Prueba Comparativa 2002
   Texto: Horacio San Martín
   Fotos: Ramón Sallés, Horacio San Martín, Laura Corredera
   Acción: Dani Cuerdo, Diego Garrido, Alberto Curieses, Javier Peñacoba, Carlos Vivanco, Ramón Sallés, Mario San Martín, Horacio San Martín

Sherco 2.9
Montesa Cota 315
Gas Gas TXT Pro 280

Beta Rev-3

Scorpa SY 250

Montesa Cota 315

   Parece mentira que una moto con ya unos cuantos años a sus espaldas siga manteniéndose tan dignamente frente a sus rivales. Es cierto que la Montesa fue concebida hace tiempo, y que se trata de una moto más grande y pesada que otras de la competencia, pero también es cierto que sigue siendo una de las más competitivas y que incluso es la ganadora en algunos apartados.

   Pocas novedades incorpora este año la Montesa, freno delantero y ángulo de avance de la horquilla, por lo que pocas cosas nuevas pueden decirse sobre ella. Estéticamente resulta ya anticuada y da sensación de ser una moto grande y pesada, sobretodo por el faro delantero de serie, que suele ser rápidamente sustituido. Sin duda el nivel de acabados es de lo mejor junto a Beta, y su calidad es superior a todo lo demás, por lo que una Montesa bien cuidada puede durar muchos años y ser competitiva durante mucho tiempo. Todos sus detalles están perfectamente estudiados, y tiene pequeñas piezas y protecciones que la acercan más a una moto de gran serie que a una moto de competición, pero claro Honda siempre ha sido famosa por ello.

   Sin duda uno de los detalles que más se agradece y que contribuye a fidelizar al cliente y a crear imagen de marca seria y preocupada por sus clientes es el hecho de susministrar un completísimo libro de despiece y mantenimiento de la moto junto a la bolsita con repuestos, kit de intermitencia, etc. Detalles que no hacen marcar más ceros en un trial pero que crean satisfacción al cliente aficionado. Por contra, la Montesa viene de serie demasiado "civilizada", lista para todo tipo de homologaciones, por lo que para sacar su máximo rendimiento trialero hay que proceder a quitarle los topes o a sustituir el aparatoso faro delantero.

   Pero dejémonos esas cosas, ya de sobra conocidas por los montesistas y fijémonos más en detalle. La moto sigue siendo roja, aunque olvidando ese metalizado verdoso del año anterior. Los adhesivos de los laterales de las aletas ahora son negros y más pequeños, evitando el deterioro de los mismos al poco tiempo, aunque probablemente sigan despegándose tan fácilmente como antes. Un detalle que no gusta a todo el mundo es el hecho de que los guardabarros vayan pintados, y no sólo lacados, pues con los arañazos la pintura se levanta y el aspecto final es de mayor envejecimiento, aparte de que el precio de la pieza es mucho mayor. Si se rompe, cosa que sucede mucho más frecuentemente que cuando los guardabarros de la 315 no iban lacados, hay que preparar la cartera. Desde luego son muchos los que prefieren que los guardabarros volviesen a ser como antes, sin pintura, tanto por su mayor resistencia como por el precio de los mismos.

   Pongámonos ya en marcha, el starter está bien accesible, pero el grifo de gasolina sigue siendo de lo peor, su accesibilidad es mala y además suele estar bastante duro, pero lo que es aún peor, no tiene posición de reserva, por lo que los montesistas siguen siendo los que tienen más posibilidades de quedarse tirados por despiste en medio del campo. A esto se añade el hecho de que el depósito de gasolina es de los que tienen menor capacidad, y es que a pesar de todo la Montesa también tiene algún detalle de acabados en contra.

   Al subirse en la moto la impresión inicial es de estar sobre algo demasiado ancho y grande, pues el chasis a la altura de las estriberas es el más ancho de todos, y el manillar es el que se sitúa más elevado. Esto puede provocar una impresión inicial negativa a pilotos acostumbrados a otras marcas, pero si olvidas esos prejuicios y haces trial durante bastante tiempo llegarás a darte cuenta de que su comportamiento no es como parecía en un principio. Claro que para ello hay que tirarse unas cuantas horas sobre la moto.

