Entrevista a Michelle Neukirchen

Durante el último Trial Indoor de Girona nos encontramos entre bambalinas, y conversamos largo y tendido, con la última piloto alemana en eclosionar: Michelle Neukirchen. ¿Será ella la nueva Iris Krämer?

– Cuarta clasificada absoluta y primer podio en el Campeonato de Alemania para Féminas. ¿Ya pueden empezar a temblar Theresa (Bauml), Sarah (Bauer) e Ina (Wilde)?

– (Risas). ¡¡Siiií!! (Más risas). Fue una sensación increíble el estar en el podio. Theresa, Sarah e Ina son muy fuertes, la verdad, pero entreno fuerte para intentar superarlas… Y, ¡oye!, ¡Nada es imposible! Estoy muy feliz por haber acabado al final en la cuarta plaza en la general del campeonato. Es mi mejor posición de siempre, pero espero mejorarlo muy mucho en las próximas temporadas. (Sonríe).

– Ellas son las tres grandes referencias actuales del trial femenino en tu país, además de Rosita Leotta. Pero sin duda el nombre que a todos los aficionados al trial nos viene a la cabeza cuando pensamos en Alemania es el de Iris Kramer. ¿Fue tu ídolo de juventud?

– Iris Krämer también es muy conocida en mi país. La conozco muy bien porque ella y yo somos del mismo moto club, y de vez en cuando coincidimos entrenando. Y no, ella no fue mi inspiración o la razón por la que practico trial. Lo fue mi padre. (Vuelve a sonreír).

– El hecho de que ella sea la máxima responsable del trial femenino en la FIM. ¿Os ayuda a las pilotos alemanas?

– A ver, para nosotras es bueno que ella forme parte de la FIM. Nos conoce y nosotros a ella. Ella es la embajadora del Mundial de Féminas y su misión es que muchas pilotos alemanas acaben tomando parte en dicha competición. Además, si tenemos alguna duda o problema, sea cual sea, ella siempre está ahí para aconsejarnos. Pero no por ello nos ayuda más a nosotras que al resto de pilotos de otros países. Es muy profesional y justa.

– A todo esto, ¿Dices que el culpable de que Michelle Neukirchen sea piloto de trial es tu padre?

– Pues sí. Todo lo que soy se lo debo a él. (Risas). También es piloto y durante muchos años incluso fue Campeón de Alemania. ¡Ojalá yo también lo sea algún día! (Sonríe).

– ¿Y por qué el trial y no velocidad como tu compatriota Katja Poensgen?

– Ahora que lo dices, mi padre también fue piloto de velocidad como Katja. De hecho, fue en dos ocasiones Campeón de Alemania de Velocidad. En 250cc, si no recuerdo mal. Mi primer contacto con las motos se produjo precisamente en el paddock de un circuito de velocidad y, créeme, en su día le pregunté si podía subirme a una moto de velocidad. ¿Su respuesta? Tajante: NO. Me dijo que era demasiado peligroso y que sabía cuán dolorosas pueden ser las caídas o lesiones en esa especialidad.

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– ¿Te sigue llamando la atención la velocidad?

– ¡Y tanto! Por supuesto que sí. Soy una forofa de MotoGP y siempre que puedo me veo todas las carreras por la TV. Y cuando el Mundial visita Alemania, el Circuito de Sachsenring, intento ver las carreras en directo. Y la verdad es que una vez allí me lo paso bomba, porque mi padre aún conserva muchos amigos en el paddock: mecánicos, jefes de equipo, algún que otro padre de piloto… ¿Mi piloto favorito? Marc Márquez. Pero también me gusta mucho Philipp Öttl, piloto de Moto3.

– Has estado en el Scott Trial, ¿qué tal la experiencia?

– (Me mira y se muerde el labio). Mira. Estuve allí, pero no para correr, como me hubiese gustado, sino como espectador y para apoyar algún que otro piloto trialero que estaba allí disputándolo. La verdad es que es una carrera espectacular, muy bonita de ver, y, sin duda, muy diferente de lo que uno acostumbra a correr. No se parece en nada a una prueba del Mundial de Trial. ¡Es como una carrera de velocidad! (Risas)

– Tienes una hermana menor, Danielle, y en alguna prueba incluso te ha hecho de mochilera. ¿Ya se ha animado a compartir carreras como piloto contigo?

– (Risas). Sí. Mi hermana pequeña, Danielle, me ayuda mucho. Entrenamos juntas y cuando estamos solas y necesito un mochilero ella se ofrece sin problemas. Pero de momento sólo lo hace cuando entrenamos. Además, ella es ¡campeona regional! (Risas). Se proclamó campeona no hace mucho en el nivel de iniciación.

