Más de 12.000 personas disfrutaron de la primera edición de Retromoto Barcelona, muestra monográfica de motos clásicas en el recinto de La Farga, lo que avala la celebración de una nueva edición en 2017.
El Salón RetroMoto Barcelona, que se clausuró ayer en el Centro de Actividades de La Farga, ha cumplido los objetivos previos fijados para su primera edición, según ha valorado la organización del mismo, por lo que se ha determinado iniciar los preparativos de un nuevo certamen para 2017.
RetroMoto Barcelona ha recibido más de 12.000 personas en los tres días que el certamen ha estado abierto, cumpliendo así las expectativas de afluencia de público, «aunque más que la cantidad de visitantes, me gustaría destacar la calidad de los mismos, pues ha sido público aficionado a las motos clásicas, con muchos asistentes que han decidido realizar compras entre la amplia oferta existente de piezas, recambios, ropa, recuerdos y, por supuesto, motos», señaló el director del evento, José Enrique Elvira.
En ese sentido, expuso que «el reto era importante pues en la historia de este tipo de ferias en este país nadie se había lanzado a realizar un certamen monográfico de motos clásicas, ya que lo habitual es hacerlo de coches y motos, con lo que estamos muy satisfechos».
Elvira añadió que este certamen «sólo se podía celebrar en Barcelona, pues la comunidad catalana no sólo es pionera en muchos aspectos ligados al motociclismo, sino que siempre tuvo una industria que arropó al sector, y sigue siendo un puntal tanto en lo deportivo, como en afición».
Esta edición inaugural del Salón RetroMoto ha sido muy diversa en cuanto a contenidos, lo que ha repartido la atención del público asistente entre diversos stands. Entre los más visitados hay que destacar los que han reservado tanto el Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC), con piezas exquisitas como la motocicleta Villalbí, la primera construida en el España en 1904; o la Montesa A45 Femenina del año 1945, adaptada para facilitar la conducción con faldas, como del Museu Isern de la Moto, con una SRS de 1949 (primera marca de Bicicletas Rabasa, empresa embrión de Derbi), y la segunda moto que fabricó Derbi ya con su nombre, un modelo de 98 c.c. de 1953.
El stand retrospectiva de la mítica Montesa Cota, que no ha dejado de ser un icono del mundo del trial, así como la presencia del prototipo de Montesa Impala 3, ha llamado también mucho la atención de los aficionados, en especial de los propietarios de las 40 motos Impala que se concentraron el sábado.
Mención aparte está lo vivido alrededor de Harley Davidson, con un stand brillante de su concesionario oficial en Barcelona, con presencia de varias motos de los años 40, así como la concentración del sábado que reunió a medio centenar de ‘Harleys’, que quedaron en exhibición para que el público las disfrutase igualmente.
El gran momento emotivo vivido por el campeón Pere Pi, su familia e invitados, en el homenaje celebrado el viernes, así como el stand dedicado a su trayectoria deportiva, con sus motos y trofeos, ha sido otro de los éxitos de esta feria.
Ha sido en definitiva una muestra pionera en el España, con buen apoyo del público general y de los aficionados, que va a permitir que la organización continúe con este salón monográfico dedicado a la motos clásicas, preparando ya la segunda edición para 2017.
Galería de fotos I Retromoto Barcelona:
