viernes, diciembre 27, 2024

Entrevista a Guiem Soler, piloto TR3 en el CET

 

Si eres bueno compitiendo en el deporte del ‘equilibrio dinámico’ lo eres también en cualquier otra modalidad. Y Guiem Soler, piloto de TR3 en el CET 2016, es el mejor ejemplo. Durante tres años cambió las rocas por el asfalto; las mallas por el mono de competición. ¿Resultado? Dos triunfos y un podio. Pero si te gusta ‘hacer el cabra’… ya se sabe: la cabra siempre tira al monte.

 «Coseché un podio y dos victorias… en velocidad!!»

Quien tuvo, retuvo. Nunca el refranero popular fue más sabio, a tenor de lo que carrera tras carrera vemos de Guiem Soler. No en vano, el balear regresó en 2015 al Nacional tras una década de ausencia «para recordar viejos tiempos». Y la verdad es que en cada cita nos recuerda más y más al joven que estrenó, entre otros talentos, la actual Trial2; el antiguo Mundial Júnior allá por 2004. Una de sus metas para este año sería celebrar un triunfo en TR3, su nuevo nivel. ¿Más sueños? Transmitir algún día no muy lejano todo lo que sabe a la siguiente generación. Seguro que ambas cosas, así como todas las que se proponga, llegarán a buen puerto.

– Este año estás siendo uno de los grandes animadores del Campeonato de España TR3. Candidato siempre a podio, pero aún no te has estrenado en lo más alto. ¿Qué te falta para conseguirlo?

– Yo diría que horas de entrenamiento, ya que debido a mi trabajo y otras obligaciones no dispongo del tiempo que quisiera. Además, compito con muy buenos rivales.

 

 

– En donde sí que lo has hecho es en TR4, nivel en el que te hemos visto la campaña pasada y en el que a la postre acabaste subcampeón.

– Sí. Tras 10 años sin competir a nivel nacional, decidí recordar viejos tiempos. Me lo pasé muy bien durante todo el año; además de conseguir el subcampeonato. (Sonríe). Me quedé con ganas de más, la verdad, por eso sigo este año… en TR3!! (Risas).

– Una pena tu lesión veraniega que te tuvo en el dique seco durante 2 meses…

– Desgraciadamente, cuando me encontraba en mi mejor momento físicamente, me fracturé el tobillo en un trial indoor en las Baleares. Y ello me obligó a no tocar la moto en 2 meses, como bien dices; perdiendo el trabajo realizado durante todo el verano. Una pena.

 

 

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– Por cierto, ¿se nota mucho el salto de TR4 a TR3?

– Desde mi punto de vista, se nota la diferencia de dificultad entre todas las categorías; además de la exigencia física y gasto económico. Y a diferencia del año anterior, este año necesito la ayuda de un mochilero y algo más de material.

– En el Campeonato de las Baleares, por el contrario, compites en TR1. ¿Por qué?

– Simplemente porque el nivel de TR1 balear es semejante o incluso más bajo que el TR3 nacional.

– ¿Sería posible verte tomando la salida en TR2 en alguna cita del Nacional?

– Me encantaría, pero como ya he dicho anteriormente, me faltarían horas y apoyo económico.

 

 

– …Te lo comento porque en 2010 ya te probaste en dicho nivel…

– Sí. Aquel año tuve bastante disponibilidad de tiempo para entrenar, poco miedo, y me inscribí en dos pruebas, ya que eran Openfree, donde cada piloto decidía su propio nivel.

– … Y también porque eres un piloto con experiencia también a nivel internacional.

– De eso ya hace muchos años!! (Risas). Concretamente, en 2004 y 2005. Conservo muy buenos recuerdos de esos años, la verdad. (Sonríe).

– Sin embargo, desde 2005 que no te disfrutábamos en el Campeonato de España. ¿Cómo y cuando decidiste volver?

– Estaba un poco cansado de la rutina del balear y algunos de los compañeros que ya participaban en el CET me animaron y contagiaron las ganas.

– ¿Qué motivos, si se pueden explicar, nos privaron de verte en el CET?

– Considero que un joven de 17 años necesita mucho apoyo, constancia y un buen entrenador; cosas que en esos momentos no tuve. Al no obtener mis resultados esperados y darme cuenta del gasto que les suponía a mis padres, decidí abandonar la competición.

– Donde sí has continuado compitiendo todos estos años es en el certamen balear, cosechando varios campeonatos. Una buena forma de matar el gusanillo, supongo.

