En esta ocasión entrevistamos a Dani Comas, 10 veces Campeón del Mundo de trial en bici y ganador del Trofeo Nacional de Trial 2022 de TR4; además de fundador y propietario de la marca de equipación, componentes y bicicletas, Comas Trial.
“Cuando competía con la bici ya lo hice sintiendo presión, ahora es pura y simple diversión”
Tras ganarlo todo sobre una bici de trial, sigue disfrutando a sus 42 años de su amor y pasión por el deporte del equilibrio dinámico también al manillar de una moto.
Natural de la localidad barcelonesa de Gavà, Dani Comas ha sido –y es– uno de los mejores y más talentosos pilotos de trial. La mayoría lo conocemos por su espectacular carrera deportiva al manillar de una bicicleta. Y es que sus logros hablan por él: 10 veces Campeón del Mundo, 7 veces Campeón de Europa y 13 veces Campeón de España. Asimismo, cuenta con 3 Copas del Mundo, y con 4 Récord Guinness y 3 récords del mundo.
Sin embargo, desde que en 2017 colgó la bici como profesional y creó su propia marca, Comas Trial, lo disfrutamos también como piloto de trial en moto. No tan a menudo como a él le gustaría, pero sí lo suficiente como para dejar su impronta de campeón allá donde compite. Precisamente, su pasión por el deporte del equilibrio dinámico comenzó gracias a su padre, un veterano del trial de moto y su mentor desde que era un niño.
Pues bien, aprovechando una escapada con su padre al Área de trial del Moto Club Cent Peus para probar en su moto algunas de sus próximas novedades en materia de recambios y accesorios para 2024 pudimos repasar con el ganador del Campeonato de España de Trial TR4 en 2022 su pasado, presente y futuro para con nuestro deporte. Tanto al manillar de una bici, como de una moto, como en su día a día como empresario y fabricante.
– ¿Es verdad que te enamoraste del trial como deporte tras ver a Ot Pi en una exhibición?
– Es verdad. Fue durante una exhibición de Ot en el Salón del Automóbil de Barcelona. Allí lo descubrí. Ver en directo lo mismo que veía por la televisión con una moto de trial pero con una bici me llamó muchísimo la atención. Y desde ese momento decidí que tenía que practicarlo.
– ¿Y por qué trial en bicicleta y no en moto?
– Yo creo que influyó el hecho de que en casa no nos podíamos permitir una moto para competir. Además, la bicicleta, tanto a nivel económico como logístico, era mucho más factible. Y no solo eso. También podía practicar con ella a diario. Supongo que todo esto junto hizo que me decantara de inicio por el trial en bicicleta. Pero el trial en moto siempre estuvo ahí. De hecho, me ha gustado y apasionado mucho siempre. Y si hubiera sido por mi quizás me hubiera volcado de inicio con ella. Pero por circunstancias no pude, aunque no me arrepiento para nada del camino seguido.
– Te lo preguntamos porque tu padre hacía sus pinitos en moto de trial. ¿No te enseñó vídeos de Jordi Tarrés, Marc Colomer o Dougie Lampkin?
– Mi padre, de hecho, competía en moto e incluso había ganado dos campeonatos catalanes. Es más, el trial en moto era el deporte que más veía en casa. Mediante revistas, videos, retransmisiones por televisión… ¡Era una obsesión! Pero como ya he mencionado antes, la bici era más fácil. Y por ello me decanté por ella. Pero repito, sin olvidarme de la moto. Y siempre que podía se la cogía para dar una vuelta. (Sonríe).
– Empezaste a competir con 12 años. ¿Recuerdas cómo fue aquella primera competición en bici?
– Si te fijas en la edad, lo cierto es que empecé a competir un poco tarde. Pero los recuerdos que tengo de aquellas primeras carreras son muy bonitos. Recuerdo el gusanillo ese antes de las competiciones, de los objetivos que te marcabas mientras las preparabas, mientras entrenabas… sobre todo, la pasión, emoción, diversión e ilusión de estar practicando trial. Y si a eso le sumas el regresar a casa con una copa… Lograrlo fue un premio y una motivación extra para seguir montando cada día y dedicarle las máximas horas posibles a la bici para seguir mejorando y evolucionando.
– ¿Te resultaba fácil o difícil compaginar estudios y carreras?
