Lozoyuela fue el escenario de la cuarta prueba del Campeonato Comunidad de Madrid de Trial 2024, un trial con buenas zonas y nivel adecuado pero en el que las colas iniciales marcaron la jornada.
El Campeonato de Madrid de Trial avanza a buen ritmo alcanzando su cuarta cita de la temporada el pasado 26 de mayo en Lozoyuela, tras haber pasado previamente por Valdemorillo, Sieteiglesias y Valdemanco previamente. Un total de 65 participantes acudieron a la cita, en un día que fue soleado y con temperaturas primaverales.
Al igual que las dos citas anteriores la organización corría a cargo del Moto Club Top Racing, que vuelve a mostrar las ganas de hacer las cosas bien y ofrecer a los aficionados triales bien trabajados con zonas bonitas, largas y de nivel adecuado para cada categoría, aunque esta vez alguna de ellas elevó el nivel quizás demasiado, como veremos a continuación.
Así fue de nuevo en Lozoyuela, donde las zonas, marcadas principalmente sobre los grandes bloques de piedra granítica redondeada típicos de la zona, salvo las dos primeras de rampas de tierra y giros, tenían un marcaje perfecto. Todas ellas eran muy técnicas, amplias y sin ser peligrosas en ninguno de sus pasos.
Las zonas de nivel amarillo resultaron del agrado de los participantes, incluídos los de las motos clásicas que compiten en la categoría Evo, ya que se podían hacer en pilotaje clásico y no tenían obstáculos imposibles para las motos más clásicas. El nivel verde también resultó perfecto, con zonas largas en las que a veces había que afinar trazadas clásicas y otras veces había que hacer algún paso más moderno de escalones, rampas sin espacio, giros técnicos, o giros cerrados que obligaban a colocar la moto.
Sin embargo en el nivel azul hubo quejas de pilotos, ya que las zonas presentaron una dificultad bastante elevada y además además recurrían gran esfuerzo físico. El resultado es fueron el azul del año pasado que este año es rojo, cuando la consigna para esta temporada era que las zonas fuesen más sencillas, situándose como intermedias entre el verde y el rojo, debiendo este último mantener el nivel azul del pasado año. Así es como fue tanto en Valdemorillo como en Siete Iglesias. En este último el nivel rojo subió provocando que uno de los dos únicos pilotos bajase a azul y en esta ocasión subía también el azul, y de manera considerable, aunque sin ser peligroso.
El caso es que el año empezó muy bien en cuanto a niveles, pero estos cambios de criterio han hecho que el nivel Rojo haya tenido sólo un participante en este trial, siendo por tanto no válido para el campeonato, y de seguir así también podría ocasionar que pilotos azules volviesen a verde.
La situación va a tratar de volver a normalizarse en El Molar, que organizada por TrialFactory tratará de que el nivel sea similar al de Valdemorillo, pese a lo complicado del terreno molareño.
Una cola inicial y el tiempo, determinantes
A parte de estas quejas de los pilotos de nivel azul, hubo un par de circunstancias más que empañaron un trial que podía haber sido absolutamente brillante. El trial constaba de 8 zonas a 3 vueltas, con un tiempo límite de cuatro horas y media más media hora de penalización.
La decisión de tomar todos los pilotos la salida en la zona 1 junto con que esta zona era bastante complicada y larga para amarillos y verdes, provocó una enorme cola que condicionó el trial a todos los pilotos que habían salido en la segunda mitad del pelotón.
La cola iba aumentando a medida que llegaban más pilotos, el paso por la zona era lento, algunos se atascaban en las empinadas rampas de tierra o encarando las motos. El resultado, más de 25 pilotos en cola y los últimos en salir teniendo que esperar casi una hora para pasar. No se trató de gestionar el tiempo, puesto que los primeros en salir no se encontraron este problema, sino que fue una cuestión de tener más o menos suerte según el horario de salida.
El caso es que los pilotos más perjudicados tuvieron que realizar el resto del trial a toda velocidad, con el riesgo que esto conlleva, y pese a todo hubo numerosas penalizaciones de tiempo, algunas bastante abultadas, o pilotos que decidían picarse casi toda la última vuelta, con lo que el descontento era patente.
