Alcañiz volvió a ser escenario de la Copa de España de Trial de Clásicas tras un año de ausencia, repitiendo el gran éxito organizativo de entonces gracias al excelente trabajo del Moto Club Bajo Aragón, sin duda fue un trial de los que crean afición.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: H. San Martín, Jesús Dus, Visual Technologies.
Tras un magnífico comienzo en Sigüenza (Guadalajara) en el primer de semana de marzo, un mes después, los días 5 y 6 de abril, llegaba la segunda prueba doble de la Copa de España de Trial de Clásicas 2025, volviendo a un escenario que se estrenó hace dos años y que agradó mucho a todos, la bella localidad turolense de Alcañiz. Bien conocida por su pasión por el mundo del motor, y en especial por las famosas carreras urbanas de automovilismo que se disputaron entre los años 60 y 90 y que posteriormente dieron origen al circuito de Motorland Aragón, tambien cuenta con gran tradición trialera. No en vano el Moto Club Bajo Aragón, organizador de esta prueba, celebró en 2023 su 50 aniversario.
De nuevo era este Moto Club el que con muchas ganas afrontaba por segunda vez la organización de esta cita, volviendo a dejar el nivel organizativo con el listón muy alto. Las ganas de agradar a los participantes se notaban en cada detalle y estos supieron agradecerlo en todo momento.
El trabajo de los organizadores fue insuperable, como claro ejemplo basta señalar que no quisieron limitarse a marcar 12 zonas y a modificarlas para el día siguiente, sino que directamente marcaron 22 zonas diferentes, 12 para la jornada del sábado y 10 para la del domingo, por lo que no se repitió ninguna.
Pero no sólo se esforzaron en la cantidad, también en la calidad, ya que todas las zonas eran perfectas. Largas, técnicas, divertidas y muy clásicas, con un nivel ideal para cada categoría. Ninguna tenía pasos peligrosos o excesivos pero sí había que esforzarse para sacar el cero, ya que en los pasos técnicos había que hilar muy fino en la trazada. Al final de cada día los pilotos estaban encantados.
Los trofeos fueron otro de los rasgos distintivos, ya que se trataba de cuadros sobre madera pintados a mano, en los que el propio artista escribía el nombre del vencedor, segundo o tercer clasificado al terminar la prueba. Y cada uno de ellos reflejaba a un piloto y una moto míticos de los años 60 y 70.
Al hacer la inscripción cada inscrito recibía una bolsa con algunos productos de la zona, un polo de manga larga conmemorativo del trial e información turística. Otro detalle especial que introdujo la organización como novedad fue que todas las zonas se podían visitar virtualmente a través de imágenes interactivas, con diferentes vistas de cada zona y pasando de una a otra a través del mapa, tal y como pudísteis ver a través del previo publicado aquí, en Todotrial. Y aún hay más, la organización ofrece a cada piloto sus fotos gratuítamente, que se pueden descargar en este link: https://clientes.visualtechnologies.eu/TRIAL/, lo que se une a las fotos de la galería de Todotrial que encontraréis al final de este reportaje, y suman en total más de mil fotos.
La actividad comenzaba el viernes por la tarde con las verificaciones administrativas, que en esta ocasión se hacían en las instalaciones del Santuario Virgen de los Pueyos, donde estaba el centro neurálgico de la prueba, disponiendo de una gran explanada para el paddock. La rampa de salida, podio y parque cerrado estaban frente al propio santuario, donde también se dispuso de servicio de bar, por cierto muy concurrido durante todo el fin de semana.
La participación volvió a ser buena, contando con 126 pilotos llegados desde los más diversos lugares lo que indica que la Copa de España sigue siendo un éxito, especialmente cuando al final de cada jornada se escuchan los comentarios de los participantes, los cuales en esta ocasión volvieron a ser de máximo disfrute y satisfacción.
