viernes, abril 19, 2024

Entrevista a Takahisa Fujinami, Campeón del Mundo de Trial 2004

 

Takahisa Fujinami es el piloto en activo con mayor número de participaciones, puntos y temporadas en el Mundial de TrialGP; además de ser el único japonés que se ha proclamado Campeón del Mundo de motociclismo en una especialidad off road.

 “Mi vida es el trial”

Hasta la localidad gerundense y costera de Torroella de Montgrí viajamos para encontrarnos con uno de los pilotos más carismáticos y queridos por la afición española, y de todo el mundo, del Campeonato del Mundo de TrialGP: Takahisa Fujinami.

Afincado en tierras catalanas desde el final de su adolescencia, con ‘Fuji’ hemos repasado su exitosa e increíblemente larga carrera deportiva. Su llegada a Catalunya, sus primeros pasos en el Mundial, sus primeros triunfos, su título absoluto de 2004… Ningún otro piloto nos ha abierto su corazón tan de par en par como él. Poneos cómodos y disfrutad de una entrevista que debería de ser lectura obligada para todo deportista.

– ¿Le has echado un ojo a tus números en el Mundial de TrialGP? Por ejemplo, atesoras 164 podios mundialistas; siendo 29 de ellos en Japón, tu país de nacimiento. Una cifra impresionante, ¿no crees?

– ¿Si imaginaba tener una carrera deportiva tan larga? Mi primer gran objetivo fue proclamarme Campeón del Mundo absoluto. Desde muy pequeño ese era mi gran sueño. Mi idea inicial era lograrlo con 20 años, pero al final se me resistió un poco y no lo logré hasta los 24. A partir de ahí, pensaba que con 30 ó 31 años ya diría adiós al trial de élite, mirando cuando se habían retirado los grandes campeones. Pero a la hora de la verdad ya tengo 39 años y creo que en las últimas temporadas he estado compitiendo todavía a un altísimo nivel. Sinceramente, no me lo esperaba. Estos últimos 5 ó 6 años han sido toda una sorpresa para mi. No confiaba en llegar a los 35 años compitiendo contra los mejores.

– Muchos viajes en avión, y no solo para ir a las carreras. Durante tus primeros años disputando el Mundial vivías en Japón y desde allí ibas y venías a las carreras. ¿Acumulaste muchos puntos de vuelo esas temporadas? ¿Ganaste algún viaje extra?

– Los primeros dos o tres años me desplazaba directamente desde Japón hasta el país donde tenía lugar el GP, competía ese fin de semana y regresaba de nuevo a casa. Y la primera temporada no, pero ya en la segunda uno de mis patrocinadores era la compañía con la que viajaba, Japan Airlines, por lo que nos mejoraba el billete. Lo comprábamos para ir en turista, el más económico, pero luego ellos nos lo convertían en billete para viajar en primera clase.

– Pero en 1999 decidiste cambiar Japón por Europa y te instalas en Navàs, Barcelona. ¿Por qué allí?

– Porque Honda me aconsejó que quizás no era bueno tanto viaje y con tan poco tiempo para descansar entre carrera y carrera. Y tras buscar encontré un pequeño apartamento allí para mis padres y para mi. Además, allí es donde vive Pep Sala –NdR: Director de Carrera del CETI y Mundial Indoor para Octagon-Esedos entre 2000 y 2011, (ver entrevista a Pep Sala, aquí)– que me ayudó a mudarme. Allí también podía guardar mi motorhome y entrenar mucho, puesto que los alrededores del pueblo son fantásticos para hacer trial.

­– ¿Qué recuerdas de tu primer año viviendo en Navàs?

– Solo moto. Nada más.

– ¿No tenías vida social?

– Bueno, allí también vivía Josep Manzano –NdR: Campeón de Europa y del Mundo Júnior en 2001–. Pero mi rutina era 100% moto. Me levantaba, desayunaba y entrenaba. Al mediodía, comía. Más entreno por la tarde hasta ponerse el sol. Cenaba y a la cama.

