Los 2 Días de Trial de Clásicas de All volvieron a ser una auténtica fiesta del trial, un fin de semana épico en el que no sólo se disfrutó de zonas y paisajes espectaculares sino también de la compañía de algunos de los más grandes mitos del trial.
Grandes figuras del trial como Yrjo Vesterinen, Jaume Subirá, Charles Coutard, Manuel Soler, Ignacio Bultó, Miquel Cirera, Jaime Puig, Joaquim Abad, Javier Cucurella, Xavier Miquel y también la presencia de Oriol Puig Bultó, fueron la nota destacada de la edición 2019 de los 2 Días de All.
Los 2 Días de All volvieron a ofrecer un fin de semana de trial auténtico
Parecía difícil lograrlo, pero el Motor Club 80 volvió a conseguir superarse con la organización del que para muchos es ya uno de los mejores triales de clásicas de Europa, y es que los 2 Días de Trial de Clásicas de All son únicos, incomparables, gracias a un conjunto de factores que hacen de esta prueba la preferida de muchos.
Una cita ineludible para aficionados de todos los niveles y también para pilotos míticos de la talla del triple campeón del mundo Yrjo Vesterinen, o de los ex-mundialistas Jaume Subirá, Charles Coutard, Manuel Soler, Ignacio Bultó, Miquel Cirera, Jaime Puig, Joaquim Abad, Javier Cucurella o Xavier Miquel.
Rodar en las zonas junto a ellos es todo un privilegio, una especie de viaje al pasado en el que hacer realidad por unos instantes los sueños de juventud de muchos, pero aún más evocador es ver cómo estos grandes campeones te tratan con amabilidad, simpatía y mucha cercanía, como si fueses un buen amigo y no un rival.
El ambiente es grandioso, no sólo por la presencia de estos mitos del trial, sino aún más por el lugar en el que se desarrolla, las preciosas montañas y valles de La Cerdanya, en pleno Pirineo de Girona, con espectaculares vistas a las cumbres nevadas o a estaciones de esquí como La Molina.
El encanto de toda esta región es enorme, cruzando sus hermosos pueblecitos de casas de piedra, madera y pizarra, rodando sobre los torrentes y riachuelos, recorriendo los angostos caminos en las laderas de las montañas, ascendiendo hacia los pinares pintados de blanco por la nieve, siempre rodeados de la más hermosa e idílica naturaleza pirenaica.
Ya sólo el recorrido de por sí merece la pena, pero si además añadimos una impecable organización a todos los niveles, y unas zonas realmente clásicas, muy técnicas y perfectamente marcadas, el disfrute que proporciona este trial es indescriptible. 18 eran las zonas a realizar el sábado y 18 el domingo, en este caso algunas nuevas y otras con modificaciones.
La gran novedad de esta edición era el desdoblamiento de las 12 primeras zonas, es decir, había dos zonas 1, dos zonas 2, dos zonas 3… para los amarillos por un lado y para los verdes y azules por otro, que se intercambiaban en la jornada del domingo.
Así se evitaban las colas, que quedaron reducidas sólo a las últimas zonas de cada día en las que se juntaban todas las categorías. La mayoría de las zonas estaban trazadas sobre agua, torrentes, riachuelos, siendo muy resbaladizas y técnicas, mientras que la última era artificial, de tipo indoor, formada por bloques de piedra y algunos troncos, estando situada junto a la línea de llegada en All. Otra curiosidad fue la zona 17 del domingo, ciega, estando incluso tapada la entrada con una gran sábana colgando de los árboles.
Lo más destacable es que no se repitió ni una sola zona respecto del año pasado, siendo todas nuevas. En esta ocasión el marcaje de las mismas volvió a estar a cargo de Jordi Villalba, con la colaboración del reconocido preparador de motos clásicas, Jaume Jordana en el marcaje de la indoor. El listón de dificultad se puso bastante más alto que en las ediciones anteriores, lo que se dejó notar en las puntuaciones, sobretodo en el nivel azul, bastante más alto de lo habitual en All.
Y aunque hubo algunas colas en las zonas finales, estas avanzaban muy rápidamente, es la gran ventaja del trial clásico, del de otras épocas, en el que el equilibrio dinámico y el buen marcaje de las zonas evita las aburridas paradas y «colocadas» delante de cada obstáculo, ofreciéndo un bonito espectáculo de evolución contínua de los pilotos sobre las resbaladizas zonas…
Sí, resbaladizas, y mucho, ya que al igual que el año pasado la meteorología fue clave, ofreciendo aún mayor autenticidad a esta edición. La jornada del sábado fue la más dura, con nubes negras amenazantes que acabaron descargando lluvia y granizo de manera intermitente, aunque siempre de manera suave y bastante llevadera.
El domingo la lluvia no llegó, el sol se intercaló con las nubes durante toda la mañana y el frio se dejó notar en las partes más altas, que también amanecieron nevadas, aunque no tan intensamente como en 2018. Todo ello hizo que el ambiente en general en el que se desarrolló el trial fuese aún más auténtico, aún más al estilo «Scottish».
A nivel organizativo destacar la carpa montada frente a la rampa de salida, en el Celler d’All, en la que se podían resguardar las motos de la lluvia durante las noches de viernes y sábado, siendo el sábado obligatoria la permanencia en el parque cerrado. La carpa se quedo pequeña ante el gran número de participantes presentes, pues como recordaréis el límite de plazas disponibles se agotó en apenas un par de semanas.
