¿Nos lesionamos de igual forma los pilotos de trial aficionados que los ‘Pro’? ¿Cuáles son las ‘lesiones trialeras’ más habituales? ¿Qué debemos hacer para prevenirlas? Estas y otras muchas más preguntas nos las resuelve Òscar Raga, especialista en fisioterapia y readaptación deportiva especializado en el deporte del equilibrio dinámico.
«Hidratación, preparación física y entrenamiento con la moto sería la combinación perfecta para prevenir lesiones»
Nacido en el seno de una familia de deportistas, Óscar Raga ha tenido desde pequeño una estrecha relación con el mundo del deporte y la salud. Siempre se ha sentido atraído, sobre todo, por la fisioterapia deportiva y todas las disciplinas relacionadas con el cuidado del cuerpo.
De hecho, lo que más le gusta de su trabajo es el hecho de colaborar con la mejora de la salud física y emocional de sus pacientes.
Pues bien, hasta Taradell, en donde reside en la actualidad desde que en 2012 dicha localidad barcelonesa le cautivó por la estrecha relación que mantiene con el mundo del deporte y, sobre todo, del motor, nos desplazamos para conversar con uno de los mejores especialistas en fisioterapia y readaptación deportiva de nuestro país.
– ¿Eres buen paciente?
– No (Risas). La verdad es que no sé estar enfermo ni lesionado. Tengo demasiada prisa por curarme. Por suerte, me pasa muy poco.
– Algunos de los pilotos de élite del mundo del trial han pasado en algún momento de su carrera deportiva por sus manos para tratarse. ¿Orgullo o responsabilidad?
– Ambas. Es un orgullo que confíen en ti en algo tan importante para ellos como es su salud y estado físico. Pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad, porque sabes que si después las cosas no salen como deberían algo de culpa también puede ser tuya.
– ¿Se siente más presión cuando se trata a un paciente que es un profesional del deporte que a un paciente de calle?
– Sí. Con los atletas de élite hay más presión porque no se pueden permitir no estar al 100% en sus competiciones. En cambio, cualquier trabajador se puede permitir alguna semana no estar a tope. Por ejemplo, si un paleta no puede mover sacos de 20 kg. una semana lo puede hacer otro. Pero si un piloto de trial no puede pasar una zona el día de la competición, lo puede pagar muy caro.
– Por cierto, ¿las lesiones –dolores y/o restricciones de movilidad– son las mismas en uno y otro?…
– Pues sí. Esto me lo pregunta mucha gente y la verdad es que aunque a veces no lo parezca los atletas y las personas de la calle son de la misma especie, y, por tanto, se lesionan las mismas cosas, y con el mismo grado de intensidad; los unos, saltando desde 5 metros de altura, y los otros, bajando un simple bordillo.
– … ¿y la forma de tratarlas?
– Lo que cambia un poco es la periodicidad con que los veo, ya que a los profesionales, si hace falta, los hago venir cada día para ir más rápido, mientras que en las persona que no lo son deportistas dejamos un poco más de tiempo para que todo vuelva a la normalidad. En cuanto al tratamiento, yo ofrezco los tratamientos de élite a todo el mundo, ya sea una persona que juega a pádel el fin de semana o un campeón del mundo.
– ¿Cuál es la ‘lesión’ o dolor más común entre los pilotos de trial de élite?
– Yo diría que las lesiones de la columna lumbar y las rodillas. El trial es un deporte donde todo pasa muy rápido, por eso los pilotos se dan muchos golpes y hacen malos gestos sin querer, y me encuentro en muchas veces con sacroileitis, que viene a ser un dolor de espalda muy bajo que no te deja ponerte completamente recto por las mañanas cuando te levantas y estas frío, y que según el gesto que hagas te da como un pinchazo que parece que te quedes clavado. En cuanto a las rodillas, me encuentro de todo: lesiones de ligamentos, tendones, músculos, etc.
– ¿Y entre los aficionados que practicamos trial?
– Los codos. En concreto, la epicondilitis de codo derecho se lleva la palma. Es lo que comúnmente se conoce como ‘codo de tenista’. La razón, como en el tenis, es porque los aficionados no hacemos preparación o no la hacemos lo suficiente bien, y después, aquel gesto repetitivo, que es el de dar gas y apretar el freno de delante, nos pasa factura, porque no estamos preparados para aguantar las 4 horas que vamos en moto el fin de semana.
