Buen trial el disputado el pasado domingo 29 de septiembre en Zarzalejo, con el que se reiniciaba el Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas tras el parón de verano. Organizado por Emedoce en sustitución de Motocra, a continuación os ofrecemos el reportaje.
Casi tres meses y medio habían pasado desde la celebración de la última prueba del Trofeo Madrileño de Clásicas disputado en Cabanillas de la Sierra, por lo que las ganas de los habituales eran muchas para volver a ponerse en marcha tras el descanso del verano.
Tres meses que han servido para poner a punto las motos y descansar ante una temporada que está siendo la más cargada de triales de clásicas de los últimos años, pues al Trofeo Madrileño se unen el Trofeo Sotobike y la nueva Copa de España con pruebas de 2 días, además de otros triales de larga duración, todo ello sin contar con los triales de modernas.
Por suerte la temporada en Madrid ha sido muy bien planteada, y el calendario ha estado bien distribuido a lo largo del año, con 8 pruebas en los meses de febrero, marzo, mayo, junio, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, siendo las de mayo, octubre y noviembre las pruebas de dos días coincidentes con el Trofeo Sotobike.
Por tanto la cita de Zarzalejo era la quinta puntuable, y por primera vez se realizaba un trial de clásicas en esta localidad, que tradicionalmente ha sido muy trialera, ya que desde los años 80 se han disputado triales allí hasta mediados de los 90, para retomar la actividad el año pasado.
Quizás esta falta de actividad ha hecho que algunos habitantes de la zona hayan perdido la memoria, y no recuerden que en tantos triales que allí se celebraron, nunca se ha dejado huella negativa en los terrenos utilizados, y por el contrario siempre se beneficiaron los comercios del pueblo a la hora del desayuno y de la comida, así como los habitantes más tolerantes y de mente abierta que disfrutaron de un bonito espectáculo.
El caso es que hubo un par de episodios lamentables cuando un vecino quiso obstruir el paso de los participantes por el recorrido interponiendo su coche en medio del paso, lo que podía haber provocado algún accidente, o cuando una pareja de «ecologistas de boquilla» recriminaron a algunos participantes, lo que no sirvió más que para demostrar la tremenda ignorancia de los susodichos.
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Dejando estas anécdotas de lado, todo discurrió con total normalidad como corresponde a una actividad federada, reglada y asegurada que cuenta con todos los permisos administrativos y medioambientales. Aunque también es cierto que el trial discurre demasiado cerca de las calles de la localidad, lo que puede incomodar a algunos vecinos intolerantes o no demasiado madrugadores. Por tanto sería conveniente alejar un poco más algunas zonas y sobretodo que los pilotos no realizasen entrenos de calentamiento junto a las casas de los vecinos, respetando así a quienes quieran prolongar su sueño.
El día acompañó, con una temperatura agradable y un terreno totalmente seco a pesar de las nubes que amenazaron durante la semana y a primera hora de la mañana.
Pasando a comentar las peculiaridades del trial, este contaba con 8 zonas a recorrer en 3 vueltas, con un recorrido de longitud media, más que suficiente para estirar el pelotón de participantes y con un tiempo límite también más que suficiente para que no hubiese prisas. Los pilotos de nivel amarillo comenzaban en la zona 3, mientras verdes y azules lo hacían en la 1.
Las zonas estaban marcadas principalmente en terreno de pinar, con tierra resbaladiza y muy poco compacta, además de grandes bloques de piedra granítica típicos de esta parte de la sierra madrileña. Unas zonas bonitas, muy bien marcadas y perfectas para cada uno de los tres niveles participantes. Los giros técnicas, subidas y bajadas o pasos resbaladizos en tierra o piedra suelta complicaron las cosas pero sin poner ni un sólo grado de peligro. Al final todos los pilotos se mostraron encantados con el recorrido y el marcaje de las zonas, que eran además divertidas y con su grado justo de dificultad.
La inscripción fue bastante buena, con 72 participantes, por lo que una vez más se superó al trial de modernas, lo cual sigue dando indicadores claros sobre como es el trial que gusta a los aficionados o cómo es la preocupante pirámide de edad de este deporte en la Comunidad de Madrid.
Repaso a las categorías
Comenzando por la categoría más difícil, la de Expertos o nivel azul, las zonas fueron ideales, muy técnicas pero sin peligro alguno, siendo la penúltima la más complicada por un escalón doble e irregular en el que todos enfiascaron en la primera vuelta salvo José Luis Ruiz, que lograba pasar a dos a los mandos de su impecable Merlin DG roja. Esto le valía para situarse con 9 puntos segundo tras Bertrán Martínez-Peñalver, que con 6 puntos estaba líder en la primera vuelta, mientras el resto de pilotos se alejaban con 13 para Paco Guzmán, y 14 y 15 para sus perseguidores.
