El trabajo de la Federació Motociclista d’Andorra para con la base de nuestro deporte está recogiendo sus primeros frutos. Sin ir más lejos, la pasada temporada, una de sus estandartes, Laia Pi, cosechó su segundo título nacional consecutivo. Entrevistamos a Laia Pi, ganadora de la Copa de España de Trial en Femenino B de 2019 y Femenino TR2 de 2020.
“Este año quiero entrenar y coger más experiencia para llegar a TR1 Femenino en 2022”
Es la única chica del grupo de tecnificación de la FMA que dirige la ex mundialista Alba Villegas y, al igual que ella, también quiere llegar a competir algún día contra las mejores de la especialidad en el Mundial Femenino de TrialGP.
– La temporada pasada volviste a ser la mejor en la segunda categoría en dificultad reservada a las féminas ¿Esperabas reeditar el título con la aparente facilidad con la que lo has logrado?
– Sinceramente, no, porque era una categoría superior a la del año anterior y en la que nunca había competido. Y como en 2019 los resultados quedaron un poco ajustados entre las chicas que competían, no tenía tan claro que pudiese conseguir otra vez el título.
– Entrené y le puse mucha ilusión, yo creo que la regularidad ha sido la consecuencia de ello.
– Con la COVID-19 todo cambió y el calendario se redujo y se concentró mucho en el tiempo. Aun así, tenemos la sensación que de haberse podido disputar con normalidad habrías terminado igualmente entre las tres primeras clasificadas en todas. ¿Tú también lo piensas?
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– En 2019, también con cinco pruebas en liza, te impusiste nuevamente en tres carreras, pero firmaste un tercer y un cuarto lugar. De un año a otro, ¿qué ha cambiado en Laia Pi?
– En 2019 era el segundo año que disputaba el Campeonato de España y no tenía tanta experiencia. En la primera carrera, si no recuerdo mal, fue en la que quedé cuarta, empatada con la tercera. Y a partir de allí, como sabía que no estaba tan lejos de las demás, empecé a trabajar más fuerte para mejorar los resultados.
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– Sí. En cuanto a las zonas, en Femenino B, eran más de trazar, girar y alguna vez te podías incluso encontrar alguna piedra. En cambio, en Femenino TR2, la dificultad de las zonas varía y se centra más en zonas con más piedras y giros mucho más cerrados, que implican hacer cambios con la rueda de detrás o de delante.
– El pasado año en Ripoll lograste un triunfo y un tercer lugar. ¿Fue tu mejor y peor fin de semana?
– Mariona Tasias, Idoia Pey, Leire Rodríguez, Eva Muñoz… ¿Qué rival o rivales te sorprendieron más la temporada pasada? ¿Por qué?
– Todas tenemos un buen nivel y cada una de nosotras tenemos nuestras virtudes y defectos. Lo cierto es que en general todas me han sorprendido, porque desde la primera carrera hasta la última hemos hecho todas una gran evolución. (Sonríe).
– Creo que es un problema que haya tan pocas chicas en este deporte, y supongo que esa era la única opción que veían posible para subir el nivel. Las chicas necesitamos un mayor apoyo y reconocimiento. Mira, si en lugar de ser 10 ó 15 entre todas las categorías fuéramos entre 20 ó 30, los niveles podrían ser mucho más escalonados.
– Por el momento me voy a quedar un año más en esta categoría, ya que es un nivel en el que todavía tengo que aprender muchísimo. Estoy creciendo y cogiendo fuerza, pero para subir de categoría y estar en el nivel de TR1 necesito entrenar más esta temporada.
– ¿Y te volveremos a ver en el Mundial Femenino Trial2?
– La idea es que sí. No tenía los apoyos necesarios para hacer todos los campeonatos en los que participo (Andorra, Cataluña, España y Mundial), pero creo que al final los voy a tener.
– Para mí fue una suerte que no tuviera que hacer la Zona de Calificación, porque yo en las zonas necesito estar tranquila y tomarme mi tiempo, y el hecho de que tenga que correr… no es lo que más me gusta del trial.
– Por cierto, ¿qué valoración haces de tu estreno mundialista la campaña pasada?
