El gran ambiente, la amabilidad, atenciones y facilidades que reciben los aficionados, son muy agradecidas por todos, y en muchos casos se traducen en fidelidad a las pruebas organizadas por todo el equipo de personas gracias a las cuales estos triales se han hecho realidad. Encabezados por Paco y Pedro, también hay que agradecer la ayuda que prestan los siempre amables jueces de zona que aguantan bajo la lluvia, frio, sol, calor o las inclemencias que se presenten.
En esta ocasión las zonas se marcaron en un entorno que pocos de los presentes habian probado, ya que fueron usadas hace tres años. Además se abrió una nueva zona, para ofrecer un total de siete en las que predominó la piedra y la tierra. No habian grandes escalones, utilizando más bien las rampas de tierra que ofrecía el terreno con giros ajustados que unido a la humedad hicieron que las puntuaciones fuesen algo más elevadas de lo habitual.