domingo, diciembre 29, 2024

Entrevista a César Carmona, Gerente de Mots y Moting Parts

 

César Carmona, el hombre que vivió en primera persona la eclosión definitiva de Adam Raga y Jeroni Fajardo como responsable del Gas Gas Trial Factory Team apuesta por estrechar y potenciar los lazos entre la bici y la moto de trial.

 «¿Por qué no hacemos que compartan motos y bicis carreras un mismo fin de semana?»

Uno de los nombres más queridos y respetados del paddock es, sin lugar a dudas, César Carmona. Sombra inseparable en los comienzos de Amós Bilbao, su llegada a finales de los 90 y posterior estancia en Gas Gas durante casi una década, en la que ejerció de mentor de Adam Raga y Jeroni Fajardo, entre otros pilotos de la marca, coincidieron con la etapa más laureada y exitosa en todos los sentidos de la fábrica catalana. Sin embargo, desde hace poco más de un lustro, su proyecto de vida pasa por Mots y Moting Parts, sus propias firmas de equipamiento y accesorios para pilotos y motos de on y off road.

– Los más jóvenes te reconocen por dirigir la firma distribuidora de accesorios y recambios para la moto Moting Parts. Sin embargo, sus padres te sitúan en Gas Gas; en tu anterior etapa profesional.

– Mis últimos años han estado ligados a la creación de la distribuidora Moting Parts y nuestra marca de ropa de trial, Mots. Y sí, anteriormente fue la etapa ligada a Gas Gas.

 

 

– … y esto quizás te duela un poco. Los hermanos mayores de sus padres e incluso algún que otro abuelo o abuela te asocia a Amós Bilbao. ¿Será porque los dos sois cántabros?

– (Risas). Sí, por supuesto. Ahí fue donde ¡¡empezó todo!! Amós fue quien me brindó la oportunidad de ‘salir del pueblo’ y poder formar parte de lo que yo siempre he considerado como de mi familia: el trial.

– ¿Dónde y cuándo te enamoraste del trial?

– Si quieres que te sea sincero… No lo sé. Sólo sé que de pequeño me apasionaban las motos, y sobre todo el trial. Volví loco a mi padre. Primero para que me fabricase una bicicleta de trial y más tarde para que me comprase mi primera moto de trial, una Montesa Cota 348. Mis padres, sin ser unos apasionados del mundo de las motos, la verdad es que se volcaron con mi afición y ellos fueron quienes me ayudaron de una manera incondicional a poder llevar la vida que he llevado entorno a este deporte que, de una manera u otra, me ha dado una educación, un oficio e incluso una familia. Se lo debo agradecer, ya que para ellos supuso un esfuerzo enorme.

– ¿Qué recuerdas de tu primera carrera?

– ¡¡Nervios!! (Risas). Esa sería la sensación, la verdad.

– Para los que no te hemos podido ver sobre una moto, tu estilo se asemeja al de…

– No te sabría decir. Como piloto la verdad es que no era muy bueno, así que no dejaré a ningún piloto en mal lugar. (Risas). Fue una época muy bonita en la que conviví mucho con mis padres. Tengo unos recuerdos maravillosos: nuestros viajes juntos, nuestros fines de semana juntos entrenando… ahora lo recuerdo con mucho cariño.

– ¿Quién era tu piloto favorito?

– Creo que esa es muy fácil. Era Amós (Bilbao). Era nuestro ídolo local. Más tarde pasó a ser mi jefe, y lo más importante: un amigo al que realmente admiro. Y eso es de las cosas más bonitas por las que la gente te marca; cuando después de tanto tiempo y tantas vivencias juntos, pasan los años y continuas admirando.

 

 

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– ¿Era muy diferente el trial en los 80-90 del que se practica en la actualidad?

– Sí. Realmente es un cambio enorme. Este deporte ha evolucionado y no es ni mejor ni peor, simplemente diferente.

– ¿Stop o non stop?

– Creo que esto tiene muchas lecturas. Si veo un trial al más alto nivel, me gusta que los pilotos me enseñen todo lo que saben hacer. O sea: stop, adelante, atrás, y con un tiempo justo por zona que lo haga dinámico, pero que tengan todos los recursos para impresionarme. A nivel del resto de campeonatos, me parece correcto que unos sean stop y otros non stop. No soy partidario ni de uno ni de otro reglamento. Creo que todos pueden convivir dependiendo de los campeonatos y nivel de los usuarios, así como del tipo de terreno. Hace demasiado tiempo que parece que hay presión para que todo el mundo pueda hacer las mismas zonas que Raga y Bou. Y esto es absurdo. Eso es un Mundial y unos profesionales que nada tienen que ver con el resto de la humanidad. Además, considero que el problema del trial nada tiene que ver con el stop, el non stop o el peso de las motos. La industria del trial de motos y accesorios creo que son otras las medidas las que se podrían hacer crecer el número de usuarios.

– ¿Qué medidas?

– ¡¡Buffff!! Esto seguro que necesita de una gran conversación, y seguro que habría muchas cosas y medidas a tomar. Yo diré una de las cuales podría beneficiar al trial, y desde aquí invito a que otras personas implicadas den también su opinión y sugerencias. Uno de los problemas que veo en trial con el paso del tiempo es la poca inclusión de nuevos trialeros. Hay pocos niños que se inician en el mundo del trial. Necesitamos nuevos practicantes, y lo mejor es que empiecen desde una edad joven. La bicicleta de trial, que es la antesala a la moto, en cambio, sí que cuenta con un gran número de jóvenes usuarios. Además la bicicleta ha sido capaz de llegar a otros países, hay un gran numero de usuarios en Asia (lugar para poder hacer crecer el trial y crear nuevos mercados) ¿Por qué no hacemos que compartan motos y bicis carreras un mismo fin de semana? Los lugares donde se organicen carreras estarán más contentos: más gente, más ingresos para el lugar donde se celebran, más ayudas para organizar las carreras, y más beneficios para los moto clubes, que creo que se lo merecen. De esta manera podríamos tener organizaciones más potentes, con capacidad de organizar más eventos y con una estructura más profesional. Las empresas, tanto de la bici como de la moto, se podrían diversificar y atender a las dos disciplinas. Vamos, crecer como negocio, y los pilotos de biketrial verían como salto natural el paso a la moto en el momento de haber cumplido sus objetivos en la bici. Esta medida pienso que sería positiva, tanto para el incremento del número de usuarios como para la industria, con la posibilidad de dar servicio a otro deporte casi paralelo. Y de cara a los organizadores, haciéndoles crecer en número de asistentes, como participantes y como público o espectadores. Además, a vosotros, la prensa, os vendría bien poder atender los dos campeonatos.

 

 

– Es una propuesta interesante…

– También habría que apoyar más a iniciativas, como la que está haciendo Marcel Justribó y su escuela de niños… Pero hay muchas más, tipo la de Motoracing, en Asturias; Gurú, en León, etc. Las motos eléctricas infantiles también creo que son una gran ayuda para empezar la iniciación. En fin, como he comentado, creo que hay muchas más y mejores ideas. Yo dejo la mía. (Sonríe).

– ¿Hasta cuándo estuviste compitiendo?

– Estuve corriendo más o menos hasta los 18 años.

– ¿Cómo te convertiste en mochilero de Adam Raga?

– Venía de ser el mochilero de Amós y de Marcel Justribó. Adam en aquel momento era la gran promesa española, o más bien una realidad. La verdad es que ese año Adam ganó sus primeras carreras del Mundial en Estados Unidos y la República Checa. Fue un año lleno de buenos momentos deportivos, sumados al desarrollo de la Gas Gas Pro. Fueron, sin duda, buenos tiempos.

– ¿Y de Jeroni Fajardo?