– ¿El Trial es la disciplina del mundo de la moto a priori con menos ‘lesiones de gravedad’? Si es así, ¿por qué?
– Podría ser, aunque con lo que ha cambiado el trial en los últimos años no sé si lo sigue siendo. Aun así, sí es cierto que es la especialidad de motor con menos lesiones de gravedad, y lo es porque el factor velocidad tiene muy poca incidencia en ella, ya que aunque los obstáculos cada vez son más altos y, por consiguiente, más peligrosos, la velocidad a la que pasan los pilotos por los mismos es más lenta que en otras disciplinas.
– En otros deportes del mundo de la moto, como MotoGP, hemos visto recuperaciones ‘milagrosas’ tras pasar por quirófano y posteriormente hacer fisioterapia y tratamientos de radiofrecuencia. ¿En trial también?
– Sí, aunque no son tan espectaculares, ya que, por ejemplo, en MotoGP, se han visto muchas fracturas de clavícula que justo después de operarlos corren. Seguro que lo hacen con dolor y, además, es muy peligroso, porque si volvieran a caerse podría complicarse el tema con las fijaciones acabadas de poner.
El problema del trial, por ejemplo, con el mismo tipo de lesión, sería que el hombro se mueve mucho más y sería todavía más doloroso y limitante para el deportista competir recién operado.
– Los pilotos de élite están hechos de ‘otra pasta’?
– Hay de todo. (Risas) Pero la verdad es que como saben que necesitan curarse rápido, ponen todo de su parte y empeño en ello, y con esa actitud la recuperación acaba siendo mucho más rápida de lo habitual. Con los años, me he dado cuenta de que la parte mental y la actitud con la que se afrontan las cosas, los problemas, las situaciones adversas, es el factor más importante para alcanzar el éxito, ya sea en el deporte como en la vida; y por supuesto también para recuperarse de una lesión.
– De los distintos pilotos que han pasado por tus manos, profesionales y amateurs, ¿cuál es la ‘lesión’ que más quebraderos de cabeza te ha dado hasta solucionarla?
– Pues la lesión que más me ha quitado el sueño fue la fractura de rótula que tuvo Adam (Raga) en 2008 ó 2009. Se tuvo que operar diferentes veces y parecía que no acababan de funcionar del todo bien las cirugías. Es más, incluso le tuvieron que extirpar una parte.
Los médicos no nos daban muchas esperanzas y yo no tenía nada de experiencia en algo así.Fuimos a ver a los mejores especialistas del mundo y probamos todo lo que aprendía buscando la técnica perfecta que pudiera arreglar el problema. Después de probar cientos de cosas que no funcionaron, afortunadamente, la rodilla empezó a mejorar.
Durante todo ese tiempo Adam no se rindió; aunque había días de desesperación. Muchos nos dijeron que no podría volver a la competición de élite.
Pero por suerte, no ha sido así y todavía está dando guerra en el Mundial X-Trial y TrialGP, además del Campeonato de España TR1 e incluso en el Trial de las Naciones.
– ¿De qué factores depende la recuperación pronta y total de un piloto de trial de élite?
– De muchos. De las ganas y la actitud… así como de su estado de salud, la dieta y el entrenamiento, y, sobre todo, de seguir las pautas que le marcan los profesionales. Hay veces que queremos improvisar o adelantarnos a lo que nos marcan y hacerlo te puede salir mal.Todos tenemos amigos, cuñados que lo saben todo o hemos visto algún video en internet de algo que parece fabuloso. Pero aunque está muy bien que la gente se informe mucho de lo que le pasa, cuando tienes algo importante tienes que buscar un buen profesional y fiarte de él. Seguir lo que diga al pie de la letra y tener una comunicación constante y sincera durante todo el proceso para poder elegir siempre la mejor opción.
– ¿Cuán importante es mantener una buena preparación física y nutricional para evitar lesiones?
– Pues si tuviera que decir un porcentaje… diría que un 50 %. La otra mitad restante, la repartiría entre habilidad y suerte.
– ¿Y ‘estirar’ antes y después de las carreras?
– Estirar es un tema controvertido hoy en día, ya que según la ciencia y los últimos estudios lo que más se busca en los atletas de potencia es lo que se conoce como ‘stiffness’, que vendría a ser rigidez en plan bueno. Cuanto más rígido es el sistema musculo-tendinoso del atleta, más rápido rebota en los movimientos y más potente es.
