El Trial de Mesones, Memorial José Antonio Camacho, vivió un fin de semana especial con su estreno en formato de dos jornadas, consolidándose como una cita de referencia del trial clásico madrileño y recordando con gran emoción a uno de sus colaboradores.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: José Carlos Fuentes Florez, Javier Rubio, Javier Benito.
El Campeonato de Madrid de Trial de Clásicas 2025 recibió una excelente noticia cuando a su escueto calendario de esta temporada se sumó el Trial de Mesones, una prueba que en sus dos ediciones anteriores había cosechado un éxito rotundo. La alegría, sin embargo, fue doble: no solo regresaba esta cita tan esperada, sino que lo hacía en un atractivo formato de dos días, algo que siempre entusiasma a los aficionados al trial, especialmente a los apasionados del trial clásico.
En esta edición, la organización volvió a estar a cargo del Comité Organizador de la FMM, con la destacada labor de Manolo Torralbo al frente y de Jorge de Lorenzo como responsable del diseño de las zonas, un tándem que una vez más demostró su experiencia y dedicación.
Recorrido renovado y homenaje muy especial
La prueba llegaba con un recorrido completamente renovado, más largo que en las ediciones anteriores, y con el atractivo de ofrecer 12 zonas a dos vueltas el sábado y 10 zonas a dos vueltas el domingo. En esta ocasión no hubo invitado especial como en años pasados —recordemos las visitas de Mick Andrews y Jordi Tarrés—, pero el evento mantuvo un carácter extraordinario al rendir homenaje a una figura muy querida: José Antonio Camacho, una de las personas que más contribuyó al éxito de este trial. Por ello, la prueba adoptó el sobrenombre de Memorial José Antonio Camacho.
Quizá para muchos trialeros habituales su nombre resultara poco conocido, pero Camacho fue un apasionado del trial desde los años 90, mochilero de Bertrán Hernando en el Campeonato de España de aquella época, y un entusiasta del motor, tanto de dos como de cuatro ruedas. En la primera edición de Mesones compitió con una Montesa Cota 200 prestada, y este año preparaba con ilusión su GasGas 327 de 1989. Su aportación más importante, sin embargo, fue como gestor de eventos de Coca-Cola, apoyando siempre el Trial de Mesones con su entusiasmo y profesionalidad. Tristemente, un inesperado accidente de tráfico truncó su vida, dejando un enorme vacío entre sus compañeros y amigos.
La Montesa con la que compitió hace un par de años se exhibía frente al podio de salida, acompañada por un cartel con fotografías suyas y la frase “Recordadme siempre así”. Otro cartel similar, con el mismo mensaje, recordaba a Jesús Sanz, otro trialero muy querido recientemente fallecido.
Antes de la salida del sábado se guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo de ambos, gesto que se repitió el domingo antes de la entrega de premios. En ese momento tuvo lugar un homenaje especialmente sentido: dos grandes amigos de Camacho, Santiago y Enrique, dirigieron unas palabras en su memoria y entregaron unos obsequios a su mujer e hijos, presentes en el acto. También la alcaldesa de la localidad les quiso entregar una litografía de Mesones.
Entre el público y los pilotos, también estaban algunos miembros del Club Mini Clásico Madrid, del que Camacho era un gran animador, y que quisieron acompañarle en este tributo, acompañados de sus clásicos. Tampoco faltaron representantes de los grupos de Facebook Motos Clásicas Made in Spain y Ossa Fanspower, algunos llegados desde Zaragoza, que no quisieron faltar en este homenaje.
Dos jornadas muy distintas
En lo deportivo, el fin de semana ofreció dos jornadas de trial completamente distintas. El sábado amaneció con un tiempo espléndido y terreno en condiciones perfectas, lo que permitió disfrutar de unas zonas muy bien trazadas y equilibradas para cada categoría.