– Era una rutina muy espartana; muy dura.

– Mira. Me levantaba y salía a buscar el scooter que teníamos en el garaje. Pero este estaba a unos 2 kilómetros, así que iba corriendo. Una vez allí regresaba a casa y se lo dejaba a mi padre y yo me volvía nuevamente al garaje a coger la moto de trial. Entrenaba con la moto todas las mañanas. Y por la tarde, o hacía más moto o iba al gimnasio. Al acabar, dejaba la moto en el garaje y me volvía a casa corriendo.

– ¿Qué costumbre de aquí te sorprendió más?

– Lo primero, el idioma. Muy diferente. Pero lo que más me sorprendía era que los domingos TODO estaba cerrado. (Risas). En Japón tu puedes ir a comprar un domingo cualquiera, aquí no.

– La gastronomía española y catalana ahora está muy de moda en todo el mundo. ¿Conocías algún plato antes de vivir aquí?

– Como estaba mi madre, mi dieta era japonesa. Pero conocía y comía lo típico: paella, jamón… fuet… Me gustaban, y me gustan, mucho. Pero las comía de manera ocasional. Mi día a día era 100% japonés.

– ¿Cómo te comunicabas con la gente? ¿Te costó aprender castellano y catalán?

– Al final he acabado hablando ‘Fujinés’, un poco inglés, un poco castellano y un poco catalán. (Sonríe). No he ido a ninguna academia ni he hecho clases particulares. He aprendido lo que sé mirando la televisión y hablando con Pep Banyeres, mi mochilero y mecánico de confianza, y con el resto de miembros del equipo Montesa-Honda y compañeros pilotos del paddock. (Ver entrevista a Pep Banyeres aquí.)

– Y entre 2001 y 2002 te mudaste a la gerundense y costera Torroella de Montgrí. ¿Por qué?

– Porque Pep vivía allí y el pobre cada día tenía que desplazarse hasta Navàs para entrenar conmigo, y entre Torroella y Navàs hay como hora y media o dos en furgoneta. Además, por esa época yo ya tenía coche propio. Antes solo motorhome. Y tras meditarlo pensé que era la mejor manera de funcionar. Mejor para él y también para mi. También porque a partir de 2002 mi padre regresó definitivamente a Japón y yo cogí las riendas de mi propia carrera deportiva. Hasta 2002 mandaba él. Decidía dónde y cuando entrenar… Todo. Llevaba varias temporadas siendo segundo y pensaba que tenía que cambiar algo para intentar ser primero. También, porque necesitaba llegar yo. Fue una decisión muy importante y difícil en mi carrera, ya que siempre había estado con él. Pero al final, él lo aceptó y entendió. Así que me mudé cerca de Pep.

– ¿Tomar tú mismo las riendas de tu carrera fue el único cambio que hiciste?

– No, no. Hubo más. Pero sí que el pasar a ser el capitán, el jefe, el que tenía que decidir las cosas, fue un importante paso y mentalmente muy duro. Mirar los billetes de avión, decidir dónde ir a entrenar y con quien, coordinarme con Pep…

– … y en poco tiempo te convertiste en el ciudadano más ilustre del pueblo, ¿no? ¿Te reconocían por la calle?

– Sí, e incluso salí por televisión; en reportajes de la tele local y también de TV3. La verdad es que en 2003 y 2004, este último ya como Campeón del Mundo, la gente me saludaba y felicitaba por la calle. Sin duda, Pep también tiene buena culpa de ello, ya que hace mucho por el motoclub local. Llegaron a ponerme una ¡¡pancarta gigante!! en la rotonda de entrada al pueblo felicitándome por el campeonato.

– Hablando de rotondas. A tu compañero Toni Bou le han puesto una estatua en una en Piera, su pueblo, y tiene un área de trial en Andorra con su nombre. ¿Cuándo pondrán tu nombre a una calle en Torroella?