En mi opinión, y de manera sencilla, antes de una carrera, el mejor estiramiento sería uno del tipo balístico, o sea, con movimientos cortos. En cambio, una vez acabada, podemos hacer alguno que dure más tiempo para favorecer la recuperación.
– La hidratación y el ingerir alimento durante una carrera, ¿también ayuda?
– Sí. Esto es súper importante en las carreras, ya que los músculos funcionan con una bomba de sal, que funciona, sobre todo, con sodio y potasio. Es decir, si se produce un desequilibrio de estas sales minerales, nos agarrotamos y nos sobrevienen rampas, cosa que vemos mucho en los atletas.
En especial, en los amateurs, pero también les pasa a algunos deportistas de élite. Si nos deshidratamos, no solo sufriremos una contractura, sino que también podemos perder rendimiento, ya que aumenta el gasto cardíaco y, además, hay riesgo de mareos y colapsos. Una bebida isotónica, con una combinación de sales minerales como el sodio, el cloro, el potasio, el magnesio y el calcio, más diferentes tipos de carbohidratos, varios de alto índice glucémico y algunos otros de bajo, nos ayudará. Lo ideal es ir tomando pequeños sorbos durante toda la carrera para así no padecer rampas ni bajadas de presión.
– ¿Qué podemos hacer para lesionarnos menos o nada?
– Esta pregunta es muy interesante y la respuesta es la siguiente: hacer una serie de ejercicios específicos, que varían según cada persona. En función de nuestra fisiología, de nuestra estructura, necesitaremos hacer unos u otros, y también según el deporte o trabajo que realicemos.
Dentro de nuestra preparación física, nuestro entrenador o preparador físico tendría que pautarnos esos ejercicios, que nos pueden ayudar a soportar mejor la actividad que realizamos, así como también algunos que nos hagan mejorar nuestro rendimiento.Actualmente, estoy haciendo una prueba de esto que te comento para una empresa muy importante de Cataluña. He preparado diferentes combinaciones de ejercicios que duran no más de 10 minutos y creo que los trabajadores sufrirán muchas menos lesiones profesionales durante el año.Ya os contaré que tal nos ha ido cuando finalicemos el ensayo.
– ¿Nos puedes dar algún consejo para prevenir lesiones si nuestro nivel es el de un TR3, TR4 o incluso Veterano y vamos a competir el domingo en un trial del nacional?
– Entrenar en el gimnasio y no tener una vida inactiva de lunes a viernes y esperar a que el domingo en la carrera funcione todo bien. A veces, pensamos que con ir en moto es suficiente. Pero entrenar la parte física y, sobre todo, de la mano de un entrenador que vea tus puntos flacos es la clave para tener menos lesiones.
– ¿Y para los más pequeños, Juvenil A y B o Cadete?
– Los más pequeños lo tienen más fácil, ya que en su día a día juegan y se mueven muchísimo, y esto hace que tengan una movilidad mejor, menos restricciones y se lesionen menos. Si tuviera que darles un consejo, sería que estén activos, que jueguen o hagan deporte, sea el que sea. Hoy en día se pasan demasiado tiempo delante de una pantalla, ya sea el televisor, la tablet o el móvil, y están menos tiempo en la calle.
– Para encarar un social o una cita de nuestro regional (Catalán, Gallego, Andaluz…), ¿mismo consejo?
– Hidratación, preparación física y entrenamiento con la moto sería, para mí, la combinación perfecta para prevenir lesiones.
– ¿Y si nuestra meta es tomar parte en los 3 Días de Santigosa?
– Si queremos aguantar bien los tres días, creo que lo mejor será después de cada jornada descansar e ir a dormir pronto, ya que el cuerpo se regenera por la noche y si al día siguiente queremos estar a tope deberemos dormir las horas necesarias para restablecer todos los niveles hormonales y levantarnos como el primer día.
– ¿Imaginamos que si la idea es no ‘morir’ en los Seis Días de Escocia habrá que hacer lo mismo que nos has dicho antes, pero multiplicado por dos. ¿O no?
– Si queremos sobrevivir a los SSDT, deberemos haber entrenado mucho con la moto, ya que aunque estemos muy fuertes físicamente, tantas horas y tantos días encima de la moto, acaban pasándote factura. También te digo que después de una competición es normal sentirse cansado y si después de carreras de 2, 3 ó 6 días tenemos agujetas es lo más normal del mundo, aunque estemos físicamente muy bien.
