Tras dos años de ausencia vuelven los triales de clásicas a la zona centro, y vuelve Venturada, que acogió el inicio del Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas con su sano y amigable ambiente.
Esperado retorno doble en Venturada
La jornada del pasado domingo 3 de abril en Venturada suponía una doble alegría para todos los aficionados, ya que por un lado volvían a ponerse en marcha los triales específicos para trial de clásicas tras dos años de ausencia, y por otro lado se recuperaba una localidad de larga tradición en esta especialidad, Venturada.
Por lo tanto tenemos que agradecer en primer lugar el esfuerzo de la Federación Madrileña de Motociclismo para volver a convocar este campeonato tal como se venía haciendo desde 1998, es decir con triales para clásicas independientes de los de modernas. La no existencia de estos durante 2020 y 2021 fue causada por la irrupción de la pandemia por Covid, optándose como solución provisional por la unión de categorías de clásicas y modernas en el mismo evento, lo que al menos sirvió para salvar la convocatoria de estas. Una vez superada la pandemia es hora de volver a la normalidad, algo que se agradece enormemente.
Y es que, como se comentaba en el artículo previo, esa situación provisional supuso perder la identidad propia de los triales de clásicas, además de la imposibilidad para muchos de combinar su participación en categorías de clásicas y modernas e incluso la desaparición de algunas categorías por falta de participación, como Expertos.
Por otro lado tenemos que agradecer el esfuerzo del Moto Club Sotobike, organizador del trial, para volver a sacar adelante este trial, que en algunas de sus ediciones se ha destacado por ser especialmente bonito y atractivo para los participantes. La cosa no ha sido fácil y en 2020 ya se suspendió la que debía haber sido su última edición por falta de permisos medioambientales, siendo esta denegación bastante injusta. Por suerte, para esta ocasión se ha llegado a un entendimiento cordial, teniendo en cuenta el nulo impacto en el terreno y lo respetuosos y educados que somos los practicantes del trial de clásicas, tanto con el entorno como en el sentido más amplio de la palabra.
Por lo tanto la alegría de los aficionados era doble por el doble retorno que significaba este día, el de los Triales de Clásicas de la Comunidad de Madrid, y el de Venturada como escenario.
Arranque en frío
Los habituados al trial de clásicas sabemos que a las motos más veteranas les cuesta arrancar en frio, y que los cuerpos de los participantes también son por lo general cada vez más «clásicos», además las temperaturas del fin de semana amanecían rozando los cero grados. No sabemos si sería ese el motivo o que el fin de semana anterior había arrancado el Campeonato de España de Trial de Clásicas en Sigüenza, pero el caso es que la participación fue más baja de lo esperado, y también por debajo de lo habitual en los triales de clásicas en la etapa pre-pandémica, por lo que podríamos calificar de «arranque en frío» este inicio del Trofeo Madrileño de Clásicas.
En total fueron 48 participantes a los que se sumaban quienes participaron en la modalidad de entrenamientos, haciendo un total de 57 inscritos. Estamos seguros de que poco a poco esta cifra irá aumentando en las próximas citas, quizá no hasta alcanzar el centenar como en los mejores tiempos, aunque quien sabe.
Pese a todo y al frío de la mañana, el ambiente era excepcional, como siempre. El parking asfaltado situado junto al helipuerto se llenaba de furgones, coches, remolques y por supuesto, motos clásicas, además de la novedad de las Postclásicas, ya convocadas el año pasado y ahora reunidas en una única categoría que realiza los pasos de color verde.
El Sotobike había preparado 8 zonas a las que había que dar 3 vueltas, situadas en un recorrido de algo menos de 5 kms, con un tiempo límite de 4 horas y media que fue más que suficiente, sobretodo teniendo en cuenta que no hubo colas en las zonas en ningún momento.
Zonas largas y técnicas con muchos giros
Las zonas de Venturada se caracterizan por sus desniveles de tierra, con giros enlazando laderas, algo de piedra suelta y a veces suelos duros arcillosos, que en seco ofrecen buena tracción. Un terreno ideal para marcar un bonito trial de clásicas, con zonas al estilo de los años 70.