– Por cierto, en Alemania se permite parar, pero a diferencia de España no podéis ir para atrás. ¿Cuándo vas al Mundial, donde allí no está permitido parar, no te lías al principio?

– Para mi no es ningún problema. Puedo cambiar el chip en un santiamén. (Sonríe). Sé exactamente cuando estoy en una carrera del Campeonato del Mundo y cuando estoy en una del Campeonato de Alemania.

– En el Campeonato del Mundo, en tu primera temporada completa, has acabado entre las 15 primeras. ¿Valoración?

– Creo que he hecho un buen Mundial. De hecho, logré mis primeros puntos en Inglaterra y en Italia. Y bueno he acabado la 15ª, que no está mal. ¡Mi mejor resultado de siempre! (Risas) Espero hacerlo todavía mejor en 2017.

– En donde sí has logrado mejores resultados es en el Campeonato de Europa, donde llevas participando desde 2012. ¿Qué te gusta de dicho campeonato?

– ¿Sinceramente? El ambiente que se respira. La atmósfera que se palpa en las carreras internacionales es increíble. Correr en el Mundial o en el Europeo no tiene nada que ver con hacerlo en Alemania. Además, es bueno ver a pilotos de otros países y escuelas para medirte con ellas y ver dónde estás y hasta dónde puedes llegar.

– Me han contado que tanto en el Mundial como en el Europeo has hecho muy buenas migas con los pilotos españoles. ¿Cuándo te veremos competir en el Campeonato de España?

– (Muchas risas). Bien, la verdad es que tengo muy buenos amigos y amigas en España. De hecho, mi mejor amiga es española: Inés Resalt, alguien a quien a buen seguro ya habréis visto por el paddock. Mi intención es participar en algunas pruebas del Campeonato de España el año que viene.

– De hecho siempre que puedes te escapas unos días a Girona. ¿Qué te gusta de nuestro país?

– Sí, es verdad. Paso bastante tiempo aquí, en Girona. Me gustaría vivir en España. ¿Por qué? Por el clima, la comida y porque aquí creo que tenéis las mejores condiciones para entrenar. Estoy muy contenta porque tengo la gran suerte de poder pernoctar cuando vengo en casa de César Carmona.

(-NdR: ex jefe de equipo de Gas Gas y actual propietario de Mots y Moting Parts–). Él, su mujer y sus hijas son mi segunda familia. Por eso siempre digo que tengo ¡dos hermanas españolas! (Risas).

– ¿No será que paras en Girona porque eres fan de Juego de Tronos?

– (Pone cara de póquer). No. Aunque no te lo creas no sé nada sobre ‘Juego de Tronos’.

– Estás estudiando Traducción e Interpretación en la Euro Akademie Aschaffenburg.

– Así es. (Sonríe). Me gustan mucho los idiomas.

– Me han dicho que además del español también empiezas a chapurrear catalán. ¿Es para comprender mejor las instrucciones de los mochileros de los pilotos top masculinos?

– (Risas). Efectivamente, en estos momentos estoy dando clases de castellano y lo hablo un poco, pero aún me da algo de corte. También estoy aprendiendo francés. Y sí entiendo catalán. Bastante. Pero no lo hablo. Eso sí, intento entender qué dice la gente para aprenderlo. Me da curiosidad. No es la razón por la que estoy estudiando castellano, pero sí que es verdad que de este modo comprendo lo que hablan entre ellos los top españoles, así como con sus mochileros.

– ¿Por eso que siempre que puedes escuchas música en español?

– (Risas). Me gusta escuchar música en español. Pero no tengo ningún cantante o grupo favorito.

– La siesta no sé si la practicas cuando estás aquí, pero me han dicho que tus horarios de vida familiar en Alemania no difieren mucho de los que pones en práctica aquí. ¿Es verdad que no cenas a las 18 o 19 horas?

– (Risas). Sí, mi vida aquí es muy parecida a la que llevo en mi país, porque mi padre tiene su propio taller de coches y motos, y mi madre es la jefa de una outlet de zapatos en el centro de mi ciudad. Ambos acaban de trabajar muy tarde y esa es la razón por la que siempre cenamos… ¡como en España! (Más risas). Alguna que otra vez sí que he echado la siesta en mi casa, pero aquí no es lo habitual. Por eso somos ¡alemanes!

– Sin duda, eres la alemana menos alemana que conocemos. Ya sólo te falta establecerte en nuestro país una buena temporada. ¿Sería posible?

– Sí. (Sonríe). Si todo va bien el año que viene, en mayo, acabaré mis estudios y la idea que tengo es la de venir a España en agosto y quedarme aquí por un tiempo. En principio me gustaría pasar al menos un año, pero quién sabe. Quizás me quede incluso más. Me gustaría también encontrar trabajo para ganar algo de dinero para mis gastos aquí, y, por supuesto, ¡ir en moto de trial!

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