   Las sensaciones que provoca la Montesa son bastante diferentes a las de las demás motos, tiene una personalidad propia muy marcada y su estilo de conducción es completamente distinto al de las demás, su comportamiento podríamos denominarlo más rígido, menos juguetón pero muy efectivo. No es una moto ligera, por lo tanto no anima a ir dando saltitos y cambios con las ruedas, sino a seguir un estilo más clásico, con ambas ruedas por el suelo. Cuando hay que levantar de delante para hacer un giro en el aire el peso se nota, pero sin embargo hay una sensación de control muy grande una vez le has cogido el aire. Podríamos pensar que a la hora de hacer cambios en parado su mayor peso y tamaño nos lo impedirían bastante, pero sucede lo contrario, sorprende la facilidad con la que se mueve en parado y tanto hacer cambios con la rueda delantera como con la trasera es sencillo, ¿por qué? Muy fácil, el truco está en las suspensiones, sin duda las mejores de toda la comparativa, las mismas se hunden y vuelven a subir con una precisión y un tacto impecables, ni demasiado sueltas, ni demasiado frenadas, ni demasiado duras, ni demasiado blandas. Esto facilita mucho los movimientos en parado, sin embargo hemos de decir que en la moto de pruebas estaban excelentemente reguladas y que en otras motos de serie que hemos tenido ocasión de probar la cosa no iba tan bien. De todos modos, aunque las suspensiones ayudan mucho, el peso se nota y los movimientos en parado se hacen bastante mejor en una Gas Gas o una Sherco.

   El peso y las dimensiones son un factor negativo en la agilidad, sobretodo en momentos apurados o caídas, pues aguantar de la Montesa no es tan sencillo como aguantar la Sherco o la Gas Gas, lo que en un piloto de nivel bajo crea menos confianza, por lo que se lo pensará dos veces antes de afrontar un obstáculo en el que hay bastantes posibilidades de fallar. Pero por el contrario la Montesa perdona más en otras situaciones, tracciona muy bien y no es necesario hacer tantos movimientos con el cuerpo buscando la tracción o el equilibrio, puede llevarse más fácilmente sin necesidad de esfuerzos, pues no tiende a levantarse de delante ni a escaparse de las manos.

   Sin embargo uno de los defectos de Montesa siempre ha estado en la dirección, a lo largo de los años se ha ido variando el ángulo de avance de la horquilla, el año pasado se abrió haciéndola más estable y manejable en curva aunque un poco más larga de cara a giros muy cerrados. Este año se ha vuelto a reducir un poco más el ángulo, con lo cual la moto vuelve a tender a salir recta en giros, provocando el que se pongan pies innecesarios o incluso el derrapaje de la rueda delantera en terreno resbaladizo y tierra, al no entrar bien en el giro. Esto provoca algunos problemas a determinados pilotos y cuanto más básico es el nivel más se nota y más difícil es llevar la moto por el camino marcado, pues la dirección es muy nerviosa, y como dijo uno de nuestros pilotos, le costaba llevarla por donde quería. Otro punto negativo se encuantra también en la dirección, y es que su ángulo de giro es menor que en el resto de motos, llegando a los topes antes de lo que podríamos desear, lo que dificulta las cosas en los giros.

   El motor es muy dócil, pese a tener menos de 250 cc tira con mucha fuerza y nervio, dando la impresión de ser de mayor cilindrada. Su estirada es buenísima y reacciona impecablemente tanto en altos como en bajos, dando confianza. Además es bastante rápido y al principio incluso parece brusco, pero no es que su funcionamiento sea algo más nervioso que en otras motos, sino que el embrague es más brusco. Precisamente el embrague siempre ha sido uno de los puntos débiles de esta moto, y aún lo sigue siendo, pues a parte de ser algo brusco desfallece en los momentos más exigentes, restándole tacto o haciendo "extraños". Por otro lado su mantenimiento es algo delicado, pues hay que tener cuidado de utilizar un aceite específico y llevarlo bien regulado si no quieres acabar con problemas de arrastre.

