Entrevista Luciano Bonaria

Repasamos con Luciano Bonaria los dos años de intensa y fructífera colaboración entre su empresa de componentes de alta tecnología SPEA, y la RFME.

 «Me gustaría que el Trial estuviera en el Programa Olímpico»

A finales de 2013 se celebró en las localidades catalanas de Navàs y Cal Rosal el último stage de La Primavera del Trial, el proyecto de formación de nuevos pilotos ideado por la RFME y Luciano Bonaria, alma pater de SPEA, el mejor socio de la Federación Española desde 2012. Pues bien, aprovechando su presencia quisimos saber un poco más del hombre que se ha convertido, sin duda, en el gran mecenas de este deporte durante la última década. Primero en su Italia natal y desde 2012 en nuestro país tras un lustro de colaboración con la FIM.

– ¿Cuándo surgió su pasión por el trial?

– Pues hace ahora más de 40 años. Fue allá por 1973. Un amigo me convenció para que comprara una Bultaco Sherpa 350T de Trial. Fabulosa. Con ella empecé a explorar los Alpes, esas altas y hermosas montañas que rodean Turín. Usaba mapas militares muy detallados de las antiguas sendas que usaban las mulas para viajar por los valles del Piamonte entre Francia e Italia. Pues bien, durante 25 años, junto con un grupo de amigos, me dediqué a subir todos y cada uno de los puertos, montañas y colinas con mi moto de trial. He visto, gracias a la moto de trial, fabulosos e inolvidables paisajes; muchos a más de 3.000 metros de altura. Incluso hasta los 3.800 metros, justo por debajo de glaciares perennes.

Por su puesto no siempre he llevado la misma moto. Éstas han ido, lógicamente, evolucionado con el tiempo. Tras mi primera Bultaco adquirí una inolvidable Fantic, a la que le siguió una Aprilia y poco más tarde mi primera Gas Gas 300. Conozco al importador italiano de la marca, Claudio Favro. Somos amigos. Fue él quien poco a poco me fue introduciendo en el mundo de la competición y cuando ya atesoraba 48 años tomé parte en mi primer campeonato regional de la especialidad; en el nivel azul. No era muy técnico, la verdad. El nivel verde tenía pequeñas rocas en su curso, como las que ya había estado superando en mis excursiones por la montaña, de ahí que no me inscribiera en ese nivel.

Como el nivel azul era más exigente y requería de mayor técnica decidí poner todo mi empeño en mejorar mis capacidades para, sin hacerme daño, poder moverme por sus trazadas. Constatada mi pasión por el trial, Claudio me preguntó si estaría interesado en patrocinar el equipo Gas Gas Italia, que en aquellos momentos disputaba el Campeonato de Italia y que tenía en sus filas, entre otros, al campeón reinante, un tal Donato Miglio. La propuesta me interesó y así fue como nació el Team SPEA, la escuadra que desde hace más de 20 años tiene el honor de haber albergado a los pilotos italianos más talentosos y valientes de mi país: el propio Miglio, Diego Bosis, Fabio Lenzi y, actualmente, Matteo Grattarola.

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– ¿Alguno de ellos era, o es, tu piloto preferido?

– Cuando era niño me fascinaba el histórico campeón italiano Giovanni Tosco, a quien a menudo iba a ver porque vivía en Turín. Después he admirado mucho a Jordi Tarrés, Dougie Lampkin, Adam Raga… Pero ahora tengo que decir que Toni Bou es el piloto que más me fascina.

Cada uno de estos pilotos creo que ha hecho progresar mucho el deporte del trial. Sin ir más lejos, Jordi, por ejemplo, fue quien inventó el trial moderno. Sin duda fue él quien allanó el camino para que sus hermosas técnicas, y en cierto modo hazañas deportivas, llegaran hasta la actualidad y que los pilotos jóvenes con talento de hoy en día sean capaces de realizarlas sin problema; con la más absoluta normalidad.

Toni, sin embargo, ha hecho algo realmente especial. Llevo mucho tiempo observándo qué le diferencia del resto; qué le permite dominar de forma tan indiscutible la escena internacional. Pues bien, creo que es gracias a dos aspectos: tacto del gas y movimiento del cuerpo. Toni dosifica de manera excepcional el gas y mueve su cuerpo en perfecta sincronización y armonía con el tipo de obstáculo que intenta abordar. Analicé sus movimientos en carrera hace ahora unos tres años, en la cita alemana del Mundial Outdoor. Era una zona que deslizaba mucho. Todo el mundo se dejaba algún que otro pie y se las veía y deseaba para mantener el equilibrio. ¿Y Toni? ¡No! Nada de eso. Con apenas una pizca de gas, dosificado al mínimo y justo el necesario, y con un suave y rápido movimiento logró completar la zona sin que su moto patinara en ningún momento.