– Bueno… ahora ya no vivimos con mi familia en Torroella de Montgrí, lo cual es un dato a tener en cuenta. (Sonríe). Pero sí que es cierto que estuve 10 años. Desde no hace demasiados, vivimos en La Bisbal d’Empordà. Pero todavía mantengo una muy buena relación con Torroella. De hecho, han hecho una área de biketrial y todos los miércoles damos clases a los niños del pueblo. El área no tiene nombre, pero todo el mundo la conoce como el ‘Parque Fujigas’. También estamos en conversaciones para que también puedan usarla las motos.

fujinami-20years9HOME– Cuando tienes un fin de semana libre, ¿dónde lo pasas?

– Pues lo paso por aquí, por Torroella la mayoría de veces. De hecho, aunque nos mudamos a La Bisbal, mis hijos siguen viniendo cada día a Torroella, donde tienen sus amigos.

–  Por cierto, quién va a las reuniones de la AMPA del colegio, ¿tu esposa o tú?

– Al principio iba yo, porque era quien comprendía mejor el castellano y el catalán. Pero en los últimos 2 ó 3 años es mi mujer, que también ha aprendido mucho castellano y catalán.

– Una de las cosas que siempre sorprenden a los pilotos que van por primera vez a tu país para competir en el GP es lo famoso que eres allí. ¿Es verdad que eres tan o más popular que Cristiano Ronaldo o Leo Messi?

–  Bueno. Depende. Si estamos en un entorno de moto, o en el paddock mismo del GP Japón, sí que soy famoso. Pero ahora te diría que si es por la calle y por aquí… creo que me conocen y saludan más. (Sonríe).

– Entonces, ¿no tenías unos cereales con tu cara?

– ¡¡Nooo!! (Risas). Pero sí que es verdad que he salido en anuncios de Honda.

– Tienes 39 años y llevas 24 compitiendo en el Mundial. ¿Cuál es tu secreto para mantenerte en la élite, con los mejores, tantos años?

– Por un lado, las motos. Cada año mejoran más y más. La tecnología. Y por el otro, yo creo que es gracias a la preparación. Antes con 30 años estabas ya en tu etapa final, pero ahora no es así. También los deportistas nos cuidamos más y mejor, y de una manera más integral y completa. En mi caso, voy a Girona al Centre Cenit, donde a veces coincido con Kirian Mirabet, que corre el Mundial de Enduro en Júnior, o Dani Oliveras, que ahora es copiloto de raids en coche. Estoy súper contento porque en sus instalaciones tengo todo lo que cualquier deportista necesita: fisio, osteópata, entrenador personal, médico… Mira. Una o dos veces por semana tengo físio y me ayuda a mantener los músculos en forma y relajados. También hago ejercicios específicos con mi entrenador…  Todo esto creo que me ayuda mucho y si me comparo con mi yo de hace ahora 5 años creo que estoy a mis 39 mucho mejor físicamente que con 34.

– ¿Por qué crees que España tiene tan buenos pilotos? ¿Cuál es nuestro secreto?

– Pues no te sabría decir. Pero creo es uno de los factores decisivos es la mentalidad. No queréis perder nunca y siempre buscáis la manera de mejorar. No sé si estas dos cosas son propias de aquí o no, pero es lo que yo veo.

– En Japón tenéis pilotos de mucho nivel, pero por desgracia no se aventuran como tú a venir a Europa, a España, a seguir mejorando y creciendo. ¿Por qué crees que se conforman con ser los mejores de Japón y no intentan serlo también del mundo como en su día lo hiciste tú?

– Lo primero es, sin duda, la mentalidad. La europea de la japonesa es muy distinta. Yo soy japonés, pero no soy el ‘típico’ japonés. Por eso me vine a vivir aquí y creo que estoy muy integrado. He hecho mías muchas de vuestras cosas. Pero la manera de pensar y competir de un piloto de aquí de la de un piloto de mi país son muy distintas.

– ¿Hay algún joven valor japonés al que te gustaría ver disputando un Mundial de TrialGP entero como haces tú?

