Laia Sanz no ha podido concluir en condiciones sus objetivos en el Desafío Inca Rally (Perú) al verse indispuesta a causa de un virus intestinal. En la primera etapa se vio forzada a abandonar tras completar el primer sector, pero sacaba fuerzas para salir en la segunda etapa, en la que pilotaba muy mermada físicamente teniendo que volver a retirarse a mitad de especial al competir con fiebre, pese a lo cual tuvo ánimo para remolcar al portugués Joaquim Rodigues, con problemas en su moto.
En la tercera jornada decidía no tomar la salida, «Anoche decidí que hoy no correría, porque no me encontraba nada bien y tampoco tenía mucho sentido salir a la etapa para sufrir como hice ayer, más teniendo en cuenta que esta carrera no es puntuable. La mejor opción era descansar para tratar de recuperarme rápido. Tengo ganas de regresar a casa y estar bien lo antes posible para volver a dar gas y seguir con la preparación para el Dakar», comentaba Laia.
Aunque su paso por el Desafío Inca no ha sido como se esperaba por el inoportuno cuadro vírico y la fiebre que ha arrastrado estos últimos días, Laia Sanz ha podido entrar en contacto con la superficie que protagonizará el Rally Dakar 2019 y sacar conclusiones: «La próxima edición será un algo extraña, porque las dunas de Perú son un poco distintas a lo que estamos acostumbrados, con muchas dunas cortadas que son más propicias para pilotos tipo motocross. Creo que hacia el sur del país habrá más fesh-fesh [arena muy fina], pero lo que está claro que lo que hemos hecho en el Desafío Inca será un poco lo que nos encontraremos en el Dakar».