– Al principio fácil, porque vas a pasarlo bien. Pero si que es cierto que conforme fueron pasando los años y me fui dedicando de manera más profesional al biketrial ya fue más complicado. Sobre todo por el tema de los viajes, por pasar muchos fines de semana e incluso semanas enteras fuera de casa. De hecho, llegó un punto en el que tuve que tomar una decisión, ir hacia un camino, los estudios, o hacia el otro, las competiciones.
– Tu evolución fue realmente rápida y en apenas un lustro ya estabas midiéndote con los mejores del mundo y especialidad en el Mundial. ¿A qué crees que se debió tu precocidad?
– Es verdad. Con 16 ya estaba compitiendo en Élite y Júnior. Seguramente mi rápido crecimiento se debió a que le dedicaba muchas horas a la bicicleta, a mejorar con y sobre ella. No hay más secreto que entrenar mucho y hacer siempre lo que más te gusta, que en mi caso era practicar trial, mi pasión. Salía del colegio y enseguida me subía a la bici. Tenía un ratito… la bici. Por eso evolucioné rápidamente y pude estar con los mejores y en las categorías más importantes.
– Con 16 años te proclamaste SubCampeón de España y Campeón del Mundo Júnior de BikeTrial. ¿Fue a raíz de ello que decidiste volcarte al 100% en el trial en bici y convertirte en profesional?
– Sí. Fue un punto de inflexión. Empecé a competir en el Nacional en la máxima categoría e incluso llegué a ganar una carrera. En Ibiza. Nunca se me olvidará. Y ello me llevó a terminar segundo. También ayudó el conseguir mi primer mundial en categoría júnior. Fue el momento en el que tuve que tomar decisiones. En donde decidir por qué camino seguir. Continuar con mis estudios o dedicarme al 100% al biketrial. Y decidimos apostar por lo segundo. ¡Y no me fue mal del todo! (Sonríe).
– Y dos temporadas después, tocaste el cielo por primera vez: ¡Campeón del Mundo! ¿Qué recuerdas de aquella temporada?
– Es muy difícil describir con palabras lo que sientes en ese momento. Es lo que siempre has querido y soñado. Y por fin llegas a la meta. Sinceramente, estaba obsesionado con ser Campeón del Mundo. Por ello le dedicaba todas las horas del mundo y más. Lo era todo para mi. Por eso, al lograrlo fue como una descarga. Fue en Sierra Nevada y un poco contra todo pronóstico. Era muy joven y aunque había evolucionado muy rápido a priori era impensable lograr ese resultado tan pronto.
– Sin embargo, al año siguiente, sufriste una lesión que a punto estuvo de poner fin a tu incipiente carrera deportiva. ¿Recuerdas cómo pasó?
– Las lesiones son la cara menos agradable del deporte. Y más cuando suceden en los primeros años, cuando eres joven, acabas de llegar y ganar un Mundial, y todo indica que tu carrera apenas está despegando, que va hacia arriba. Pero lo que es la vida. De repente, te llega una lesión, y una lesión de gravedad. Tuve la mala suerte de caer mal entrenando; rompiéndome la triada (–NdP: es la lesión más temida por los deportistas de élite ya que se ven afectados los meniscos y los ligamentos cruzados y laterales–). Y mi gran fallo aquella temporada también, producto de que en ese momento no disponíamos de la información que a día de hoy tenemos, fue seguir compitiendo con los ligamentos rotos.
– ¿Tu momento más duro como deportista?
– Pienso que tendría que haber parado en ese momento para recuperarme bien y por completo. Más que nada porque ello me llevó a encadenar muchos problemas en la misma rodilla dañada. Seguí compitiendo lesionado, y sin lograr resultados, ya que era imposible hacerlo en esas condiciones. Pospuse todo lo que pude la operación, la verdad. Fue una de las situaciones más amargas que viví en mi carrera deportiva. Sobre todo, porque eres joven y piensas que te vas a comer el mundo, y va una lesión y te devuelve a la realidad de la manera más dura.
– Te operaste y regresaste a la competición. Pero de nuevo te rompiste y segunda intervención. ¿Llegaste a pensar en ese momento que hasta aquí habías llegado?
