Tras mucho tiempo, nos hemos dado cuenta de que teníamos en «la nevera» la continuación de los interesantes capítulos de la historia de Rob Edwards, así que rescatamos esta serie de reportajes con los capítulos 5 y 6.
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Capítulo 5. Yo quería Montesa…
Hola de nuevo. Muchas gracias por todos vuestros comentarios , me siento muy honrado de que muchos de vosotros me hayais recordado. Dejar Cotton Motorcycles era necesario si quería mejorar, pero siempre estaré agradecido a Norman Crooks. Yo sabia exactamente en qué moto quería correr… en una Montesa.
Haciendo de tripas corazón, llamé por teléfono a Montala Motors en Londres, que eran los importadores de Montesa en el Reino Unido en ese momento. Les dije mi nombre y algunos de mis resultados. Pregunté si había alguna posibilidad de correr para ellos.
Me dijeron que simplemente no tenían vacantes. El «dream team» de Montala estaba compuesto por Gordon Farley, Lawrence Telling y Don Smith. Sin embargo, les dije que si más adelante quedaba algún puesto disponible me gustaría que me tuviesen en cuenta. Deseaba competir para Montesa pero como esto era un imposible, tendría que probar en otro lugar.
La otra única moto top de entonces, en mi opinión, era la Bultaco Sherpa , así que tomé aire y llamé por teléfono a Comerfords en Thames Ditton, Surrey, los importadores Bultaco. La mayoría de los empleados varones que trabajaban en Comerfords eran pilotos de trial . Así que para mi deleite, las cosas comenzaron a tener mucho mejor aspecto.
Me dijeron que disponer de una moto era posible de inmediato y estaban seguros de que Bultaco España me daría un contrato. «Nos pondremos en contacto tan pronto como tengamos algo», fueron sus palabras de despedida.
Colgué el telefono con un suspiro de alivio, las cosa empezaban a moverse. De pronto sonó el telefono y esta vez era Montala.
Era el responsable, John Brise. Parece que segundos después de que hablara yo con ellos les llamó el Responsable de Competición de Montesa, Alberto Mallofré. Sin yo saberlo parece que Alberto era un admirador mio desde hacía tiempo y quería verme sobre una Montesa.
Supongo que John Brise no sabría nada de mi y aún así fue amable cuando le tefoneé, pero en la fábrica sí me conocían y ¡ese era el empuje que necesitaba!
Parece que todo el mundo me conocía en Montesa, ¡habían estado siguiendo mis resultados!
Me dijeron que todo estaba disponible, ¡que no contactase a nadie más! Alberto me llamó por telefono al día siguiente pidiéndome que fuera a la ronda del Campeonato de Europa que se disputaría en España, en Barcelona. Cuando yo estuviese allí, había unas cuantas cosas que le gustaría hablar conmigo.
Viajaría a Barcelona con los pilotos de Montesa Charlie Harris e Ian Haydon.
Ahora que las cosas iban bien llamé por teléfono a Comerfords para darles las gracias por todo lo que habían hecho por mi. Aproveché la oportunidad para dar las gracias a cada uno en Comerfords, aunque me había decidido por correr para Montesa.
Rob
Nota de Trials Gurú: Montesa, en 1968, había hecho serias incursiones en el mercado del trial en el Reino Unido con su primer modelo de Cota 247. Se estaba convirtiendo en una moto muy popular que permitiría a los pilotos británicos hacerse un nombre por sí mismos en los triales nacionales. Rob menciona el Montesa ‘Dream Team’ y es correcto, y es que los tres: Lawrence ‘Sparky’ Telling, Don Smith y Gordon Farley, habían dejado la marca Greeves por ir a Montesa. Charlie Harris era, efectivamente, un piloto de pruebas y desarrollo en el Reino Unido para la Cota.
Alberto Mallofré, el gerente de competición en Permanyer S.A., la empresa que fabricaba las Montesa, era una persona con visión de futuro. Don Smith era extrovertido y muy conocido en el panorama del trial británico, así que promocionó con éxito la Cota entre 1967 y 1970. Sin embargo, se sintió frustrado por la falta de progreso en el desarrollo y salió del equipo en 1970 para desarrollar su propia moto llamada Don Smith ‘Stag’.
