Entrevista a Laura Donate

A las afueras de Granollers, en Barcelona, reside la última joya en incorporarse a la Montesa Talent School, el equipo filial y de formación del Repsol Honda Trial Team: Laura Donate. Y es que a sus 16 primaveras la barcelonesa ya ha destacado en deportes aparentemente tan dispares y antagónicos como el baloncesto, el kyokushin-kai –un estilo de karate creado en 1953–, el biketrial y desde hace unas temporadas también el trial en moto. Por cierto, en sus ratos libres estudiaba piano.

– Empecemos por lo más reciente, si te parece. ¿Cómo y cuándo decidiste cambiar la Sherco Academy por la Montesa Talent School?

– Todo empezó dos semanas antes de que se celebrara en La Nucia, Alicante, la primera carrera del Nacional de esta temporada. Mi padre se había comprado una Montesa de las nuevas y me la dejó probar. ¡¡Fue amor al primer golpe de das!!! (Risas) Me encantó y por eso decidí hablar con los responsables de la Sherco Academy y comunicarles que lo sentía mucho; que me sabía mal, pero que este año correría con una Montesa. Y unos días más tarde recibí una llamada de la marca de la M para preguntarme si estaría interesada en formar parte de la nueva hornada de la Montesa Talent School. Y no lo dudé ni por un instante: me encantó la idea y les dije que sí. (Sonríe).

– ¿Te ha resultado fácil o difícil pasar de los 2T a los 4T?

– Muy fácil, la verdad. Es cierto que pesa un poco más, pero realmente no consigo notar mucho la diferencia, y me encanta su funcionamiento. Es mucho más estable en cuanto al equilibrio y para mí mucho más fácil de controlar el gas respecto a las 2T que había llevado.

– Este año te vimos competir en la nueva Femenino B. ¿Cómo ves la categoría? ¿Es muy diferente en cuanto a nivel de la vista en 2017?

– Es inferior a la del año pasado, por lo cual es más fácil que la de 2017. Pero por otro lado la veo más difícil si tu intención es pasar del nivel B al A. En fin, tendremos que ¡¡entrenar más!! (Risas).

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– Por cierto, la temporada pasada acabaste segunda alcanzando esa misma posición en las tres pruebas en las que tomaste parte; las tres primeras. ¿Por qué no te vimos en las dos restantes?

– Pues mira, no pude ir porque me quedé sin mochilero, mi padre tenía trabajo. Y la verdad es que no me apetecía correr sin él, ya que corría el riesgo de hacerme daño. Por eso no me visteis.

– Tu debut en el Nacional se produjo en Carnota hace ahora dos años. ¿Qué recuerdas de tu primera experiencia en el Campeonato de España?

– Fue una experiencia increíble. Me encantaron las zonas y el sitio donde se hizo aquella carrera era espectacular. El ambiente, eso sí, lo recuerdo con algo de tensión porque mucha gente se pone nerviosa cuando compite. Pero por todo lo demás, me gustó muchísimo.

– A todo esto, ¿quién te alentó a inscribirte en el CET 2016 en Femenino B?

– ¡¡Yo misma!! ¡¡Culpable!! (Risas) Le pregunté a mi padre si podíamos probar para ver cómo era el nivel, y resulta que como me gustó tanto… pues eso, que todavía sigo en él. (Más risas).

– ¿Quién sufrió más ese día: tú o tu mochilero?

– Yo creo que más mi mochilero. (Risas) Creo que era un nivel un poco alto para el que llevaba yo y me imagino que él sufría por que me hiciese daño. Y en parte yo también sufrí, ya que cada zona era una incógnita para mi nivel. Por eso, creo que sufrí alguna que otra caída. Pero la verdad es que nos lo pasamos genial.

– Te estrenaste con un segundo puesto. No está mal. ¿Te lo esperabas?

– Pues mira, no nos vamos a engañar: sí. La chica contra la que competía tenía más nivel, y yo no llevo muy bien el tema de los nervios. Me pongo muy nerviosa cuando estoy en carrera y ello me lleva a cometer fallos muy tontos. Así que si sumas dos y dos… el resultado era obvia. (Sonríe).