– Tras romperme por primera vez me marqué como tope para regresar a las competiciones a los cinco meses. Bueno pues a los siete me volvía a romper. Yo creo que esta segunda lesión fue fruto de haberlo hecho mal con la primera. Querer competir con los ligamentos rotos, sin operarme a las primeras de cambio, que hubiera sido lo mejor, hizo que a la larga mi cuerpo, mi rodilla, lo sufriera. Todo lo quería hacer con prisas. Tenía ansiedad por volver a competir, por volver a estar arriba… apreté más de la cuenta… y ello hizo que recayera. Y ciertamente, en ese momento, el mundo se me vino encima. Piensas en lo que viene, en todo el tiempo que vas a necesitar para recuperarte, en si volverás a estar al 100%… Pero sí que es cierto que esos momentos te muestran qué gente está contigo y al final te fortalecen. En definitiva, te hacen madurar. También porque yo competía por aquellos entonces con Megamo, que era propiedad de GasGas, que estaba pasando dificultades. Y poco después GasGas cerraría Megamo. En poco tiempo encadenaba una segunda lesión grave y me quedaba sin marca ni equipo.
– ¿De dónde sacaste las fuerzas para recuperarte y volver?
– Afortunadamente, apareció Monty y enseguida me apoyaron. Me dijeron que podía contar con ellos y esto me ayudó a ver que había gente que todavía confiaba, creía y apostaba por mí. Incluso estando lesionado y sin saber si volvería a ser el de antes de las lesiones o cómo iba a regresar de ellas. Para mi fue una motivación extra para ponerme a trabajar nuevamente, volver a estar arriba y ganar otra vez campeonatos y mundiales. Las lesiones nunca llegan en un buen momento y al final siempre has de tener claros tus objetivos y a dónde quieres llegar. Te hacen madurar más rápido y ver cómo es tu entorno.
– ¿Fue en ese periodo en donde forjaste tu mentalidad ganadora?
– Sí. Creer que te vas a comer el mundo con 18 años siendo ya Campeón del Mundo y que puedes marcar una época y de repente tener que parar en seco por culpa de una lesión grave; seguir compitiendo lesionado y, por tanto, sin buenos resultados; operarte y acelerar los plazos para regresar lo antes posible porque piensas que ya has perdido más de un año; romperte por segunda vez; quedarte si marca… sin lugar a dudas, todo ello me hizo madurar muchísimo.
– Te lo preguntamos porque a menudo comentas que solo compites contra ti mismo. ¿Cómo se entrena la fuerza mental?
– Todo ese periodo me enseñó que siempre hay que tener claro hasta dónde puedes llegar, cuál es tu objetivo real. Si tu nivel es para ganar, tienes que hacer tu propia carrera; dando siempre el máximo. Luego lo lograrás o no. Pero siempre sabiendo que has dado el 100%. Y si no lo consigues es porque hay alguien que en ese momento lo ha hecho mejor que tú. No pasa nada. El trial es un deporte en el que ciertamente compites contra ti mismo. No compartes pista con nadie más. Eres tú contra las zonas. Si siempre das el 100% y estás contento con lo hecho al final los resultados acaban llegando.
– ¿Qué diferencia un buen piloto de un piloto campeón?
– Influyen muchas cosas. Pero está claro que con sacrificio y entrenamiento se consigue lo que uno quiere. Aunque sí que es verdad que lo que acaba diferenciando a un buen piloto de un piloto campeón son los pequeños detalles. Hay muchos Campeones del Mundo entrenando, pero solo uno compitiendo. Todo lo que entrenas tienes que aplicarlo luego en competición, con el público, los jueces, las zonas… Todos estos influyen. Y la combinación de ellos y el cómo los llevas hacen que acabes más arriba o no.
– Ahora, muchos pilotos cuentan con un ‘coach’ deportivo. ¿Tu tuviste uno?
– No. En mi época no existía esa figura. O al menos no en el sentido actual. Pero sí que es un tema que pienso que es muy importante. Eso sí, siempre y cuando los pilotos tengan un ‘coach’ con las ideas claras también. En mi caso me ayudó mucho la sofrología (-NdR: un entrenamiento personal basado en técnicas de relajación y de activación del cuerpo y de la mente–), preparación que me descubrió César Cañas, quien ahora trabaja como ‘coach’ deportivo precisamente. Está muy bien que tengas claro y que te autoconvenzas de lo que quieres, de cuáles son tus objetivos. Antes lo hacíamos solos, ahora por suerte hay gente que te puede guiar y ayudar a focalizarte en ellos; a trabajar este aspecto mental que también forma parte del entrenamiento. Y esto al final también te lleva a conseguir resultados.
