedernos como al asno que termina aplastado por su propia carga.») – Y si creo, decididamente, en el pensamiento de Nietzsche es porque es una profunda afirmación de la vida, de la voluntad, de la fuerza,…en contra de muchas morales de sumisión y resentimiento que nos han hecho creer que el mundo y la carne son sucios y pecaminosos ( «¿No es la vida demasiado breve para aburrinos?», … ó arrepentirnos: «El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.»)
Y digo ésto, porque «locobeta» tiene razón al decir que Nietzsche amaba los animales, aunque en ese episodio de la plaza Carlo Alberto de Turín, no creo que haya suplicado al cochero que no azotara al caballo. Creo que se acerco en silencio y llorando a los oídos del caballo para susurrarle que perdonara a la humanidad, que perdonara a Descartes que creía que los animales son «machina animata», sin alma e incapaces de sentir dolor y emociones y para disculpar al Génesis en el que Dios atribuyó superioridad del hombre sobre los demás animales. – Tampoco fue antisemita y toda la manipulación de su hermana y su cuñado del «Archivo Nietzsche» al servicio del nazismo está documentado (https://culturacolectiva.com/historia/nietzsche-fue-manipulado-para-servir-a-los-nazis) – Al igual que su lucha contra la moral judeo-cristiana no es contra la figura de Jesús sino contra la figura institucional del sacerdote y la Iglesia que instrumentalizan la culpabilidad para dominar a los débiles.

Habrán observado los amigos y enemigos del Foro que «locobeta» me ha hecho picar el anzuelo para soltar un «rollo» insoportable sobre uno de mis pensadores de culto, …y para remediarlo diré que Nietzsche es a la historia del pensamiento lo que el Trial es al motociclismo. – Si Nietzsche decía que «había que filosofar a martillazos» para destruir todas las bases de la cultura occidental y construir al «superhombre», pues yo digo que el Trial me hizo ver el motociclismo de una forma absolutamente nueva y diferente. – Yo amaba la velocidad, (…la sigo amando), y compartí el sentimiento romántico de «Easy Rider», pero cuando conocí el Trial todo cambió! – Descubrí el sentido contracultural del equilibrio contra la velocidad y empecé a entender a los Rathmell, los Vesterinen y los Lampkin como los nuevos «filósofos del motociclismo». Descubrí la inmensa fuerza de la pausa, la intensidad de las pequeñas fuerzas de gravedad, la sutileza de los movimientos del cuerpo, la secreta complicidad con el carácter de tu moto y, sobre todo, el silencio y la soledad de las zonas y la interzona que siempre te preparan para la mejor sonrisa en un paddock donde es muy fácil hacer buenos amigos y estrechar la mano de los enemigos.(…valga la metáfora de «locobeta» para explicar al trialista como ese Llanero Solitario que cuando termina las carreras y se baja de su caballo Plata, se quita la máscara y le apetece sonreir a los demás. – Creo que el Trial es la más humana y la más cercana de las modalidades del motociclismo.)

¡Larga vida al Trial! …y un fuerte abrazo a mi hermano del Virreinato de Nueva España!!!

[La ironía no es gratuita porque no entiendo la perversa ignorancia de AMLO exigiendo el perdón a un Borbón cuando el descubrimiento y la conquista se hizo a manos de la casa de Trastámara y los Habsburgo. – Tampoco entiendo la distracción de los criollos, hijos de españoles, que después de la Independencia se dejaron robar millones de kms. cuadrados del territorio por los norteamericanos y mantienen a sus indígenas en condiciones más discutibles que en la colonia española, (…preguntar al Subcomandante Marcos y al Ejército zapatista por la Revolución de Chiapas). Y, también, habría que recordarle a unos cuantos historiadores que la conquista de Cortés no fue un triunfo militar sino un «triunfo diplomático» de acuerdos estratégicos con los totonacas y los tlaxcaltecas para derrotar a los sanguinarios mexicas. – Pertenecer a la hispanidad es tan gratificante para un descendiente de Cortés como comprarse otra Beta de Trial y disfrutarla en su «Nuevo Robregordo».]

(…Si ésto lo leyese Iván Espinosa de los Monteros, mañana tendría un cargo en Relaciones Internacionales de VOX)

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