La XVI edición de los 2 Días de Robregordo pasará a recordarse como la más difícil jamás contada, no sólo por las dificultades que tuvo que superar el Moto Club Sotobike para poder llevarla a cabo en pleno repunte de la pandemia del Covid-19 sino por el frio, la lluvia y el barro al que tuvieron que enfrentarse los pilotos en cada zona. El resultado fueron dos épicas jornadas de puro trial clásico, puntuables para la Copa de España y el Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: Emilio Palencia, Horacio San Martín, Alberto Rodríguez (RFME)
Cuando haces todos los esfuerzos por superar las dificultades, puro trial
De antemano sabíamos que la edición 2020 de los 2 Días de Trial de Clásicas de Robregordo sería diferente, rara, con menos ingredientes, menos convivencia, menos participantes, menos recorrido, menos zonas, menos tiempo, que sería una edición difícil de llevar a cabo debido a las circunstancias que atravesamos, que organizarlo iba a ser duro y difícil pero que habría que esforzarse mucho por sacarla adelante. Pero lo que no nos imaginábamos es que esa misma dureza, esfuerzo y sacrificio se trasladaría a los participantes en dos épicas jornadas de auténtico trial clásico en las que también tuvimos que enfrentarnos a las circunstancias, no ya sólo epidemiológicas sino meteorológicas.
Y es que los Dos Días de Robregordo de 2020 serán no sólo recordados por las especiales circunstancias en las que se celebraron sino también por la belleza de sus zonas en una primera jornada muy técnica, con zonas algo más exigentes de lo habitual, y con una segunda jornada aún más difícil a causa de la fina pero incesante lluvia que dejó el terreno absolutamente resbaladizo, con zonas convertidas en barrizales en las que el objetivo era simplemente llegar hasta el cartel de fin de zona como se pudiese.
La recompensa final al esfuerzo de organizadores y participantes fue el haber cumplido con creces las expectativas, habiendo disfrutado todos a lo grande de dos jornadas de trial duras pero que dejan siempre ese buen sabor de boca de cuando luchas por lograr algo y finalmente lo consigues.
Por eso no podemos dejar de iniciar el artículo de este año dando las gracias al Moto Club Sotobike por empujar con ganas y no tirar la toalla ante las adversidades.
Mención especial también a todos los jueces de zona, picas y colaboradores, que a pesar de la situación aguantaron en sus puestos durante horas soportando la incesante lluvia, el frio y el viento y realizando su trabajo del modo más ameno y amable posible. Ya lo hemos dicho en anteriores artículos de Todotrial pero tenemos que repetirlo, en Madrid contamos con los mejores jueces de zona y asistentes que se han tenido nunca, así que muchas gracias a todos ellos!
Problemas y más problemas
La problemática situación ocasionada con el Coronavirus, que ha obligado a cancelar casi todos los triales de larga duración este año, era sólo el mayor handicap a superar y suponía en primer lugar la imposibilidad de hacer la prueba internacional, cerrando por primera vez sus puertas a los numerosos pilotos extranjeros que cada año quieren acercarse a disfrutar del trial de Robregordo.
Esta circunstancia además conllevaba la reducción de participantes, y por lo tanto de ingresos para la organización. Por otro lado esta vez la prueba debía realizarse sólo en el término municipal de Robregordo, sin poder extenderse a Horcajo de la Sierra, y si todo esto fuese poco, el jueves anterior la Consejería de Medio Ambiente denegaba parte del recorrido y alguna zona, teniendo que preparar alternativas en el último momento.
A todas estas circunstancias se añadía a ultimísima hora el anuncio por parte del Gobierno de España de confinar Madrid y otros muchos municipios de la Comunidad a partir de las 22:00 horas del viernes 2 de octubre, ante la resignación del Gobierno Autonómico que se oponía a las medidas del Gobierno Central. La alarma generada hacía que algunos pilotos inscritos tuviesen dudas de si podrían acudir, pero desde la RFME se comunicaba que al tratarse de una prueba del Campeonato de España los pilotos tendrían garantizado un justificante impreso a todo aquel que lo necesitase.
La situación de incertidumbre creada, ya que por otro lado la Comunidad de Madrid anunciaba que recurriría ante la Justicia la decisión del Gobierno Central, hacía que muchos no supiesen si podrían acudir al trial o no, temiendo ser obligados a dar la vuelta en caso de toparse con un control policial durante la mañana del sábado, aunque afortunadamente la CAM había anunciado que en caso de realizarse controles serían meramente informativos y no sancionadores.
Nos consta que algunos participantes decidieron salir de Madrid antes de las 22:00 horas habiendo previamente buscado alojamiento en las inmediaciones de Robregordo, evitando por lo tanto cualquier posible problemática. Otros se imprimieron el justificante de la RFME pero no tuvieron problema alguno, así que todo se desarrolló con normalidad.
Siguiendo el plan Anticovid a rajatabla
Absolutamente obligatorio era seguir el perfecto plan elaborado por el Moto Club Sotobike, en el que no sólo se debían cumplir a rajatabla todas las exigencias y medidas anti-covid dispuestas por la Federación Española de Motociclismo, el Consejo Superior de Deportes e incluso la Comunidad de Madrid, sino también un nuevo planning de actuación de cara a este trial que os contamos detalladamente en el previo de Todotrial.
Este plan suponía que no habría paddock como tal, ni parque cerrado, ni avituallamiento, ni ningún tipo de reunión social. Los pilotos debían dirigirse directamente en sus motos hasta el punto de salida 15 minutos antes de su hora de inicio, donde se procedería a realizar la verificación de la moto, para posteriormente recibir la tarjeta de puntuación y tomar la salida.
Previamente los pilotos habrían pasado por el control administrativo para entregar completado y firmado el documento de Declaración de Responsabilidad, recoger su dorsal, el bidón de repostaje y un poster conmemorativo de los 40 años del Título Mundial de Ulf Karlson y el primero para Montesa, por cortesía de ARS Trial Parts. En el mismo momento se recibía también una octavilla anunciando la posibilidad de solicitar una camiseta conmemorativa de esta efeméride por sólo 15 Euros (gastos de envío incluidos), ya que las mismas no habían podido estar a tiempo para Robregordo.
Importante también la restricción de acceso, ya que sólo podría acceder el piloto junto con un máximo de tres acompañantes. También era absolutamente obligatorio llevar la mascarilla puesta todo el tiempo, tanto en los momentos previos y posteriores a la competición como durante esta y en la entrega de trofeos.
La organización y montaje de todo lo referente a esta edición, estaban hechos teniendo en cuenta todas estas medidas y restricciones, así no estaba recomendado el acceso al público y, de hecho, todas las zonas estaban situadas en lugares muy poco accesibles a pie o en coche.
El desarrollo del conjunto del trial también era diferente, ya que en lugar de una vuelta a 20 zonas, se debían realizar dos vueltas a 12 zonas en un recorrido que venía a ser más o menos la mitad que en anteriores ediciones. Esto suponía que las zonas estarían mucho más juntas unas de otras, por lo que también el tiempo concedido para completar el trial era menor, 5 horas y media en la jornada del sábado y una hora menos en la del domingo, más media hora de penalización.
Las dos vueltas debían darse seguidas, pasando por el punto de repostaje, donde cada piloto recibía una botella de agua. Este punto estaba lejos de la zona de aparcamiento. Al terminar la segunda vuelta, en ese mismo punto se tomaba el tiempo, para después volver tranquilamente hasta el “paddock” situado a varios kilómetros, y entregar allí la tarjeta en la mesa de control.
Trial clásico puro
A pesar de un panorama tan complicado y tras meses de sequía trialera, los aficionados tenían ganas de disfrutar de un trial de clásicas de larga duración, de esos que suelen combinar zonas, recorrido, resistencia, gestión del tiempo disponible, o sea un trial de los más auténticos.
Eso fue precisamente lo que pudimos ver en Robregordo durante el fin de semana, trial del más puro, del más auténtico, con zonas muy técnicas, largas, y sobretodo clásicas, muy clásicas. Para sacar el cero había que esforzarse bastante, en algunas muy pocos lo lograban en otras nadie, especialmente en la jornada del domingo en la que la lluvia y el barro fueron protagonistas, haciendo que pareciese que estábamos en el mismísimo Scottish.