– ¿Qué papel jugó en tus éxitos posteriores tu preparador físico Josep Maria Padullés?
– Durante toda mi carrera deportiva siempre he tenido la suerte de rodearme de gente que siempre me ha aportado muchísimo. Tanto familiares como amigos. Y esto al final ayuda mucho. Con Josep Maria empecé a trabajar post lesión. Y la verdad es que supuso un extra a todo lo que habíamos hecho anteriormente. Al final no es solo ir en bici o moto. Sobre todo, en el biketrial, ayuda mucho el trabajo físico, la alimentación, el trabajo psicológico… Todos estos factores ayudan a que puedas dar el 100% en todo momento. Todo este entrenamiento invisible es el que te acaba dando ese extra tan necesario para ir creciendo como deportista. Josep Maria fue en su momento un innovador. Y yo, personalmente, noté muchísimo el antes y el después de que apareciera en mi vida. De entrenar solo con la bici y por mi cuenta a contar con un preparador físico, un diestista…
– ¿Qué es lo primero que notaste al cuidar tu alimentación?
– Empiezas a notar pequeñas diferencias que al final todas juntas hacen que notes una gran diferencia y que te llevan a cumplir tus objetivos. Para un deportista de élite es super importante cuidar bien el entrenamiento y descanso, y la alimentación.
– Entre BikeTrial y UCI posees un total de 10 Campeonatos del Mundo, 3 Campeonatos del Mundo por equipos, 3 Copas del Mundo Indoor, 5 Campeonatos de Europa en bici de trial, 13 títulos nacionales; además de 4 récords Guinness y 3 récords mundiales. ¿Satisfecho o echas en falta algún campeonato o récord más?
– La verdad que no. Al contrario. De niño, mi ilusión era competir con los mejores. Luego, ser Campeón del Mundo. Y los años siguientes, repetir título. Pues bien, lo logré. Hice realidad mis sueños, por lo que no puedo pedir nada más. Tengo un palmarés de trial en bici muy amplio, y con todos los objetivos marcados en su día conseguidos. Y no solo por mí, sino por todas las personas que me acompañaron en ese viaje tan bonito: familia, pareja, amigos, preparador, marcas… Todo lo logrado no solo es una recompensa para mí, sino para ellos, ya que sin su ayuda no hubiera sido posible.
– ¿De cuál de todos estos logros guardas mejor recuerdo?
– Ser Campeón del Mundo es el máximo título y del que guardas un mayor recuerdo al ser quizás el más ilusión te hace. Copas del Mundo, Europeos, récords mundiales… también están muy bien. Pero ser Campeón del Mundo es ser Campeón del Mundo. Ya el título en Júnior me hizo mucha ilusión en su día, pues imagínate lo que supuso lograrlo en categoría absoluta. El primero porque es el primero. Y los siguientes por lo que supone lo difícil que es mantenerse. También guardo un muy buen recuerdo del último. Tenía claro que aquel iba a ser mi último año. Y el poder despedirme siendo campeón nuevamente… fue la culminación de un sueño.
– Nos ha llamado poderosamente la atención uno de tus World Guinness Records: saltar de Hummer a Hummer (con 2 metros de distancia entre vehículos) con tu bici hasta 15 veces en 1 minuto. ¿Quién te propuso semejante reto?
– Los logré en una época en la que se pusieron de moda. De hecho, se hacían programas de televisión solo para superarlos. No fue una cosa buscada por mi o mi entorno. Además, ayudó a dar a conocer el biketrial a más gente. ¿Los récords? Se les ocurrían a las productoras. Nos los proponían y nosotros les dábamos nuestra opinión y les dábamos distintas opciones. Pero al final eran ellos quienes decidían cuál les podía interesar más y dar más audiencia. Fueron dos años muy intensos en los que visitamos muchos países, muchos programas… el biketrial llegó a más gente, y mi nombre se hizo más conocido para el público en general.
– ¿Sabes si después, con el paso de los años, alguien ya los ha batido?
– ¡Pues no tengo ni idea! Para nosotros lo importante era el Campeonato del Mundo, no el tener más o menos récords Guinness. (Sonríe).
– En 2017 presentaste tu propio equipo de trial en bici, el Team Comas & WD-40, contigo como Team Manager y con César Cañas como soporte técnico. ¿Supuso esto tamién un sueño hecho realidad?
– Fue un sueño después de haber defendido los colores de otras marcas el poder presentar mi propio equipo. Y más surgiendo cuando empezábamos a presentar la marca Comas en el apartado bici. Cuando mi carrera como piloto de trial en bici llegaba a su fin apareció WD-40 como patrocinador y desde entonces y hasta la fecha siempre me han apoyado en mis proyectos. También por el hecho de poder involucrar a César en un equipo formado por jóvenes pilotos. Era una idea que nos rondaba por la cabeza, que llevábamos hablando, y al final lo pudimos concretar.
– Asimismo, tras colgar el casco, decidiste crear tu propia marca de bicicletas de trial, y recambios, accesorios y equipación para moto y bici de trial: Comas. ¿Desde cuándo te rondaba la idea de tener tu propia firma?
– Cuando era piloto de Monty ya me llamaba la atención el visitar las ferias, a los proveedores… Me picaba la curiosidad. Y pensé que era una buena manera de seguir vinculado al trial. Además, cuando ya estaba a punto de colgar el casco ya hice el trabajo de crear para la que fue mi última marca todo el apartado de bicis. A raíz de hacer esto último y saber ya cómo funcionaba todo más o menos fue cuando pensé que… por qué no cumplir otro sueño y crear mi propia marca. De ese modo, no sólo empezaría a devolver al trial lo que me había dado, sino que también podría ayudar a pilotos jóvenes a perseguir sus sueños.
– Comas, como marca propia, ya tiene 4 años. ¿Qué valoración haces de su singladura hasta la fecha?
– Muy positiva. Tuvimos el handicap de arrancar cuando se desató el COVID-19 y la posterior pandemia. Pero, afortunadamente, en muy poco tiempo Comas se ha dado a conocer mucho. Y no solo hemos crecido muy rápido, sino que hemos podido estar en muchos lugares. La gente no solo nos conoce más, sino que también nuestros productos.
– ¿Qué diferencia a Comas de otros fabricantes como Monty, Clean, Ozonys, TMS o Crewkerz?
– Para nosotros, Comas es una pasión. Tenemos la experiencia que nos da el haber competido al más alto nivel durante muchos años; de entender a los pilotos, qué es lo que necesitan, y también al público, al usuario. Todos los que formamos la familia Comas en fábrica venimos del trial. Lo vivimos y sentimos. Y esto no solo nos hace distintos, sino que es lo que nos ha ayudado a que en tan poco tiempo nos hayamos dado a conocer tanto.
– ¿Y de firmas como Mots, Jitsie, Hebo o S3?
– Para moto, mantenemos la misma filosofía que para la línea dedicada a la bici. Yo vengo de la bici, pero como te explicaba al inicio, el trial en moto ha sido mi pasión de siempre. Siempre he estado vinculado al mismo de una u otra manera. De hecho, cuando podía lo practicaba como aficionado. Pero también estaba en contacto con pilotos y marcas. Por eso creo que Comas conoce perfectamente qué necesita un piloto, tanto de moto como de bici, en todo momento.
– Por cierto, el Equipo Nacional Júnior de la RFME o los oficiales de Sherco, Scorpa y Vértigo ya lucen vuestra ropa. ¿Cómo empezó vuestra relación con cada uno de ellos?
– Los conozco desde hace tiempo. Y con pasión y mucho trabajo tuve la oportunidad en su momento de abrir estas puertas. El poder trabajar con el equipo de jóvenes pilotos de la RFME o con el nuevo Vértigo Factory Júnior Team o las formaciones de Sherco y Scorpa es todo un honor y una experiencia increíble. Ver a sus mejores pilotos y a sus apuestas de futuro vestirse con tu ropa y llevar el material que poco después llegará también al usuario final no tiene precio. Es, nuevamente, un sueño hecho realidad.
– ¿Qué tipo de piloto busca Comas?
– Pilotos jóvenes, pilotos a los que, dentro de nuestras humildes posibilidades, les podamos ayudar. Y, sobre todo, activos, que nos ayuden a su vez a desarrollar y mejorar nuestros productos para seguir ofreciendo a nuestros clientes el mejor material posible. En definitiva, pilotos cercanos, y cercanos al público, para dar también una buena imagen de marca.