En esta ocasión el Sotobike marcó zonas en las que la principal dificultad estaba en lo cerrado de los giros, que en algunas ocasiones tenían que salvarse haciendo bonitos giros con la rueda delantera en el aire pero en otros eran excesivamente cerrados casi obligando a hacer «cambios en parado», lo cual no está permitido por el reglamento de clásicas. Esta situación se daba principalmente en las zonas 3, 7 y 8 para los niveles verde y azul, poniendo en un apuro a los sufridos jueces de zona, que sabiamente aplicaron interpretaron el reglamento con algo más de manga ancha, siendo conscientes de lo imposible que era superar algunos giros sin mover la moto lateralmente. Suerte que no estaba en esta ocasión el juez más duro e implacable del trial madrileño, ya que de ser así hubiese habido muchos problemas.
Y ya que hablamos de los jueces y sus ayudantes los picas, así como del resto de personas de la organización y de la mesa, agradecer una vez más su magnífico trabajo y su buena predisposición en una jornada tan fría como esta, con ellos da gusto ir a los triales!
En resumen, las zonas fueron largas, técnicas, de trazado clásico pero algunas quizás demasiado «retorcidas» en algunos giros, por lo que hubo opiniones de todo tipo, a algunos les encantó el trial, otros lo vieron bien, y a otros no les gustó nada un marcaje tan «estrecho». La dificultad técnica fue más alta de lo habitual, haciendo que en todas las categorías las puntuaciones fueron algo más altas que de costumbre, pero sin que en ningún momento hubiese zonas peligrosas o excesivamente difíciles, por lo que en general el nivel de cada categoría fue perfecto.
Lo cierto es que algunas de las zonas que a priori parecían imposibles, al final se acababan haciendo a cero por algunos de los «cracks» del trial clásico, a los cuales es un auténtico espectáculo ver en acción.
Juan Carlos Ávila, tercero en Pre75
Pre 75, Juan Mayor vuelve y vence
Comenzando al repaso de las categorías por las del nivel más accesible, las amarillas, la que reune a las motos más veteranas sólo contó con 4 participantes, siendo la lucha por la victoria muy disputada entre Juan Mayor (Bultaco) y Antonio Díaz (Ossa), ambos retornaban tras un año en blanco.
Ambos empataban a 10 en la primera vuelta, pero lograban reducir sus parciales notablemente en las dos siguientes, firmando sólo 2 puntos en la tercera. Esta alta puntuación en el primer giro y bajada en los siguientes fue muy habitual en todas las categorías en este trial.
Al final Juan era el vencedor con 14 puntos, mientras que Antonio terminaba segundo con 18, con Juan Carlos Ávila completando el podio, también sobre una Bultaco, pero con una puntuación más abultada (38), lejos quedaba Alvaro Gómez pintado en el cuarto puesto.
Clásicos, Enrique Echezarreta se impone
Enrique Echezarreta, vencedor en Clásicos
La categoría de clásicos era la más numerosa, como de costumbre, contando con 24 participantes. Los 6 primeros lograban penalizaciones de una sola cifra, lo que indicaba que el nivel amarillo había sido adecuado y no excesivamente complicado.
Tras una apretada lucha, finalmente era el piloto del Sotobike Enrique Echezarreta quien se llevaba la victoria con sólo 5 puntos, seguido muy de cerca por Julián López Calvo y Enrique González de Castejón igualados a 6 pero con un cero más para Julián, completando un podio 100% Bultaco.
A sólo un punto del podio se quedaba Javier Ruiz con 7, con 8 estaba Javier Curz, con 9 Luis Franqueira, con 10 Juan Carlos de Gregorio, con 11 Miguel Sánchez Monhe y Michael Sans, y completando el top 10 José Antonio García Conde con 12. Como veis, una clasificación apretadísima.
Trialeros, clara victoria de Paco Guzmán.
En la categoría verde es donde se echó más en falta a muchos de sus antes habituales, ya que sólo hubo 10 pilotos cuando lo normal sería al menos duplicar esa cifra. Los giros casi imposibles hicieron que las puntuaciones fuesen mucho más elevadas que de costumbre, lo que por otro lado permitía recuperar errores. Quizás en esta categoría es en la que menos gustaron algunas de las zonas.
