Scorpa SY 250

   La Scorpa es una moto con una personalidad muy marcada y que se sitúa fuera de lo anteriormente visto, si por más o menos similitud se podrían emparejar la Gas Gas con la Sherco y la Montesa con la Beta, la Scorpa no se asemeja a ninguna de ellas. Para empezar su concepción es totalmente distinta, desde el chasis, los materiales, la estética, hasta el motor o las suspensiones.

   Esta claro que Scorpa viene fuerte para este año 2002, como demuestra su incursión en la competición mundial de la mano de José Manuel Alcaraz y dos jóvenes promesas de Francia y Japón, a lo que contribuye el apoyo de Yamaha. La verdad es que en la prueba que hicimos anteriormente con nuestro piloto Josep Manzano ya quedó bastante claro el comportamiento de esta moto, pero ahora es el turno de los trialeros de "nivel humano".

   Exteriormente la moto llama mucho la atención, sus formas son muy futuristas y su diseño siempre ha sido "distinto". Aunque la decoración ha mejorado mucho respecto al año pasado, gracias a la combinación del azul con el blanco, la moto aún quedaba un poco "sosa" y por eso se ha sustituido el único adhesivo "250" del guardabarros trasero que lleva el modelo de la prueba por una decoración mucho más atractiva en los modelos posteriores. Pero lo que más impresiona es la calidad de materiales. Se nota que Yamaha y Scorpa trabajan para ofrecer un producto de gran calidad y durabilidad, y por ello las pruebas de calidad han sido de lo más exhaustivas. La moto tiene detalles de una calidad muy superior a la competencia, como las estriberas o las tijas de aluminio mecanizado, los diminutos discos de freno o los protectores de éstos, o el eje delantero hueco. Se nota que la mayoría de sus componentes están diseñados por un ingeniero aeronáutico. Los acabados son buenos, aunque hay detalles que no acaban de convencer, como el soporte de aluminio bajo el asiento o los tornillos de plástico que sujetan el guardabarros, de hecho se rompieron estos tornillos durante el segundo día de la prueba.

   Nos disponernos a arrancar la moto, y al subirnos sobre ella lo primero que destaca es el manillar de sección variable, que junto a la tija le da un diseño muy futurista y además no necesita de barra de refuerzo. La palanca de arranque es muy grande y fácilmente accesible, por lo que el arranque es sencillo, sin precisar hacer tanta fuerza como en la Beta o la Gas Gas. La posición de conducción ya muestra que la orientación de esta moto no tiene nada que ver con el resto, las estriberas están muy retrasadas y el manillar parece estar más bajo de lo normal. Este último elemento tiene las puntas un poco hacia abajo, por lo que al principio resulta extraño, algunos pilotos se adaptaron rápidamente y les pareció cómodo, pero a otros las puntas tan bajas no llegaban a convencerles y les causaba mayor cansancio en los brazos.

   La moto da la impresión de ser más larga de lo que es en realidad, pero es debido al efecto que causa la forma del chasis y del basculante, que es muy largo y cuyo eje está en una posición muy adelantada. Por lo tanto da la impresión de ser una moto larga, pero no es así, y entra perfectamente en cualquier obstáculo. Su comportamiento recuerda mucho a las exitosas Yamaha TY, de la que proviene su motor, y como veremos más adelante mantiene muchas de las cualidades que dieron tan buena fama a las TY.

   Al ser diferente a todas las motos anteriores, el periodo de adaptación es algo mayor, (salvo que en la Gas Gas) pero cuando le vamos cogiendo el truco nos vamos sintiendo cada vez más a gusto. Es una moto tranquila, que no incita a hacer trial acrobático sino más bien a ir con las dos ruedas por el suelo, trazando la zona al estilo clásico. Su comportamiento haciendo trial de este modo es muy efectivo, las suspensiones trabajan a la perfección absorbiendo todos los obstáculos y la moto entra en curvas cerradas con una facilidad asombrosa, gracias a la geometría del chasis, de hecho en una zona en la que había un giro muy cerrado de tierra seguido de inmediato por un pequeño escalón, fue con la moto que mejor lo hicieron casi todos los pilotos. Aparte de su facilidad para trazar y para entrar en curva, es ligera de delante, aunque no tanto como la Gas Gas y la Sherco, pero lo mejor es su tremenda tracción. Parece un tractor, pues la moto se agarra al suelo con la rueda trasera con una facilidad grandiosa, sacando gran ventaja a las demás, ya sea terreno de piedra, tierra, barro o agua. Por el contrario, hacer malabarismos, movimientos en parado y filigranas de ese tipo es más difícil que en las motos más ágiles de la comparativa, llegando a agotarnos más de lo habitual, aunque se nota muy mejorada respecto al modelo del año anterior.