– Al ser mi primera vez, no conocía a mis rivales. Ni tampoco sabía su nivel. Otro problema que tenía era el nonstop, ya que como he dicho antes, no me dio tiempo a entrenar lo suficientemente bien dicho estilo de pilotaje. Aun así, lo pasé muy bien y si puedo hacer el Mundial este año, pienso mejorar mucho con la experiencia lograda en 2020. (Sonríe).
– La dificultad en las zonas estaba bastante bien. Mayoritariamente eran zonas de trazar y en algunas te podías también encontrar alguna piedra. La dificultad que tenían era tenerlas que hacer en nonstop. (Risas).
– Neus Murcia se convirtió en la primera ganadora del Mundial Femenino Trial2 de la historia en 2017. ¿Se puede convertir Laia Pi en la siguiente piloto nacida en Cataluña en lograrlo?
– ¿Stop como en el CET o nonstop como en el Mundial?
– Personalmente prefiero el stop, porque a mi, en las zonas, me gusta pararme, aunque sean unos segundos delante de las piedras, y pensar lo que hago. Tener equilibrio y saber mover la moto es muy bonito en el trial, y yo lo he entrenado mucho. En el nonstop ello no se pone en valor.
– Me gustaría mucho. Es una competición que nunca he hecho.
– Eres la única chica del equipo de tecnificación de trial de la FMA. ¿Cómo te enrolaste en el mismo?
– La FMA me propuso formar parte de este equipo porque era la única chica que en ese momento estaba compitiendo en el Campeonato de Andorra, España y Cataluña. Estoy muy contenta de que la Federación Motociclista de Andorra pensara en mí para formar parte de este equipo, porque así tengo la oportunidad de poder entrenar más entre semana con chicos de mi edad.
– Con el MotoClub Pirineu y la tienda 4T Motors el año pasado se formó el Woman Trial Team con todas nosotras. Tenemos experiencia y niveles muy diferentes. Nuestro objetivo es entrenar juntas para que cada una pueda evolucionar en su nivel, compartiendo experiencia e ilusión. De momento, nosotras intentamos hacerlo lo mejor posible, y lo del TdN… ya se verá… (Sonríe).
– Por el momento, nadie me ha planteado nada para el TdN. Pero me gustaría mucho participar.
– Alba Villegas es vuestra ‘coach’. ¿Recuerdas cuál fue su primer consejo?
– Desde el primer momento, siempre nos ha ayudado mucho con las posiciones del cuerpo encima de la moto: el equilibrio, cómo mover la moto… y al final todo esto hace que tengas una buena base para con el trial.
– (Risas). Viendo el calendario de este 2021 no creo que tenga muchos fines de semanas libres, la verdad. (Sonríe). Hay meses en los que las distintas federaciones deberían pensar en que muchos pilotos estamos estudiando y tenemos exámenes. ¡¡En algún momento tendremos que estudiar!!
– Campionat de Catalunya Open de Trial, Campionat de Lleida de Trial, Campionat d’Andorra, el COTA (Campionat d’Osona de Trialers Aficionats)… sin contar el Campeonato de España de Trial. ¿Te resulta fácil o difícil cambiar de competición y categoría?
– Por cierto, segundo título consecutivo en el Campeonato de Cataluña Open de Trial. Primero en Open Féminas (2019) y el año pasado en Promo Fémimas (2020). ¿Apostamos por el tercero este 2021?
– Ese es uno de mis objetivos. (Sonríe pícaramente).
– A todo esto, ¿de dónde te viene la afición por el trial?
– De seguir a mi hermano Oriol desde que era pequeña. Siempre le acompañaba a las carreras y a sus entrenamientos.
– No. Me subí antes a la moto que a una bicicleta, y me enganché. ¡¡Pedalear cansa mucho!! (Risas).
– ¿Recuerdas quién y cuándo te regalaron tu primera moto de trial?
– ¡¡Siií!! Heredé una Gas Gas Boy de mi hermano, que la guardó para mí.
– ¿Y tu primera carrera?
– ¿Quién fue (o es) tu gran referente como piloto?
– Actualmente, me fijo mucho en todas las chicas de aquí que están arriba, como Berta Abellán y Sandra Gómez. Algún día me gustaría poder llegar donde están ellas ahora. Cuando Laia Sanz corría, yo era demasiado pequeña. Pero mi hermano es un gran fan de ella. Me enseña videos de cuando competía y la verdad es que alucino.
– Pues sí. (Sonríe). La verdad es que poder competir dónde sueles entrenar es toda una suerte, ya que estás acostumbrada al terreno y sabes cómo enfrentarte al mismo.
– Eres de la Seu d’Urgell, que está a escasos 10 kms de Andorra. Vaya lujazo también dormir y comer en tu propia casa, ¿no?
– Dado que entrenas habitualmente en Andorra, ¿qué lado prefieres: La Rabassa y Nagol o Fontaneda?
– Solemos entrenar más en la Rabassa y Fontaneda. Y sinceramente, el tipo de terreno que hay allí me gusta muchísimo. A Nagol, en cambio, vamos más en invierno, porque normalmente no está nevado y hace menos frío.
– ¿Con qué tipo de terreno y obstáculos nos encontraríamos en uno u otro lado?
– Fontaneda y Naturlandia son muy similares en cuanto a terreno. Encuentras piedras de todas las medidas y es bastante pendiente todo el rato. Por otro lado, en Nagol, el tipo de piedra es pizarra suelta, y puedes encontrarte subidas largas y resbaladizas que no son fáciles.
– Este 2021 Sant Julià de Lòria regresa a TrialGP. Una pena que el Mundial Femenino Trial2 no vaya a tomar parte en la cita andorrana, ¿no?
– La FMA está apostando muy fuerte desde el primer momento por la base. De hecho, también realiza cursos formativos y de perfeccionamiento con monitores como Jordi Pascuet o tu hermano Oriol. ¿Tú también tomas parte en ellos?
– ¡¡Siiií!! ¡¡Hace 6 años que los hacen!! ¡¡Y yo también participo!! Antes era alumna y aprendí mucho. Actualmente, voy alguna vez a ayudarlos, porque me gusta mucho ver cómo entrenan y evolucionan los niños pequeños. Algún día me gustaría ser monitora de estos cursos. Nos lo pasamos muy bien.
– Cada uno de ellos me ha ayudado mucho en mi evolución como piloto de trial y me han aportado cosas distintas para llegar hasta donde estoy ahora. Les estoy muy agradecida. Pero como comprenderás, no te voy a desvelar ¡¡ninguno de sus secretos!! (Risas). Con Toni Bou no he entrenado, pero veo como entrena él en Andorra y es una pasada. (Sonríe).
– ¿Cómo es tu día a día?
– Hasta ahora estoy intentando compaginar los estudios con el trial. Pero cada año me resulta un poco más difícil, ya que el nivel de exigencia en los estudios va en aumento, y en el trial, también. Poder hacerlo todo y bien requiere de mucha organización y esfuerzo. Pero de momento estoy consiguiendo muy buenos resultados en los dos ámbitos. (Sonríe).
– Entreno más en Andorra. Sobre todo en La Rabassa. Pero en invierno voy a menudo al Pascuet Off Road Center en La Bastida de Tost, al lado de la Seu d’Urgell, ya en Cataluña.
– Precisamente en Cataluña, existe la Ripoll Talent School, un programa de la Federación Catalana en el que algunos pilotos comparten estudios y alojamiento al tiempo que entrenan juntos. ¿Te han ofrecido la posibilidad de formar parte del mismo?
– ¿Te gustaría vivir la experiencia como ya están haciendo pilotos con licencia FMA como Jordi Lestang?
– No sé como es la vida allí… No sé…. En principio, parece bastante interesante. Pero de momento prefiero estar con mi familia, mis amigos y poder compaginar estudios y deporte en casa.
– Andorra es un modelo a seguir. Hay mucha afición. No hay conflicto con las motos de trial, pero no os equivoquéis: también tenemos normas. Lo que ocurre en España… es exagerado. Yo creo que habría muchos más aficionados y practicantes de nuestro deporte si no hubieran tantas restricciones para practicarlo.
– ¿Qué retos te marcas para este 2021?
– Me gustaría poder subir al podio en el Mundial y revalidar los títulos conseguidos en 2020. Pero sobre todo este año quiero entrenar y coger más experiencia para llegar a la categoría TR1 Femenina en 2022. También seguiré esforzándome para que me vaya bien el curso. (Vuelve a sonreír).