– ¿Practicas trial habitualmente?

– ¡Por supuesto! Voy en moto de trial todos los fines de semana, sin importar qué tiempo haga. Bueno, sólo la nieve me detiene. Pero cuando eso sucede me paso a la moto de nieve. Lo que más me gusta es que al estar siempre en contacto con el mundo de la competición cada año aprendo algo nuevo; refino mi técnica. Eso sí, mis saltos son en rocas de media altura; nada de grandes obstáculos, porque a mis 64 años ya no tengo la misma elasticidad que un chaval joven. Debo decir que además de practicar el trial como deporte en sí también me gusta hacer excursiones como las que hacía antaño. Por eso, cuando no estoy siguiendo a mis pilotos aprovecho para ‘escalar’ con mi moto alguna de las montañas que rodean Turín.

– ¿Por qué Luciano Bonaria se ha convertido en mecenas de esta especialidad?

– Elegí el Trial como deporte ‘testigo’ de mi empresa. SPEA es una compañía líder a nivel mundial que fabrica maquinaria para la industria electrónica, de los semiconductores, de los MEMS o dispositivos mecánicos ultra pequeños, y de sensores y que debe moverse continuamente hacia delante e innovar sus productos para poder estar al día de las nuevas invenciones.

El trial es un deporte que evoluciona constantemente, en el que los pilotos deben siempre encarar y afrontar zonas nuevas, obstáculos nuevos. Nada es repetitivo. El trial, con su espectacularidad y su dinamismo, es un testigo, prueba, ejemplo perfecto de una empresa innovadora y dinámica como SPEA, que debe de dar respuesta en tiempos récord a las nuevas innovaciones producidas en el campo de la electrónica y la microelectrónica. Además, es mi pasión; el deporte que más me gusta practicar en mi tiempo libre, y su ambiente, que frecuento siempre que puedo, es muy beneficioso para mi capacidad creativa; para mis ideas y para mi ingenio.

– ¿Por cuánto le sale a SPEA esta apuesta por el trial?

– El coste de nuestra presencia en el trial entra dentro de nuestro presupuesto para gastar en publicidad, así como en la difusión de nuestra imagen como marca. SPEA no hace y no necesita hacer apuestas. Por consiguiente, el trial no es una apuesta para nosotros. SPEA, como patrocinador, adquiere imagen. Nada más.

– ¿Por qué debemos apostar, depositar nuestra confianza, por el trial?

– Insisto, yo no apuesto por el trial. Sólo dedico tiempo. Trabajo desde mi pasión por este deporte para su progreso. El trial es un deporte igual de espectacular tanto para el que lo mira como para el que lo practica. Además, no es un deporte peligroso. De hecho, lo practica gente que va desde los cinco años hasta superada ya la barrera de los ochenta. El trial, como todos los demás deportes, sólo puede avanzar si hay gente de buena voluntad que trabaja bien y que se dedica a su vertiente deportiva y no sólo a su lado más comercial y de negocio.

– Desde 2012 trabajas estrechamente con la RFME. ¿Qué valoración haces de esta colaboración?

– Estoy muy contento de haber trabajado, así como de continuar haciéndolo, con la Federación Española. El Campeonato de España de Trial, el CET, me encanta y como patrocinador del mismo estoy muy contento con la imagen que obtengo del mismo para SPEA con nuestra presencia en él. Pero nuestra relación va mucho más allá del mero patrocinio. Nos reunimos para discutir y reflexionar juntos sobre el progreso, sobre la evolución del trial.

En su día nos dimos cuenta de que necesitábamos recuperar nuevamente determinados aspectos de este deporte que con el tiempo se habían perdido. La experiencia nos ha demostrado que algunos de los cambios introducidos en este deporte en los últimos tiempos han sido los principales causantes del declive del trial. Por ejemplo, en los últimos años se había descuidado a los más jóvenes y poco o nada se había hecho para su selección, formación y desarrollo. Nos habíamos centrado única y exclusivamente en la mejora de los actuales pilotos top. Y el resultado está a la vista de todos: no tenemos nuevos y jóvenes campeones. La idea de la Primavera del Trial nace para corregir este error.

