La vigente Campeona de España de Femenino B es la gran incorporación del Beta Trueba Racing Trial Team para este 2019.
“Estar en Beta es algo con lo que siempre he soñado”
Desde tierras donostiarras, desde Astigarraga, nos llega Idoia Pey, ganadora la campaña pasada de la Copa de España de Trial 2018 en Femenino B, y que esta temporada está cumpliendo su sueño de formar parte del equipo oficial de Beta Trueba.
Debutante en la clase reina, su objetivo inmediato es aprender y disfrutar de la experiencia de competir junto a las que considera las mejores pilotos de nuestro país y del mundo. Y es que tras una década apartada del trial su regreso al deporte del equilibrio dinámico hace ahora tres años es todo un ejemplo de superación y tesón.
– Si te parece, empecemos por lo más inmediato. ¿Cómo valoras tu debut en la máxima categoría del Campeonato de España de Féminas 2019 en Arnedillo?
– Lo valoro con mucha ilusión. Estrenaba categoría y estaba nerviosa porque en Femenino A compiten las mejores; no sólo de España, sino del mundo, y sólo por compartir las mismas zonas que ellas yo ya estoy feliz. (Sonríe).
– ¿Y con el Beta Trueba Trial Factory Team?
– ¡¡Encantada!! (Más sonrisas). La verdad es que estaba nerviosa por cómo sería estar en el equipo y por cómo funcionaría todo. Pero lo cierto es que a la hora de la verdad estuve muy a gusto. Además, estrenaba moto ese fin de semana y me ayudaron en todo.
– ¿Cómo contactaron contigo y te convencieron para que formaras parte de su estructura?
–Contactaron a través de Supertrack, que es el distribuidor de Beta aquí en San Sebastian, donde vivo, y no hizo falta que me convencieran. Estar en Beta es algo con lo que siempre he soñado.
– El año pasado te adjudicaste la Copa de España de Trial 2018 en Femenino B. ¿Se nota el cambio de categoría?
– Mucho. No tienen nada que ver la una con la otra.
– En Femenino B, por ejemplo, apenas hay que hacer cambios con la moto, mientras que en Femenino A sí, y, por supuesto, en los obstáculos son mucho más grandes y difíciles. Pero yo me lo tomo como lo que es a día de hoy para mi: aprendizaje. Y ya se sabe: cuanto más duro y difícil, más evolucionas. (Sonríe).
– ¿Te ha sorprendido el nivel de tus compañeras de categoría?
– Pues no, porque ya me había fijado en ellas en las anteriores pruebas disputadas el año pasado en el CET y también sigo TrialGP Women y Trial2 Women. Vamos, que ya sabía que tenían ese nivel tan alto.
– Algunas de tus nuevas compañeras creen que la clase reina para las chicas debería tener un nivel aún más elevado –ahora pasáis por las puertas de color amarillo–. ¿Estás de acuerdo con ellas?
– Totalmente de acuerdo. Todo lo que sea más es aprendizaje y si somos capaces… ¿por qué no?.
– Y lo mismo opinan algunas ex compañeras tuyas, pero en relación a Femenino B. ¿Crees que la división de plata para las chicas el CET tiene un nivel de dificultad poco exigente?
– Aquí difiero. Creo que no. Es una categoría muy divertida, y la recomiendo a cualquier chica que tenga ganas de correr el Campeonato de España. Aunque sí es verdad que dentro de esa categoría hay diferencia de niveles entre unas pilotos y otras, pero para mi eso es lo bonito: la variedad, y una lista larga de pilotos inscritas. (Sonríe).
– En 2018 conquistaste el título nacional tras ganar una cita, ser segunda en dos y rozar el podio en la siguiente. ¿Confiabas en obtener dichos resultados al inicio del campeonato?
– Para nada. La verdad es que fui a probar, porque me hacía ilusión correr el CET. Pero todo salió muy bien.
– Mireia Lozano y Alba Lara fueron, a la postre, tus acompañantes en el podio final. ¿Qué destacarías de cada una de ellas?
– Las dos tienen estilos diferentes y las dos son geniales como contrincantes. Como pilotos, me gustan ambas con su propio estilo y disfruto viéndolas hacer trial.
– Mireia ha decidido aparcar por el momento el trial, mientras que Alba medita si hace este 2019 nuevamente el CET. ¿En algún momento has estado en una situación similar?
– Bueno, yo dejé el trial diez años. No era mi momento. Pero en una prueba en la que hacía de mochilera de mi padre le sujeté la moto en la cola de la zona y el cuerpo me pidió volver al trial. Tuve que aprender todo desde cero, porque no volví a tocar la moto en todo ese tiempo. Pero después de tres años… ¡¡aquí estoy!! (Risas).
