La Generalitat de Cataluña endurece su ofensiva contra las motocicletas con un plan que restringirá su circulación antes de 2030. La medida, que no afecta a coches ni furgonetas, impactará a más de 1.180.000 motoristas. ANESDOR denuncia una discriminación sin precedentes y exige explicaciones.
La Generalitat de Cataluña ha dado un nuevo paso en su estrategia de restricciones a la movilidad con la presentación del Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030. Este proyecto, anunciado por el presidente Salvador Illa, contempla la inversión de 1.400 millones de euros para fomentar el uso del vehículo eléctrico. Sin embargo, una de sus medidas más polémicas se centra exclusivamente en la prohibición progresiva de la circulación de motocicletas de combustión, una decisión que afectaría a más de 1.180.000 usuarios en Cataluña y que no se aplicaría a otros vehículos de combustión, como coches o furgonetas, lo que sopone además una situación de absoluta discriminación y un grave golpe para el comercio y la industria.
Según ANESDOR, la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas, esta medida es discriminatoria y carente de base técnica, pues ignora las ventajas de la motocicleta en términos de eficiencia y menor impacto ambiental. «La moto de combustión no es el enemigo de la movilidad sostenible, sino parte de la solución junto a la moto eléctrica», ha declarado José María Riaño, secretario general de ANESDOR, quien añade: «El Gobierno de la Generalitat debería explicar a estos usuarios por qué quiere restringir el uso de sus motos, pero no plantea hacer lo mismo con los coches.»
Esta prohibición se suma a la ya restrictiva regulación que persigue a los motociclistas de campo en Cataluña, donde la circulación en zonas naturales se encuentra severamente limitada sin opciones de regulación viable. Ahora, la Generalitat extiende su ofensiva a todos los usuarios de motocicletas, trasladando a la carretera un modelo de prohibición y acoso inédito en el mundo.
Las motos, que en ciudades como Barcelona realizan más de 450.000 desplazamientos diarios, se ven señaladas como responsables de la contaminación urbana, a pesar de que las Euro5+ actuales emiten menos que muchos coches con etiqueta ECO.
Además, la Comisión Europea no contempla restricciones a las motos de combustión en sus planes para 2035 y 2050, lo que pone en evidencia la falta de justificación para esta medida autonómica.
ANESDOR ha exigido explicaciones al Gobierno catalán sobre por qué se ha optado por castigar a los motociclistas mientras se permite la circulación de otros vehículos de combustión. La incertidumbre y el malestar crecen entre los motoristas, quienes ven en esta política un nuevo capítulo de la persecución sistemática contra su colectivo, en una situación que recuerda a tiempos de censura y represión por razones ideológicas más que medioambientales.