   La relación de cambio es, como en la Sherco, de 5 marchas. Están bastante bien escalonadas, aunque son más cortas que en la moto azul. En primera pueden hacerse la mayoría de las zonas, pero si hay zonas más complejas a base de escalones la primera se queda algo corta y es mejor asegurar en segunda, siendo la tercera para escalones grandes y las típicas zonas de rampas. La cuarta y quinta quedan bastante más descolgadas, lo que se nota al circular en caminos.

   De la suspensión ya hemos hablado antes, ambas son las mejores de la comparativa, y especialmente la horquilla. Su comportamiento hace que la moto se maneje con facilidad y ligereza pese a sus dimensiones y su peso, de no ser por ellas la moto perdería mucho. La horquilla tiene un tacto extremadamente suave, muy progresivo, nunca llega a hacer tope y se adapta a todo tipo de obstáculos absorbiendo con suavidad los más pronunciados y llegando a casi no notar los más pequeños. El amortiguador trasero también es muy progresivo, se nota como se va endureciendo paulatinamente a medida que llega al final de su recorrido y según sea esta compresión responde como le pidamos, con un ágil rebote para levantar la rueda trasera o absorbiendo una pared. Eso sí, las suspensiones de la Montesa son muy sensibles a las regulaciones, y mientras la de pruebas había sido ajustada por el departamento de competición de Montesa, otras motos de serie que hemos probado no iban tan bien como esta.

   Los frenos de la Montesa están al mismo nivel que las demás, no en vano todas montan los mismos componentes, su mordiente es muy bueno y el taladrado de los discos la hace recuperar bien la efectividad en mojado. El delantero clava con precisión y el trasero se comporta también perfectamente y con tacto, ayudado por la gran palanca, que para algunos resultó excesivamente grande, aunque ello ayuda a encontrarla bien en toda situación, pero se "chafa" con facilidad.

   Ya hemos comentado su comportamiento en algunos tipos de zona, pero ampliemos un poco más las impresiones de nuestros pilotos. En terreno mojado y río la Montesa se porta a la perfección, sus magníficas suspensiones, su aplomo y gran estabilidad, junto a su buena tracción hace que se maneje fácilmente en los terrenos más resbaladizos.

   En tierra más de lo mismo, por lo que si, por ejemplo, en una subida prolongada, cortamos levemente el gas y volvemos a darle para recuperar, ésta lo hará bien, sin perder tracción ni encabritarse. Otra cosa son los giros, pues como ya hemos dicho se muestra demasiado "ligera" de dirección y a ello hay que acostumbrarse, lo cual desconcierta especialmente en zonas de mucha piedra suelta, aparte del menor ángulo de giro y la ya comentada tendencia a seguir recta en giros muy cerrados, aunque esta es mucho menor que en los primeros modelos de la 315.

   En zonas de piedra y escalones, las suspensiones vuelven a jugar a su favor, y a pesar de su tamaño y su peso se muestra agil, aunque más tendente a ir en línea recta que a hacer muchas virguerías. El chasis de aluminio es otro de sus puntos fuertes, pues su rigidez y calidad están fuera de toda duda, siendo el chasis más rígido tras el de la Beta. Y hablando de los chasis Verlicchi de la Montesa y la Beta, un detalle fantástico es el que las estriberas vayan ancladas a unos anclajes y éstos atornillados al chasis, por lo que en caso de necesidad se puede modificar fácilmente la posición de las estriberas cambiando esos soportes de acuerdo con los gustos o la estatura del piloto, sin duda un detalle que sería muy de agradecer en otras motos que no llevan este sistema.

   Por lo tanto podemos decir que a pesar de su peso, volumen y el paso de los años la Montesa sigue siendo una moto muy competitiva y muy equilibrada, siendo una opción muy a tener en cuenta sobre todo para aquellos que quieran un producto de calidad y que dure y dure... Los pilotos aficionados pueden notarla un poco difícil de manejo a causa de la dirección y el embrague pero es algo a lo que se puede adaptar uno perfectamente. Los pilotos de nivel medio y alto la encontrarán muy competitiva, aunque según vaya subiendo el nivel del piloto y su gusto por el pilotaje acrobático la notarán algo grande y pesada.

 

Continuación...