En total hubo 226 participantes más un buen número de seguidores, lo que da clara muestra una vez más del gran éxito de los triales de clásicas y su formato, haciéndonos pensar si el camino del trial no se habrá equivocado con la llegada del «trial acrobático».
Enfrente mismo estaba el centro neurálgico de la prueba, con la oficina de carrera y el bar. En las verificaciones se entragaba a cada piloto una bolsa con una camiseta, un pequeño bote de aceite de un patrocinador y los tickets de comida y desayuno. Con la inscripción no sólo tenías derecho al desayuno y la comida de ambas jornadas, sino también a los dos repostajes que se realizaban en Meranges.
El desayuno era a base de bocadillos de Pan-Tomaquet con embutidos o lomo, la comida del sábado consistía en pasta, butifarra con patatas fritas y yogur, y la del domingo en fideuá y helado, siempre acompañado de bebidas variadas en cantidad y cafés. También hubo zona de avituallamiento con fruta y agua en ambos días, dejando claro el interés del Motor Club 80 por satisfacer a pilotos y seguidores, colmándoles de atenciones. Desde luego este trial volvió a brillar a nivel organizativo, no sólo por la calidad sino por la amabilidad, atención y siempre máxima disposición de todos los integrantes del moto club, que al igual que los voluntarios y jueces de zona realizaron una labor inmejorable, lo que desde aquí agradecemos en nombre de todos los pilotos que pudimos disfrutar de este gran trial.
Estamos seguros que si hubiese más triales como este, la afición por este deporte sería mucho mayor, pues fines de semana como el vivido en All engrandecen este deporte, y no hablamos de trial de clásicas sino de TRIAL, en mayúsculas.
Los grandes campeones siguen dominando
A nivel deportivo, resulta sorprendente ver como los grandes campeones de los años 70 y 80 siguen siéndolo, demostrando que tienen algo especial que les distingue del resto por mucho que pasen los años. Ver la absoluta maestría en el paso por las zonas mostrada por Charles Coutard, Yrjo Vesterinen, Miquel Cirera o Joaquín Abad en el nivel verde, o por Jaume Subirá en la máxima categoría, sigue resultando espectacular.
Así, la categoría más interesante resultó ser la de Trialeros (nivel verde) en la que se jugaron el podio la mayoría de estos mitos del trial. El sábado lideraba la prueba Miquel Ramón con sólo 1 punto, seguido de cerca por los mundialistas Charles Coutard, Xavier Miquel y Miquel Cirera igualados a 3. A continuación estaban Richard Blandin y Alvar Bertrán con 5 e Yrjo Vesterinen con 7. El domingo era el multicampeón francés Charles Coutard sobre su Bultaco quien no dejaba duda de su maestría y con una tarjeta de sólo 2 puntos se llevaba la victoria final con un total de 5 penalizaciones, superando en un sólo punto a Miquel Ramón y Xavier Miquel. Yrjo Vesterinen se quedaba a las puertas del podio con 13 sobre su BSA, igualado a puntos con Glen Hamel y Miquel Cirera.
En Pre 75 verdes el vencedor era el francés Michel Ranc con 9 puntos seguido de Asier Zurbano con 11 y José Gabriel Dasí con 14, dejando fuera del podio por apenas un punto a Josep María Capdevila.
En Amarillos Pre 65 el vencedor fue Victor Martín «Bonaigua» sobre su BSA, concluyendo ambas jornadas con 5 puntos, seguido de Josep Puig con 6 y Antoni Guillen con 7, quedando también el cuarto clasificado a sólo un punto, Ignacio Martín.
En Amarillos Clásicos impecable actuación de Jordi Planas, que terminaba a cero el trial, Joaquim Casadevall era segundo con 2 y Josep Mª Bargalló tercero con 3.
Y por último veamos lo sucedido en la categoría máxima, Expertos o azules, la menos numerosa con 15 pilotos, entre los cuales el joven Joan Rovira «junior» destacó claramente sobre el resto, demostrando que le viene de familia y que supera incluso las maneras de su padre.
Con 14 puntos sobre su Honda TLR, 3 el sábado y 11 el domingo, no dio la más mínima opción al resto en esta edición 2019. La segunda plaza fue para Antoni Ramonet (Fantic 300) con 33 puntos, mientras que el tercer puesto estuvo disputadísimo entre dos pilotos Merlin, Xavier Sardañés y Jaume Bonfill, que finalizaron en este orden tras resolver por ceros el empate a 38 puntos.
El resto acabó con puntuaciones mucho más altas, lo que indica claramente que el nivel ha subido mucho respecto de las ediciones anteriores, algo que no es precisamente bueno, si lo que queremos es que siga existiendo esta categoría y que no vea como año tras año se reduce en número de inscritos, como ya ha sucedido en otros triales, punto por tanto a revisar en general para todos los triales de clásicas.
La jornada del domingo acabó con una excelente fideuà bajo la carpa, seguida de la entrega de premios, emplazándonos para la próxima edición y agradeciendo la presencia de tantos pilotos llegados desde diferentes países. Desde Todotrial nuestro agradecimiento por el esfuerzo que supone realizar triales tan buenos y auténticos como este, y nuestra recomendación para todos aquellos a los que os gusten los triales de verdad. ¡Allí nos vemos el año que viene! No te pierdas la galería de fotos a continuación. También puedes comprar tus fotos del fotógrafo francés Nicolas Nogue en este link: https://www.lamapix.com/php/pages/viewv3.php?code=MT2TRZ6P64