El recorrido constaba de unos 12 kms por vuelta y en esta ocasión se habían quitado las bajadas más complicadas de la edición de 2023 para intentar facilitar las cosas a todos. El sábado el tiempo concedido era de 6 horas, más que suficientes, mientras que el domingo, con dos zonas menos por vuelta se reducía a 5 horas.
Entre vuelta y vuelta se cambiaban las tarjetas, ya ue en esta ocasión no se utilizó el sistema de app móvil como en Sigüenza, tampoco se echó de menos. Los participantes tenían a su disposición bebida y fruta en abundancia, además de un bidón con agua fresca a mitad del recorrido.
En ambas jornadas la meteorología acompañó, ya que las temperaturas fueron agradables y el sol brilló combinado con algunas nubes, pero sin que hubiese en ningún momento posibilidad de lluvia. Además el terreno estaba inmejorable en todos los sentidos, aunque en algunos caminos había algo de polvo, tampoco demasiado.
La primera zona de cada jornada estaba situada junto al paddock, una muy buena idea, ya que esto facilitaba el acceso al público y acompañantes, así como permitía a los pilotos que aún no habían salido ver el paso de sus compañeros.
Muy acertadamente se hizo que la primera zona del sábado fuese especialmente fácil para que los pilotos fuesen pasando sin aglomeraciones, pero en las zonas 2 y 3 sí que se formaron algunas colas. Por suerte estas se disolvieron rápidamente y el pelotón se extendió sin que hubiese más colas en toda la jornada, sucediendo el domingo algo similar.
Pero veamos quienes destacaron en cada categoría, tanto en cada unoa de las jornadas como en la suma de ambas que es la que conforma los podios para la entrega de premios, aunque cada día puntúe de modo independiente para la clasificación general.
Pre-75, Cuando las más antiguas ganan
En la categoría de las motos más veteranas, el piloto aragonés Chema Cosculluela (James) escribió una de las historias más interesantes del día. Pilotando una moto británica pre 65 de 2 tiempos, sumó 1 sólo punto en todo el día ante la admiración de sus 16 rivales. Las Ossa, con los pilotos valencianos Rafael Asins y Vicente Arturo de Miguel en segundo y tercer puesto con 3 y 4 puntos respectivamente, demostraron por qué fueron las reinas de los 70.
El domingo fue el vigente campeón Carlos Bosch (Bultaco) quien dominó al terminar las 20 zonas con apenas 2 puntos, seguido de Enrique González de Castejón (Montesa) con 3 y Vicente Arturo de Miquel (Ossa) con 6 tras resolver a su favor un triple empate.
Chema Cosculluela se alzó con la victoria final del dos días, aunque cada jornada puntúa independientemente en la clasificación del campeonato, al sumar un total de 8 puntos, demostrando una gran consistencia sobre la moto más antigua de la categoría y también la única pre’65 del fin de semana.
Vicente Arturo de Miguel logró el segundo puesto del podio final con un total de 10 puntos, mientras que el catalán del Moto Club Cent Peus Antoni Tomàs (Montesa) completó el podio con 12 puntos, tras un fin de semana de intensa lucha entre las clásicas más respetadas, deostrando que la igualdad y competitividad también es muy intensa en esta categoría tan interesante.
Clásicos Manuel Soler: Homenaje con mayúsculas
En la categoría más numerosa, dedicada al legendario y querido «Monstruíto», el mayorquín Juan Thomas Calafat (Fantic) ofreció una exhibición técnica espectacular: 0 puntos en ambas vueltas ante 38 rivales.
La batalla por el segundo y tercer puesto fue épica: Antonio Guillén (Bultaco), Jorge Alberto Selma (Bultaco), Jordi Tubau (Bultaco) y Jordi Torrent (Fantic) quedaron igualados a 2 puntos, decidiéndose en el desempate por ceros y tiempo, quedando en el orden mencionado, lo que indica claramente que en esta categoría la igualdad también es máxima y que cualquier error se paga caro, ya que hay muchos pilotos que son claros candidatos a subir al cajón.