– Por cierto, ¿qué te parece que en lugar de tres niveles este año sólo haya dos para que las chicas se animen a participar en el Nacional?

– A nivel de participación, está mejor, ya que ahora somos muchas más chicas y es más entretenido y bonito. Y es que cuantas más chicas compitiendo en una misma categoría es más bonito este deporte. Pero para mi gusto, a día de hoy existe demasiada diferencia de nivel de dificultad entre Femenino A y Femenino B.

– Me imagino que sigues el Mundial. ¿Qué te parece que ahora tengáis dos niveles en el Mundial: TrialGP Women y Trial2 Women?

– Pues la idea me parece genial, ya que hace que sea un poco más fácil el querer apuntarte a una carrera del Mundial y no matarte, por así decirlo, en el intento. Pero en mi opinión, correrían muchas más chicas si las licencias no fueran tan caras y dieran también facilidades en cuanto a licencias para poder correr una sola carrera. Tampoco estaría mal que, al menos, con la licencia internacional pudieses correr cualquier carrera federada.

– ¿Has podido ver la calificación de los sábados? ¿Qué te parece?

– Me parece muy entretenido de cara al público, y algo diferente para nosotros, la verdad. Me gusta la idea, pero pienso que, a la vez, es peligroso, ya que veo que el nivel de las calificaciones es muy alto, y como no puedes pararte… si te equivocas o dudas un poco… la plaza en la que sales al día siguiente no es la mejor del mundo.

– Este año en el Campeonato de España la disputan sólo los TR1. ¿Te gustaría que se implantara para el resto de categorías?

– ¡¡Siiiií!! Sería más espectáculo y vendría más gente. Y yo creo que todos tenemos derecho a probar una experiencia como la calificación, sin la necesidad de tener que llegar a TR1. Una categoría que, por cierto, en mi caso la veo imposible, o al menos de momento. (Sonríe).

– 2016 fue el año en que te descubrimos los aficionados al trial en moto, pero los incondicionales del trial en bici te conocían de mucho antes. De hecho, en 2015 te proclamaste Campeona del Mundo de BikeTrial en categoría Femenina. ¿Dónde te enamoraste del trial como deporte?

– Desde muy pequeñita que veía siempre a mi padre sobre una moto de trial. Me encantaba que me llevase en su moto; me apasionaba. Por eso en cuanto pude les pedí una eléctrica. Empecé con una Oset a los 7 años, pero hasta los 14 no volví a tener moto de trial. ¿Por qué? Crecí demasiado rápido. (Risas). Por eso me pasé a la bicicleta, para coger técnica y poder volver a la moto lo más pronto posible.

– ¿A qué edad empezaste a practicarlo?

– Biketrial a los 10 años, y en moto… practicarlo realmente… a los 14 años. La Oset sólo la usé un año, ¡¡y para dar paseos!! ya que se me quedó pequeña muy rápido. (Mueca de pena).

– ¿Por qué en bici y no directamente en moto?

– Porqué pensamos que me iría bien para pillar técnica, así como para descubrir si realmente me gustaba el trial como deporte. Por eso, mis padres me apuntaron a la Academia del multicampeón en bici de trial Cesar Cañas; en Premià de Dalt, Barcelona. Y allí estuve esos 4 años en los que practiqué bicicleta hasta regresar nuevamente a la moto. Bueno, en realidad empecé allí a ir sobre una moto de gasolina. (Risas).

– También has tenido a Mireia y Gemma Abant como profesoras en alguno de sus cursillos. ¡¡Vaya profesoras!! ¿Qué aprendiste de ellas?

– Ellas me enseñaron muchas cosas del trial y, sobretodo, la más importante: pasártelo bien y hacer compañeros. Compitiendo realmente puedes pasártelo bien; sin sufrir, y no tiene porqué haber ese ambiente tenso que suele haber en las competiciones, donde todo el mundo, o la mayoría, están serios y tan poco relajados.

