Prueba
Comparativa 2002
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Texto: Horacio San Martín Fotos: Ramón Sallés, Horacio San Martín, Laura Corredera Acción: Dani Cuerdo, Diego Garrido, Alberto Curieses, Javier Peñacoba, Carlos Vivanco, Ramón Sallés, Mario San Martín, Horacio San Martín |
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Sherco
2.9
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Montesa
Cota 315
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Gas
Gas TXT Pro 280
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Beta Rev-3 |
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Scorpa
SY 250
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Gas Gas TXT Pro 280
Sin duda se trata de la gran novedad del año, una de las motos más esperadas, por eso empezamos con ella. Hasta ahora Gas Gas se había caracterizado por ser una marca que iba evolucionando paulatinamente sus modelos, desde la aparición en 1990 de la primera Gas Gas de refrigeración líquida. Una evolución que nos recordaría al crecimiento de un niño, lo hace poco a poco y va creciendo sin que nos demos cuenta, pero cuando miramos una foto de hace 6 años vemos que ha cambiado mucho. Para 2002 Gas Gas ha sorprendido con un cambio radical, un modelo completamente nuevo en prácticamente todos sus componentes pero físicamente bastante parecido al anterior, nuevo motor, nuevo chasis, nuevos frenos, nuevo embrague...
El modelo anterior ya había evolucionado hasta un grado de fiabilidad y calidad muy elevado, y ahora la cuestión está en si esta nueva moto puede mantener ese grado de fiabilidad o si tendrá fallos de juventud.
Una primera vista a la moto nos da ya una impresión de máxima ligereza, su anchura y dimensiones generales han sido muy disminuidas respecto al modelo anterior, todo está reducido a la mínima expresión, el chasis es muy pequeño, el motor minúsculo, ya sólo al bajarla del remolque se nota claramente que es una auténtica peso pluma.
Estéticamente es muy agradable, muy racing, pero nos fijamos un poquito más y comenzamos a ver detalles de terminación mal logrados. La unión del guardabarros trasero al depósito rompe un poco la armonía de líneas, aunque el acoplamiento es bueno, el motor deja un espacio excesivamente amplio hasta la placa de protección del carter, y los adhesivos laterales están bastante mal diseñados, pues tapan bastante chapuceramente algunos tornillos y lo que es peor, se despegan fácilmente al tercer o cuarto día de utilización. Otro punto a revisar es la petaca final del tubo de escape, pues roza levemente con la rueda trasera en las dos unidades que tuvimos ocasión de probar. Está claro que los acabados no son lo bueno de la Gas Gas, y realmente da sensación de que nos hayamos ante un auténtico prototipo.
Pero nadie puede ya aguantar más y nos disponemos a arrancarla. El starter está situado en una posición bastante cómoda, exactamente igual que en el modelo anterior. La palanca de arranque es ahora más corta y está algo más alta, tiene un menor recorrido, lo que obliga a dar la patada algo más enérgicamente que antes, pero la moto arranca perfectamente y emite un sonido típicamente Gas Gas.
Las primeras impresiones sobre ella han sido igual en todos los pilotos, el motor sube de vueltas con una rapidez y una velocidad increíbles, con lo cual hay que tener mucho cuidado y tacto con el puño de gas. Hace gala de una potencia realmente importante, y se nota mucho más vivo y lleno que ninguno de los que hayamos podido probar antes.
La moto es realmente ligera, levantar las ruedas o hacer cambios laterales es realmente sencillo, ambos trenes se notan completamente descargados y hasta los pilotos de nivel más básico lo hacen con sencillez, dentro de sus posibilidades. La impresión es casi de que estamos en una bici con motor, con un motor muy rápido, potente, y que estira muchísimo.
Al mismo nivel que el motor está el novedoso embrague. Tiene un funcionamiento perfecto, es muy preciso y también constante, sin venirse abajo cuando se le exige mucho rendimiento, como arrancadas desde cero con el gas a fondo o en dobles escalones fuertes. Pero también es muy rápido, quizás demasiado para un piloto de nivel medio. Aparte de ello se muestra algo duro, desde luego más que en el modelo anterior, aunque puede que se ablande con el rodaje del mismo. El embrague de la Gas Gas funcionó bien, hasta que se bloqueó, lo cual sucedió durante la tarde del segundo día de la prueba. La maneta quedó completamente dura y era imposible utilizarlo. Más adelante averiguamos que se trata de un pequeño defecto de fábrica que en algunas unidades no ha sido solucionado en la cadena de montaje pero que tiene fácil arreglo. Se trata de un pequeño tornillo allen que va enganchado en el centro de la maza de embrague, resulta que se afloja con facilidad, y la reparación consiste en echarle fijador y volver a apretarlo. La cosa es sencilla pero hay que quitar la tapa del cárter, y la palanca de arranque, para lo que basta con tumbar la moto, sin necesidad de vaciar el aceite o el anticongelante, ya que la bomba de agua va anclada a la tapa de manera independiente. Una vez solucionado el embrague no volvió a dar problemas, aunque el engorro de volver sin embrague hasta nuestro garaje y su posterior reparación no nos lo quitó nadie.