Puede que la decisión de salir todos en la zona 1 no fuese acertada, pero peor aún fue que esta zona fuese larga y difícil, ya que de haber sido fácil, fluida y rápida, todo se hubiese resuelto de un modo mucho más favorable para los pilotos.
Quitando esta circunstancia, que provocó las quejas de muchos participantes algunos de los cuales decidían retirarse, el trial fue bonito y bien marcado, notándose las ganas por hacer buenas zonas, así que fue una pena que el trial quedase empañado por esta circunstancia, que se podía haber evitado si los amarillos hubiesen salido en la 3 o si la zona 1 hubiese sido rápida y fácil.
Al acabar la prueba no faltó el excelente picoteo con abundante comida y bebida que el MC Top Racing ha establecido como costumbre gracias a sus patrocinadores, un detalle importante que todos agradecen, para a continuación proceder a la entrega de premios.
En esta, al no ser puntuables las categorías TR1 ni Juveniles o Féminas por falta de participantes, el podio TR1 lo compartieron Manu Caturla con las dos chicas participantes en esta ocasión, Jimena Leboreiro y René Tello, todos ellos del equipo Todotrial, a quienes podéis ver en la foto de la izquierda.
Resultados apretados y muchas penalizaciones de tiempo
En cuanto a los resultados, lamentablemente en TR1 sólo se presentó un piloto, Manu Caturla (TRRS Todotrial) circunstancia que hace temer la subsistencia de esta categoría como se había planeado este año. Una situación muy distinta a la vista en la primera cita de Valdemorillo, unido a la ausencia este año de pilotos como los Redondo, Estefanell, Garrido, Carnés o la bajada al nivel TR2 de Roberto Bautisma en el trial anterior al estar disconforme con la subida de nivel en TR1.
Manu completó las 8 zonas a las que había que dar tres vueltas tomándoselo como un entrenamiento y penalizando un total de 44 puntos, incluyendo 23 de penalización de tiempo.
En TR2, este año nivel azul, con 12 pilotos, también la mitad de ellos penalizaban por tiempo. Al final el vencedor era el piloto recién descendido desde TR1, Roberto Bautista (Sherco) quien con 23 puntos empataba con Alberto Martín (TRRS Todotrial) pero era ganador al contar con mayor número de ceros después de reclamar un fiasco en mesa que la organización le aceptaba. Por cierto que Alberto llegaba de haber debutado 15 días antes en los Seis Días de Escocia. A un sólo punto estaban Juan González (GasGas) y Chema Quer (Scorpa) siendo el podio para juan también por el desempate a ceros. Las penalizaciones del resto de participantes dueron bastante altas, dado el incremento de nivel comentado.
En TR3 hubo 17 participantes, siendo primero David Quer (EM) con 6 puntos sobre la moto eléctrica, seguido del líder de la categoría Angel Parra (Sherco) con 16 y de Roberto Arenas (TRS) con 17. A destacar que los cuatro primeros lograban entrar sin penalizar por tiempo, pero casi todos los demás sí sumaban puntos por este motivo, salvo algunos que se picaron zonas de la tercera vuelta, lo que incrementó notablemente las penalizaciones.
En TR4 sólo hubo 5 pilotos, lo que es un símbolo preocupante acerca del relevo de los jóvenes en este deporte. Pau Ajenjo volvía a vencer con 13 puntos, Marcos Ávila era segundo con 27 y Mario Blanco tercero con 46.
TR4 +45, también en nivel amarillo, volvía a ser la categoría más numerosa con 17 inscritos, entre los que el orden de salida fue determinante. José Manuel Herráez era el ganador con apenas 10 puntos, seguido de cerca por Marino Galilea con 11 y Carlos Zorzo con 16.
Buena participación en categoría Evo con 10 pilotos, siendo vencedor Julio Fernández de Caleya (Bultaco) con 17 puntos. Segundo puesto para Javier Ruiz (Montesa) con 22 y tercero para Nacho Tamargo (Fantic) con 27.
La próxima cita no se hará esperar, ya que será el próximo domingo 9 de junio en El Molar, organizada por TrialFactory.