– Lo digo porque si bien en 2018 ganaste el título, lo cierto es que tuviste que hacer verdaderos encajes de bolillos entre tu trabajo y el CET.
– Por supuesto. Ese es mi problema principal: el trabajo. Trabajo de lunes a sábado y con horarios difíciles. Me encantaría poder dedicarle a la moto el tiempo que se merece, poder entrenar entre semana y todo lo que conlleve ser más profesional para con el trial. Pero de momento únicamente puedo ir en moto los domingos. Eso sí, estoy abierta a cualquier propuesta que me permita poder entrenar más con la moto o cualquier tipo de ayuda. Cualquiera. (Sonríe).
– ¿Contaste con la ayuda y complicidad de tus jefes?
– De mi jefa. Siempre me ayuda si está en sus manos. Le estoy muy agradecida.– ¿Este 2019 estás en la misma situación? ¿Has distribuido tus vacaciones en función de las distintas citas del CET?
– Sí, sino me sería imposible participar, ya que los viernes por la noche como muy tarde tienes que estar en el sitio donde se corre.
– ¿Cuándo, cómo y sobre todo dónde te preparas para las carreras?
– Como ya te he comentado antes, los domingos, y cuando puedo voy al gimnasio. Entreno en Astigarraga, cerca de mi casa; un municipio de Guipúzcoa a escasos kilómetros del centro de San Sebastián.
– ¿Recibes algún tipo de ayuda pública o privada para poder competir?
– El año pasado me ayudaron Trialfactory, el Club Deportivo Portillo, Supertrack, la Federación Riojana de Motociclismo y Metalsystem. Todos ellos me ayudaron en todo lo que pudieron y les estoy muy agradecida.
– Sabemos que te gustaría disputar el Europeo y el Mundial. ¿Hay opciones de que te veamos en alguna de estas dos competiciones más pronto que tarde?
– ¡¡Ojalá!! (Se le ilumina la mirada). Pero de momento creo que me tengo que quedar con las ganas.
– Berta Abellán pidió ayuda a sus seguidores para poder disputar el Europeo en 2018. ¿Te has planteado hacer una iniciativa similar?
– Es una muy buena idea y la aplaudo por ello. ¡¡Y no lo descarto!! (Risas).
– ¿TrialGP Women o Trial2 Women?
–Para empezar, Trial2 Women e ir subiendo poco a poco hasta llegar a la máxima categoría.
– Este 2019 TR1 y TR2 disputan ‘qualy’ el sábado. ¿Te gustaría que Femenino A también la hiciera?
– Pues mira, la Zona de Calificación hace que el trial tenga más atractivo para el público, pero sinceramente no soy fan de la velocidad en este deporte. De todas formas, todo es adaptarse.
– A todo esto, sabemos que tu piloto preferido es Albert Cabestany. ¿Triste por su adiós a la competición?
– Siiií, pero hemos tenido Cabestany durante muchos años y no nos podemos quejar.
– ¿Qué es lo que más admiras de ‘Cabes’?
– La finura. Hace del trial un deporte elegante.
– ¿Tienes piloto favorita?
– Laia Sanz, sin duda. Yo creo que ella es el referente de cualquier chica.
– ¿Quién es el ‘culpable’ de que Idoia Pey haga trial?
– Mi padre, y siempre le daré las gracias por pasar tanto tiempo junto a mi. Tiene mucha paciencia, y es muy profesional. Él me entiende y sabe lo que hacer cuando me vengo abajo. Si no es por él no sabría ni arrancar la moto. (Risas). Siempre me enseña algo nuevo. Creo que hacemos un buen equipo. (Sonríe).
– ¿Recuerdas a qué edad te subiste por primera vez a una moto? ¿Y tu primera carrera?
– Pues con ocho años y mi primera carrera la recuerdo como algo divertido. Al igual que con el CET también fuimos a probar; a ver qué pasaba, y volví para casa muy contenta. Me encantó. Creo que quedé octava. (Risas).
– La RFME, a través de su Comisión Femenina, convoca de manera anual un mega Campus. ¿Qué te parece la idea?
– ¡¡Fantástica!! Ojalá no fuese solo una vez al año, ya que al último celebrado en Motorland no pude ir porque trabajaba.
– Por último, ¿qué le pides a 2019 a nivel deportivo?
– Solo pido poder ir en moto, tiempo para entrenar más y seguir aprendiendo. El trial me hace feliz.