sábado, diciembre 21, 2024

Trofeo de Trial de Niños de Castilla y León, Barco de Ávila, crónica

 

El pasado 26 de septiembre, se celebraba la cuarta prueba de nuestro Trofeo de Trial de Niñ@s trasladándonos por primera vez hasta la hermosa localidad abulense de Barco de Ávila.


Texto: Luis José Bustillo Fernández
Fotos: Susana Serna Ampudia y Margarita Vera

Dicha prueba estaba organizada a través de la Federación por Segundo Gutiérrez, padre de los pilotos del trofeo Saul y Vera, quien ya desde el año pasado anunciaba que tenía que hacer una carrera en su pueblo. Y así ha sido, si bien no han faltado impedimentos de todo tipo, lo cual ha permitido que tras finalizar la prueba sin incidentes y con buenas críticas por parte de la gente del pueblo, tanto Segundo como los que allí estuvimos, nos quedásemos con el buen sabor de boca y la satisfacción de haber sacado adelante la carrera.

Y es que esta historia empieza desde muy atrás, más concretamente el año pasado cuando una familia llegada desde el Barco de Ávila inscribía a su hijo Saul en la primera cita del Trofeo 2019 en Benavente.

Después de esa primera carrera han disputado todos los triales, dándose a conocer en el padock del Trofeo y no sin inconvenientes e infortunios de todo tipo, pero consiguiendo completar el calendario y prometiendo organizar un trial en su pueblo. Así que el sábado fuimos a ayudar a esta buena gente a rematar el colosal trabajo organizativo y logístico que habían realizado durante toda la semana anterior al trial.

Segundo había marcado cinco zonas tipo indoor a lo largo del paseo que rodea el impresionante Castillo de Valdecorneja y al lado del cauce del rio Tormes. Cinco zonas bien aprovechadas y cada una diferente. La zona 1 estaba compuesta por los obstáculos artificiales en madera que Segundo ha ido fabricando en su casa desde que empezara el confinamiento en marzo.

La zona 2 aprovechaba unas lanchas de roca del propio castillo. La zona 3 fue la de los troncos de madera y las zonas 4 y 5 fueron confeccionadas a base de piedras de diversos tamaños, bloques y tubos de hormigón, así como un balancín artesanal que fue puro espectáculo con sus casi cuatro metros de largo.

Agradecer a Jose Antonio Blázquez, su hijo Cesar y a Jesús Martin por haber contribuido a la organización del trial y habernos acompañado durante toda la jornada. También hay que agradecer la predisposición del Excmo Ayuntamiento de la localidad que no ha dudado en facilitar al organizador el lugar para ubicar las zonas y el acceso al castillo desde donde se realizó la presentación inicial y la entrega de trofeos.

El organizador me comentaba que ha obtenido ayuda de diferentes empresas locales para llevar a cabo todo el montaje del trial (materiales, máquinas para mover los obstáculos, etc..). Y todo parecía bonito mientras Segundo y la gente que le ayudaba montaban las zonas los días anteriores a la carrera, sin saber que, una vez más, tendría que afrontar un nuevo problema. Ese dichoso virus que tanto daño está haciendo también afectó al trial del Barco de Ávila, y más concretamente en la inscripción de participantes. Una prueba que en la que estaba prevista la asistencia de doce participantes, se vio forzada a realizarse con tan solo cuatro pilotos, ya que justo una semana antes varios participantes fueron obligados a quedarse confinados en sus domicilios por rebrotes en localidades de León.

Tanto esfuerzo y trabajo no podían quedarse sin recompensa, así que se replanteó el trial para que niños de la localidad pudiesen participar en modo exhibición el mundo del trial y de la competición y lo que se siente al llevar una moto entre las cintas de las zonas. El éxito fue rotundo y quedó un trial vistoso, fácil de ver para la gente que allí se acercaba con curiosidad o por los familiares de los niños, y muy excitante deportivamente hablando al concentrarse la competición en cuatro pilotos. Hacer constar que se estableció un control de temperatura para pilotos y acompañantes, así como uso de la mascarilla obligatoria y utilización de hidrogel en lavado de manos.

Pódium TRC

TRC. – No era la primera participación de los dos pilotos inscritos en la categoría de iniciación por lo que ya no había que explicarles nada. Vera Gutiérrez sigue intentando dejar a su padre atrás, pero de momento hay que seguir entrenando para conseguir soltura y “volar sola”. Recordamos que Vera tan solo lleva tres carreras y que a pesar de quedarle mucho rodaje todavía, no ha dejado de intentar todas y cada una de las zonas de los triales a los que ha asistido. En este caso, siendo piloto de la localidad la seguían a distancia, pero haciendo mucho ruido, un grupo de amigas animándola con pompones y todo. Victoria incontestable para el piloto de Piedralaves Darío Sánchez el cual tan solo se dejó un pie en la primera zona, para después calentar y marcarse todas las zonas a cero con su moto eléctrica. Esta claro que en breve le vamos a ver subir de categoría porque técnica y valentía no le faltan al chaval.

Pódium TRB

TRB. – Saul Gutiérrez también brilló en su localidad, recibiendo el calor de su gente en forma de aplausos y vítores cada vez que pasaba los obstáculos. Estrenaba también montura de mayor tamaño, que, para unas cosas le facilitaba el trabajo, pero que para los obstáculos mas grandes era un hándicap hasta que estire un poco y llegue bien al suelo.

TRA. – Desde Villanueva de la Vera en Extremadura, llegó el joven piloto Héctor Illescas que con su TRS eléctrica nos dio una lección de serenidad y madurez impensables para su edad. Apenas una mirada a la zona y unas breves instrucciones de su padre Daniel y ya entraba en zona con una seguridad y una técnica que nos hizo vibrar a todos los allí presentes cada vez que superaba el obstáculo.

Pódium TRA

Tanto Héctor como Saul tenían comunes los pasos más complicados, como el balancín o los tubos de hormigón, si bien Héctor tuvo que atreverse con dos bloques de piedra superpuestos que igual con otro tipo de moto se harían sin problema, pero que debido a la rueda pequeña que llevaba nos hacia prever que se quedaría enganchada del cárter al bajarlos. Y para nada fue así, al darle con decisión y salvar la altura sin problemas.

Tanto al inicio como a mitad de carrera, tuvimos oportunidad de presenciar las evoluciones de dos pilotos de trial del Motoclub Candeleda Gredos, así como dos chicos de la localidad que también estuvieron haciendo biketrial con sus bicicletas.

En definitiva, fue un evento muy entretenido, familiar y con mucho sentimiento debido a todas las circunstancias narradas en esta crónica.

Esto ha sido la semilla que ha plantado Segundo Gutiérrez en su localidad para que, seguramente, al año que viene tengamos trialeando a alguno de los chavales que ahora practican trial en bici y que gracias a esta prueba ya han podido observar/sentir lo que se puede hacer con una moto.

Y finalizamos el trial con la entrega de trofeos, medallas y regalos a todos los participantes, y con las palabras del organizador del evento para agradecer al personal de Protección Civil.

Que ayudó en el transcurso del evento, al personal médico, al encargado de la megafonía y música y a las Autoridades del consistorio que asistieron a la entrega de premios.

Segundo estaba emocionado y contento de que todo hubiese salido bien, pero más se emocionó al recibir el aplauso y reconocimiento de toda su gente por el tesón que ha tenido para que se pudiera celebrar y por todo el esfuerzo y tiempo que ha dedicado a este trial.

Esto le dará fuerzas para volver al año que viene a celebrar, con mas pasión si cabe, el que será el II Trial de Niñ@s del Barco de Ávila.

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