El ex-campeón de Expertos, Paco Guzmán, corriendo ahora con Bultaco Sherpa, se destacaba claramente sobre el resto, logrando una contundente victoria con apenas 9 puntos. Bastante más atrás estaba Luis Arocas, también con una Sherpa 199B, que con 24 puntos era segundo, mientras que José Carlos Jiménez defendía el honor de Montesa con una tercera posición sumando 31 penalizaciones.
Marino Galilea vence en Post-Clásicas
Carlos Varadé era cuarto con 37 puntos también con Bultaco, seguido de Juan Sánchez con 40 y Victor Valle con 41.
Post Clásicas, Marino comienza ganando
Esta categoría, que ya se estrenó en años anteriores pero en los triales de modernas, pasa ahora a los de clásicas y lo hace en el nivel intermedio, el verde. En ella se admiten las motos que daban un importante avance tecnológico con los frenos de disco y los monoamortiguadores, pero que mantenían la refrigeración por aire, normalmente fabricadas entre 1985 y 1990, una etapa de gran difusión del trial. La inclusión de esta categoría por primera vez en la Copa de España hace que posiblemente gane bastantes adeptos en los próximos años.
Adrián Saavedra, segundo en Post-clásicas
Cinco eran los pilotos que participaban en esta categoría. El veterano Marino Galilea con su Fantic 305 mantuvo una interesante lucha con el joven Adrián Saavedra y su GasGas 327, en la que finalmente se impuso el preparador de clásicas gracias a la ventaja obtenida en la primera vuelta, finalizando con 19 y 23 respectivamente.
Con 37 puntos completaba el podio José Luis López Bueno sobre su Montesa Cota 310, seguido de Paco Antolín con 43 sobre su GasGas 327 disfrazada de Bultaco, que para esta ocasión decidía subir a verdes y no lo hizo nada mal, quedando cerca del podio. Migui García Cuesta completaba la clasificación aunque sin entrar en muchas de las zonas.
José Luis López Bueno, tercero en Post-Clásicas
Bertrán Martínez Peñalver, primero en Expertos
Expertos, Bertrán Martínez superior
Antonio de Hoyos, segundo en Expertos
La categoría azul, Expertos, vuelve tras dos años desaparecida, ya que la convocatoria en conjunto con los triales de modernas, teniendo que realizar los pasos verdes de esta, la hacía inviable. De hecho sólo en una ocasión contó con participación, siendo sólamente un piloto el que se atrevió. Además los habituales de la categoría corren normalmente en modernas, por lo que no tenía sentido.
Por suerte ahora vuelve y seguro que como el resto irá poco a poco subiendo en cuanto a número de inscritos, que en esta ocasión fueron 5. Por las penalizaciones se aprecia claramente que estos fueron los pilotos que más sufrieron en las zonas, aunque no hay problema ya que a ellos les gustan los triales duros, aunque eso sí, con zonas clásicas. Podemos comentar lo mismo que en Trialeros, algunos giros quizás fueron excesivamente cerrados pero al final se lograban hacer, y las penalizaciones elevadas permitían recuperar errores.
José Luis Ruiz, tercero en Expertos
Quien se destacaba sobre el resto era el actual Campeón de España de Clásicas en categoría Trialeros, Bertrán Martínez Peñalver, quien sobre su Bultaco Sherpa 199B finalizaba con 20 puntos, 13 menos que el segundo clasificado, Antonio de Hoyos (Fantic 300). El tercer peldaño del podio era para José Luis Ruiz, que con su Sherpa 199A sumaba 37 puntos.
Horacio San Martín recuperaba su Fantic 240 tras dos años de abandono y terminaba cuarto con 44, aunque sufriendo algunos problemas mecánicos, mientras que Felix Íñiguez cerraba la tabla con 59 sobre su Fantic 300.
Tras algunos cambios en el calendario, que suponemos serán anunciados por la FMM en breve, la próxima cita del Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas será en Valdemorillo el día 15 de mayo, organizada por TrialFactory y Todotrial, estando convocada también la segunda prueba del Campeonato Infantil de Trial en el mismo lugar en la tarde del sábado 14. Allí nos vemos!