La primera medida que decidimos tomar junto con la RFME fue hacer el reglamento más favorable al piloto. Por ejemplo, el superar el tiempo máximo permitido en zona –NdR: un minuto y medio– ya no se sanciona con un cinco, sino que se les permite una demora de 10 segundos que se sanciona únicamente con un punto más y que se añade a la puntuación que lleven. Eso sí superado ese tiempo se les pone automáticamente un cinco. Más. También los jóvenes desde los 12 años, como en su día ya hicieron los actuales pilotos top, ya pueden llevar una moto de 300 cc. De esta manera se les brinda la posibilidad de familiarizarse con ellas y desarrollar aún más su talento desde bien pronto. Y por último pusimos en marcha estos cursos de formación y entrenamiento en el que intentamos reunir a los pilotos jóvenes más prometedores.

– ¿Trabajar con la RFME es más fácil que con la FIM?

– SPEA y la FIM colaboraron juntos durante cinco años y guardo un muy buen recuerdo de ello. La relación con su Presidente, Vito Ippolito, es cordial, así como con la Dirección de la FIM. Trabajar con Joan Moreta, primero, y ahora con Ángel Viladoms es más sencillo por el simple hecho de que sólo hay un único responsable del trial; un único director: Jordi Prat, con quien converso. En la FIM es más complicado porque en lugar de una sola voz existe una comisión, formada por representantes de distintos países, con objetivos e intereses propios, y muchas veces enfrentados entre sí. Y esto, quieras o no, hace que inevitablemente cualquier progreso, en la dirección que sea, siempre sea muy lento.

– ¿Por qué SPEA dejó el Mundial Outdoor?

– Muy sencillo: no comparto algunas de las decisiones tomadas en los últimos tres años a nivel deportivo. En mi opinión no sólo han empobrecido este deporte, sino que además le han impedido seguir progresando como especialidad. La presencia de SPEA se reducía a dos motivos. El principal, promocionar nuestra imagen, y un segundo propósito digamos que mucho más social: contribuir al desarrollo de este bellísimo deporte llamado trial.

En 2010 se introdujo en el Mundial la norma del minuto por zona. Una muy mala decisión, ya que hizo que el campeonato de ese año fuera uno de los más feos que se recuerdan. En 2011 se introdujo la regla que castiga con un cinco el toque de una bandera; aunque ésta sea de otra categoría. Otro paso mal dado. También ilógica la norma que sanciona con un cinco el exceder el tiempo permitido en zona. Me parece bien que se les ponga un fiasco a aquellos que no quieren hacer una zona o que se caen mientras la realizan, pero no me parece lógico que se les castigue con un fiasco a los que excedan del tiempo máximo. Y más si lo hacen por pocos segundos y yendo a cero.

También existe un incompresible descuido de los más jóvenes. Mira, en Motocross un chaval puede ser campeón del mundo con 13 años. En Trial, para participar en el nivel Pro, uno tiene que haber cumplido 16 años. Pero en la práctica esto no sucede como mínimo hasta que tiene 18 años. Bueno, entre los 18 y los 22. Este pensamiento de la FIM es el que la llevó en 2013 a recuperar en Non Stop, castigando el parar con un fiasco sí o sí. En mi opinión con esto la FIM ha caído en una paradoja: está reglando un deporte que ya no existe. Nadie, ninguna federación, los venía aplicando en sus respectivos campeonatos nacionales -N. de la R. Sí en Reino Unido-.

– ¿Por qué SPEA tampoco está en el certamen italiano?

– También muy sencillo. Hace cinco años nombraron responsable del trial en mi país a una persona con la que no comparto ninguna de sus ideas; ni deportivas ni organizativas, y con la cual no era posible ningún tipo de diálogo -N. de la R. Giulio Mauri-. Pero, en mi opinión, la federación italiana no era el principal problema. Los problemas en Italia derivan de un ambiente excesivamente centrado en intereses que poco o nada tienen que ver con el deporte y, en consecuencia, por eso el trial italiano ha dado un paso atrás. Por suerte, en 2013 entró Albino Teobaldi, un expiloto muy valiente que creo que puede llevar nuevamente al trial italiano por la senda correcta.

– Ya habéis realizado cuatro stages de La Primavera del Trial. ¿Qué valoración haces de los mismos?

– Estoy muy contento porque ya llevamos cuatro. Uno a finales de 2012 en Italia y los otros tres aquí, en España. En Rellinars, en Pobladura de las Regueras y en Navàs y Cal Rosal. Mi idea, así como la de Jordi Prat, es ayudar y acelerar el progreso de los pilotos jóvenes y con talento que están tomando parte en ellos. Mira, la mayoría de ellos ya hace un año que está usando una moto de 300 cc y a lo largo de los distintos cursos que hemos hecho ya hemos podido comprobar que todos han evolucionado mucho más deprisa y que están en un nivel mucho más alto que si todavía continuaran montando en una moto de 125cc.