Así, si el sábado las zonas fueron técnicas y de buen nivel, el domingo eran especialmente difíciles a causa de la nula adherencia en algunas de ellas. Esto nos permitió ver algunas escenas espectaculares, los pilotos más finos con el tacto de gas eran capaces de salir de giros y subidas imposibles con un varios, o incluso con algún que otro cero, uno o dos en sus tarjetas. La conducción debía ser puramente clásica, ya que parar lo más mínimo, dejar de dar gas, o incluso tocar el embrague era un absoluto error. Se hacía imprescindible jugar con la posición del cuerpo y el reparto de pesos.
En esos momentos pudimos trasladarnos mentalmente a otra época, a aquellos triales de los 70 y 80 en los que el embrague no se usaba, lo que hoy muchos calificarían como “erróneo”, “retrógrado” o “falto de nivel” era realmente la única técnica posible para lograr superar esas zonas. Los pilotos más modernos se ahogaban en continuos varios y fiascos, mientras los más clasicos sacaban algunas zonas de una manera absolutamente digna de admiración.
Lo más increíble era ver como las monturas más clásicas solían ser las que mejor se comportaban en aquellas zonas de barro y piedra mojada. Ver a pilotos sobre sus Bultaco Sherpa o Montesa Cota 348 superar zonas a base de gas y cuerpo, con bajos de tractor y, repetimos, sin tocar el embrague lo más mínimo, era todo un espectáculo de belleza trialera.
Los más jóvenes comprendieron en esos momentos que el trial clásico no era “fácil”, “retrógrado” o “para juveniles” sino que era trial puro, casi tan complicado como el moderno, y que los triales aquellas épocas eran normalmente así, en terrenos de escasa adherencia y condiciones invernales bastante duras. Basta con leer las crónicas de la época para darse cuenta.
El hecho que confirma tal “descubrimiento” para algunos, era ver las caras de satisfacción y disfrute de los pilotos más jóvenes, aquellos que pueden dominar las zonas más difíciles de un trial de modernas “stop and go” y que luchaban sobre sus clásicas en las zonas amarillas para tratar de alcanzar un puesto del podio o simplemente un puesto en mitad de la clasificación. Sus palabras de disfrute al terminar indican que ellos también han descubierto cómo era el trial de antes, cómo debe ser ahora el trial de clásicas y cómo todos, jóvenes y mayores, debemos respetar y nunca despreciar el auténtico trial clásico.
Sin embargo en la categoría Expertos, un año más seguimos viendo zonas que no son realmente como las de la época, ya que en ellas en lugar de trazadas naturales se suele buscar la dificultad a base de retorcerlas en exceso, con giros muy cerrados y casi imposibles que obligan a realizar movimientos laterales de la moto, técnicas modernas que afean la estética del trial de clásicas. Algo que antes no se daba en Robregordo pero que ahora parece lo habitual en cada edición.
122 fueron los inscritos en las diferentes categorías disponibles, lejos de los cerca de 200 de las ediciones más multitudinarias, pero acorde a lo estimado por el moto club organizador ante la actual situación de pandemia mundial. En resumen podríamos decir que Robregordo 2020 volvió a ser un éxito, ya que simplemente sacar adelante una nueva edición lo fue, pero además el nivel organizativo y el disfrute de los asistentes a pesar de las dificultades y las inclemencias superaron con creces lo que se esperaba de esta edición.
Sábado, nubes, viento y frío pero sin lluvia
Pasando a ver cómo se desarrolló cada jornada y dando un breve repaso a las clasificaciones, a falta de tener disponible una clasificación final scratch de cada categoría en los dos días a la hora de redactar este reportaje, tiramos de las clasificaciones según los pilotos que puntúan para la Copa de España o el Trofeo Madrileño. La clasificación scratch de Robregordo 2020 ya la podéis encontrar al final del artículo.
El sábado la jornada amanecía entre sol y nubes, y aunque el terreno estaba húmedo a primera hora de la mañana, el viento y el sol se encargaron de que fuese bastante adherente. Las 12 zonas a las que había que dar dos vueltas en 5 horas y media, se componían principalmente de roca y laderas de tierra, con giros y pasos muy técnicos, como ya se ha comentado.
En Expertos, nivel azul, los dos pilotos más jóvenes de la categoría, Oscar Mill y Diego Urreta, se destacaron claramente sobre el resto, protagonizando una lucha de tú a tú en la que Mill lograba imponerse por tres puntos, al penalizar tan sólo 7 penalizaciones en total sobre su Bultaco Sherpa frente a las 10 de Diego sobre su Fantic 240.
