Un año más han sido varios los trialeros presentes en el Rally Dakar, y en esta ocasión de nuevo tenemos que felicitarlos por los grandes resultados obtenidos. Laia Sanz tuvo una actuación magnífica y acabó en el puesto 11º en motos, Dani Oliveras debutaba junto a Gerard Farrés en coches SidebySide y terminaban segundos de la categoría, mientras el veterano Xavi Foj acababa segundo de su categoría.
Como os venimos contando en los últimos años desde las páginas de Todotrial, el número de pilotos trialeros y ex-trialeros ha ido en aumento en el rally Dakar en los últimos años, y de hecho son muchos los dakarianos que iniciaron sus pasos en el trial, entre ellos nombre míticos como Jacky Ickx o incluso Carlos Sainz, o que aunque no vienen de esa disciplina lo practican alguna que otra vez como Stephane Peterhansel. Pero sin duda los trialeros más reconocidos entre los nuestros hoy día son Laia Sanz y Dani Oliveras.
Comenzando con Laia, sin duda ha roto todos los pronósticos al terminar undécima absoluta, pese a la falta de preparación con la que tuvo que afrontar esta edición del Rally Dakar. Ninguna mujer en la historia ha logrado igualar los hitos que está consiguiendo en motos la de Corbera de Llobregat en las 41 ediciones de esta competición. Ningún otro piloto en activo de la categoría de las dos ruedas ha podido acabar nueve participaciones consecutivas en el rally más extremo del planeta. Y, como siempre, ha vuelto a hacer lo que nadie podía esperar: esta vez, terminar en una insólita 11ª posición absoluta, el año que peor preparada llegaba a la cita por culpa de las enfermedades (una mononucleosis, la fiebre Q y una neuropatía) -ya superadas- que han condicionado su estado físico.
Este ha sido su segundo mejor resultado final en un Dakar al superar por una posición el 12º lugar del año pasado. Le han faltado dos puestos más para igualar el histórico 9º absoluto de 2015, la mejor clasificación de una mujer, pero eso hubiera sido más increíble aún. «Estoy muy feliz con este resultado. No hubiera pensado nunca acabar así, llegando como he llegado a la carrera. He sufrido mucho para estar aquí. Si hace un mes me dicen que hago la 11, no me lo creo», comentaba exultante a su llegada a la meta Laia Sanz. «Estoy súper contenta. Quiero dar las gracias al equipo y a la gente que ha estado cerca de mí estos meses tan difíciles».
Laia Sanz también tuvo palabras para su compañero Toby Price en el equipo KTM, que se terminó imponiendo con una victoria final también «impensable». «Lo de Toby es de otra galaxia. Con la mano rota y unos dolores fortísimos no sé cómo ha sido capaz de pilotar a este nivel y ganar la carrera. Al llegar al campamento cada día, dejaba caer la moto porque no podía sujetarla más del dolor. Es brutal lo suyo y me alegro un montón por él y por todo el equipo», destacó horas antes de afeitarle la cabeza. «Es lo que nos jugamos. Tenía muchas ganas de cortarle el pelo desde hacía tiempo y no se escapó esta vez», bromeaba en referencia a la apuesta que hicieron ambos si ella terminaba en el top 15. Laia tampoco se escapó de su parte del trato y Price pudo besarla durante cinco segundos por haber finalizado entre los cinco primeros, aunque en una muestra de caballerosidad le acabó dando el beso en la mano.
En cuanto a Dani Oliveras, debutaba sobre 4 ruedas junto a Gerard Farrés, como copiloto y piloto respectivamente en la categoría SxS en la que han logrado un magnífico segundo puesto.
Hace justo dos años Gerard levantaba el «Tuareg» como tercer clasificado en moto, hace justo un año anunciaba con pesar el fin de su carrera en motos, mientras que Dani tenía previsto seguir corriendo pero la desaparición del equipo Himoinsa en el que estaba junto a Farrés, le impedía encontrar un nuevo equipo con opciones de estar arriba, así que no dudó en aceptar la propuesta de su buen amigo «Farreti» y acompañarle en el SxS.
