Los campeonísimos del trial en Canarias tienen tras de si una increíble historia de cómo llegaron hasta los mandos de su primera moto y de las dificultades que pasan cada día para practicar este deporte. Esto les ha hecho ser protagonistas recientemente de varios artículos en la prensa local como el publicado en «La Provincia, Diario de Las Palmas» y también de un reportaje en la información canaria de TVE.
Jonathan y Cristian Naranjo son una pareja de hermanos que vive el trial al máximo a pesar de las dificultades. Ambos llevan dominando varios años todas las competiciones tanto a nivel regional como provincial en las Islas Canarias y por ello han sido protagonistas de varios artículos de la prensa y televisión canaria, como el realizado por «La Provincia, Diario de Las Palmas» por el reportero y trialero Miguel Moreno.
Cristian, el menor es campeón de todo desde 2006, mientras se disputaron las competiciones oficiales en Canarias. Esta hazaña no ha sido nada fácil para ninguno de los dos, ya que pasaron por fuertes enfermedades ante las que se impusieron gracias a este deporte.
Jonathan Naranjo llegó a los mandos de su primera moto de con 16 años y su hermano Cristian Naranjo con 15, quizá un poco tarde para lo jóvenes que suelen empezar actualmente los niños en el trial.
Además, su deseo no era el trial, sino poder pasear con su padre en moto. El progenitor, también amante de las dos ruedas, tenía una Fantic 307 a la que casi no le daba uso, pero de la que sus hijos estaban enamorados.
Tanto es así, que no paraban de pedírsela y en una de tantas, el padre les prometió comprarles una si sacaban buenas notas en el colegio. Algo que se les atragantaba a ambos. La motivación fue tal, que consiguieron su objetivo académico y tuvieron su primera moto de trial.
A los pocos meses se cansaron de simplemente pasear y quisieron dar un paso más. «Nos aburrimos de dar paseos en seguida. A nosotros nos gustaba ponernos a prueba y superarnos» afirma Cristian.
Por lo tanto, la llamada de la competición no tardaría en llegar, aunque sus inicios fueron duros «Al principio, en las competiciones no ganábamos para tortas. Siempre éramos los últimos de la categoría más baja», confiesa Jonathan en el artículo de «La Provincia, Diario de Las Palmas», medio del cual extraemos las citas que os traemos de ambos hermanos.
Como hemos dicho antes, empezaron sobre las dos ruedas algo tarde ya que hasta los 15 ó 16 años nunca se habían subido a una moto. Sin embargo, ambos piensan que «el trial es un deporte que puedes empezar a cualquier edad y seas del sexo que seas. Es un deporte en el que técnicamente tú mismo te pones los límites.» Aunque en sus inicios había importantes figuras del trial canario como Rocha, Iván Santana o Acoydan, estos dejaron a un lado el trial y les tocó ser autodidactas y aprenderlo todo ellos mismos. «Todo era en base prueba-error. Pero se aprende más viendo a un piloto que con un video» testifica el pequeño.
A estos problemas hay que sumar que el trial en Canarias es prácticamente ilegal y afirman que casi se les quita las ganas de practicarlo. «Depende de las ganas que tengas de practicarlo. Si te pones a mirar limitaciones te quedas en casa». Este 2020 los hermanos Naranjo volverán a viajar a la península para competir en pruebas al más alto nivel. Sin embargo, no acuden a todas las que querrían puesto que no cuentan con ningún patrocinador y todo sale de su propio bolsillo. Cuando puede hacen algunas del Campeonato de España o pruebas internacionales como los 3 Días de Santigosa o los 2 Días de Arinsal. Incluso han llegado a correr el famoso Scott Trial en Inglaterra, el trial de un día más antiguo y duro del mundo.
Este ejemplo de superación que demuestran desde sus inicios en el trial, lo han aprendido de su día a día. El pequeño, Cristian superó un cáncer con solo 11 años y el mayor Jonathan pasó una fuerte meningitis que casi le cuesta la vida. A partir de aquí, ambos crecieron siempre desde las adversidades y cogidos al puño de una moto, así han llegado hasta donde están. Llenando páginas de tinta de los medios de comunicación más importantes del archipiélago e incluso, de su historia se han hecho eco las cadenas televisivas.
Como ídolo ambos tienen a Toni Bou, «es de otro planeta, si te fijas en él no coges la moto» concluye Cristian. Para terminar, ambos piden a las institucionesn públicas que apoyen estos deportes ya que hasta ahora todo lo que reciben es por parte de la Federación Canaria de Motociclismo, principalmente. «Ojalá algún día se apueste por este deporte tan bonito porque te aseguro que se llenaría hasta la bandera», ruegan los dos hermanos.