Pero Paco Guzmán afinó increíblemente en las otras dos vueltas y con parciales de 1 y 0 no dejó opción llevándose la victoria con sólo 14 puntos, superando en 4 a Bertrán y en 7 a José Luis Fernández, que completaba el podio. Feliz Iñiguez, Horacio San Martín y Marino Galilea completaban la clasificación.
En el nivel verde y comenzando con la categoría Pre 80, Carlos Varadé dominó en todo momento sobre su Bultaco Sherpa 199A, completando las tres vueltas y 24 zonas con sólo 8 puntos. En segunda plaza se situó Chava del Campo, también con Bultaco, sumando 11 puntos, y completando el podio buena reaparición para Toño Villanueva, con 14 puntos. Buena noticia ya que ha sufrido una larga recuperación tras la rotura de una pierna que se produjo montando en bici. Antonio García completaba la categoría.
En Trialeros (Post 80), la lucha por el primer puesto volvió a ser muy intensa, con Luis Arocas (Ossa) y Antonio Serrada (Fantic) intercalándose en el liderato. Serrada comenzaba la primera vuelta con sólo 2 puntos frente a los 4 de Arocas, siguiéndoles de cerca Julio Fernández de Caleya (Bultaco) y Carlos Zorzo (Garelli) empatados a 6.
En la segunda vuelta Luis Arocas se destacaba al marcar un sólo punto, mientras Serrada cometía un fiasco que le dejaba las cosas difíciles, tratando de recuperar en la tercera pasada, que brodaba al superar las 8 zonas a cero. Sin embargo no fue suficiente ya que Arocas volvía a sumar un punto en la última zona y con ello subía a lo más alto del podio con un total de 6 puntos, dejando a Serrada segundo con 8 y a Julio Fernández de Caleya tercero con 12. Carlos Zorzo se quedaba fuera del podio perjudicado por un fiasco con un total de 16 penalizaciones.
En el nivel amarillo, los 8 pilotos de Pre-72 disfrutaron de unas zonas que resultaron ideales para sus veteranas monturas. Dos de ellos se destacaron protagonizando una apretada lucha, que no se resolvió hasta la última zona, Antonio Díaz y José Mª Hernáez. El primero comenzaba líder en el primer giro con sólo 3 puntos, seguido de cerca por Hernáez con 4, Miguel Fernández Cañete con 5 y Eduardo de Torre con 7.
En la segunda vuelta se igualaban las puntuaciones de los dos primeros al tiempo que se destacaban sobre el resto, y en el tercer giro todo parecía indicar que Hernáez se llevaría el triunfo sobre su Sherpa modelo 27 hasta que se dejaba dos puntos en la última zona y con ella cedía el primer puesto a Díaz y su Ossa MAR, finalizando con un total de 6 y 7 respectivamente. Completaba el podio Eduardo de Torre con su Bultaco seguido de Miguel Fernández Cañete, Javier Cruz y Paco Chana sobre su original Montesa Impala «look Texas».
Y en la categoría siempre más numerosa, Clásicos, esta vez se contaron 35 inscritos, estando la lucha por las plazas de podio apretadísima. Las dos últimas zonas fueron las decisivas, las que pusieron ese extra de dificultad que sirvió para marcar las diferencias. Juan Luis Pérez Cabrera y Jesús Ramos eran quienes se colocaban líderes al término de la primera vuelta empatados a 3 puntos, pero con 4 estaba José Conesa y con 5 trimple empate entre Pedro Murillo, Juan Carlos Avila y Javier García Delgado.
En la segunda vuelta la lucha continuaba intensa entre todos ellos, a los que se unían Marcos Avila con un parcial de cero y Juan Pablo Moll con un giro a un punto. La tercera vuelta sería intensísima, pero José Conesa, alcalde de Becerril de la Sierra y gran aficionado a todo tipo de motos, lograba un parcial de dos puntos que confirmaban su regularidad a lo largo del día y gracias a ella su primera victoria trialera con un total de 10 puntos, uno menos que Marcos Avila y Pedro Murillo. El desempate entre estos se resolvió por número de ceros, 8 para Marcos y 5 para Pedro. José Ramón Piñeira se quedaba fuera del podio por sólo un punto en esta divertida y competida categoría.
En definitiva un buen trial de los que se disfrutan y crean afición, con zonas técnicas y muy trialeras, pero sin peligro y divertidas, la mejor mezcla posible.
La próxima cita puntuable sería en la localidad leonesa de Pobladura de las Regueras, en la prueba de dos días también puntuable para el Trofeo Sotobike.
Clasificaciones