– ¿Cómo surgió la idea de La Primavera del Trial?

– El proyecto nació en noviembre de 2012, durante la última prueba del Campeonato de España disputada en Cal Rosal. Allí nos reunimos Àngel Viladoms, recién elegido Presidente de la RFME; Jordi Prat, Coordinador de la especialidad de la RFME y yo, Presidente de SPEA, para valorar nuestro primer año de colaboración como empresa patrocinadora del campeonato, así como del equipo júnior RFME-SPEA y ver cómo podíamos seguir trabajando juntos.

En primer lugar, les expresé mi satisfacción como patrocinador por el excelente feedback publicitario y de imagen que SPEA había recibido gracias a la buena organización del campeonato, así como del equipo de jóvenes promesas. Y como aficionado de este deporte, del magnífico nivel de los pilotos españoles.

A continuación les transmití mi preocupación por el futuro del trial; por la falta de nuevos pilotos jóvenes y con nivel que el día de mañana puedan relevar a los actuales pilotos punteros, cada año más mayores y cercanos, por tanto, a dejar la competición. En España, por ejemplo, tras Bou, no ha aparecido ningún otro piloto joven con un nivel equiparable a los top, Raga, Cabestany, Fajardo y el propio Bou. Pero lo mismo sucede en otros países como Italia, Francia, Inglaterra o Noruega, donde tampoco han sido capaces de sacar pilotos de igual nivel.

Los tres coincidimos en que el trial como deporte está en una fase de recesión; de congelación; como si estuviera en pleno invierno. Por eso, le propuse al Presidente de la RFME una idea que había estado madurando durante todo ese primer año de colaboración con la RFME: La Primavera del Trial. Le expliqué a Viladoms mi total convicción de que el trial como deporte sólo podía renacer de España, por distintas razones que tengo bien claras; sobretodo tras seguir en 2012 el Campeonato de España. Viladoms aceptó mi propuesta y me dijo que el primer paso a dar debía ser en pos de la formación deportiva de los jóvenes pilotos españoles con talento.

– ¿Por qué razones sólo podía hacerse en nuestro país?

– Principalmente, por el fuerte arraigo y tradición del trial como deporte aquí. Es la cuna de los cuatro mejores pilotos de la actualidad, posee un campeonato nacional con reglas estudiadas y que favorecen a los pilotos, aúna diversión y espectáculo, cuenta con un ambiente sereno y sustancialmente deportivo o fair play, tiene una federación que se desvive por este deporte… Pero sobretodo porque el trial cuenta con muchos pilotos jóvenes que creen en este deporte y que se sacrifican con la esperanza de mejorar día a día con el fin de ganar y convertirse en campeones.

– Por cierto, en este último stage de La Primavera del Trial los chicos han contado con dos campeones del mundo como monitores, además de con Pol Tarrés y el italiano Gianluca Tournour.

– Cierto, además de Toni Bou, Pol y Gianluca se nos unió el primero de los tres días Albert Cabestany. Todos ellos, de forma desinteresada y sin cobrar ni un duro, lo cual desde aquí quiero dejar bien claro, estuvieron aleccionando y ayudando a los chicos. Dada su visita, decidimos para este último entrenamiento colectivo subir el nivel. También quisimos premiar a los que a nuestro juicio son los seis pilotos españoles más destacados de este 2013. Es decir, a Oriol Noguera, Jaime Busto, Arnau Farré, Miquel Gelabert, Nachete Fernández-Sancho y Marc Riba, e invitar a dos jóvenes promesas de Francia e Italia: Steven Coquelin y Pierre Sauvage, y Andrea Riva y Carlo Minot. Por cierto, quiero aprovechar la oportunidad para dar las gracias a todos los padres, así como a la RFME, a Jordi Prat y Albert Solé, por su implicación y ayuda. Sin ellos, sin duda, no hubiera salido todo tan bien como lo ha hecho.

– Dicho queda esto último. A Bou y Cabestany hay que sumarle un tercer Campeón del Mundo.

– Es verdad, en Rellinars contamos con la ayuda de Jordi Tarrés. (Risas).

– ¿Qué recuerdas del proyecto que os unió a ambos hace unas temporadas, el SPEA Tarrés Team?