– ¿Quién o quiénes son o han sido tus ‘maestros’ para la moto?

–Principalmente mi padre, y luego también Marc Viñas, mi antiguo mochilero. Él me ayudó muchísimo, tanto con la moto como con la bici. Fue mi primer ‘profe’ en bici y el culpable de que cada día fuera aprendiendo cosas nuevas con la moto. De hecho, a veces, voy a su nueva academia Punt de Ekilibri; en Badalona, Barcelona. También me ayudó a crecer mucho como piloto en el mundo de las bicis Ferrán Escudero, que también tiene una escuela llamada Pro Trials.

– ¿En qué se parece el trial en bici al trial en moto? ¿Y en qué divergen?

– Se parecen, por ejemplo, en que usas la misma técnica para hacer las cosas: el equilibrio, los cambios… pero cambian mucho el tipo de zonas a superar en una u otra especialidad. El biketrial, la mayoría, digamos que es como estar siempre compitiendo en indoor, mientras que en el trial en moto la mayoría son obstáculos naturales.

– ¿Qué te resulta más fácil a día de hoy: bici o moto?

– Me es más fácil la moto, ya que las zonas no son de hacerlas tan en estático, tan parados, y se hacen también movimientos menos peligrosos. Con la bici, por ejemplo, trabajamos en muchas más ocasiones desde una mayor altura y en parado. Las caídas son más ‘en seco’ y por eso te acabas llevando impactos muy fuertes en muchas más ocasiones.

– ¿Llegaste a compaginar ambas modalidades?

– Al principio de pasarme a la moto, entrenaba dos días a la semana en bici de trial; cosa que ya no suelo hacer. Pero va muy bien para coger muchísima técnica y, sobretodo, cogerle el hilo a lo del equilibrio.

– ¿Quiénes son tus pilotos favoritos en bici y trial?

– En bici, mi fabuloso ‘profe’ Marc Viñas, ya que es una persona muy importante para mí. Me ha ayudado en muchísimas cosas, y en moto… quién quieres que te diga: Toni Bou. Es increíble. Muchas veces logra hacer lo que todos vemos imposible.

– ¿Con quién y dónde entrenas?

– Entreno con mi padre. A veces también con Maria Giró o con mis amigas de trial Esther Sánchez, Leire Rodríguez… y, por supuesto, con Marc Viñas, con el mejor preparador de suspensiones Aitor. (Risas). Y suelo ir a entrenar a Sant Fost de Campscentelles, en Barcelona; en el área de trial del MC Cent Peus.

– ¿Te resulta fácil o difícil compaginar vida y estudios con tu afición por el trial?

– Pues mira, en las semanas en las que tengo muchos exámenes… me resulta un poco difícil, pero las demás, de momento… aún puedo compaginarlo bien. (Sonríe).

– Por cierto, has estado en los Campus de Trial de la Comisión Femenina de la RFME y en el último Stage RFME La Primavera del Trial. ¿Qué te parecen?

– Me gustaron mucho, ya que conoces más a los pilotos sin estar en ‘modo competición’ y creas mejores relaciones y amistades con ellos y ellas, y a parte de eso entrenas con gente al tiempo que te diviertes y aprendes. Te lo pasas genial.

– Eres de Granollers, Barcelona. ¿Quién es más popular en tu ciudad: los hermanos Espargaró, Aleix y Pol, de MotoGP, o tú?

– (Risas). Claramente… los hermanos Espargaró, Aleix y Pol. En comparación con ellos, yo no soy nadie. (Sonríe).

– Para acabar, ya sabes lo que es ganar un Campeonato del Mundo en bici. ¿Ves factible repetir éxito dentro de unos años pero en moto?

– Quizás sí, si se entrena y se es constante todos podemos llegar a nuestros sueños; creo que no hay nada imposible.

– ¿Qué esperas de este 2018?

– Me gustaría acabar entre las tres primeras del Nacional en Femenino B, y, por supuesto, seguir pasándomelo tan bien en cada carrera como hasta ahora he intentado hacer.

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