Utilizando sus propias ideas y el motor de una Montesa Cota 247 con el símbolo de la «M» cuidadosamente borrado de las tapas del cárter, Smith se apuntó en el SSDT de 1970 sobre esa moto blanca y negra.
Copyright: Rob Edwards / Trials Guru, Moffat (c) 2014. Fotos: colección personal de Rob Edwards. Agradecimiento especial a Mick Illing, amigo personal de Rob Edwards, y a Peter Bremner por las fotos de Montesa usadas en este capítulo. Traducido al español por Horacio San Martín bajo autorización para su publicación exclusiva en Todotrial.com. Prohibida la reproducción de los contenidos (textos y fotos) sin permiso de sus autores.
Capítulo 6, ¡Mi primer viaje a Montesa!
Por fin llegó el dia de salir hacia Barcelona. Me reuní con los nuevos compañeros en casa de Charlie, en Redhill (N. de la R. Charlie Harris, piloto probador de Montesa UK) y desde allí partimos. Era la primera vez que me encontraba con Charlie. Previamente solo sabía que era uno de los mejores pilotos en los triales del sur de Inglaterra.
Un amigo suyo viajaba con nosotros, así que el coche iba completo. Había mucho que ver en Paris, la torre Eifel, los coches Citroen, etc. No había estado nunca en el extranjero, pues cada céntimo que tenía me lo gastaba en el trial. ¡Además entonces yo era bastante aburrido!
Llegamos a la fábrica de Montesa en Barcelona y ¡me sentí como si estuviera en otro planeta!
Dos días después fue el trial de Terrasa. Los triales del Campeonato Europeo eran totalmente diferentes a todos los que yo había hecho antes. El tiempo estaba limitado a seis horas prorrogables una hora más con penalización por tiempo. Teníamos que completar dos vueltas, aproximadamente unas 50 zonas. No estuve rascándome las narices, pero me llevó 5 horas completar una vuelta, todavía me quedaba otra para llegar al final. Pensé que no sería posible, pero montando a todo gas llegué al final penalizando solo 2 puntos por tiempo. Terminé en segundo lugar, algo que no había imaginado ni en mis mejores sueños.
A la mañana siguiente, fuimos a la fabrica de Montesa antes de marchar de vuelta a casa. Alberto Mallofré y Pedro «Pere» Pi me metieron en una oficina. Después de decirme lo satisfechos que estaban con los resultados del día anterior, Alberto habló y ¡no podía creer lo que oía!
«¿Estás dispuesto a ir seis semanas a Estados Unidos para promocionar allí Montesa y el trial?»
Montesa pertenecia a Permanyer S.A. y el hijo del Sr. Permanyer, Jorge viajaría conmigo. No hablaba mucho inglés y mi español era peor…
Un mes más tarde, tenía la Visa americana, el billete y estaba listo para marchar. Solo me faltaba una cosa por hacer, ¡decirle a mi jefe, Head Wrightsons, que me marchaba! En plan de broma le pregunté al encargado de la fábrica en la que trabajaba si podía tomarme seis semanas de vacaciones no pagadas. «Debes estar de broma» me dijo, pero enseguida le pasó la noticia al director general, quien decidió que ya era hora de ponerme en mi sitio.
«¡Ya és suficiente! Ya te he aguantado bastante, me has hinchado las narices más de lo que debería aguantar, estoy harto de tí y de tus motos. ¡ESTAS DESPEDIDO!». «No sabes cuanto me alegro» le contesté, «porque mañana me marcho seis semanas a América.»
Estoy seguro de haberle oído decir en un susurro «Gracias a Dios».
Hasta el próximo capítulo. Rob.
Continuará…
Copyright: Rob Edwards / Trials Guru, Moffat (c) 2014. Fotos: colección personal de Rob Edwards.Traducido al español por Horacio San Martín bajo autorización para su publicación exclusiva en Todotrial.com. Prohibida la reproducción de los contenidos (textos y fotos) sin permiso de sus autores.