– Al igual que los dentistas, ¿recomiendas un chequeo completo como mínimo una vez al año?
– Sí, y no solo uno dependiendo de la actividad. Creo que es muy bueno visitar un fisioterapeuta de vez en cuando para no ir acumulando pequeñas lesiones. A mayor actividad, más frecuencia.
– En Raga Fisioterapia tenéis tres campos de actuación: fisioterapia, biomecánica y osteopatía. ¿Para qué sirve cada uno de ellos?
– La fisioterapia sería la aplicación de medios físicos. Podemos aplicar diatermias, punción, ventosas, masaje o diferentes tipos de técnicas manuales. La biomecánica que aplicamos en el centro es la de la marcha y la carrera. Podemos grabar a la corredores con cámaras de velocidad súper lenta y después marcar cada ángulo del cuerpo y ver qué errores de técnica hacen para así poder corregirlos. Con estos datos también podemos ver causas de lesiones recurrentes, elaborar plantillas, enseñar ejercicios… La osteopatía es difícil de describir, pero, para no alargarme, diría que es la terapia que engloba todo el cuerpo. Es decir, mira todo el cuerpo en conjunto y trata diferentes cosas para solucionar una lesión especifica.
– A todo esto, ¿qué pruebas concretas realizáis a los pilotos de trial de élite o amateurs para evaluar su estado?
– Hacemos pruebas de exploración física, movilidad, resistencia y fuerza. También hacemos ecografías para evaluar en tiempo real el estado de una lesión y seguir su evolución.
– No solo los pilotos, los mochileros también se lesionan. ¿Son en su caso las extremidades superiores las que más riesgo corren?
– Al igual que con los pilotos de trial, también te diría que es la espalda la que sufre más.
– Tu hermano Adam es seis veces Campeón del Mundo y lleva casi dos décadas siendo uno de los dos mejores pilotos de la especialidad. ¿Qué ‘parte de culpa’ en ello es tuya?
– Poca. (Risas). Yo diría que le hago el camino más llevadero. Hago de hermano, de ‘fisio’… y él sabe que tiene un apoyo incondicional en mi. Pero cuando alguien como Adam tiene tantas ganas de ser el mejor, se hace 100% responsable de lo que le pasa. Hace lo que sea necesario para conseguirlo y no se queda bloqueado con pensamientos invalidantes. Es imposible pararlo. Tiene una mentalidad imparable, por lo que lo habría conseguido igualmente conmigo o sin mí.
– Para viajar por nuestro país y por el mundo, ¿le has regalado un ‘kit de fisioterapia’ para que vaya siempre con él?
– No. En su caso, cambia según la lesión o las molestias que haya tenido en los últimos días. Si tuviera que elegir un kit básico, le recomendaría el siguiente: crema de calor justo para antes de la competición ponerla en el área dolorosa, crema doble acción frío-calor para después de la competición sentir alivio en la zona, antiinflamatorios, analgésicos y un poco de cinta o esparadrapo para hacer algún vendaje rápido.
– ¿Cómo debemos actuar ante un esguince, luxación y contractura muscular?
– Ante un esguince, cuando se produce, podemos aplicarnos hielo. Esto evitará que se hinche más de lo que toca y parará un proceso que se llama respuesta hipóxica secundaria. También tomaría un antiinflamatorio para frenar todavía más la inflamación y así recuperarme más rápido. Después, lo ideal es visitar a un profesional, porque no solo habrá sufrido el ligamento.
Se tendrá que evaluar la zona para ofrecer la mejor solución. Ante una luxación, aunque ésta se haya reducido sola, también debemos ponernos hielo y tomar un antiinflamatorio no esteroide o AINE y después necesitaremos que nos visite un médico, que nos hará una radiografía para comprobar que no haya más estructuras lesionadas. Si cuando nos hace la exploración detectara algún signo de inestabilidad, lo más seguro es que también nos mande hacernos una resonancia magnética. Y ante una contractura muscular, al contrario que con un esguince o luxación, debemos aplicarnos calor. También masajear la zona y hacer estiramientos, y, por supuesto, visitar a un fisioterapeuta.
– Ahora que no nos oye nadie. ¿Cuál es la pregunta que más veces has contestado en tu consulta?
– Serían dos, que van normalmente van juntas. «¿Eso se cura?» y «¿Cuánto va a tardar en curarse?».
