La primera edición del 2 Días Trial Clásicas Tarragona se disputó los días 16 y 17 de febrero de 2019 en las proximidades de la ciudad, donde el Moto Club Tarragona ofreció un magnífico trial con gran variedad de zonas y largos recorridos con vistas al mar. Un bonito trial que agradó a todos los participantes.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: MC Tarragona
El I 2 Días de Trial de Clásicas Tarragona dio comienzo a la Copa de España 2019
La Copa de España de Trial de Clásicas 2019 ha iniciado con gran éxito la temporada 2019 gracias al magnífico trabajo organizativo del que ha hecho gala el Moto Club Tarragona, que en la primera edición de los 2 Días de Trial de Clásicas Tarragona se ha ganado el agradecimiento y admiración de los más de un centenar de pilotos que han tomado parte en la prueba, procedentes desde los más variados puntos de la geografía española, contando incluso con la asistencia de pilotos llegados de países como Italia, Francia o Alemania.
El trabajo fue intenso desde meses antes, tanto en la preparación del recorrido como de las zonas, así como de un sinfín de detalles, y ello se dejó notar claramente durante el fin de semana. Los pilotos elogiaron la belleza y el trazado de las zonas, con un marcaje puramente clásico y muy bien elaborado, siendo este al final el principal componente que define el éxito de un trial de estas características, y es que todos los niveles se adaptaron perfectamente a las motos clásicas, con zonas que no revestían peligro alguno pero muy largas y técnicas, en las que había que luchar para lograr sacar el cero.
El escalado de penalizaciones mostraba el gran acierto, ya que los primeros clasificados de cada categoría tenían puntuaciones bajas pero sin que acabasen con sensación de zonas sencillas, mientras el resto acumulaba penalizaciones cada vez mayores pero sin llegar a ser exageradas.
Como siempre los pilotos de la categoría Expertos fueron los que más sufrieron, pero no sólo por el trazado más complicado sino por el ajustado tiempo para completar el recorrido en la primera jornada.
Este, el tiempo máximo concedido, fue sin duda el punto que menos agradó, ya que se mostró quizás demasiado justo, obligando a tener que darse prisa y acumulando algunas penalizaciones de tiempo que perjudicaron a los que salieron más tarde y pillaron algunas colas.
Elogios también al recorrido, de gran belleza y con puntos en los que se podía disfrutar de unas bonitas vistas al mar, siendo a su vez técnico, muy trialero e incluso algo machacón, lo que hizo que este trial no fuese ningún paseo, ni mucho menos.
El terreno variado, con roca, tierra, piedra suelta, era principalmente seco y con buena adherencia, estando las principales dificultades en el desnivel de las zonas, muchas de ellas requerían de velocidad, gas y buen control de la inercia, es decir zonas a la antigua usanza como eran típicas en los años 70 y 80 y que hoy día lamentablemente son menos habituales en los triales de clásicas.
Destacar la presencia del ya expiloto mundialista Albert Cabestany en la entrega de premios de la jornada del domingo, ya que el piloto de Tarragona siempre colabora activamente con el Moto Club de su ciudad.
Además de lo deportivo, en Tarragona no faltó un magnífico ambiente «post-trial» y muchos de los asistentes pudieron disfrutar de una copiosa comida que se alargó hasta casi la noche y en la que el ex-mundialista Manuel Soler amenizó contando interesantes anécdotas y mostrando valiosos recuerdos de las primeras ediciones del Trial de San Antonio, aquellas organizadas por la familia Bultó en la finca familiar y que formaron parte de los orígenes del trial en nuestro país.
En definitiva ambiente excepcional, rememorando otros tiempos, pero también disfrutando el presente con mucho trial, de clásicas por supuesto.
Como nota negativa, la incomprensible decisión de la Federación Catalana de Motociclismo de no permitir correr en este trial a pilotos con licencia social catalana, a pesar de la solicitud de la organización. Decisiones así sólo perjudican a los federados, muchos de los cuales se perdieron poder disfrutar de un gran trial. Pero pasemos ya a dar un repaso de cada jornada.
Sábado
En la primera jornada algunos pilotos lograron dar la sorpresa con magníficas puntuaciones, pero las plazas de podio estuvieron absolutamente disputadas, dado que el nivel de cada categoría es sencillamente, altísimo. La Copa de España ha recuperado su prestigio y en ella podemos encontrar compitiendo a muchos de los mejores pilotos de cada región con motos absolutamente perfectas.