– En ese momento yo ya había pasado a formar parte de la familia Gas Gas. Y pasé a desempeñar las labores de administrador del equipo de carreras de trial. Jeroni era nuestra siguiente promesa. Era muy joven, así que creímos conveniente que yo combinara la dirección del equipo con ser su mochilero y poder ocuparme de él. Debido a su juventud, necesitaba más atención que un piloto ya más adulto, con carnet de conducir, etc.

– Les has acompañado a ambos en sus primeros pasos en la élite de este deporte. ¿Qué hay de César Carmona en ellos?

– Si quieres que te diga la verdad… creo que nada. (Risas). Son unas personas que realmente tienen tanto de sí mismos que es difícil que tengan nada de nadie. No dejaban de ser en esos momentos unos niños, ya que eran muy jóvenes, pero ya con una madurez bastante grande, y con las ideas muy claras.

– ¿Y de Raga y Fajardo en ti?

– Adam es una persona a la que siempre he admirado. Trabajando con él creo que también es la persona que me ha puesto más de los nervios. (Risas). Pero creo que convivir con Adam siempre te deja su fuerza y sus inagotables ganas de superación y trabajo. Por otro lado, con Jeroni fue una relación diferente. Era muy joven. Mantuve durante mucho tiempo una relación un poco paternal. Y eso me hacía pensar muchas veces en lo importante que éramos en sus vidas en esos momentos. Jeroni, además, tenía el poder de la naturalidad; las cosas las aprendía increíblemente rápido y de forma natural.

– Durante tu etapa en Gas Gas compaginaste algunas temporadas tu faceta de mochilero / formador con la de responsable del equipo oficial. ¿Cuántas horas tenían tus días? Más de 24, supongo.

– (Risas). Realmente no teníamos tiempo de nada. Poder ir a entrenar cada día y administrar el equipo de Gas Gas en un momento empresarial difícil por parte de Gas Gas me mantenía ocupado las 24 horas del día y los siete días de la semana. También era un momento donde había muchas competiciones; no parábamos nunca, y Gas Gas tenía presencia en todas esas competiciones y campeonatos. Nos llevaba mucho tiempo poder gestionar todas las carreras y todo los pilotos a los que de una manera directa o indirecta se les apoyaba desde la fábrica.

– Sin duda, fuiste uno de los ‘culpables’ de que la marca gerundense se convirtiera en referente a nivel mundial.

– Bueno, era fácil. Realmente era una empresa que tenía una ventaja: todas las personas que trabajaban dentro, mecánicos, mochileros, jefes etc., eran amantes de este deporte y unos grandes profesionales. Lo difícil, con el equipo humano que había, es que no se hiciese lo que se hizo. Realmente los culpables fueron todo un equipo de trabajadores que era el que creaba la gran familia Gas Gas.

 

 

– De tu exitosa y dilatada etapa en ella, ¿con qué momento te quedas?

– Las victorias: Campeones del Mundo Indoor y Outdoor, así como distintos Campeonatos de España con Adam; los Europeos con Jeroni e Iris Kramer, y los subcampeonatos del mundo con la alemana, llegando a ganar uno a Laia Sanz; Jordi Pascuet y sus victorias en las carreras de larga distancia… Fue una época en la que lo ganábamos todo, con un sentimiento especial, ya que eran pilotos de casa, que habíamos creado en la Gas Gas School of Champions. Fueron momentos muy dulces.

– Por el contrario, ¿fue el famoso ‘Plante de Mancha Real’, en la cita inaugural del CET 2003, y la posterior sanción de la RFME, y posteriormente de la FIM, a los pilotos de Sénior A tu peor momento?

– Nooo, ¡¡que va!! No dejó de ser un incidente más. Quizás el peor momento deportivo fue la lesión de Jeroni. Teníamos un primer piloto salido de la School of Champions, Adam, y parecía que ya teníamos al segundo, Jeroni. Pero por desgracia, en su mejor momento, va y se lesiona. Fue duro ver cómo se rompía toda la ilusión de un joven. Pero realmente fue fuerte y pudimos salir adelante.

