El piloto aragonés Hector Gairín vuelve a alzarse con un título nacional tras haberlo hecho por primera vez hace ahora 12+1 temporadas en la primera convocatoria del nivel TR3.
“Casi seguro que en 2022 me quedaré defendiendo el título de TR4”
Si tenéis la ocasión de visitar el valle de Benasque, centro y corazón del Pirineo aragonés, tenéis que parar sí o sí en la Granja Panadería Gairín-Casasnovas. Enclavada en la localidad oscense de Castejón de Sos, en la Avenida El Ral, 53, es el punto de venta, con cafetería degustación, del Horno Remuñe.
¿No los conocéis? Son panaderos artesanos desde hace más de 30 años y a día de hoy continúan cociendo sus creaciones de pan y repostería al horno de leña.
Además de encontrar productos tan populares como magdalenas, galletas, rosquillas o lenguas de gato… podréis saborear cafés con aromas de todo el mundo y probar una extensa variedad de tes y chocolates. Asimismo, con un poco de suerte, quizás os crucéis con el flamante ganador del Trofeo Nacional de Trial 2021 en TR4: Héctor Gairín.
Por las noches, el ribagorzano trabaja en el negocio familiar echándole una mano a su padre y durante el día, cuando no está ayudando a su madre en la tienda, aprovecha sus ratos libres para entrenar al manillar de su TRRS por el ‘valle de los tresmiles’ –NdR: Benasque es el valle pirenaico con mayor número de cumbres superiores a 3.000 metros (en torno a ochenta, el 20% del total de esa cordillera)–.
Pues bien, ni cortos ni perezosos, y sorteando una nevada, en Todotrial.com nos hemos desplazado hasta Castejón de Sos para conversar largo y tendido con Gairín sobre su fantástico 2021. Pero, sobre todo, para conocer a la persona que se esconde tras el polifacético deportista aragonés de 38 años.
– A la tercera… ¡¡fue la vencida!! La temporada pasada fuiste el mejor en la categoría TR4 del Campeonato de España de Trial «CET». ¿Confiabas conquistar el título en tu tercera incursión en la misma?
– Sí. Era el principal objetivo de este año. En 2020 también lo era. Pero una fuerte caída en la segunda jornada del CET en Ripoll hizo que se me rompieran varias costillas y que no pudiera acabar la carrera. Además, fruto de ello me pasé una larga temporada sin poder tocar la moto.
– A pesar de la COVID-19, en 2021 se acabaron celebrando seis carreras y solo te bajaste del podio en la segunda, además de alzarte con el triunfo en cuatro de ellas. ¿Esperabas un dominio tan férreo de la categoría?
– Quizás no me esperaba destacarme tanto en la clasificación, y ganar a falta de una carrera. Hacerlo así sí que fue un poco sorpresa. También es verdad que en cada carrera sales a ganar, y yo lo he podido hacer en cuatro carreras de seis.
– Tenemos la sensación de que si se hubieran disputado ocho o nueve más, habrías terminado, salvo hecatombe, entre los tres primeros. ¿Tu también lo piensas?
– Creo que solo una lesión me hubiera hecho no estar en el podio final del campeonato. Más que nada, porque en seis carreras había acumulado bastantes puntos de distancia.
– En 2021 tuviste un ligero ‘despiste’ en la Foz de Morcín, en la segunda cita. Pero lo acabaste solventando bastante bien. ¿Qué pasó en Asturias?
– Realmente ni yo me explico que me pasó. El sábado, viendo las zonas, pensaba que era una carrera que me podía beneficiar, ya que era un terreno que me gustaba. Pero una vez en carrera… ¡¡hice una primera vuelta desastrosa!! La completé en el puesto 13, y en ningún momento me sentí cómodo encima de la moto. En el pequeño descanso que hay entre vueltas tuve tiempo de reflexionar. Tenía claro que o me ponía las pilas o el día podía ser irreparable para las opciones al título. Afortunadamente, la segunda vuelta conseguí ser el mejor y remontar hasta el quinto puesto final.
– Como decíamos, has comandado con mano dura TR4. ¿Qué te ha parecido la categoría como tal?
– Es una categoría muy bonita y súper disputada, a la vez que numerosa. Tenemos muy buen rollo entre todos y nos ayudamos unos a otros cuando es necesario.
– ¿Fue la Foz la carrera más complicada de afrontar? ¿Por qué?
– Todas son complicadas de afrontar. Algunas lo son por el barro, como la Foz de Morcín. Otras, en cambio, lo son por fácil, y tienes la presión de no poder fallar.
– La carrera más fácil de ese año fue la de Olván. La primera vuelta giré a cero, mientras que en la segunda sumé dos pies por asegurar la victoria.
– Esta ha sido tu segunda corona nacional, ya que en 2008 te proclamaste Campeón de España en TR3. ¿Qué recuerdas de aquella temporada?
– La recuerdo perfectamente. Fui a la primera carrera en Pobladura y me encontré con un segundo puesto que no esperaba después de años sin hacer el CET. Ahí vi que tendría opciones de luchar por el título y decidí hacer el campeonato entero. ¡¡Y al final salió genial!! (Sonríe)
– Aquel primer TR3 trataba de aglutinar a los antes pilotos de Sénior C y de Veteranos. Vaya mezcla de talento y edades, ¿no?
– ¡Ya lo creo! Había gente que andaba muchísimo. Desde los ‘veteranos’ hasta gente mucho más joven que rondaba los 20 años. ¡Qué difícil era verlos dejarse pies! (Risas).
– Cuatro citas: Pobladura, Valdemanco, Vall d’Uxó y La Nucía. No ganaste ninguna carrera, pero tu regularidad te llevó al título. ¿Ese fue tu gran secreto para coronarte?
– Como te comentaba antes, empecé en Pobladura con un segundo puesto. Solo bajé del cajón en Valdemanco con un cuarto. A ambos resultados, les sumé otros dos podios: un segundo y un tercero. Sin duda, el estar todas las carreras delante fue la clave para ganar el título.
– Sergio Puyo y Joan Solé fueron tus grandes rivales aquel 2008. ¿Hubo guerra psicológica en la última y decisiva cita en La Nucía?
– Los tres llegábamos a la última cita en La Nucía con opciones a ganar el campeonato. A mi me valía con acabar entre los tres primeros, mientras que ellos estaban obligados a ganar y esperar un día malo de mi parte. Recuerdo ese día perfectamente. Era un trial muy fácil, y yo, en una de las primeras zonas, ya hice un varios. Sabía que si quería ganar el título no podía dejarme ni un pie más en todo el trial. La presión fue enorme, ¡pero lo conseguí! Acabé tercero y me llevé el título. La alegría fue inmensa.
– A todo esto. ¿Cómo y cuándo te empezó a rondar por la cabeza la opción de tomar parte en el Nacional?
– El correr el Nacional de Trial siempre ha estado en mi mente. Llevo toda mi vida compitiendo. Primero en esquí. Luego compaginé trial y fútbol durante un tiempo. Pero al final tuve que aparcar el trial ya que el fútbol se me daba bien. Llegué a jugar en ¡Segunda B! No tomaba parte en carreras, pero nunca dejé de ir en moto de trial. Si se hubieran enterado en su momento… ¡menudos problemas habría tenido! (Risas). También tuve unos años de bicicleta llegando a conseguir algún título regional y buenos puestos en nacionales.
– ¿En qué modalidad de esquí competías?
– Empecé a esquiar de muy pequeño, con apenas 2 años, y competí desde los 9-10 años hasta los 12-13 años en la modalidad de esquí alpino. El esquí es, sin duda, el deporte rey en el Valle de Benasque. ¿Por qué? Tenemos la Estación de Esquí de Aramón Cerler. ¡¡Raro es el niño o niña de esta zona que no esquíe!! (Risas).
– ¿En cuanto al fútbol, en qué equipo y posición jugabas?
– Pase por varios equipos en lo que antes era Tercera División y luego de Segunda B. Pero cuando pude disfrutar del fútbol semi profesional de verdad fue en la Unión Deportiva Casetas, un club de fútbol del barrio rural zaragozano de Casetas. Mi posición en el campo era delantero. ¡¡Era muy rápido e intuitivo!! (Risas).
– TR4 es una de las categorías más concurridas de todas las que se convocan en el Campeonato de España. ¿Te parece acertado el nivel de dificultad actual de la misma?
– Está claro que es una categoría donde se busca que haya muchos inscritos y, por lo tanto, no puedes marcar unas zonas difíciles. Pero si me preguntan a mi, lo dejaría como está. A lo sumo, marcaría tres zonas en cada trial un poco más complicadas para tener la opción de poder recuperar cualquier error.
– Te lo preguntamos porque este 2021 hemos tenido varias categorías desdobladas en dos o más niveles, como Cadete, Femenino o Veterano. ¿Crees que debería de haber un TR4 A y un TR4 B (o TR5)?
– No creo que hacer más categorías sea una solución. Ya hay bastantes, y cada piloto puede encontrar su sitio en alguna de las actuales. Si lo que se busca es un mayor número de inscritos, la solución iría más por el tema de rebajar precios en licencias e inscripciones, desde mi punto de vista.
– Asimismo, TR4 es una de las más abiertas, en donde conviven un mayor número de aspirantes a victoria y podio por carrera. ¿Estás de acuerdo?
– Totalmente. Si te miras las clasificaciones de TR4, verás que muchas veces se deciden los puestos por desempates a ceros. Puedes pasar en una zona de ir primero a bajar al sexto.
– Adrià Albejano, Ricard Alcaraz, Joan Ricart, Mario Juan, Jose Maria Verdaguer, Rubén Garcia… ¿Qué rival o rivales te han sorprendido más la temporada pasada? ¿Por qué?
– Sorprenderme, no, porque todos nos conocemos desde hace tiempo y sabemos el nivel que tenemos. Si que es verdad que Joan Ricart este año ha sido muy regular y le ha valido para acabar SubCampeón.
– En TR4 también compite un adversario al que conoces muy bien: Sergio Puyo. ¿Es el varias veces Campeón del CET y del Campeonato de Aragón tu ‘gran archienemigo’? ¿O quizás lo es Jordi Sanjuan?
– (Risas). No considero que sean ‘enemigos’. Pero sí que han sido, y son, unos rivales contra los que me ha tocado pelear mucho. Pero también recuerdo grandes momentos contra otros pilotos como Adrián Artidiello, Francesc Recio, David Darnés o Marc Horrach.
– Te lo decimos porque en 2019 y 2020 acabaste tercero en TR4 tras Puyo y Sanjuan, que acabaron proclamándose Campeones.
– Los dos tienen un nivel altísimo. Eso es verdad. En 2019 hubo mucha igualdad, pero en los momentos clave Puyo estuvo mucho más acertado. En 2020, la lesión de costillas me impidió luchar por el título hasta el final. Pero también he de reconocer que el final de año que tuvo Sanjuan fue realmente bueno.
– Y también coincides con ellos en el certamen aragonés cuando te dejas caer por el mismo. ¿Por qué no lo disputas ya al completo?
– Principalmente, por temas laborales. Mi objetivo es el CET, y me organizo en el trabajo con tiempo para poder acudir a todas las citas. El Campeonato de Aragón lo tomo más como un entrenamiento. Que hay una carrera y puedo ir, pues genial. Que no se puede, pues me tengo que quedar con las ganas. Lo primero es el trabajo. (Sonríe).
– Por cierto, en 2022, ¿defenderás título en el CET o has decidido subir a TR3?
– Casi seguro que me quedaré defendiendo el título de TR4. Para subir a TR3 tendría que buscarme un mochilero y, en consecuencia, aumentar el presupuesto y por ende muchos más gastos. Con 38 años ya no tengo que demostrar nada. Me tomo las carreras en serio, pero también como escapada de fin de semana con mi pareja. Ella disfruta tanto como yo de las carreras.
– Para los que no siguen el máximo certamen de la FARAM. ¿El nivel TR1 del certamen aragonés, en el que participas, a qué categoría del CET sería equivalente?
– Sería algo intermedio entre TR3 y TR4. En Aragón se suele marcar muchas zonas de 0 ó 5, con grandes escalones. También el tiempo por zona es distinto, ya que hay 2 minutos para hacerla.
– A todo esto, ¿de dónde te viene la afición por el trial?
– De mi padre. En casa siempre ha habido motos. Él corría en trial y enseguida me picó el gusanillo. También mi madre es una gran aficionada a las motos. Siempre me dice que estando embarazada de mi ya me llevaba en una Sherpa. (Risas).
– Algunos de tus paisanos empezaron practicando trial en bicicleta. ¿Tu también?
– De niño iba con mi Monty T-219 a todos los sitios. Nunca llegué a competir, pero si pasaba muchísimas horas encima de ella.
– ¿Recuerdas quién y cuándo te regalaron tu primera moto de trial?
– Como te decía, siempre había motos en casa. Yo empecé a montar en moto con una Cota 25. De más mayor, a los 12 años, recuerdo que mis padres me regalaron una Mecatecno Dragonfly de 49.
– ¿Y tu primera carrera?
– Pues fue una carrera que se hacía al lado de casa del Campeonato de Aragón. ¡¡Solo pude terminar una zona en todo el trial!! (Risas).
– ¿Quién fue (o es) tu gran referente como piloto?
– Quien nos ha marcado a todos los que rondamos mi edad fue, sin duda, Jordi Tarrés. Era una delicia verlo en las zonas, y cómo cambió nuestro deporte por completo con su estilo innovador para aquel momento.
– Eres de Castejón de Sos, población cercana a Benasque. Esta última, localidad que muchos asociamos al Nacional en los 90 y 2000. ¿Te gustaría que volviera a albergar el Campeonato de España?
– Por gustarme, me encantaría. Pero la realidad es que es altamente improbable, ya el año que se hizo el Mundial en 2003 tuvimos muchos problemas con los ecologistas. Por lo tanto, lo veo muy difícil que el CET pueda volver.
– ¿Con qué tipo de terreno y obstáculos se encontrarían los pilotos?
– En esta zona tenemos un terreno muy variado. Desde barrancos tipo Pobladura hasta piedra de alta montaña como puede ser en Isola 2000. También hay una antigua cantera de mármol en desuso con unos escalones impresionantes. Cualquier TR1 disfrutaría como un enano en ella. Menos tierra suelta, como en Aitona, ¡tenemos de todo! (Risas).
– Para muchos aficionados al trial, Aragón es la Galia de nuestro deporte más allá del Ebro. ¿Estás de acuerdo con ellos?
– Sí que es verdad que en Aragón llevamos unos años con un buen nivel de pilotos, aunque está claro que lejos del nivel que hay en Cataluña. La categoría TR4 llevamos varios años ganándola pilotos aragoneses. Puyo primero, después fue Sanjuan y esta temporada pasada yo. (Sonríe).
– En los últimos tiempos, David Millán, los propios Puyo y Sanjuan, y, por supuesto, tú, sois los estandartes de la región en el CET. ¿Habéis logrado con vuestro ejemplo animar a más aficionados de la zona a participar en años venideros también en el Nacional?
– Bueno, algún niño y niña van empezando a competir. Pero la realidad es que son muy pocos. El trial es un deporte tan sumamente caro que el esfuerzo económico que tienen que hacer los padres para que los chavales corran los hipoteca para todo el año. Solo hay que ver como cada año pilotos de un nivel muy alto se retiran por problemas económicos. Este año tenemos el caso de los jóvenes y prometedores pilotos de TR2 Sergio Ribau, Eric Miquel y Gil Vila.
– Después de tu gran 2021 con TRRS y Non Stop como marca y patrocinador… ¿Te ha llegado alguna oferta de alguna otra marca?
– (Risas). Ya me gustaría a mi que me llegaran ofertas, ¡que va! Sigo con Non Stop Bikes. Estoy súper agradecido con ellos, porque me ayudan en todo dentro de sus posibilidades y el trato personal es inmejorable; además de ser los mejores profesionales en este mundo del trial. También continúo con TRRS, ya que es una moto con la que me encuentro súper cómodo, y va como un avión. También les estoy muy agradecido a ellos.
– ¿Cuántos días y horas a la semana dedicas a entrenar?
– La verdad que no todo lo que me gustaría. Cuando se acerca una carrera sí que intento entrenar, al menos, tres días por semana un par de horas. Pero no siempre se puede.
– ¿Solo o compartes ratos con otros pilotos?
– El 90% de las veces, solo. Alguna vez me junto con los amigos del Moto Club Trial Estadilla. También alguna vez vienen a visitarme a mi zona Ribau y Sanjuan para entrenar en agua, aunque ahora Ribau ha anunciado su retirada. Espero que siga compartiendo algún día con nosotros y nos de unas clases. (Sonríe).
– ¿Por Benasque o visitas otros lugares y/o terrenos?
– Suelo entrenar por el valle de Benasque. El invierno es duro y solemos tener meses con nieve. Cuando eso sucede, sí que suelo buscar sitios más cálidos, como Estadilla.
– Imaginamos que entrenarás solo stop. ¿O también haces tus pinitos de vez en cuando con el nonstop?
– Principalmente entreno Stop. Pero muchas veces, por diversión, lo hago Non Stop. Sobre todo las zonas de barrancos de agua.
– Te lo preguntamos porque todo trialero de pro ansía participar alguna vez en los ‘Scottish’. ¿Tu también?
– Me gustaría, sin duda. Pero lo veo muy difícil por temas laborales y económicos. Pero no lo descarto.
– Volviendo a lo nuestro. Hasta que se desató la pandemia, una de las grandes atracciones para el público en el CET era la Zona de Calificación de los sábados. ¿Te gustaba?
– Como espectáculo para el público me parecía genial, pero no sé si lo acabo de ver dentro del trial.
– ¿Crees que debería extenderse a más categorías, como TR4?
– Lo veo difícil. Se necesitaría todo el día para poder hacer la clasificación de tantas categorías.
– …¿O crees que de recuperarse algo, debería de ser el Trial de las Autonomías?
– Sin duda, el Trial de las Autonomías. Era la fiesta final de temporada. Me trae grandes recuerdos esa carrera. Además, al equipo de Aragón se nos quedó la espinita de no poder haber ganado nunca ese Trial, aunque sí conseguimos varios subcampeonatos. ¡Que vuelva ya! (Risas).
– Antes comentabas que también has ‘campeonado’ en carreras en bicicleta. ¿Te resultaba fácil compaginar ambos deportes?
– El tiempo que me dediqué al mundo de la bicicleta tuve que dejar la moto un poco de lado dado. Estar a un buen nivel con la bici requería muchísimo tiempo, aunque bien es verdad que nunca dejé de ir en moto por completo.
– ¿Qué objetivos te marcas para este 2022?
– Principalmente, disfrutar y pasarlo tan bien como en 2021. Salir a ganar en cada carrera y, si se puede, repetir título estaría genial. (Sonríe).