La Panáfrica celebró su décimo aniversario con la edición más dura vista nunca, a causa de las nuevas etapas de largo recorrido y la aparición de la inesperada lluvia. De nuevo el trialero de Formentera Xicu Ferrer, varias veces campeón absoluto de la prueba, demostró sus habilidades a los mandos de una Beta de trial llevándose la victoria en la categoría de motos y venciendo la scratch en varias etapas frente a motos de enduro, quads, bugies y coches 4×4, aunque esta vez no pudo obtener la victoria absoluta.
Xicu Ferrer, cuarto en la general y primero en motos sobre su Beta de trial
Se han cumplido ya 10 ediciones de la aventura Panáfrica, una prueba de habilidad y orientación para todo tipo de vehículos de motor. Comenzó siendo un trial que discurría por Marruecos, combinando las puntuaciones en las zonas con las dotes de orientación a lo largo de largos recorridos entre los que se incluían las dunas del Erg Chebby. La interzona no estaba señalizada por marcas externas, sino por «waypoints» que había que localizar a través del GPS.
Una idea muy atractiva y original, un trial muy diferente a los habituales que combinaba la aventura, el turismo, el trial, la orientación, el compañerismo… La primera edición, en la que Todotrial y unos 15 trialeros tomaron parte, estaba abierta a motos y quads, y la idea era ampliar el trial a todo tipo de vehículos: coches, camiones, buggies… ideando clasificaciones por categorías e incluso una scratch.
Sin embargo la idea parece que no caló lo suficiente entre los trialeros, una comunidad bastante «tradicionalista» y poco acostumbrada a probar nuevas fórmulas, con lo que fue derivando en una competición muy diferente. Pasando por una breve etapa de raid-enduro para volver a los orígenes como prueba de habilidad, pericia en la conducción y orientación, aunque ya no como un trial propiamente dicho. Así se mantiene en los últimos años, con éxito creciente. Una competición en la que vence el piloto que recorre menos kilómetros y recibe menos penalizaciones a lo largo de varias etapas. La velocidad no cuenta e incluso está penalizada, ya que, como en un trial, lo importante es la habilidad. Para la organización es importante ofrecer una aventura en la que no existan los riesgos que conlleva una prueba de velocidad.
Nació como trial, con trialeros como organizadores (con Philip Ligué al frente acompañado de sus hijos) y en su décimo aniversario sigue teniendo una clara vinculación con nuestro deporte, ya que de nuevo un trialero a los mandos de una moto de trial, ha sido el vencedor absoluto de la prueba. Nos referimos al piloto de formentera Xicu Ferrer, ex-dakariano y habitual en muchos triales de los que se celebran tanto en Baleares como en la península (ver reportaje Panáfrica 2011).