– Ahora que ha llovido ya mucho de aquello. ¿Quién crees que tenía la razón?

– Creo que aquello no fue ni más ni menos que un incidente más, con un final al que nunca se debía de haber llegado. No creo que hubiera culpables o inocentes. En aquel momento Gas Gas daba asistencia a muchos pilotos del Mundial. Ayudábamos a todo el mundo. Y era un gran esfuerzo. Luchábamos como desesperados con unos recursos muy reducidos para tener unos buenos resultados tanto deportivos como económicos. Hubo un momento en que representábamos casi a la mitad de los pilotos del Mundial, pero creo que no se supo cuidar todo este trabajo que se hizo para apoyar este deporte. Hacíamos un gran esfuerzo que estaba por encima de las posibilidades económicas de la fábrica, creo que el gran problema era y me parece que sigue siendo el poco entendimiento entre las partes afectadas: fábricas, federaciones, pilotos, industria auxiliar, etc.

 

 

– En 2010 iniciaste un nuevo proyecto laboral y de vida: Moting Parts.

– Después de tantos años, creo que en total 12 viajando y asistiendo a todas las carreras, llegó el momento de parar un poco. También la familia ya había crecido y junto a mi mujer Meritxell decidimos crear Moting Parts, una distribuidora de productos off road.

– Seguro que más de uno te lo ha preguntado. ¿Por qué una empresa de distribución de accesorios y recambios para la moto?

– Es muy fácil: no entiendo de nada más. (Risas). Después de una vida entre motos no me apetece nada dedicarme a algo que no sean las motos. Me siento cómodo, y cada mañana voy a trabajar con ilusión. Creo que es lo más importante: poder dedicarte a lo que te gusta.

– Dentro de muy poco Moting Parts cumplirá una década. ¿Qué valoración haces de sus primeros 7 años de vida?

– Difícil, esfuerzo e ilusión. Nacimos en una época mala; quizás en la peor de la historia reciente de nuestro país. Pero poco a poco hemos sido capaces de tirar hacia delante, y eso ahora nos tiene muy contentos y orgullosos.

– Y por si Moting Parts te daba poco trabajo encima va y en 2010-11 creas Mots, una nueva marca de ropa y equipamiento para trial y enduro.

– Sí. Quizás era la evolución lógica. Meritxell venía de dirigir Hebo durante muchos años. Ella tenía la experiencia y nos tiramos a la piscina. Y de momento estamos contentos con el resultado.

– Corrígeme si me equivoco. El día a día de Moting Parts y Mots lo gestionan a lo sumo… ¿5 personas? Si es así, me parece increíble.

– Bueno, realmente sólo 4… entre la crisis y las nuevas tecnologías nos hemos dado cuenta que con un buen equipo se pueden hacer muchas cosas siendo poca gente. Soy afortunado al poder contar con un equipo genial.

– Por cierto, ¿qué te ha parecido todo lo acontecido con Gas Gas?

– Bien, muy bien. Realmente me lo miro como un mero espectador, pero de una manera u otra el regreso de Gas Gas es una cosa que me hace mucha ilusión. No podemos dejar caer una empresa con esa historia. La palabra trial va asociada a Gas Gas, así que espero que esta nueva etapa que arrancan les de una estabilidad empresarial y que todos los aficionados al trial puedan disfrutar de esta marca.

– ¿En algún momento existió la posibilidad de que la familia Casas regresara a Gas Gas?

– No, creo que no. Creo que es una etapa que ya pasó y que Narcís Casas la tiene dentro de su corazón. Y la lleva con mucha ilusión, pero volver a ponerse al timón no está dentro de sus planes.

– Tienes dos hijas. ¿Alguna de ellas te ha salido trialera o quizás prefieren el enduro, por eso de que el abuelo era bueno en ello?

– (Risas). Realmente, no. Como padre he comprado bicis, motos eléctricas para probar… pero no tendré una trialera dentro de la familia. Tienen otras aficiones que no pasan por el olor a gasolina.

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