Las relaciones de cambio son también nuevas, la primera sigue siendo muy corta, por lo que es más utilizada la segunda, con la que se pueden realizar casi todas las zonas, incluso los fuertes escalones, gracias a la grandísima estirada y potencia del motor. La tercera puede ser utilizada para zonas más rápidas, grandes pendientes de tierra o escalones impresionantes, y se sigue mostrando igual de potente y rápida que la segunda. La cuarta es más larga que antes y junto a la quinta y sexta están bien escalonadas. Por lo tanto las relaciones de cambio están muy bien estudiadas y escalonadas, pero no sucede lo mismo con su accionamiento. La nueva palanca de cambio es muy corta, para evitar un recorrido mayor de la palanca, pero el problema está en que las marchas no acaban de engranar bien, al pasar de primera a segunda, ya sea en marcha o en parado, suele quedarse en punto muerto, lo cual es bastante fastidioso. Todas las marchas entran bruscamente, sin suavidad, y para cambiar de primera a segunda hay que insistir a base de pequeñas patadas. Por otro lado al ir utilizando el cambio por interzonas, el crujido que emite la caja de cambios es a veces preocupante y hasta doloroso, sobretodo en reducciones. Está claro que el sistema es muy novedoso y aunque el compartir piñones entre las marchas reduce peso y espacio, lo cierto es que el cambio es una de las cosas que aún debe evolucionar bastante en la Gas Gas para situarse a la altura de la competencia.
Las suspensiones trabajan bien, correctamente, aunque sin llegar a ser tan buenas como las de una Montesa. La horquilla delantera es como la del modelo anterior, y quizás ha quedado excesivamente dura para el nuevo peso de esta moto, pues se nota bastante golpe al picar los escalones con la rueda delantera, lo que probablemente se podrá mejorar con un aceite menos denso. El monoamortiguador trasero está a buen nivel, absorbe los escalones con nobleza y rebota lo suficiente cuando se lo pedimos.
En cuanto a los frenos, su comportamiento es impecable, muerden realmente bien y el tacto es muy bueno. Ya no se utilizan las pinzas Hebo, que han sido sustituidas por las AJP, y en el trasero el doble pistón vuelve a dejar paso a un simple pistón metido tras el basculante. Aún así su eficacia y su tacto son realmente buenos.
Tras hacer varias zonas de diferentes niveles, todos los probadores coincidieron en una cosa: es una moto muy racing, demasiado pro, su comportamiento es demasiado radical, lo que la convierte en una moto bastante difícil de manejar en zonas complicadas y requiere un periodo de adaptación bastante largo, que probablemente supere las dos semanas de entrenamiento diario. El motivo de ello está por un lado en la radicalidad de su motor unido al poco peso de la moto, con lo cual la moto se encabrita y sale disparada fácilmente. Esto es algo a lo que con más o menos entrenamiento puede uno habituarse.
La moto es extremadamente manejable y en zonas tipo indoor, con cambios y grandes escalones es la número uno. Los escalones más increíbles no tienen ningún misterio para ella, pero eso sí agarraros bien al manillar porque la moto sale disparada, y hasta que uno se acostumbra se tiende a ir con la parte delantera demasiado levantada o a pasarse claramente de gas. Al contrario de lo que se pudiese pensar, el chasis es mucho más rígido y compacto que el anterior, lo que se nota especialmente en escalones de nivel profesional, donde el chasis no flexa tanto como en la anterior Gas Gas, que a veces daba impresión de ser un chicle.
En zonas con giros non stop también se muestra increíblemente competitiva, gracias a la ligereza de la parte delantera, con lo cual es muy sencillo hacer giros muy cerrados levantando la rueda delantera al estilo clásico, sin parar, por supuesto. El esfuerzo que hay que hacer es mínimo, y la moto lleva la rueda hasta donde queramos.
Pero la cosa cambia según nos adentramos en zonas más clásicas, donde se pone de manifiesto quizás el mayor problema de esta moto, su falta de tracción. Primero hicimos unas zonas en un terreno mojado, y los pies caían como moscas. ¿Cuál es el problema? La rueda trasera resbala muchísimo, parece que el terreno está muy muy resbaladizo, pero al subirnos en otras motos vemos que la cosa no es para tanto.
Resulta que la Gas Gas tiene muy poca tracción ya que aparte del menor peso, tiene las estriberas demasiado adelantadas y el basculante no tan largo como hubiese sido necesario, con lo cual resulta que el piloto no puede cargar el peso necesario en el tren trasero en terrenos de poca adherencia y la moto resulta muy poco eficaz en terreno húmedo. La posición de conducción puede resultar cómoda, pero está claro que no es la ideal. Después fuimos a hacer zonas de río y la cosa seguía igual, la Gas Gas era, con diferencia, la menos competitiva. A continuación unas zonas de tierra, incluyendo una larga subida con varios giros rápidos, más de lo mismo.
Por lo tanto podemos concluir diciendo que la Gas Gas es una moto muy manejable, muy ligera, muy potente, pero en contra peca de una falta de motricidad importante que provoca una clara desventaja frente a las demás en algunos tipos de zona, y en competición esto también es importante. Por otro lado su comportamiento es muy radical por lo tanto es una moto no muy recomendable para pilotos de nivel bajo, medio, e incluso algunos de buen nivel la notarán extraña. Desde luego una vez habituados es buena, pero con algunas salvedades, para los de nivel alto y seguro que gustará mucho a pilotos de nivel elevado, Senior A, B, o Juniors top.