La tercera posición sería también muy disputada entre Oscar Salvador con su Fantic y Alberto Moreno con Aprilia, ambos quedaban empatados a 44 pero el tercer puesto era para Salvador por contar con dos ceros más. Tras ellos el veterano Ton Mill sumaba 10 puntos más, los mismos que Antonio de Hoyos, aunque este sólo puntuaba en el Trofeo Madrileño siendo segundo. Los otros cuatro pilotos de la categoría sumaban penalizaciones superiores a los 60, 70 e incluso 80 puntos, lo que da muestra de lo difíciles que fueron las zonas.
En Trialeros, nivel verde, también hubo un piloto que se destacó sobre el resto, el ex-campeón de España Junior en los 80, Manel Campoy, que con su Beta lograba sumar sólo 6 puntos. Segundo pero bastante alejado se colocaba Mariano Gómez sobre su Merlin Gallach Réplica con 15 puntos, y con dos más le seguía Francisco Javier Aldecoa con 17, que para esta ocasión cambiaba su habitual Bultaco Sherpa por una Montesa Cota 330.
Fuera del podio de la Copa de España por muy poco se quedaba Bertrán Martínez Peñalver, que sobre su Aprilia sumaba 19 puntos y era segundo en la clasificación del Madrileño, cuyo podio completaba el preparador de clásicas Marino Galilea a los mandos de su habitual Honda TLR «bitubo».
En la categoría Pre 80, también con pasos verdes, sorprendía la impresionante actuación del vasco Roberto Mendíbil (Bultaco), que con 13 puntos se llevaba una destacada victoria y que además suponía la segunda mejor puntuación en las zonas verdes. Segundo puesto para Gabriel Dasi, también con Bultaco, que sumaba 20 puntos, y tercero para Rafa Sirvent sobre Honda con 32.
Pasamos al nivel amarillo con la categoría Clásicos, la más numerosa, en la que 36 pilotos puntuaron para la Copa de España y 25 para el Madrileño. En este caso las zonas eran también exigentes para lo habitual en esta categoría, pero no debieron serlo tanto para un piloto que logró destacar finalizando con un único punto, el famoso presentador de la televisión andaluza José Enrique Romero, que con su Fantic se dejaba un sólo punto y se llevaba la victoria.
Santiago Prat era segundo con 5 y José Salvador Navarro completaba el podio con 7 tras resolver a su favor el empate con José Ramón Martínez Tamarit. En el Trofeo Madrileño el ganador era Michael Sans con 9 puntos seguido de Luis Vicente Franqueira y Julián López Calvo igualados a 12.
En Pre 75 José Emilio Palencia se destacaba con un total de 4 puntos sobre su Ossa MAR, la mitad que Victor Beltrán, también con Ossa, mientras Juan Domingo San Félix era tercero con 13 sobre su espectacular BSA Pre 65.
El séptimo clasificado, Enrique González de Castejón, era a su vez el ganador en el trofeo Madrileño con 22 puntos, seguido de Juan Mayor y Antonio Díaz, a los mandos de Bultaco y Ossa respectivamente.
Las categorías Post-Clásicas para motos con frenos de disco y monoamortiguador pero con refrigeración por aire, sólo puntuables para el madrileño, están teniendo poca aceptación de momento, aunque sirven perfectamente para cumplir su función de iniciación o de acceso para todo aquel que quiera disfrutar de un trial de clásicas con una moto competitiva y que se puede encontrar en el mercado de segunda mano a precios muy asequibles, normalmente por debajo de los mil Euros.
En verdes sólo se presentaba Antonio Serrada con una Fantic Coach, mientras que en amarillos el ganador era Raul Orduna seguido de Alvaro Gómez Pintado y Carlos Orduna, todos ellos con Montesa.
Domingo, lluvia incesante y zonas impracticables
Las previsiones meteorológicas hablaban de lluvia para el domingo y no fallaron. El día amanecía con ligeras precipitaciones que no pararon durante horas extendiéndose hasta pasadas las 12:30 del medio día, cuando gran parte de los pilotos ya estaban terminando su segunda vuelta.
