El pasado 13 de julio falleció una leyenda del trial, Claude Coutard, considerado uno de los padres del trial en Francia, a los 89 años. Claude dedicó gran parte de su vida a su pasión por este deporte, transmitiéndo el amor por este deporte no sólo a su descendencia (su hijo Charles y su nieto Arthur) sino a numerosísimos aficionados.
Claude Coutard, nacido el 11 de mayo de 1928, fue uno de los pioneros del trial en Francia además de uno de los máximos impulsores de este deporte desde los años 50. Casado con Marie, tuvo dos hijos. Su relación con el trial comenzó por casualidad en 1951, cuando se encontró con varias personas practicando trial en el bosque de Saint Cucufa, en las afueras de París. Le llamó la atención que eran personas muy tranquilas, que reconocían el terreno a pie antes de intentar superarlo sobre sus motos, así que rápidamente se sintió interesado. Poco después compró su primera moto, una Hoffman alemana de 120 kilos, la preparó y se apuntó al trial de Saint Cucufa, que tenía un recorrido de 60 kms. Aquello le dejó definitivamente enganchado para siempre.
Ya convertido en practicante habitual, se hizo con una BSA y posteriormente la cambiaría por una Greeves con horquilla Earles, diseñada ya específicamente para el trial, que conservaría siempre. En 1959 lograba proclamarse subcampeón de Francia de Trial tras Christian Rayer, cuando su hijo Charles tenía 7 años. Entonces ya estaba absolutamente implicado con este deporte, a nivel piloto y a nivel organizativo, colaborando en la organización de numerosas competiciones, habiendo sido director de carrera en muchos triales.
Más tarde se trasladó a Montbéliard por motivos profesionales, donde se convertiría en uno de los pilares del Grand Trial organizado por otro pionero, Claude Peugeot. Aquella prueba contaba con 120 kms de recorrido y 42 zonas.
En esa época, a comienzos de los 60, su hijo Charles ya empezaba a destacar en los triales a los mandos de una Peugeot 50cc transformada a trial artesanalmente por Claude, un engendro con una corona de 80 dientes con la que el joven Charles venció el trial de Nemours en la categoría National, ese fue el comienzo de una larga y exitosa carrera. Charles fue el primer gran trialero francés en el Mundial, entre sus éxitos destacan sus 8 títulos de Campeón de Francia, cuatro victorias en Grandes Premios y 14 podios, en todo ello fue clave su padre Claude.
Volviendo con Claude, volvió a ser subcampeón de Francia Inter en 1968 y venció numerosas pruebas de Side-Trial. En aquel entonces ya utilizaba una Bultaco. Su pasión por el trial le llevó a dejar su trabajo como maestro especializado y fundar su primera tienda de trial en la calle Renoir de Lyon, que fue concesionario Bultaco entre 1971 y 1981. Llegó a vender más de 300 motos al año, para él la Bultaco Sherpa fue una revolución, pero aún así nunca se separó de su querida Greeves 2T.
Tras una temporada en Chambon-sur-Lignon, Claude adquirió unos terrenos en Rochepaule, 350 hectáreas de bosque y rocas en la región de Ardèche, creando allí unos de los primeros centros de Todo Terreno de Europa y la segunda escuela de trial creada en Francia, a cuya inauguración acudió el propio Paco Bultó.
En el Centre Tout Terrain Rouchepaule que se han acogido cientos de triales para clásicas y modernas y otros muchos eventos, como las pruebas de selección del Camel Trophy 4×4, que el propio Claude dirigió, además de numerosas escuelas de trial.
Claude nunca quiso dejar su vinculación con el trial, lo disfrutaba al máximo en cualquier papel. Así, también fue miembro de la Comisión de Trial de la Federación Francesa de Motociclismo desde 1961 a 1966, y posteriormente desde 1996 a 2000. Igualmente fue vicepresidente de la Comisión de Deporte Educativo de 1985 a 1988. Además Claude siguió compitiendo en triales de clásicas hasta casi cumplidos los 80 años.
En 2005 vende el área a Bertrand Tatu, y se conforma con seguir organizando allí el Trial des Vieilles Tiges, creado por él mismo. Se trata del trial de clásicas más veterano de Francia, que celebró su 30 y última edición el pasado año 2016, cuando el propio Claude anunciaba su fin, ya cansado, como es lógico.
Recientemente escribió el libro «Souvenirs d’un vieux trialiste» (Memorias de un viejo trialero) que se convirtió en objeto de colección para los trialeros franceses.
El clan Coutard continúa con su nieto Arthur, al que la presión del apellido le hacía competir en categorías superiores a las que le correspondían, y sin sentirse demasiado cómodo en las carreras acabó siendo pionero en el Freestyle trial, donde es actualmente una de las principales figuras internacionales.
El mundo del trial en Francia está de luto por la pérdida de uno de sus pioneros, y en numerosos medios y revistas le han dedicado un especio especial. Desde Todotrial nos unimos a ellos con este artículo a modo de homenaje y mostramos nuestras condolencias a toda la familia Coutard y sus amigos. En septiembre se realizará un homenaje en las cercanías de Lyon.
En el siguiente vídeo podréis ver a Claude y Charles contando algunas curiosidades, así le recordaremos, manteniendo la pasión por el trial hasta el final.