– Mi sobrino: Seiya Ujikawa. Tiene 16 años. Lo está haciendo bastante bien en el All Japan Trial Championship. Ya se mide con los mejores, con Kenichi Kuroyama y Tomoyuki Ogawa, en su misma categoría. Pero… Sí que podría dar el salto al Mundial de TrialGP, pero como futuro Campeón del Mundo de TrialGP… De momento, no le veo.

– ¿Y Campeón del All Japan Trial Championship?

­– Estoy seguro que sí.

– ¿Por qué no coges a tu sobrino y que pase una temporada contigo entrenando aquí?

– Mira. Este año le dije: si en el TrialGP Japón consigues entrar entre los diez primeros el sábado o el domingo te invito a venir a España, a Catalunya, y durante todo el mes de agosto y septiembre entrenamos juntos y aprovechamos y compites en La Nucía, en la última del Mundial de este año. Pero el primer día acabó 20º en Trial2 y el segundo 14º. Así que le dije que deberá entrenar más y esperar a que su nivel sea más alto.

– ¿No le has acabado invitando?

– No. Porque yo pienso que en Trial2 ahora el nivel es superior al de hace unas temporadas ya que en él están ex pilotos de TrialGP, como Matteo Grattarola o Alexandre Ferrer. ‘Gratta’, el Campeón del año pasado, en TrialGP era séptimo, octavo o noveno. No era un ‘top five’. Por eso, si mi sobrino no es capaz de estar entre los diez mejores de Trial2, que no es ni mucho menos TrialGP, es que todavía le falta camino por recorrer. Le falta nivel.

– ¿Qué le dirías a aquellos que tachan Trial2 de ‘Cementerio de Elefantes’ porque ahora están ex pilotos de TrialGP compitiendo en ella?

– Pues a mi me parece bien que estén en ella ex pilotos de la clase máxima. De este modo sube el nivel de Trial2. ¿Por qué? Antes, el Campeón del Mundo de Trial2 subía a TrialGP pero peleaba por no ser último. Y después, pues no sigo. Me retiro. No doy el nivel. Y es una pena perder pilotos así. Pero al bajar Grattarola, Ferrer y algún que otro piloto más los niveles entre Trial2 y TrialGP no están tan alejados. El problema es que las zonas de Trial2 son MUY FÁCILES. Si las nuestras ya lo son, imagínate las de Trial2.

– ¿Son muy fáciles por marcaje o por el reglamento nonstop?

– Yo creo por cómo se marcan las zonas. Lo hacen para que los pilotos hagan uno, dos o tres puntos máximo y yo creo que eso no puede ser. Incluso en TrialGP. Mira la cantidad de zonas que Toni Bou las ha superado a cero o con un solo punto. Yo creo que ese no debe de ser el nivel del Mundial.

– ¿No crees que a los pilotos top los controles os dan más manga ancha que al resto de participantes? ¿Qué son más benévolos con vosotros que con el resto?

– Sí. Y es más presión para los controles. Además, las zonas, por cómo están marcadas, tampoco son las mejores para que las hagamos con el nonstop. Subida, bajada, roca, giro… y los controles pues tienen más problemas para aplicarlo correctamente.

– Qué preferirías: ¿un tiempo X por zona y poder parar, como sucede en el Campeonato de España, o nada de parar, nonstop puro, y zonas más a la antigua?

– A mí me gusta el nonstop. Pero no todos lo vemos igual. Ni los pilotos ni los controles mismos. Yo creo que si queremos continuar con el reglamento nonstop necesitamos de una máquina, de un mecanismo, que en caso de detenernos 0,5 segundos o 1 segundo, nos indique mediante un pitido o unas luces que hemos hecho una penalización. Algo que no dependa del piloto ni del control. Sé que es difícil, pero estamos en 2019; casi en 2020. Y quizás ya existe esa tecnología que nos ayude a saber cuando paramos y cuando no.

– ¿Qué te gustaría más: un Team Fujinami o una Fujinami Academy?

– (Tras unos segundos, responde). Yo creo que un Team Fujinami.

– ¿Te gustaría ser como Miquel Cirera, tu Team Manager en el Repsol Honda?

– Una Fujinami Academy también me gustaría, pero soy un piloto con carácter, fuerte, y por eso creo que me resultaría difícil hacer de profesor. Eso sí, siempre con respeto. Si hay respeto, perfecto, sino, hasta aquí hemos llegado.

– Y dónde lo tendrías, ¿aquí o en Japón?

– Depende del piloto y del equipo. Me gustaría que fuese con Honda.

– ¿Has pensado qué harás el día que decidas colgar el casco y guardar las botas de trial?

– Mi vida es el trial. Por eso cuando decida poner fin a mi carrera como piloto de élite me gustaría seguir vinculado a este deporte. No sé en qué forma o manera. Como piloto probador, como Team Manager, con una Fujigas Academy… No lo sé. Dependerá de en qué momento diga adiós y también de Honda.

– Como todavía queda mucho para eso, si te parece, repasemos un poco tus 24 temporadas en el Campeonato del Mundo; siempre con el equipo oficial Montesa-Honda. ¿Qué recuerdas de tu debut en 1996 con sólo 16 años?

– Para mi fue un sueño llegar al Campeonato del Mundo. Estar en la misma carrera compartiendo zonas con Jordi Tarrés, Tommy Ahvala, Marc Colomer, Dougie Lampkin, Amós Bilbao… ¡¡ufff!! Eran los mismos pilotos que desde pequeño había seguido y visto por televisión. En aquella primera carrera creo que acabé el 19 o así, pero ya ese mismo año terminé séptimo en la clasificación general. Un año más tarde, cuarto, y así fui escalando hasta posiciones hasta ser subcampeón en 1999. Mi día a día viviendo ya aquí era muy duro, pero tenía pasión por el trial y aguantaba.

– Estabais tu padre y tú. No tenías mecánico ni mochilero, cuando algunos de tus rivales como Jordi Tarrés, Dougie Lampkin o Marc Colomer, además de varios ‘mochis’, contaban incluso con ¡¡cocinero!! ¿Era así?

– Sí, sí. En el 96-97 creo que Tarrés tenía cocinero, dos mochileros y mecánico solo para él. Su equipo lo formaban, contándolo a él, ¡¡cinco personas!!

– Ese año compartías equipo con Marc Colomer, que se acabó llevando el título. ¿Qué tal tu relación con él?

– Lo primero es que como no hablaba casi nada de castellano o catalán, y mi nivel de inglés era más bien bajo lo cierto es que aquella temporada hablé más bien poco con Marc. Éramos compañeros, pero no tenía la relación que, por ejemplo, sí tengo ahora con Toni (Bou). Además, Marc tenía su carácter. Marc es Marc. Muy pronto me dejó claro que él era el número 1 de Montesa. Quizás estaba un poco molesto por mi llegada. No sé. Pero también es verdad que no lo veía como a un compañero de equipo. Él era Montesa y yo era Honda.

– ¿Tu compañero de box era tu primer rival?

– No. Nunca lo pensé. Sí que es verdad que éramos los únicos con la moto ‘pata negra’. Pero él jugaba para ser Campeón y yo para acabar sexto o séptimo. Para mi, mi principal rival en aquel año era Tommy Ahvala.

– ¿Confiabas en progresar tan rápido en cuanto a resultados y posiciones?

– Mi primer año acabo séptimo. El segundo, cuarto. El tercero, quinto, pero en mi cuarta temporada ya logro ser segundo por primera vez. Y ese año ya terminé por delante de Marc. Para mí fue un paso más en mi gran objetivo de ser algún día Campeón.

– ¿Marc fue hasta ese momento tu referencia? ¿Cuando mirabas la clasificación era al primero que buscabas una vez ya sabías dónde habías acabado?

