La tercera edición del Trial de Mesones volvió a sorprender, en su edición de homenaje a Jordi Tarrés. Un trial diferente, especial, en el que la calidad organizativa estuvo al máximo nivel y como tal recibió la respuesta de los aficionados.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: Ginés Prieto, H. San Martín.
Tras el gran éxito de las dos ediciones anteriores el Trial de Mesones llegaba el 20 de octubre de 2024 con el listón de calidad realmente alto, todo un reto puesto que las expectativas en casos así pueden no ser satisfechas. Sin embargo una vez más la organización volvió a brillar en todos los sentidos, tanto en el aspecto deportivo, como en lo puramente organizativo y en cada detalle, haciendo que de nuevo fuese una jornada especial, mucho más que un simple trial.
La respuesta de los aficionados no fue menos, ya que tanto el número de participantes como el de público batieron el record de esta temporada.
La cita tenía en esta edición al 7 veces campeón del Mundo de Trial, Jordi Tarrés, como invitado de lujo, algo que sin duda fue un gran atractivo. Son muchos los aficionados para quienes la era dorada del trial es precisamente la de los triunfos del piloto de Rellinars. Aunque no pudiésemos verle en acción sobre una moto, está claro que su mera presencia atrajo aún más asistencia y no fueron pocos los que aprovecharon la ocasión para fotografiarse con él o pedirle autógrafos.
Además de Jordi, había otro nombre propio protagonista en este trial, aunque en este caso presente en los corazones de todos los aficionados.
Por supuesto nos referimos a Michael Sans, el trialero hispano británico tan querido por todos, que repentinamente nos dejó el año pasado apenas unos días antes del Trial de Mesones. En su recuerdo volvió a estar su moto junto al podio y se quiso hacer un homenaje especial, en el que se entregó una miniatura dedicada de su Honda TLR a su mujer e hija. Emocionada decía «sabíamos que a Michael le quería mucha gente, pero no nos imaginábamos que tanto y tantísimos como nos habéis demostrado». Algunos de sus amigos más allegados, como Paco Puebla, también quisieron decír algunas palabras en honor a Michael, a quien jamás olvidaremos todos los trialeros de Madrid que tuvimos la suerte de conocerle.
En cuanto al nivel organizativo no podemos dejar de mencionar los esfuerzos de los organizadores, con Manolo Torralbo, Jorge de Lorenzo, Adolfo Barreiro y Javier Rubio como algunos de los cabezas visibles de la prueba. La atención por los pilotos fue máxima, ofreciendo a cada uno de ellos una bolsa con productos, camiseta de la prueba, un recuerdo conmemorativo o la placa portanúmeros. Pero no sólo eso, también disponían de avituallamiento en las barras de Coca Cola y al finalizar la prueba estaban invitados a una magnífica paella.
A parte de esos detalles, que por supuesto agradaron a los participantes, posiblemente gustó aún más el hecho de que el formato del trial fuese a 10 zonas con 2 vueltas en lugar de las habituales 8 zonas a 3 vueltas, contando con un recorrido bastante extenso para lo que estamos acostumbrados. Todo esto y lo anterior, por el mismo coste de inscripción de un trial normal, 45 Euros, lo que deja claro el gran esfuerzo realizado por la organización.
Tampoco se dejó de lado la atención al público, con cuatro zonas situazas muy cerca de la salida y nada menos que tres magníficas exposiciones. Por un lado una buena muestra de la colección de clásicas de campo de la familia Abádez González, junto a esta una pequeña muestra de motos de trial infantiles, y como estrella, una exposición de las motos de Jordi Tarrés, incluyendo algunas equipaciones.
Al igual que el año pasado el público fue muy numeroso, y también la participación, que se situó por encima del centenar de pilotos, algo que no sucede en ningún otro trial regional de la temporada en Madrid y que es fruto del esfuerzo de los organizadores.