– El proyecto SPEA Tarrés tenía como objetivo crear tres nuevos jóvenes pilotos españoles que fueran capaces de competir en el Mundial Outdoor, en la categoría World Pro, cuando estuvieran todos ellos entorno a los 20 años. Y la verdad estoy muy satisfecho de cómo salió todo porque a día de hoy sus tres pilotos, Pol Tarrés, Pere Borrellas y Francesc Moret, ya están compitiendo en la máxima categoría del CET, TR1. Es más, Borrellas compartió en 2013 zonas con Bou, Raga, Cabestany y compañía en World Pro, mientras que Tarrés y Moret estuvieron consiguiendo triunfos y copando las primeras plazas casi siempre en World Júnior. Creo que el éxito de este proyecto se resume en dos cosas. La primera es que los tres, con 14 años, ya entrenaban juntos. La segunda, han tenido a Jordi Tarrés y a su hermano Francesc como profesores.

– Y no sólo eso, Pol incluso es uno de los monitores fijos en La Primavera del Trial de la RFME.

– Mira, Pol tenía 13 años cuando entró a formar parte del SPEA Tarrés. Y rápidamente aprendió a entrenar con más pilotos, muchos de ellos más fuertes que él. Ésta es una de sus mejores cualidades. Le sale de forma natural el juntarse y compartir sus habilidades con el resto de pilotos. Por eso en cuanto le hablamos de La Primavera del Trial se puso rápidamente a nuestra disposición como profesor para los chicos. Me gustaría destacar su altruismo en este sentido ya que normalmente los pilotos que están compitiendo al más alto nivel no se prestan. No les gusta enseñar a otros pilotos porque en definitiva lo que están haciendo es crearse rivales; competidores para el día de mañana.

– Pues ni a él ni a Bou, el actual campeón de todo, no parece que esto último les de demasiado miedo.

– Me gusta mucho como es Toni. Como piloto, pero sobre todo como persona. En Rellinars, sin ir más lejos, me pidió sorprender a los chicos con dos jornadas de entrenamiento. ¡Dos! Quería mostrarles cómo desenvolverse dentro de la zona. Primero lo haría él y luego ellos. De este modo podría ver cómo lo hacían y una vez visto sugerirles soluciones. Y me gustaría insistir en una cosa. Ninguno de los pilotos profesores cobra ni un solo euro por hacerlo.

– Por cierto, en este último stage cambiasteis la mecánica de los entrenamientos, ¿no?

– Así es. Pusimos en práctica una nueva fórmula. Marcamos una zona igual para todo el mundo. Primero con un nivel de dificultad equiparable a lo que en España sería TR3. Después, una vez superada por todos y analizada, subimos el nivel de la misma a TR2 y finalmente los pilotos la tuvieron que enfrentar como si estuvieran compitiendo en TR1. De hecho, simulamos una situación real de carrera. Les contamos los puntos a todos. (Risas). La ventaja de este sistema de trabajo es que al contar con Toni y Albert los chicos podían ver antes de hacerlas ellos cómo las encaraban ambos; cómo las enfrentaban y con qué soluciones las intentaban superar. Creo que la experiencia fue muy positiva, ya que si bien entrenaron en niveles superiores estoy seguro de que de este modo almacenaron más y mejor los gestos atléticos y la técnica usados por sus maestros para repetirlos ellos posteriormente.

– ¿Crees que alguno de los chicos de La Primavera pondrá fin a la hegemonía de Bou?

– Toni es un piloto fuera de serie. Ahora está en su mejor momento y veo poco probable que a corto plazo surja otro de su mismo nivel y que le pueda batir. Hay algunos jóvenes que son prometedores, la verdad. Pero todavía es demasiado pronto para ver si tienen todo lo que hay que tener para convertirse en un campeón. Creo que Toni seguirá siendo el campeón; el rival a batir, durante los próximos años.

– ¿Cuál será el próximo proyecto de SPEA y Luciano Bonaria en el mundo del trial?

– Mi intención a día de hoy es continuar con las iniciativas que hemos llevado a cabo durante 2013. Es decir, con La Primavera del Trial de la RFME, el Team SPEA-Gas Gas Italia… mantener la colaboración con la RFME, seguir apoyando a pilotos jóvenes como Pol Tarrés, Steven Coquelin y Gianluca Tournour… Me gusta mucho el trial moderno y me gustaría poder contribuir a que tuviera el éxito como deporte que se merece. También me gustaría que estuviera en el Programa Olímpico, bajo la forma de Trial Artístico. De hecho, hace casi un año creamos un Comité Pro-Olímpico para llevar a cabo este sueño. La idea es preparar durante un periodo de unos cinco años a los atletas para esta nueva especialidad y convencer a las autoridades competentes de que el Trial Artístico reúne todas las condiciones necesarias para estar en unos Juegos Olímpicos.