Rafael Sanromá (Beta) sorprendió el domingo al vencer con solo 1 punto, superando a José Ramón Martínez (Montesa) y Jordi Tubau (Bultaco), ambos con 2 puntos, con lo que los tres primeros fueron totalmente diferentes al día anterior, demostrando lo competido de la categoría. Thomas, ganador del sábado, cayó al séptimo puesto con 5 puntos.
A lo alto del podio del fin de semana subía el piloto de la Escudería L’Ofre Juan Thomas con un total de 4 puntos tras un ajustadísimo desempate con Jordi Tubau, completando el podio Selma con 5 puntos. La categoría mostró una competencia feroz, con cambios significativos entre ambos días, como podéis ver en la clasificación.
Postclásicos Amarillos: El dominio de las Fantic
Los 18 participantes de esta categoría, la que más ha crecido este año, demostraron que la tecnología «moderna» puede convivir con el espíritu clásico, pues aquí se admiten las motos que ya incorporan frenos de disco y monoamortiguador, pero conservando la refrigeración por aire.
Víctor Morales Ferro (Fantic) se coronó con solo 3 puntos, pero la lucha estuvo apretada ya que Nacho Tamargo (Fantic) era segundo con un punto más tras ser el único que lograba una primera vuelta perfecta (0 puntos). El podio lo completó Francisco Javier Antolín (Fantic), confirmando el triplete de la marca italiana en una categoría donde las Beta intentaron sin éxito romper la hegemonía.
El domingo el palentino Francisco Javier Antolín cerró un fin de semana perfecto con victoria impecable (0 puntos), demostrando supremacía absoluta en las 10 zonas. Tamargo y Morales completaron el podio con 4 y 5 puntos respectivamente.
Por lo tanto Antolín se coronó vencedor del fin de semana con un total de 6 puntos, reforzando su dominio. Tamargo y Morales completaron el podio con 8 puntos, destacando el triplete de la marca italiana en esta categoría. Cuarto a cierta distancia era el piloto del Club Motomontañismo Arteizo José Luis López Fernández con su Beta TR34, por lo tanto dominio de máquinas italianas en esta categoría.
Pre-80 Verdes: Duelo de Bultacos
El valenciano José Gabriel Dasi (Bultaco) firmó una actuación perfecta (0 puntos) en una categoría donde el 80% montaban la mítica marca española. El catalán Manel Campoy (Bultaco) y el madrileño José Luis Ruiz (Bultaco) con 5 y 8 puntos respectivamente completaron un podio monocolor que demostró la supremacía de las Sherpas en esta década dorada para nuestras marcas.
El domingo fue Campoy quien venció de manera destacada al imponerse con sólo 2 puntos sobre Ruiz (7) y Dasi (8). La zona 6 resultó decisiva, donde Antonio Villanueva (Bultaco) perdió sus opciones al sumar 8 puntos sobre una de las motos más veteranas de la categoría, terminando quinto tras Javier Aldecoa (Bultaco).
Manel Campoy subió a lo alto del podio con 7 puntos, seguido de Ruiz con 15 y Dasi con 16, confirmando la hegemonía de Bultaco en la categoría.
Trialeros: Las Merlin arriba
La segunda categoría con más participación, y primera del nivel verde, tuvo una lucha muy igualada. El madrileño Mariano Gómez (Merlín), el andaluz Rafael Trucios (Merlín) y el piloto del club organizador Jaime Mir (Fantic), empataron a 2 puntos ante otros 26 rivales, con Gómez llevándose el triunfo en el desempate. El podio lo completó Jaime Mir (Fantic), cuyo espectacular derrape controlado en la zona 12 arrancó ovaciones.