En Mesones no hay piedras, las zonas se caracterizan por estar compuestas por subidas, bajadas, laderas y giros técnicos sobre tierra, ideales para el trial clásico, recordando los estilos de antaño donde la técnica y el equilibrio eran más importantes que los grandes obstáculos. Y además trial clásico de verdad, de ese en el que necesitas poner segunda y dar gas a fondo, y hasta puedes hacer las zonas sin tocar el embrague.
El recorrido, además, resultó variado, entretenido y muy trialero, con una excelente señalización y presencia de Protección Civil y Policía Local en todos los cruces, a quienes los organizadores agradecieron su colaboración.
Sin embargo, al finalizar la jornada del sábado, los cielos se oscurecieron y una fuerte lluvia se prolongó hasta bien entrada la noche. Esto cambió por completo el panorama para el domingo, ya que el terreno de la zona de El Casar se vuelve extremadamente pegajoso y resbaladizo cuando se moja. Así, durante las primeras horas del día las zonas se convirtieron en auténticos desafíos, y las penalizaciones aumentaron notablemente.
Pese a ello, las zonas seguían siendo practicables gracias al gran trabajo de Jorge de Lorenzo, que modificó varias de ellas para adaptarlas a las nuevas condiciones del terreno. Con el paso de las horas, el sol volvió a brillar y la superficie se fue secando, ofreciendo una mejor adherencia tanto para los pilotos como para el numeroso público que disfrutó del espectáculo durante ambas jornadas.
Las zonas 1, 10 y 12 el sábado y 1, 9 y 10 el domingo se ubicaron junto al paddock, lo que permitió al público seguir muy de cerca la acción y vivir de primera mano el ambiente del trial.
Una organización ejemplar
El domingo se celebró el ya mencionado homenaje a Camacho, en el que también se entregaron recuerdos de agradecimiento a la Policía Local, Protección Civil y al representante de Coca-Cola, en memoria de su compañero. Tras la ceremonia, llegó uno de los momentos más esperados: una gran paella popular bajo la amplia carpa instalada por el Ayuntamiento, que volvió a demostrar, junto a muchos otros detalles, la impecable organización de este evento.
Durante el fin de semana destacó también la exposición de motos clásicas de carretera, así como una carpa dedicada a las motos y equipaciones de trial clásicas en homenaje a los 50 años de Motos Difrenos. En el área de paddock no faltó la carpa de Racing Service, donde se podían adquirir bonitas camisetas de distintas marcas trialeras, ni el bar, que ofreció a los participantes un montadito y bebida de cortesía el sábado. Este no fue el único detalle que recibiron los participantes, ya que también se les entregaba una camiseta del trial y al terminar un recuerdo de una biela realizada en madera por Paco Merlo.
Como toque especial, varios Mini Clásicos se exhibieron junto a la carpa, realizando una ruta por la zona antes de asistir al homenaje a su querido amigo Camacho y compartir después la paella con todos los presentes.
El único punto criticable fue la evidente inexperiencia de algunos jueces de zona, para quienes esta fue apenas su segunda experiencia ejerciendo estas labores. Aunque su predisposición fue elogiable, claramente dejaron ver que quienes les han instruído no han hecho del todo bien su trabajo. Es como si recibieran la consigna de que los pilotos son malos, tramposos, cara duras, y hay que ser implacable con ellos… A veces con formas no muy correctas, discutiendo por cosas como mover una piedra con el pie, no salir de la zona, ponerse el casco dentro de la zona, etc… Problemas que no se dan con los jueces que acumulan experiencia y saben de qué va esto. Nada que no se pueda corregir con una formación adecuada y una mayor experiencia.