– Dado que ya sabes lo que es gestionar un equipo propio… ¿para cuando tu propia estructura en moto?
– ¡Eso lo veo más difícil! (Risas). Una cosa es el trial en bici, que lo dominamos y tenemos más por la mano, además de que somos fabricantes, y otra bien distinta el trial en moto. En lo primero creo que es importante tener nuestra propia estructura, porque defendemos nuestra propia marca, de ropa, componentes y modelos de bici. En cuanto a la moto, somos colaboradores, no fabricantes. Ayudamos en lo posible a los pilotos que podemos, pero estos, al final, necesitan sí o sí una marca tras ellos que los apoye. Tener una estructura propia en el trial en moto, o eres marca o es muy complicado.
– Desde que colgaste la bici de trial te has destapado como un piloto de trial en moto muy competitivo y exitoso. Has dejado tu impronta en citas como los 3 Días Trial Santigosa, los 2 Días de Ibiza o el 2 Días de Camprodón, así como en el Campeonato de España de TR3 y TR4. ¿Cómo y cuándo decidiste correr el CET en 2019?
– La moto siempre ha estado ahí. Y supongo que el hecho de tener la marca de ropa y componentes me encaminó en cierto modo a ello. Ya que hacemos ropa y accesorios, quien mejor que yo para dar ejemplo y ver cómo de buenos son, comprobar su buen funcionamiento y ayudar a desarrollarlos. De este modo sabes al 100% si tu producto va bien o no. Poco a poco me fue picando el ‘gusanillo’ y, como además me lo paso bien, como has podido comprobar, ‘testando’, me fui animando y así empecé a ir a carreras. Además, para mí, los triales son una válvula de escape. Me ayudan a desconectar del trabajo, a reencontrarme conmigo mismo. ¡Y me lo paso muy bien! Cuando competía con la bici ya lo hice sintiendo presión, ahora es pura y simple diversión. Las carreras de trial en moto me divierten mucho.
– Entregamos material a nuestros pilotos top para que lo prueben, pero como usuario me gusta hacerlo yo mismo para tener o contrastar opiniones.
– En esa primera campaña acabaste sexto, pero solo habiendo disputado las tres citas iniciales. ¿Por qué no lo disputaste al completo?
– Nunca tengo un calendario fijo de carreras a las que iré ni me marco, por consiguiente, ningún objetivo. Todo es sobre la marcha. Piensa que también tengo que compaginar el trial en moto con el trial en bici, en donde allí sí que tengo proyecto propio. Al final hago malabares con la agenda, también por las obligaciones del trabajo. Por haberlo hecho bien en una carrera no tengo la obligación de ir a la siguiente o de hacer lo que resta de campeonato. Además, ese año me lesioné la rodilla y pasé nuevamente por el quirófano. Estuve sin tocar moto, en el dique seco, varios meses.
– En 2020 no participaste y el año pasado regresaste al Nacional pero compitiendo en TR4. ¿Por qué el cambio de nivel?
– Es por un tema de horas en la moto. En TR3 tienes que dedicarle horas a la moto, a entrenar. Además, ya empiezo a tener una edad, no nos engañemos. Si miras la edad de la mayoría de pilotos de TR3, tienen no la edad de mis hijos pero sí que les doblo a muchos. El ir o no con mochilero también influye. Pero lo que al final decide es que voy a pasármelo bien, a disfrutar, no a sufrir y con la posibilidad de hacerme daño. Ahora mismo no paso muchas horas con la moto, por lo que de momento TR4 está bien.
– Terminaste quinto, ganando la última carrera y habiéndote perdido las dos primeras. ¿Por qué no te vimos en Arteixo y La Foz de Morcín?
– Por el trabajo. No siempre es posible compaginar al 100% bici y moto. También influye el volumen de trabajo en ese momento del año. Mi prioridad es Comas. Como marca nos va bien estar en las carreras, porque hablas con uno u otro y así puedes ver lo que la gente lleva o necesita, lo que le gusta y lo que no… intento recoger el máximo de información para seguir trabajando y mejorando nuestros productos. Pero no siempre puedo ir o estar donde me gustaría. Tengo que repartirme. (Sonríe).