Durante esta edición el dúo Farrés-Oliveras ha funcionado con tal precisión que se ha ganado el máximo respeto de esa otra parte del campamento que madruga un poco menos. Los dos «novatos» procedentes de las motos han resultado ser dos fueras de serie también sobre cuatro ruedas.
En la cabeza de Gerard Farrés seguro que merodean esas imágenes del día en que un comisario les impidió salir en el último tramo de la especial debido a la niebla, lo que acarreó una desmesurada «compensación» de tiempo; o el fatídico vuelco, seguido de «naufragio» en las dunas, donde se les escapó un liderato que empezaba a saber a oro. Pero tanto él como Dani saben bien que han hecho un Dakar casi perfecto, como el que solo los expertos son capaces de plantear. Sin regalarle un milímetro al acelerador, sin enemistarse con la mecánica, respetando y mimando al desierto y mirando de tú a tú a cada uno de sus rivales. El resultado es la victoria en una etapa, el liderato durante buena parte del rally, la supervivencia hasta la meta y el sueño que muy poquitos pueden alcanzar, subir al podio de Lima.
Gerard, con los ojos húmedos y rodeado por los suyos, daba rienda suelta a sus emociones: «¡Terminamos este Dakar! Estoy muy contento, después de estos días poder terminar en el pódium es un sueño así que tenemos que disfrutarlo. Nos hubiera gustado ganar pero no ha podido ser y ser segundos es un escalón más que en la moto, es un grandísimo resultado y quiero dar la enhorabuena a mi amigo Chaleco por la victoria, ha sido un gran rival. Hemos competido bien y daremos mucha guerra, ahora toca disfrutar este momento. También quiero dar gracias a todo nuestro equipo, a nuestras familias y a nuestros seguidores, todo esto va por ellos».
Para Oliveras, que había sido «mochilero» de Farrés en su primera fase en el equipo Himoinsa y que después se hizo con un hueco en el Top Ten de motos del Dakar, esta era su primera estatuilla de la carrera: «Ya estamos en meta, y estoy muy contento. La última ha sido una etapa dura porque se nos ha roto el diferencial delantero nada más salir y lo hemos pasado muy mal, pensábamos que nos quedaríamos tirados en alguna duna y no podríamos terminar. Al final hemos llegado, hemos mantenido la segunda posición… Estamos muy contentos, hemos aprendido mucho en este Dakar y es un sueño estar aquí en el podio de Lima. Quiero agradecer a nuestros seguidores y a todo el público peruano su empuje, hemos estado muy arropados por todos».
Tampoco nos podemos olvidar de todo un veterano del Dakar, Xavi Foj, que aunque no ha sido trialero profesional sí lo ha sido como aficionado, y lo sigue siendo.
En esta edición 2019 ha cumplido nada menos que su 28ª participación en el Rally Dakar, lo que le hace ser uno de los más veteranos en esta gran aventura. Junto a su copiloto Nacho Santamaría, este año ha cambiado de categoría, abandonando la de vehículos de serie (T2) en la que ha vencido en dos ocasiones (2012 y 2013) pasando a T1.S para vehículos derivados de serie para equipos semi oficiales, a los mandos de un Toyota Land Cruiser 150 como el del año pasado pero mejorado ligeramente, lo que ya impedía estar en T2. Y a pesar de competir contra vehículos mucho más preparados y modificados el resultado ha sido espectacular, obteniendo el segundo puesto en T1.S y el 37 de la general de coches.
Está claro que el trial es la base de muchos deportes del motor y que ofrece una serie de cualidades magníficas que después son útiles en cualquier disciplina, así mismo lo comentaban en los reportajes en directo emitidos por televisión, donde por cierto también vimos como invitadas a dos grandes trialeras en las retransmisiones de Teledeporte, Sandra Gómez y Berta Abellán. ¡¡¡Enhorabuena a todos!!!