– No. Miraba siempre al Campeón del Mundo. Pero iba paso a paso. Mi primer año, Tommy (Ahvala) era mi rival. Y los siguientes, el resto de rivales hasta poder mirar a Dougie (Lampkin).

– Y en 1997 consigues tu primera victoria. Esa temporada Shinji Murata te acompañaba en las zonas, pero tu primer triunfo lo lograste con el que hoy es uno de tus jefes, con Òscar Giró.

– La última carrera era en Alemania. El sábado estuvimos entrenando con Shinji como siempre, pero yo terminé antes y regresé al paddock. Él se quedó un poco más. Y a la media hora o así recuerdo que llegó David Cobos buscándome e informándome de que Shinji había tenido un percance entrenando. Se había golpeado la cara y no se acordaba de nada. Lógicamente, no podía ejercer de mochilero al día siguiente. Y por suerte Óscar pudo acompañarme y fue con él con quien me estrené como ganador.

– ¿Te dio algún consejo en especial ese día?

– Nada. Pero sí que es verdad que me daba las instrucciones como si yo fuese un piloto de aquí, en el mismo idioma que usaban Jordi (Tarrés), Marc (Colomer) o Amós (Bilbao). Estaba súper contento porque me estaba ayudando en el mismo lenguaje, en el mismo idioma, que a ellos. No sé si me explico. En cierto modo fue como si me colocara al mismo nivel que ellos, grandes pilotos y campeones.

– Las campañas posteriores llegarían más victorias, sin embargo, el título se te resistió hasta 2004. Aún así, el año antes, a punto estuviste de derrocar a tu ya compañero Lampkin. ¿Qué te faltó para ganarlo en 2003?

– Llegamos con el título por decidir a la última carrera, en España. Y yo habiendo ganado más carreras que Dougie. Pero él era muy regular. Siempre estaba en el podio al final del día. En cambio yo, podía ganar, pero al día siguiente a lo mejor me iba hasta el sexto puesto. Era irregular. Yo creo que en 2003 fue la primera vez en la que pierdo realmente el campeonato. Hasta 2003 solo había luchado por ser segundo. Y sí que quería ser Campeón, pero es que Dougie estaba muy lejos. Hubo años en los que de 20 carreras quizás ganó 18 y en las otras terminó segundo. Por eso creo que ese 2003 es la primera vez en la que compito de tú a tú con él. No quieras saber lo que llegué a llorar tras acabar esa última carrera y no poder ganar el título.

– Pero en 2004 lograste lo que parecía imposible: ganarle un campeonato a Lampkin. Te quitaste un peso de encima muy gordo, ¿verdad?

– Sí. El año antes me di cuenta de que ganaba carreras y que podía ganar el campeonato. Pero nada más arrancar 2004 comprendí que ESE era el año. Yo podía ganar. Algo había cambiado en mi cabeza. La mentalidad era distinta. Había cambiado el ‘chip’.

– Os volvisteis a jugar el campeonato en la última carrera. ¿Qué había cambiado de un año para el otro?

– La mentalidad y la moto, que cada año había ido mejorando más y más hasta ser insuperable. Cierto es que los dos teníamos la misma moto. Pero creo que aquel 2004 moto y yo éramos uno. Además, sabía que al año siguiente Honda iba a apostar sí o sí por las 4T, por lo que era una oportunidad única de ganar con la última 2T de Honda.

– Eres el primer japonés en haber ganado un Mundial de Trial; un título en off road. ¿Te recompensaron de alguna manera en especial?

– El gobierno japonés me entregó una medalla que en deporte de moto solo tenemos tres pilotos: Daijiro Kato, yo y Hiroshi Aoyama.

– Aquí, cuando ganamos un título mundial o algo muy ‘gordo’ somos recibidos por el Presidente del Gobierno y a veces incluso el Rey. ¿En Japón os recibe el Emperador?

– En mi caso, solo visité al Primer Ministro de mi país.