– En 2022, de nuevo en em Campeonato de España TR4, fuiste casi ¡imbatible! ¿Satisfecho por haber logrado tu primer gran título en moto de trial?
– ¡Mucho! ¡No te voy a decir que no! Pero yo voy a pasármelo bien y no quiero tener la presión de tener que luchar sí o sí por un título. Eso, en su día, ya lo viví. Venir de la bici, en donde lo he logrado todo, y que aparentemente es similar, que no igual, que la moto y ganar el Campeonato de España es increíble. Me puse muy contento, no te lo negaré. Y más en una categoría tan competitiva como es TR4.
– Solo se te escapó el triunfo en la segunda jornada de Pobladura de las Regueras. ¿Qué te pasó?
– Nada excepcional. Solo que lo hicieron mejor que yo. Es una categoría en donde todo está muy ajustado y un mínimo fallo se nota. Pasas de estar delante a bajar varias posiciones. También es verdad que noto el hecho de disputar dos carreras en un mismo fin de semana. Me canso. No voy tanto en moto y ello hace que el primer día aguante más o menos bien, pero que al siguiente me cueste coger ritmo. La falta de horas de entrenamiento se notan.
– En 2023, sin embargo, no te vimos demasiado. ¿También por trabajo?
– Así es. Y de hecho es uno de los objetivos que me he marcado para este 2024. Necesito desconectar y yo lo hago en los triales. Me divierto. Veo a uno y a otro. En 2023 hemos tenido afortunadamente mucho trabajo y por ello no he podido estar en el CET y otras competiciones tanto como hubiera querido. En 2024 intentaré ir a tantas carreras como pueda. Pero no te puedo decir cuántas ni si haré todo el campeonato. La idea es ir. (Sonríe).
– TR4 es una de las clases más concurridas de todas las que se convocan en el CET. ¿Te parece acertado el nivel de dificultad actual?
– Antes que nada quiero decir que para un organizador, contentar a todo el mundo es muy difícil. Dicho esto, sí. Es verdad que hay algunos triales más fáciles que otros. Pero también lo es que si quieres más dificultad puedes subir a TR3 o si, por el contrario, crees que el nivel ya ‘pica’ siempre puedes bajar a Veterano o a TR5.
– Te lo preguntamos porque desde 2022 tenemos varias categorías desdobladas en dos o más niveles, como Cadete, Femenino, Juvenil o Veterano. ¿Crees que debería de haber un TR4 A y un TR4 B?
–No. A día de hoy el CET ya tiene muchas. Si lo hiciéramos, ¿cuántas horas duraría una carrera? Es más sencillo subir o bajar de categoría. ¿Como organizador? Quizás marcando un pelín más fuerte 2 ó 3 zonas ya contentas a todos. También depende de si buscas divertirte, como yo, o ganar un título. Pero yo creo que con las categorías que hay actualmente ya está bien.
– Héctor Gairín, Adrià Albejano, Jordi Ramonet, Joan Ricart, Eduardo Álvarez, José María Verdaguer, Miguel Ángel Bermejo… ¿Qué rival o rivales te ha sorprendido más?
– No podría destacar sólo a uno. Sea el rival que sea no te puedes despistar porque si lo haces cualquiera te puede ganar. Todos están allí cada domingo.
– Por cierto, te hemos visto entrenar a uno de tus hijos. ¿’Habemus’ relevo de campeón?
– No lo sé. Sólo les pido a día de hoy que se lo pasen bien. Si me piden que les acompañe lo hago, y les apoyo. Pero lo primero y principal es que se diviertan. El mayor ha empezado a competir en bici. También de vez en cuando salimos juntos en moto… pero todo como diversión. La cuestión es que se diviertan y hagan algo. ¿Si hay relevo? El tiempo lo dirá. (Sonríe).
– ¿Qué le pide Dani Comas a la temporada 2024 como piloto?
– Ir al máximo de carreras posibles. Y como no tengo objetivos y ni sé a cuántas carreras podré ir es difícil pedir algo. Sólo seguir pasándomelo bien encima de la moto.
¿Y como empresario?
– Seguir creciendo y seguir trabajando fuerte para la marca, para que se siga conociendo. Y continuar ofreciendo a los usuarios nuestros mejores productos para que sigan disfrutando de este deporte tan maravilloso y que tanto nos gusta.