El domingo Trucios se impuso con 2 puntos ante Gómez y Jaime Mir, con 2, 4 y 6 puntos respectivamente, en el que fue un nuevo capítulo de la apretada lucha del día anterior.
Trucios se llevó la victoria final con 4 puntos, superando a Gómez (Merlín) y Mir (Fantic), quienes sumaron 6 y 8 puntos respectivamente.
La categoría destacó por su igualdad y emoción hasta el final. Cabe destacar que hubo cuatro pilotos menores de 25 años, señal de que las clásicas también pueden enchanchar a las nuevas generaciones.
Postclásicas Verdes: dominio de Mendibil
Los 4 inscritos en esta categoría demostraron que menos es más. El piloto vasco Roberto Mendibil sobre su llamativa Mecatecno Dragonfly dominó con 6 puntos, la mitad que el segundo clasificado, el navarro afincado en Madrid Marino Galilea (Beta), mientras que el piloto alicantino José María Martínez completaba el podio con 17 puntos sobre su Honda RTL.
El segundo día Mendibil logró su segunda victoria consecutiva (3 puntos), seguido de Martínez (13) y Galilea (24). El piloto local Raúl Saumell (Fantic) completó la clasificación.
Mendibil cerró un fin de semana perfecto con 9 puntos, seguido de Martínez con 30 y el preparador Marino Galilea con 36 en una categoría donde la técnica marcó la diferencia.
Expertos: Diego Urreta sigue dominando
En la categoría reina, los 5 participantes mostraron por qué siguen siendo pilotos de altos vuelos. El multicampeón vasco Diego Urreta (Fantic) dominó con 8 puntos, pero la verdadera intensidad estuvo en la lucha por la segunda posición, siendo finalmente el madrileño Alberto Moreno (Aprilia), quien se hacía con ella al terminar con 18 puntos, cinco menos que el catalán Antoni Ramonet (Fantic).
Al día siguiente Urreta completó su dominio del fin de semana venciendo con 3 puntos. El piloto de la cercana localidad de Valderrobres, Sergio Puyo (Aprilia) lograba ser segundo con 13 puntos a pesar de no estar habituado a las clásicas y competir con una moto prestada. Ramonet completó el podio mientras Moreno cerró esta vez la clasificación tras Narcís Sánchez (SWM).
Urreta confirmó su supremacía con 13 puntos, mientras Ramonet y Alberto Moreno lucharon por el podio, terminando con 42 y 54 puntos respectivamente. Urreta demostró por qué es un referente en las clásicas.
Postclásicas Azules: El duelo de las «mono»
Los cuatro pilotos que compitieron el el nivel azul sobre máquinas de los 80 ofrecieron una clase de maestría. El catalán David Sánchez Bosch (Fantic) venció con solo 3 puntos, mientras el alicantino Rafael Sirvent (Honda) y el también catalán David Roig (Beta) luchaban casi hasta el final para terminar separados por 15 puntos.
La estrella fue la GasGas Halley de Jordi Gómez, única representante de la marca en la categoría, que a pesar de terminar cuarta robó admiración al ser la moto que inició la historia de la marca.
Sánchez repitió triunfo con 2 puntos, mientras Sirvent era segundo con 22 y Gómez libró un intenso duelo con David Roig para acabar subiendo al podio por apenas 3 puntos de diferencia.
El podio final tuvo a Sánchez cláramente en lo más alto al dominar el fin de semana con un total de 5 puntos, seguido de Sirvent con 44 puntos y Gómez (GasGas) con 78 puntos, en una categoría que combinó maestría y nostalgia por las motos de finales de los años 80.
En resumen, un magnífico fin de semana de los que crean afición, ya que hizo disfrutar del trial más clásico y puro a los participantes gracias a una organización de 10 en todos los aspectos. La próxima prueba del Campeonato será en Asturias, ya que volverá a otro lugar idílico para nuestro deporte, La Foz de Morcín, los días 7 y 8 de junio.