La razón es sencilla, en este trial se busca atraer a pilotos que o bien lo habían dejado hace años o bien son sólo aficionados y quieren probar a debutar en una prueba. Es el trial ideal para ello, ya que las zonas se hacen sencillas y sin peligro alguno. Estos numerosos debutantes pueden correr en la categoría «entrenamientos» sin aparecer en la clasificación y con cualquier moto, clásica o moderna, para lo que deben sacar una licencia de un día, que no es barata pero se trata de una ocasión especial. Así pudimos ver a varios niños locales debutar, que al final del día se llevaron un merecido trofeo al ser llamados al podio. También hubo mayores debutantes, tanto unos como otros son sin duda lo que necesita este deporte.
La opción de entrenamientos hizo que también se animaran a correr pilotos llegados desde lugares lejanos, como Valencia, Extremadura, Toledo, e incluso vovimos a contar con la presencia del catalán Jaume Casadesús, toda una referencia en el trial de clásicas, por ser el creador del 2 Días de Trial de Clásicas de Cabrianes, la prueba que dio origen a los triales para clásicas de larga duración con gran éxito internacional.
Por supuesto no podemos dejar de mencionar el enorme apoyo ofrecido por el Ayuntamiento de El Casar y por las voluntarios de Protección Civil, que una vez más dieron todo su apoyo a una iniciativa deportiva tan sana como esta, pese a las dificultades por parte de las autoridades medioambientales.
Penúltima prueba del Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas
Pasando a lo estrictamente deportivo, era la penúltima cita del año puntuable para clásicas. El trial agradó mucho a todos por su marcaje. Y es que aunque en el terreno de Mesones apenas haya piedras, sí da juego para disfrutar de bonitas zonas a base de desniveles de tierra, giros técnicos y trazadas muy clásicas, sin peligro y muy divertidas.
Empezando por los amarillos, la categoría Pre 75, que contó con seis pilotos, la victoria fue para el valenciano José María Martínez Anaya, que a los mandos de su OSSA MAR completaba las 20 zonas con sólo 3 puntos. Segundo era el extremeño David de Arriba con 6 puntos, y completaba el podio Miguel Fernández Cañete con 10.
En Clásicos Julián López Calvo (Bultaco) se imponía con un total de 3 puntos, segundo era José Antonio García Conde (Honda) igualado a 7 puntos con el periodista del mundo del automóvil Alfonso Aguilera (Montesa) pero gracias a la diferencia de dos ceros se resolvía el empate.
Pasando a la categoría de Trialeros, el nivel intermedio o los que realizan los pasos de zona de color verde, esta vez reunió a 11 participantes. Entre ellos Paco Guzmán (Bultaco) era el claro ganador con tan sólo 2 puntos al término de las dos vueltas, cuatro menos que Toño Villanueva (Bultaco). Luis Arocas era tercero con 13 puntos tras una apretada lucha por esta posición en la que se imponía sobre Mariano Gómez y Alberto Pérez.
En la categoría reservada a las motos más modernas de mediados de los 80 y principios de los 90, las Post Clásicas, que equipan ya frenos de disco y monoamortiguador pero mantienen la refrigeración por aire, la diferencia sobre el resto obtenida por el vencedor fue abismal.
Marino Galilea (Beta) no tuvo rival en esta ocasión finalizando con sólo 4 puntos. Uno de sus principales rivales en cada prueba, Bertrán Martínez Peñalver, no tenía un buen día a causa de estar estrenando moto, una Merlin DG 3.88, que no estaba lo suficientemente puesta a punto, pese a lo cual era segundo con 22 puntos. También con 22 puntos era tecero José Manuel Herráez (GasGas).
Por último en la categoría superior, azul, Expertos, la lucha fue apretadísima ya que los pilotos del podio acabaron separados por apenas 4 puntos. El ganador fue Alberto Moreno (Aprilia) con 17, seguido de Antonio de Hoyos (Fantic con 18) y de Horacio San Martín (Fantic) con 20, en una categoría que tuvo algo más de participación de la habitual y cuyas zonas eran técnicas pero nada peligrosas.
Gran éxito por tanto para este trial de Mesones, que deja el listón realmente alto en cuanto a calidad organizativa. La última prueba del campeonato de clásicas será el día 15 de diciembre con el Trial de Collado Mediano, organizado por el MC Trial Madrid, no os lo perdáis.
Allí donde está Torralbo está la calidad.
Enhorabuena a Manolo y su equipo y ¡que siga mucho tiempo!