– Pero al año siguiente llegó un tal Adam Raga y puso fin a tu reinado. ¿No te dio un poco de rabia que alguien tan joven te arrebatara tan pronto lo que tantos años te había costado conseguir?

– Pues sí, pero fue comprensible que sucediera. No teníamos nada de información. Tampoco la moto (4RT) tenía tanta potencia como la Montesa Cota 315R y no estaba demasiado acostumbrado a ella. Aún así conseguí cinco victorias y hasta la última carrera pude haber ganado el título de nuevo. Creo que de las últimas cuatro o cinco, las gané todas. Lo que pasa es que Adam a principio de año se hizo con un colchón muy grande de puntos de ventaja.

– ¿Crees que Raga y Gas Gas sacaron provecho de que tanto tú como Lampkin y Honda estuvierais inmersos en pleno desarrolla de la jovencísima Cota 4RT?

– Sin duda.

– De haber seguido Honda y por lo tanto tú también con la 315R, ¿crees que tendrías algún otro título mundial más?

– Nunca se sabe, puede que sí y puede que no.

– ¿En el Mundial Indoor la Cota 4RT parecía que no iba, al aire libre, en cambio, sí que lograsteis hacerla ganar. ¿Por qué crees tú que no conseguíais los mismos resultados en ambos campeonatos?

– La verdad es que a ambos, a Dougie y a mi, nos costó mucho el Indoor. Pero luego llegó Toni (Bou), y Toni es Toni. Donde no llegaba la moto, llegaba él. Mucha gente se sorprende de lo que se puede subir con nuestra 4T, pero yo creo que con una 2T es mucho más fácil y se puede llegar más arriba. Pero Toni llega donde nadie más puede.

– ¿Qué te pareció su fichaje por Montesa en 2007?

– Yo pensé que habíamos incorporado a un chaval joven con mucho talento. Pero fue una sorpresa que en la primera carrera del Mundial Indoor que disputó como compañero nuestro ya ganara con la 4T. Además subía ‘trancos’ que a nosotros nos costaba Dios y ayuda, mientras que él parecía ir ‘sobrao’.

– ¿No os daba un poco de rabia que alguien tan joven triunfara donde Dougie y tú no habíais tenido suerte?

– ¡¡Bastante!! Estábamos muy rabiosos. (Risas). Pero bueno, yo no he sido nunca un especialista en indoor, por lo que no me preocupaba demasiado que ganara. Pensaba: ‘ya verás en el Outdoor’. Pero llegó el Mundial al aire libre y él siguió ganando… De hecho, sus dos primeras temporadas con Montesa fueron muy duras para mi; no me encontraba cómodo en el equipo, y la relación con él era buena pero no tanto como la que mantenemos ahora.

– Has vivido más cerca que ningún otro piloto las 13+13 coronas mundiales de Bou. ¿Está tan lejos del resto como en 1997 te pareció estar Lampkin de ti?

– Mira. Dougie ganó su primer título al natural en mi segundo año en Montesa-Honda. Pero a partir de ahí, poco a poco fui recortándole distancia hasta vencerlo por fin en 2004. Y a partir de ese momento ya le superé siempre. Pero con Toni es diferente. Él llegó mucho más tarde que yo al campeonato, pero me pasó por la izquierda y se fue. Y sigue estando por delante de mí. Yo sigo luchando al máximo y mejorando, pero él también, y por eso sigue estando donde está.

– Bou ha lidiado el año pasado con varias lesiones, algo que tú, por desgracia también has hecho. En 2014 te rompiste el ligamento de la rodilla, dos años más tarde el escafoides, y en tu última visita al Campeonato de España, en Sigüenza 2018, una mala caída entrenando la Zona de Calificación también te pasó factura a poco de arrancar el Mundial. ¿Con cuál de todas lo has pasado peor?

– Para mí, el ligamento.

– ¿Temiste por tu carrera deportiva?

– Quería luchar y veía que no podía. Quería hacer las mismas cosas que antes, pero el dolor no me dejaba entrenar como quería, por ejemplo, y creo que perdí algo de confianza y en ese momento sí que me pasó por la cabeza un posible adiós.