Comenzando por el repaso a las clasificaciones, en la categoría de las motos más veteranas, y por tanto de las más meritorias, Pre75, el primer día nada menos que nueve pilotos lograban terminar con puntuaciones de una sola cifra, del total de 15 participantes. El mejor de todos ellos fue el bilbaíno Roberto Mendivil sobre una Bultaco Sherpa, que lograba completar a cero todas las zonas, algo nada sencillo y que requería enormes dosis de concentración y no sólo de maestría pilotando. Con un sólo punto se colocaba segundo el valenciano Vicente Montoro, también con Bultaco Sherpa, y completando el podio el alicantino José Hervás al sumar apenas dos puntos sobre su Montesa Cota.
Muy cerquita del podio se quedaron Magí Baiget (Bultaco) y José María Martínez Anaya (Triumph) al empatar a tres puntos, mientras que con 4 se colocaba Nacho Martín Murillo y con 5 triple empate entre Javier Conde (Moto Guzzi), Javier Cruz (James) y Victor Beltrán (Ossa).
En Clásicos, donde estaban el resto de pilotos del nivel amarillo, las cosas estuvieron aún más apretadas, con 17 pilotos terminando con puntuaciones de una cifra del total de 39, y de ellos dos completando el recorrido totalmente limpios por lo que la victoria se decidió por el menor tiempo empleado. Así el afortunado fue el piloto local Fernando Cabré (Beta), mientras que el asturiano Rodrigo García (Ossa) se tenía que conforma con ser segundo. En tercer lugar el valenciano Vicente Ríos (Fantic) que a su vez deshacía a su favor el empate a un sólo punto con el mallorquín Pepín Yuste (Honda).
Muy cerquita del podio se colocaban Joaquín Lara (3 puntos), Agustín Ribas (5), Eduard Ferrer (6) o los nada menos que 5 pilotos empatados a 7 puntos: Antonio Domínguez, Eduard Alegre, José Ramón Martínez Tamarit, José Javier Ribas y José María Salvador.
Pasando al nivel verde, con zonas mucho más técnicas y en las que también había que hilar muy muy fino, la categoría de las motos Pre80 dejaba notar como las cosas habían sido bastante más complicadas, aunque hubo alguien que parecía haber volado sobre las mismas, ya que lograba el pleno a ceros sobre su afinada Bultaco Sherpa, este era el piloto de Vic Jaume Bonfill. El valenciano José Gabriel Dasi terminaba segundo con 6 puntos también sobre Bultaco Sherpa y en tercera posición el francés Michel Ranc con su BSA Pre65 que sumaba 10 puntos.
Benoit Verin (Triumph) era cuarto con 16 puntos, dos menos que Antonio Guillen, mientras que el resto tenía penalizaciones bastante más abultadas y todos ellos contaban con importantes penalizaciones por tiempo. Esta categoría contó con sólo 9 pilotos, pocos para lo interesante que es, ya que es la que mejor revive los triales de los años 70.
En Trialeros, la categoría verde para motos post 80 también bajas penalizaciones en las primeras plazas, con siete del total de 28 participantes acabando con penalizaciones de una cifra.
El ganador era el piloto del MC Tarragona Manel Campoy (Beta) con un único punto, seguido del madrileño Bertrán Martínez Peñalver (Aprilia) con 2 y del ibicenco Juan Rosselló (Fantic) con 4 puntos.
Cerca de ellos estaban Gabriel Dus (Fantic) con 6, Joan Thomas (Fantic) y Gabriel Gutierrez Rave (Fantic) con 8 y Jaime Roig (Fantic) con 9. Dominio por lo tanto de las motos italianas en esta categoría.
Y por último el nivel azul o Expertos, con zonas a veces demasiado «retorcidas» y que para algunos puede que con un marcaje demasiado moderno, aunque en Tarragona se cuidó de que fuesen también bastante clásicas. Aquí hay un piloto que está muy por encima del resto, y no es otro que el actual campeón de España, el joven Oscar Mill, que sobre su Bultaco Sherpa azul es capaz de hacer cosas que pocos imaginarían que se pueden hacer con una moto de 90 kilos. Oscar terminó el recorrido con sólo 4 puntos… eso es… 34 menos que su más inmediato perseguidor!!! Y es que Jaime Mora sobre su Beta terminaba con 38, aunque 8 de ellos eran por tiempo, mientras Diego Urreta era tercero con 40, siendo el único que no penalizó tiempo.
La mayor dificultad técnica de las zonas, quizás excesiva, y el haber salido los últimos y tener que esperar en más colas, hizo que los azules no sólo sufriesen más en las zonas sino contra el cronómetro, habiendo seis pilotos con penalizaciones de entre 15 y 21 puntos. Volvemos a decir lo mismo que en los reportajes de pruebas anteriores, quizás este nivel debería revisarse, para ser menos «moderno» más clásico con zonas técnicas pero sin peligro, como era antes, para que más gente se plantease correr en él y no dejar de disfrutar. En esta ocasión sólo acogió a 10 inscritos.