   El motor Yamaha es uno de los puntos característicos de la Scorpa por su gran potencia y suavidad en toda la gama de revoluciones, nunca se queda corto y dispone de unos fantásticos bajos y de una buena estirada, aunque no es tan rápido como el de sus rivales. La verdad es que se trata de un motor sobradamente conocido, y de gran calidad y fiabilidad, pero está ya un poco desfasado, tiene bastantes añitos y es muy voluminoso, lo que repercute negativamente en el peso del conjunto. El embrague tiene un recorrido muy corto y un funcionamiento algo extraño, se hace quizás demasiado brusco, lo que hace que en algunos momentos parezca que el motor es nervioso, pero es a causa del funcionamiento del embrague.

   Las suspensiones de la Scorpa siempre se han caracterizado por su buen funcionamiento, este año la nueva horquilla Paioli de sección ovalada fabricada en exclusiva para la moto gala muestra un funcionamiento muy progresivo, que absorbe a la perfección desde los obstáculos más pequeños a los grandes escalones, aunque algunos de los pilotos de mayor nivel la notaron demasiado blanda al principio del recorrido, por lo que en escalones fuertes el golpe recibido repercutía demasiado en los brazos del piloto. El curioso amortiguador trasero sin bieletas también se caracteriza por su excelente comportamiento, pero en el caso de la unidad de pruebas no fue así. No sabemos el motivo pero la moto que nos cedió Moto Natura para la comparativa tenía el amortiguador realmente mal, rebotaba continuamente y parecía haberse quedado por completo sin hidráulico, sobretodo al afrontar escalones la moto rebotaba incontroladamente. Afortunadamente en la prueba individual realizada anteriormente por Josep Manzano pudimos comprobar su comportamiento real, por lo que a ella nos remitimos.

   Aparte de la falta de bieletas su peculiaridad es su posición horizontal, en Scorpa han visto que estando la moto en posición vertical contra una piedra, es decir, en un fuerte escalón, con el amortiguador en posición normal (vertical) éste no trabaja, y rebota hacia atrás en lugar de hacia arriba, si se pone el amortiguador en posición horizontal, este sigue trabajando incluso en esas situaciones y no tira de la moto hacia fuera sino hacia arriba del escalón, y eso es lo que han hecho en Scorpa.

   Los frenos tienen un comportamiento semejante al de las demás, aunque en la unidad de pruebas el delantero no estaba completamente acoplado al disco. Lo que sí pudimos apreciar es una mayor progresividad y tacto, aunque por el contrario también había que hacer algo más de fuerza, sobretodo en el delantero, lo que puede ser debido a lo antes comentado.

   Pero pasemos a las zonas. La Scorpa es una moto con un comportamiento claramente definido, su estilo está tirando más a clásico que a espectacular, lo suyo es ir por las zonas trazando y marcando bien los giros, siendo así muy efectiva. Su punto fuerte es la tracción de la que es capaz, por lo que en zonas resbaladizas es la reina. Circulando por piedras húmedas, y zonas de agua o barro se muestra en su hábitat, la fuerza y par de su motor junto al diseño de su chasis y capacidad de tracción hacen que sea muy sencilla de llevar en estos terrenos.

   Lo mismo sucede en zonas de tierra y de largas y reviradas pendientes, donde de nuevo se muestra superior al resto en cuanto a capacidad de tracción, con lo cual no nos vemos obligados ha cambiar mucho los pesos del cuerpo o a adoptar posiciones demasiado radicales. Por lo tanto adopta las cualidades que tan famosas hicieron a las Yamaha TY, muy apreciadas en las Islas Británicas. Otra cosa es en zonas de piedra, donde la moto de pruebas se mostró algo torpe y pesada, probablemente muy penalizada por el problema en la suspensión posterior que ya hemos comentado.

   Se trata por tanto de una moto diferente, muy apropiada para terrenos resbaladizos y para aquellos que gustan de disfrutar de un trial muy non stop, al estilo de antes y que ahora con la nueva reglamentación vuelve a ser muy efectivo.