El campeonato de trial de Canarias 2023 llegó a su fin con la séptima edición del Trial de Teror, organizado por Valsebike. Un final de temporada desinflado por falta de participación que pone en peligro la continuidad del trial en Canarias.
Texto: Feli Santana. Fotos: Xenia Melián.
El futuro del trial canario en duda por la falta de participación
Con el desarrollo del VII Trial de Teror, quedó atrás la incertidumbre y la pasión del campeonato de Canarias de Trial que, si bien arrancó con cierto entusiasmo por llegar lejos en una buena temporada de organización, bien es verdad que se desinfló, por falta de competitividad en el número de pilotos, llegando a verse una media de 15/18 pilotos del total de 35 licencias. Esto denota la falta de interés y promoción de la escuela, que lentamente se ha desinflado en el ambiente general.
Evidentemente las organizaciones sucumben ante tanta falta de cooperación. Montar un trial en condiciones, jueces, marcaje, premios y nivel, conlleva un desgaste sin mayor pago emocional que la pasión de algunos clubes, que además tienen que luchar contra la desidia de los ayuntamientos, que están más por la labor de suspender que de promover el deporte de esta bella modalidad.
Si además añadimos los cinco incondicionales de Tenerife, Fuerteventura o Lanzarote, que siguen periódicamente el campeonato ya dice mucho de la docena de pilotos de Gran Canaria, que no justifican históricamente la competición de trial. Las causas: pocas o quizás tal vez la única, el precio de la inscripción, por que lo demás lo tienen con bastante calidad, organizaciones diversas y escenarios diferentes, con todo lujo de variedades.
Teror fue uno más, que a punto estuvo de sucumbir con tantas leyes medioambientales y trabas burocráticas, sin la presión de la federación de Gran Canaria de motociclismo y la del Moto Club Valsebike, sería complicado. Y si no se cuenta con los buenos embajadores de Teror, como José de Teromoto, Carmelo Rodriguez y pilotos del municipio y el apoyo incondicional en el marcaje y limpieza de la familia Naranjo, pues llegamos a final de temporada con estos lamentos.
Soluciones hay, pero la principal es la falta de interés de los pilotos, más participación interinsular, más apoyo a las canteras, niños con ilusión para fortalecer el futuro, que se sientan apoyados por las instituciones, por que de momento los clubes han cumplido.
La correduría de Seguros Romero de la Torre, regala las licencias del próximo año a los campeones de 2023, y la entrada en escena de nuevos clubes a organizar triales supone la continuidad de la fiesta, pero no pierdan el norte y afronten la realidad de la situación, si no hay más interés a pesar de la oferta, pues pronto veremos desaparecer el último eslabón legal del deporte del trial, por el bajante de las desidias y el hastío. Miremos con optimismo el 2024, pero muevan ficha por vuestro deporte más allá de la montaña.
Broche de oro en lo deportivo
En lo deportivo reverdecer el escenario en tiempos de otoño, con una climatología cambiante y un inicio copioso del alisio que acaricia esta parte norte de Osorio, permanentemente. Siempre hemos aplaudido estos rincones escondidos, que guardan esencia romántica de los triales de antaño. Y que, en un corto espacio se pueden alternar deporte, vegetación e intercambios, sin molestar a los vigilantes del medio pues el mérito de todos es disfrutar del paisaje de Teror sus zonas y dejar constancia de la limpieza y el compromiso de la organización.
Aplauso infinito a la competitividad y al juego limpio, donde entrevemos las excelentes maneras de la escuela, con un resultado pocas veces visto.
Ex aequo con igualdad de resultados entre Hugo y Arami, resultando ganador por mayor número de ceros el primero, lo que promete la eterna rivalidad en las categorías.
En TR4, bastante flojo de participación, Carlos Trujillo imponía nivel y veteranía, frente al resfriado de José Tomás, sin escudero de batallas.
En la categoría TR3 excelente esos días redondos que le salen a José Luís Montesdeoca, que se gustaba a si mismo y sorprendía por el excelente resultado vuelta tras vuelta. Al final colaba 10 puntos frente a los 23 de Miguel Estévez, mejorando su nivel carrera a carrera y a un Santi Hernandez que tiene mucho que decir en el futuro inmediato también en esta modalidad. Pues fuerza, carácter y mejorando estilo, no le faltan cualidades además de juventud.
En cuarta posición quedaba Alfonso Caballero de Rodas, que tras “Jet-lag” de Zúrich entraba desinflado en escena.
En la categoría de los intocables del TR2, casi como un juego de estilo inolvidable Iván Santana, marcaba 5 puntos frente a los 29 de Juri Ballesio, el majorero que elevó el trial en Fuerteventura a nivel 2. En tercera posición un luchador nato de zonas y mejoría como Samuel, deja claro que el premio es el esfuerzo del entreno y el apoyo a su hijo Arami. Por detrás Gustavo le ganaba el pulso a Javi Guzmán con falta de entrenamientos, con un 42-45.
En la categoría reina, TR1 es todo un placer ver a un podium del nacional mantener el tipo, mejorando su propio nivel. «El pollito» Naranjo daba un recital de su propia ensalada de arte trialero, con 13 escasos puntos en zonas galácticas, su hermano Yony, mejorando por ocasiones, se colocaba con 26 puntos detrás y esta vez era Iban Salazar el que sufría las consecuencias de falta de concentración, con excelentes pegadas y poca fortuna caía a una tercera posición con 62 alejados puntos.
El trial gustó por lo equilibrado de la competición, por el marco incomparable que significa este espacio del Lomo Los Silos, en Teror y el marco de los Granadinos, escondido y protegido por nosotros mismos. La organización, Valsebike, una vez más excelente por su responsabilidad con el campeonato, ojalá el futuro nos devuelva confianza y entren más actores a escena y reparto de esta producción de Trial que lleva cincuenta y tres años de historia en Canarias y que siempre se tambalea entre sus luces y sombras. No busquemos culpables, busquemos más compromiso de todos, para la salvación.