En definitiva, el Trial de Mesones – Memorial José Antonio Camacho se consolidó como una cita excepcional del Campeonato de Madrid de Trial de Clásicas 2025, tanto por su impecable organización y el nivel de sus zonas como por el ambiente de camaradería y emoción que se respiró durante todo el fin de semana, dando además un paso adelante en calidad al celebrarse en formato de dos días.
Resultados deportivos
En el aspecto competitivo, el Trial de Mesones ofreció dos jornadas intensas en las que se disfrutó de este deporte sin colas y en un ambiente amigable y distendido, como es habitual en los triales de clásicas. Lástima la escasa participación, aunque como punto positivo hay que destacar la asistencia de los catalanes Jordi Gómez y Francesc Ferrer, así como del tinerfeño Julián de Vicente.


De cara al Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas esta prueba puntuaba como evento único, sumando las puntuaciones de ambas jornadas.

Pre-75
Entre las veteranas máquinas de Pre-75, el catalán Francesc Ferrer brilló con luz propia, imponiéndose con un total de 8 puntos sobre su Bultaco Sherpa tras dos magníficas actuaciones (6 puntos el sábado y 2 el domingo).
El segundo y tercer puesto se resolvieron con absoluta igualdad: Javier Ruiz (Montesa) y Juan Carlos de Gregorio (Bultaco) finalizaron empatados con 26 puntos, aunque el desempate favoreció Ruiz. Cuarto fue Antonio Díaz (OSSA), con 43.
Clásicos
La categoría Clásicos fue una de las más disputadas. Julián López Calvo (Bultaco) se llevó el triunfo con apenas 9 puntos totales (1 el sábado y 8 el domingo), por delante de Manolo Jiménez (Honda), que sumó 11 tras un fin de semana muy sólido.



El tercer puesto fue para José Antonio García Conde (Honda) con 18 puntos. Muy cerca, con 19, quedaron Tomás Santa Cecilia (Honda) y Diego Albero (Honda), lo que evidencia la competitividad vivida en esta categoría, donde cada error contaba.
Postclásicas Amarillos
En Postclásicas Amarillos, la victoria se decidió por un margen mínimo. Juan Mayor (Montesa) se impuso con 8 puntos, seguido de Nacho Tamargo (Fantic) que terminó con 9, y de Paco Antolín (Fantic), tercero con 11. También merece mención el tinerfeño Julián de Vicente González (GasGas), cuarto, cuya participación aportó un toque interregional al evento.



Trialeros
Pasando al nivel verde, entre los Trialeros la igualdad marcó el desarrollo del fin de semana. El triunfo correspondió a Bertrán
Martínez-Peñalver (Bultaco), que ofreció una actuación prácticamente impecable con solo 6 puntos totales (4 el sábado y 2 el domingo). Le acompañaron en el podio Toño Villanueva, segundo con 25 puntos, e Iker Vallés, tercero con 32. Muy cerca quedaron Luis Arocas y Francisco Guzmán, ambos con Bultaco, que finalizaron a solo unos puntos de las posiciones de honor, reflejando la gran competitividad de la categoría.



Postclásicas Verdes
En Postclásicas Verdes, el más fuerte fue Marino Galilea (Beta), autor de una actuación consistente que le valió la victoria con 39 puntos. La segunda posición fue para José Manuel Herráez (GasGas) con 47, mientras que Miguel Ángel Román (Honda) completó el podio con 75.
Expertos
En la categoría de nivel azul la victoria fue para Alberto Moreno (Aprilia), que dominó con autoridad durante ambos días, sumando un total de 43 puntos de penalización (22 el sábado y 21 el domingo).



Le siguió Antonio de Hoyos (Fantic), que mantuvo un ritmo muy regular (32+27, total 59), mientras que el catalán Jordi Gómez (SWM), desplazado desde Barcelona para la ocasión, completó el podio con 74 puntos.
También campeonato de Madrid Infantil
También las categorías infantiles se dieron cita para su campeonato en Mesones, este primer año del campeonato, organizado directamente por la FMM aprovechando triales de clásicas, a diferencia de los dos años anteriores cuando el MC Trialfactory organizaba triales específicos para los niños, a veces en horario de tarde.



El nuevo formato no parece funcionar, ya que la convocatoria de la FMM parece atraer mucha menos participación. En el fin de semana sólo hubo cuatro niños compitiendo y sólo dos de ellos completaron ambos días.
En TR A, el triunfo fue para Alejandro Moreno, con solo 8 puntos totales. En TR B, la victoria fue para Víctor Zorrilla, con 129 puntos acumulados en un recorrido particularmente exigente para las motos de su categoría.
En conjunto, los Dos Días de Trial de Mesones ofrecieron un gran nivel deportivo, con zonas perfectamente adaptadas a las distintas categorías y un ambiente de compañerismo que reflejó la esencia del trial clásico, confirmándose como una de las citas más especiales del calendario madrileño.