– Por cierto, ¿cómo te especializaste en fisioterapia y readaptación deportiva?
– Pues hice muchos posgrados después de terminar la carrera. Todos ellos enfocados a poder especializarme, ya que en el deporte es donde están las mejores técnicas y formas de tratar lesiones para recuperarse de la mejor forma y más rápida. He estudiado punción seca, acupuntura, mesoterapia, electrolisis percutánea, biomecánica, nutrición y suplementación deportiva, vendaje deportivo, etc.
No paro nunca de formarme. Me encanta lo nuevo y es una de mis aficiones. A parte de la formación reglada, y gracias a Adam, pude aprender con los mejores, estando en sus centros, ayudándolos codo con codo, y cuando estas al lado de los ‘cracks’ aprendes también lo que no sale en los libros. Con toda esa formación y experiencia adquirida durante los años, he creado unos protocolos propios con los que he conseguido resultados casi milagrosos en la recuperación de pacientes.
– Por cierto, ¿cómo acabaste en Taradell, Barcelona, hace ahora ocho años?
– Pues acabe allí, porque es donde vivía Adam. Me invitó a pasar unos días un verano. Cuando volví a mi casa, en Ulldecona, Tarragona, me había gustado tanto la zona que en menos de dos semanas, ya me había instalado con él allí indefinidamente.
– ¿Fuiste tú quién enseñó a tu hermano a subir sus primeros obstáculos en moto de trial?
– (Risas). No. Adam es el mayor y empezó a andar en moto a los dos años y pico. Quien nos enseñaba a ir en moto era mi padre, que había sido trialero durante muchos años y era un loco de las motos.
– ¿Cuándo os disteis cuenta en casa de que tenéis a un futuro Campeón del Mundo correteando por los pasillos?
– Pues muy temprano, ya que él tenía unas habilidades fuera de lo común. Escuchaba lo que decía mi padre y lo hacía con una facilidad que asombraba. Personalmente, creo que me di cuenta en serio a los 12 años más o menos, porque veía que Adam competía en categorías superiores a su edad y ganaba. Eso es lo que me convenció de que estaba ante un fuera de serie.
– ¿Porqué Adam y tú no sois los ‘Marc y Álex Márquez’ del trial?
– (Risas). Porque aunque yo también empecé muy pequeñito no tenía la habilidad que tenía él. Para que te hagas una idea, las zonas que hacia Adam cuando tenía unos 7 años yo las hice cuando tuve 12 ó 13 años, y lo que hacía él con 12 ó 13… ¡¡no lo haré yo en la vida!! (Más risas).
– ¿Existió en algún momento la posibilidad de compartir equipo?
– No. En mi caso nunca llegué a competir más allá de los regionales de la provincia de Tarragona.
– También has colaborado con la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona en investigación como alumno interno. ¿Qué tal la experiencia?
– Muy bien. La universidad me dio la oportunidad de trabajar en una investigación sobre tendinitis de hombro y fue el inicio de mi especialización en ese campo. Hoy en día creo que es una de las zonas donde tenemos más éxito en mi centro. Como dijo aquel: ‘allí empezó todo’.
Aunque los resultados no fueron los esperados, ya que demostramos que ningún tratamiento utilizado hasta aquel momento era lo suficientemente bueno como para solucionar esa lesión. Eso sí, me sirvió para seguir buscando nuevas formas de solucionarlo. Por desgracia, en la Sanidad Pública, a nivel de fisioterapia, estamos muy retrasados, ya que están vigentes protocolos que tienen 20 años o más y las cosas han cambiado muchísimo en los últimos tiempos.
– Asimismo, también has sido ‘fisio’ en el equipo de fútbol Reus Deportiu. ¿No te dábamos los ‘trialeros’ y los alumnos de la URV suficiente trabajo?
– (Risas). Esta fue una etapa muy bonita, justo después de acabar la carrera y mientras estudiaba un Máster. Era un trabajo que me permitía estudiar y trabajar a la vez y la verdad es que aprendí muchísimo y del que todavía conservo muy buenas amistades. Sobre todo, aprendí a pensar rápido, ya que en los partidos si un futbolista se hace daño el partido no se para. Si puede volver a entrar al terreno de juego, tienes que ser rápido y hacer algo que funcione en segundos.
– A todo esto, los chicos y las chicas, ¿nos lesionamos de igual forma? Es decir, ¿sufrimos las mismas lesiones o unos somos más propensos que otros a sufrir según qué lesión o dolor?
– Más o menos, aunque, por ejemplo, hay lesiones por hiperlaxitud, por tener una mayor flexibilidad, que, por ejemplo, se dan más en las mujeres. Por ejemplo, la entorsis de tobillo, un esguince, o la hoffitis por hiperextensión de rodilla, que es la inflamación de la grasa que se encuentra dentro de la articulación de la rodilla.
– Imaginamos que las lesiones ‘tipo’ en el mundo del trial y fútbol son muy distintas entre sí. ¿O no?
– Sí, claro. En el fútbol, los pies van poco protegidos porque deben ser muy móviles, ya que junto con las piernas, son los protagonistas del gesto deportivo. En cambio, en el trial, el deportista lleva botas y esa parte queda más cubierta. Los movimientos y el terreno donde se practican ambos deportes también son diferentes y, por consiguiente, hay infinidad de diferencias que podríamos ir remarcando de cada parte del cuerpo.
– ¿Has podido trasladar estrategias preventivas o metodologías de curación de una a otra especialidad con éxito?
–Sí, por supuesto. Todo lo aprendido me ha servido, e incluso cosas que no tienen relación directa con la sanidad me han servido después a la hora de trabajar con deportistas para crear técnicas y tratamientos nuevos.
– Sigues practicando trial a nivel aficionado. ¿Por qué no te hemos visto en el CET?
– Pues sí. Tengo temporadas que entreno y compito más que otras. El trial siempre está en mi vida y disfruto mucho cuando salgo en moto. No he competido nunca en un Campeonato de España porque la verdad es que me encanta correr las carreras que están cerca de casa. Me gusta pasármelo bien y volver a casa una vez terminada para comer y descansar; algo que de tomar parte en el CET difícilmente podría hacer. Solo hago alguna excepción: Encamp, en Andorra, porque es una carrera que me gusta mucho y la disfruto junto a muchos amigos.
– Allí coincidirías con los dos pilotos más determinantes del siglo XXI: tu hermano y Toni Bou. Sus fisiologías son aparentemente muy distintas. ¿O no?
– Sí. Toni es más fuerte, tiene una técnica muy agresiva. En cambio, Adam es más estilizado y tiene un trial más fino. La verdad es que si nos fijamos en los primeros puestos del Mundial de TrialGP o CET de TR1 nos daremos cuenta de que cada cual tiene su propio estilo y muy adaptado a su cuerpo y habilidades.
– ¿Qué puntos fuertes, y menos fuertes, tienen uno y otro?
– Para empezar, diré que son los mejores del mundo. A veces, cuando hablamos de pilotos, sabemos lo que se les da bien y lo que se les da mal. Podemos predecir dónde fallarán, pero con estos dos… no. Se les da bien todo: lo hacen bien en seco, en mojado, al natural, en pista cubierta… por lo que se me hace muy difícil, por no decirte imposible, decirte sus puntos débiles. Pero si hablamos de puntos fuertes, creo que el Toni tiene la fuerza, la moto y un equipo muy fuerte detrás. Por el contrario, Adam tiene una técnica muy fina y no es nada temerario. Vamos, que no se la juega si no lo tiene muy claro.
– Para terminar. ¿Crees que tu hermano puede volver a ser Campeón del Mundo de TrialGP? ¿O quizás lo puede ser antes en X-Trial?
– ¡¡Claro que sí!! ¡¡De los dos!! Pero está muy difícil, porque Toni y su Montesa-Honda han demostrado ser el mejor binomio de la historia de las motos, y no solo del mundo del trial, por la locura de títulos que posee.
Pero no nos olvidemos de que Adam ha ganado seis mundiales y de que en casi cada uno de esos títulos que tiene Bou el piloto que ha terminado tras él no ha sido otro que Adam. En los últimos años, estamos viendo a un Adam que cada vez está más cerca. Si el cuerpo le aguanta, ya que en estos tres últimos años ha pasado por cuatro intervenciones quirúrgicas, todavía hay esperanzas de verle de nuevo en lo más alto del podio. Él no para. No descansa y no busca escusas. Tiene casi 38 años y no ha perdido el hambre por ganar, y si en estos años llegara a proclamarse de nuevo Campeón del Mundo, que sería por séptima vez, nos demostraría una vez más que el trabajo duro y la constancia llevan al éxito.
