V Cabrianes Trial Version, Triunfo eléctrico

Los 2 Días Cabrianes Trial Version llegaron a su quinta edición este pasado fin de semana, días 4 y 5 de noviembre, siendo la última cita puntuable para el Trofeo Montesa y con numerosas novedades respecto a las ediciones anteriores. A destacar la victoria de Joan Solé Rovira en la categoría máxima sobre su moto eléctrica de fabricación artesanal.

El Cabrianes Trial Version más duro

2 Días, 2 vueltas, 12 zonas, 3 categorías, estas fueron las características de esta quinta edición de los 2 Días de Trial de Cabrianes para motos modernas, que reunió un plantel de 114 pilotos los pasados 4 y 5 de nobiembre.

El sol y buen tiempo el sábado dio paso a un terreno aún más favorable gracias a la lluvia caída en la tarde del domingo, y es que del polvo en la interzona se pasó a un terreno más compacto, adherente y sobretodo menos molesto.

Las zonas, muy técnicas, con giros, fuertes subidas y sobretodo largas, muy largas, resultaron duras y técnicas, subiendo notablemente el nivel de exigencia respecto a las ediciones anteriores, como se refleja en las clasificaciones, con penalizaciones mucho más abultadas de lo habitual en cada categoría. Esto unido a algunas penalizaciones de tiempo hizo que fuesen bastantes los pilotos retirados o que decidieron cambiar de categoría para la jornada del domingo.

Así pues como suele ser habitual en los triales organizados por el Triangel Magic de Cabrianes, cada año puede resultar totalmente distinto al anterior, dando variedad a cada prueba.

En este caso se pasó de un largo recorrido a una sola vuelta a un recorrido más compacto con dos vueltas, aprovechándose el paso por el paddock, que estaba situado en el lugar de siempre, en el patio de la escuela de Cabrianes, para hacer el repostaje.

Las zonas tuvieron el sello característico que tanta fama internacional ha dado a Cabrianes, gracias a su terreno privilegiado para practicar trial, de orografía tan abrupta e interesante que ofrece innumerables posibilidades para disfrutar de un trial muy técnico, es decir, basado más en grandes rampas y giros sobre tierra dura, piedras sueltas y pasos entre árboles, que en escalones de roca pura y dura.

Como es habitual en este trial, la dificultad de las mismas estuvo también en su extrema longitud, por lo que resultaba difícil llegar al cartel de fin de zona sin haber cometido algún error.

El caso es que este Cabrianes Trial Version para modernas será recordado como el menos clásico y más duro de cuantos celebrados hasta la fecha y es que la exigencia y dificultad de las zonas se incrementó notablemente respecto a las anteriores ediciones como ya se ha comentado, lo que llegó incluso a provocar que algunos pilotos se cambiasen a la categoría inferior para la segunda jornada o incluso que se retirasen agotados.

Quizás se le fue la mano a la organización, pues el año pasado el trial resultó de un nivel absolutamente excelente en cada una de las tres categorías. Seguro que Jaume Casadesús toma buena nota de lo sucedido y para 2018 volvemos a tener un trial excelente con zonas tan ideales como siempre.

Sorprendente victoria de Joan Solé con su moto eléctrica

Dando un repaso a lo que fueron los resultados en cada categoría,y comenzando por la de mayor dificultad, azul, sorprendía la espectacular victoria de Joan Solé Rovira en la categoría máxima (azul) sobre su prototipo de moto eléctrica So-Rev, que ya os presentamos en Todotrial (ver artículo aquí).

Calificamos la victoria de sorprendente no por el piloto, ya que conocemos el alto nivel de Joan Solé como piloto, no en vano ha sido en múltiples ocasiones campeón de Cataluña y de España en Veteranos, sino porque es la primera vez que una moto de trial eléctrica se impone a las motos térmicas en la máxima categoría de un trial de larga duración.

El mérito no es poco si tenemos en cuenta que en azules estuvieron pilotos de tanto nivel como el excampeón de Europa y del Mundo Junior Josep Manzano, la joven promesa de Beta Trueba, Gerard Trueba, o los Scottishmen Ignasi Nogué y Carlos Casas entre otros.

Si bien y fieles a nuestro gusto por transmitir las cosas con la máxima información, veracidad y transparencia, también hay que decir que las condiciones no fueron de absoluta igualdad, ya que a la SoRev eléctrica se le permitió realizar dos pasadas seguidas por cada zona en lugar de dos vueltas al recorrido. Esta ventaja estaba motivada en que la carga de la batería no sería suficiente para realizar las dos vueltas, siendo esta su única opción para poder finalizar.

Siendo la única moto que realizó el trial con estas condiciones, hay que reconocer que esto también aportó sus ventajas, como un menor agotamiento al piloto, menor tiempo para completar el trial, y la ventaja que aporta realizar dos veces seguidas la misma zona sin tener que volver a examinarla o recordarla. Esto no quita el enorme mérito de la victoria de Solé, tanto como piloto como sobretodo por el éxito de su labor como ingeniero y desarrollador de su propia moto.

Pero la victoria de Solé no fue fácil, el primer día Gerard Trueba era el líder con 27 puntos, seguido de Ignasi Nogué con 28 y Solé con 31. El domingo Solé reducía su puntuación a 15, el mejor parcial del fin de semana, por lo que al final vencía con un total de 46 puntos, segundo era Nogué con 50 y tercero Trueba con 53. Fuera del podio se quedaba Josep Manzano, al que la falta de entreno se le notó el sábado ya que sumaba nada menos que 58 puntos, pero el domingo era capaz de empezar a mostrar su verdadero nivel y marcaba el segundo mejor parcial con 16.

En la categoría Verde la lucha por la victoria no fue tan abierta, y ya desde el primer día dominó Pim Terricabras, que aprovechó su conocimiento del terreno para ser el mejor en cada jornada e imponerse con un total de 29 puntos, nueve menos que sus dos inmediatos perseguidores, Albert Bordoy y Ramón Membrives, quedando en este orden tras el desempate a ceros. La cosa estaba entre veteranos ilustres.

Y en el nivel más accesible, el amarillo, igualada lucha entre Josep Luis Aguilar «Piru» y Victor Martín «Bonaigua», dos motocateros que acababan el sábado con apenas un punto de diferencia (7 y 8 respectivamente) y dos el segundo (10 y 12) por lo que la victoria era para Piru pero Bonaigua se quedaba con el buen sabor de boca que deja el podio, y más ahora que por motivos de salud va a bajar el ritmo trialero durante una temporada, que esperamos sea breve. El podio lo completaba otro veterano querido por todos, el mallorquín Joan Thomas con 30 puntos, una posición también meritoria dado lo duro del trial y teniendo en cuenta la operación de corazón reciente a la que tuvo que someterse.

Como es norma de la casa, cada día finalizaba con una excelente comida en el polideportivo municipal, un momento que muchos califican como especial, ya que permite unir lazos, dejar diferencias a un lado y ayudar a que los trialeros seamos una gran familia seamos de donde seamos y pensemos lo que pensemos en otros ámbitos de la vida. Por supuesto no faltó la emotiva entrega de premios y sorteo de regalos cedidos por los diferentes proveedores.

El año que viene Cabrianes volverá de nuevo en sus dos versiones, clásicas y modernas, si tenéis la oportunidad no lo dejéis pasar, porque es un trial diferente al resto y de los que merece la pena.