– Sí. Nunca he abandonado el motociclismo, aunque sí dejé el trial durante 3 años; temporadas en las que me dediqué a la velocidad. ¡¡Coseché un podio y dos victorias!! Me invitaron a probar una 80cc en un circuito y no se me dio nada mal. Me lo pasaba tan bien que no me hubiera parado nunca de dar vueltas al circuito, además el esfuerzo físico era muy inferior al requerido en el trial.

 

 

Dicen que el trial es la base de todo motociclismo, y estoy totalmente de acuerdo. (Sonríe). A los 5 días, vinieron a proponerme competir en esa cilindrada, cediéndome una moto bien equipada, consiguiendo así la victoria balear en los años 2007 y 2008. Tras esas 2 temporadas, pensé que lo ideal sería subir a 125cc, pero el presupuesto se duplicaba, así que lo dejé. En el año 2011 decidí quitarme la espinilla que tuve siempre de correr con mi propia moto, una scooter 70cc preparada por mi mismo. Recuerdo entre tanda y tanda, hacerme yo mismo de ‘mecánico’, ponerme de nuevo los guantes con las manos engrasadas y salir ‘pitando’. (Risas). Conseguí ese año pisar el podio. Nunca he descartado volver a la velocidad.

– Por cierto, llegaste a competir en la categoría 125cc en el Campeonato del Mundo de Trial. ¿Qué recuerdas de dicha etapa?

– Me sentía afortunado, ya que era uno de mis sueños desde mis inicios en el trial. Sobretodo, recuerdo los viajes en caravana con mis padres recorriendo Europa, así como la sensación de estar en familia cuando llegábamos al paddock. Disfrutaba muchísimo viendo los grandes camiones llenos de motos y mecánicos oficiales.

 

 

– De hecho, fuiste uno de los pilotos que la inauguró oficialmente en 2004 la Youth Cup, la actual Trial125…

– Sí, consiguiendo una octava plaza en la general. (Sonríe).

– …Y con una quinta plaza como mejor resultado.

– Recuerdo que fue en Andorra. Me proporcionó una gran satisfacción. Curiosamente, en la mayoría de carreras disputadas en Andorra he obtenido buenos resultados. (Sonríe nuevamente).

– ¿En esa época surgió tu sobrenombre o mote de ‘ximet’?

– (Risas) Surgió en esa época, pero no a raíz del motociclismo. Proviene de la familia de mi padre. Mis mejores amigos empezaron a llamarme así y se hizo popular. (Más risas).

 

 

– ¿Qué es más complicado para un piloto insular: moverse entre islas o desplazarse a la península, o al continente, para competir?

– Salir de las islas, ya que conlleva horas de barco, kilometraje, estancias… y perder días de trabajo.

– ¿Y no recibiste ayuda esos años para poder disputar el Mundial?

– No lo recuerdo, porque lo organizaba mi padre. Pero según tengo entendido, las ayudas baleares eran pésimas. Quién sí me proporcionó algo de ayuda fue mi marca de moto.

– Y ahora que has regresado al CET, ¿quién te apoya en esta nueva aventura?

– Mayormente mi pareja y familia, y alguna que otro ayudita a nivel material.

 

 

– La ‘culpa’ de que Guiem Soler practique trial es de…

– Mi padre. Cuando tenía 11 años, y para mayor envidia de sus amigos, se compró una moto de trial. A los 10 días, lamentablemente, se cansó y la quiso vender. Pero a mi me gustó la idea de ‘hacer el cabra’ con la moto, y al final no sólo no la vendió, sino que encima me compró otra a mí; mi primera moto de trial.

– …Y si no me han engañado, ‘por tu culpa’, tu actual pareja también hace sus pinitos como trialera.

– (Risas). Pues, sí. (Sonríe pícaramente). Le gusta acompañarme a todos los triales, por lo que un día me dijo que le enseñara a llevar una moto. Entre tú y yo, me sorprendió su destreza con el embrague; lo pillaba todo muy deprisa, ya que no había conducido nunca una moto de marchas.

Y a día de hoy me sigue por las interzonas motorizada, además de ayudarme en alguna que otra zona marcándome el tiempo o indicándome la posición de la rueda trasera. Estoy seguro de que sería una gran mochilera, pero dice que le da vergüenza… (Más risas).

– ¿Te gusta enseñar? ¿Te ves forjando un futuro campeón o campeona?

– Sí. Me gustaría hacerlo dentro de unos años. Me gustaría poder compartir mi experiencia y entrenar a futuros campeones. No estaría mal, ¿verdad?

– ¿Qué le pides a este 2016?

– Le pediría terminar el año sin lesiones, además de disfrutar al máximo de este deporte tan sano, y si pudiera ser… subir a lo más alto del podio en alguna carrera de TR3. Ah! y poder acabar la temporada… (Risas).

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