– ¿Estas lesiones te han modificado progresivamente tu preparación?

– Hasta 2014 nunca tuve problemas para entrenar: moto, gimnasio… No tenía nunca dolor. A partir de ese momento conocí el dolor y sí que vigilaba más para con mi rodilla.

– ¿Te obligó a variar tu estilo de pilotaje?

– Sí, no podía hacerlo como antes. Más de 90 grados ya no bajaba. Intentaba forzar, pero no tenía la misma fuerza que antes. Y sí que entrenaba en el gimnasio a tope, pero de manera diferente, con otra posición. No estaba todo recto, y la postura parece rara.

– ¿Por qué ‘Fujigas’ todavía no ha ganado una ‘qualy’ en el Mundial de TrialGP?

– ¡¡El año pasado hice la pole en el Trial de las Naciones!! (Sonríe). En el Mundial todavía no me he estrenado porque solo gas a fondo… no vale. Necesitas de mucha técnica. Si las marcaran como si estuviéramos en un circuito de mx, igual ganaría. Pero se requieren más cosas.

– Por cierto, ¿te has vuelto a encontrar con el español que te bautizó como ‘Fujigas’ en tu primer año de Mundial?

– (Risas) Me bautizó corriendo el primer Gran Premio de la temporada en 1996, en Navacerrada. En la zona 7, 8 u 9, una de las difíciles y en la que había que franquear un gran muro. Hasta que yo llegué nadie había conseguido subirlo. Bueno pues yo… ¡¡me pasé!! Gas a fondo y penalicé un cinco por pasarme la cinta. La gente lo flipó y uno del público se me acercó y me preguntó mi nombre. Yo le fije: ‘Soy Fujinami’. ‘¿Fujinami? … pues mucho gas y ¡¡Fujigas!!’ y así surgió mi apodo. ¿Si me lo he encontrado nuevamente? No me acuerdo, la verdad. (Sonríe). Pero hubiera sido muy grande, ¿no?

– ¿Tus coqueteos con el Enduro todavía siguen o los has aparcado?

– Me gusta mucho el Enduro y hubo un momento en el que lo entrené mucho, y también el ‘Hard Enduro’, el enduro extremo. Y vi que mi nivel iba subiendo mientras más lo practicaba, llegando incluso a pensar que quizás podía cambiar de especialidad. Pero el nivel en Hard Enduro también ha subido mucho estos últimos años y ahora ya ni me lo planteo. Aunque me gustaría competir en enduro, pero ya como hobby.

– ¿Alguna en especial?

– La más ‘chunga’. Me gustaría, por ejemplo, hacer una prueba en el Erzberg Rodeo.

– Una última pregunta. ¿Quién es mejor piloto de trial: Dani Pedrosa o Marc Márquez?

– Márquez.

toni-bou-marc-marquez-dani-pedrosa-takahisa-fujinami– ¿En qué es mejor Marc que Dani?

– Marc no tiene miedo. Dani, quizás por su mayor fragilidad física y por que se ha roto muchas veces, es más precavido. Además, cuando entrenamos los cuatro en Las Comes, con Toni, cuando él o yo les explicábamos cómo sortear un obstáculo o como hacer cualquier cosa, Marc lo pillaba al momento. Es muy rápido aprendiendo.

– Algún año sé que habéis intercambiado motos. ¿Este año también?

– Yo ya lo he probado todo: MotoGP, 250cc, 125cc, SBK… Y la verdad es que la MotoGP me pareció muy fácil de llevar.

– ¿Dónde crees que acabarías si hicieras una carrera?

– ¡¡Ui!! ¡¡Último seguro!! Cada categoría, cada moto, tiene su nivel. Yo respeto mucho a todos los pilotos; sean de la modalidad que sean. Pero ellos creo que también nos respetan mucho a nosotros, a los pilotos de trial.

 Más entrevistas exclusivas en Todotrial

X