Os cuento lo sucedido en el GP de Japón.
Al parecer, normalmente los equipos llevan su propio aceite y gasolina. En este caso de proveer este material se encargó un colaborador local. Todas las motos del equipo se llenaron con el mismo bidón de mezcla de aceite / gasolina, pero la moto de Jaime Busto sufrió calentamientos y amagos de gripaje, aunque sin llegar a romper completamente el motor. No tuvo la misma suerte Jack Dance, que lo gripó completamente y no pudo terminar. El resto de pilotos del equipo no tuvo demasiados problemas.
Analizando la extraña situación, los mecánicos se dieron cuenta de que el aceite utilizado era mucho más denso de lo habitual, formando burbujas en la gasolina, por lo que hacerse mezcla resultaba mucho más difícil de lo habitual. Nadie se dio cuenta de esto hasta después de la carrera. La explicación a porqué unos griparon y otros no, puede estar en que cuando los primeros repostaron el aceite estaba formando una pelota en la parte de abajo del recipiente, y sin darse cuenta estaban echando gasolina pura sin aceite. Posteriormente con el movimiento del bidón los siguientes en repostar sí encontraron la gasolina con algo de aceite ya mezclado. Evidentemente, al ser un bidón opaco nadie se dio cuenta de que esto estaba pasando.
Lo que está claro es que mecánicamente las GasGas son motos excelentes cuya calidad y componentes están fuera de toda duda, por lo que resultaba claro que el problema tenía que ser debido a alguna causa externa, como así fue. La verdad es que fue un cúmulo de mala suerte.