Las 12 zonas eran las mismas del día anterior, pero algunas de ellas habían sido modificadas para evitar mayores peligros. Aún así el nivel de estas subió considerablemente, como puede observarse por las abundantes penalizaciones en todas las categorías. Además el tiempo disponible se reducía en una hora respecto al día anterior, y el primer piloto tomaba la salida a las 9 en lugar de a las 10.
Gran acierto de la organización el establecer el punto de salida al resguardo de un túnel bajo la A1, permitiendo guarecerse de la lluvia y el frio.
La lista de pilotos que tomaban la salida disminuía respecto del sábado y también más escasa era la lista de los que lograban finalizar una durísima jornada en la que hubo bastantes retirados.
Los barrizales del recorrido, el frio, la lluvia, o lo extremadamente difícil de algunas zonas, en las que lograr tracción era casi imposible hicieron que este fuese un día especialmente épico, como ya os hemos contado anteriormente, en el que dar valor al estilo de trial que tan habitual era en otras épocas, en las que las penalizaciones también eran altísimas, principalmente debido a las inclemencias del tiempo.
En Expertos nuevamente Oscar Mill se llevaba la victoria, su total de 35 puntos dan muestra de lo complicado del día. Esta vez Diego Urreta no se le pudo acercar, aunque volvía a ser segundo con un total de 53 puntos. Y completando el podio de la Copa de España esta vez Alberto Moreno se imponía sobre Oscar Salvador, con 64 y 67 puntos respectivamente.
En el madrileño, tras Moreno se colocaba José Luis Ruiz con 84 y con dos puntos más era tercero Antonio de Hoyos.
En Trialeros esta vez era Mariano Gómez quien se llevaba la victoria con un total de 46 puntos, nueve menos que Gabriel Dus, mientras que el vencedor destacado del sábado, Manel Campoy, era tercero con uno más que Dus. A destacar la no salida del campeón de España Pre80 Javier Aldecoa, que el día anterior sufrió un fuerte tirón lumbar y prefirió no arriesgar tras haber terminado a duras penas la jornada anterior.
En el madrileño, tras Mariano completaban el podio Bertrán Martínez Peñalver con 69 y un inspirado José Carlos Jiménez con 71, que daba un inmejorable estreno a su Cota 348 completamente original, demostrando su maestría con una moto puramente clásica que llevaba incluso sus estriberas originales en su posición de fábrica o su carburador Amal.
En Pre 80 nuevo recital impresionante de Roberto Mendíbil sobre su Sherpa que con 49 puntos sacaba nada menos que 22 de ventaja al segundo clasificado, José Carlos Jiménez. Gabriel Dasí cerraba el podio con un punto más que Jiménez, 72.
La categoría de Clásicos fue la que tuvo más bajas, 15 de retirados. Joaquim Lara destacó y se llevó la victoria con sólo 16 puntos, 12 menos que Santiago Prat, que era segundo empatado a 28 con Luis Franqueira.
Este último era vencedor en el trofeo madrileño seguido de Guillermo Rodríguez con 30 y Javier Ruiz con 34.
En Pre75 repetía victoria Emilio Palencia con 32 penalizaciones, tres menos que Ramón Bestue, mientras Juan Domingo San Félix subía de nuevo al tercer peldaño del podio con 39. El sexto en la copa de España, Enrique González de Castejón, era el ganador en el madrileño con 48 puntos, segundo era Antonio Díaz y tercero Juan Mayor.
Y en post clásicas sólo quedó uno de los cuatro del día anterior en esta ocasión, Alvaro Gómez Pintado.
Con la clasificación scratch de los dos días ya disponible como podéis ver a continuación, actualizamos este artículo comentando los podios finales.
En Expertos Oscar Mill era el ganador seguido de Diego Urreta y Alberto Moreno. En Trialeros primer puesto para Mariano Gómez empatado a puntos con Manel Campoy, siendo tercero Gabriel Dus. En Pre80 victoria clara de Roberto Mendibil sobre José Gabriel Dasi y José Carlos Jiménez. En Clásicos el mejor fue Joaquim Lara seguido de Santiago Prat y Enrique Romero y en Pre75 gran victoria de Emilio Palencia con Juan Domingo San Félix segundo y Rafa Asins tercero.
Os emplazamos a todos para disfrutar de otro auténtico trial de clásicas de larga duración el próximo año en la que será la 17 edición de los 2 Días de Trial de Robregordo!!!