viernes, noviembre 22, 2024

Entrevista: Albert Cabestany, una década en Sherco

 

Seguimos a todo ritmo con la sección de entrevistas exclusivas en Todotrial y llega el turno de todo un referente del trial actual, uno de los tops, de los más admirados y queridos por el público, Albert Cabestany. Con Albert hemos hablado mucho, haciendo que esta sea una entrevista muy extensa y llena de contenido interesante, un completo repaso a su carrera deportiva desde sus inicios en la bici, detalles sobre su paso por otras marcas, comentarios acerca de los motores 2T y 4T, la 4RT, pilotos como Dougie, Bou, Laia, y por supuesto su familia en Sherco, junto a los que ha cumplido una década. Cabes ha estado muy simpático y hablador con nosotros, así que no te pierdas esta entrevista en exclusiva para todos los suscriptores de Todotrial.

 «Hay intenciones de que me convierta en Team Mánager de Sherco cuando ponga fin a mi carrera deportiva»

CABESTANY 6784Este 2015 es, sin duda, un año especial para Albert Cabestany. No en vano, el piloto tarraconense suma ya una década defendiendo los colores de Sherco en la máxima competición desde que fichara por el fabricante francés a principios de 2005. Está completando su temporada número 19 en el Campeonato del Mundo de Trial al natural; algo al alcance de muy pocos elegidos. Y continúa demostrando carrera tras carrera que a sus 35 años sigue estando a un altísimo nivel.

– Lo primero. ¡¡Muchas felicidades!! No todo el mundo puede presumir de llevar casi dos décadas compitiendo al más alto nivel y contra los mejores deportistas de la historia.
– Muchas gracias. La verdad es que son de esas cosas que hasta que no te hacen una entrevista como ésta no te das cuenta de lo que ya llevas. ¡¡19 Mundiales!! Son cosas que pasan sin darte cuenta. Participas por primera vez en el Campeonato del Mundo intentándolo hacer lo mejor posible; intentando emular a tus pilotos favoritos y soñando con llegar algún día donde están ellos, y un buen día te das cuenta de que ya llevas dieciocho. Algo, por otro lado, un tanto atípico, ya que cuando yo debuté en la máxima competición y estaban compitiendo Jordi Tarrés o Marc Colomer veías que a los 30 ya llegaban al final de sus carreras deportivas. Estoy muy contento por haber llegado donde estoy ahora y si todavía estoy en activo es porque aún me divierto y confío en seguir haciéndolo alguna temporada más.

CABESTANY 6747– Tu estreno en el Mundial Outdoor se produjo en la localidad catalana de Sant Fruitós del Bages en 1997. Y encima sumaste tus primeros dos puntos. ¿Qué recuerdas?
– Fue una auténtica sorpresa para mi, la verdad. Era un día que iba sin ninguna expectativa. Simplemente a ver qué era esto del Mundial; a ‘catarlo’. A ver cómo se afrontaban las pruebas. Nada más. La verdad es que me encontré muy a gusto desde el principio. Era una prueba en la que tenía a muchos amigos y familia viéndome. Y comencé a hacer zonas, sin pensar en nada más; sin ningún objetivo, y muchos menos pensando en puntuar. Sabía que allí estaba la cream de la cream; los mejores, y yo apenas tenía 17 años. Puntuar fue algo increíble y, la verdad, no se si fue bueno o malo, visto lo que sucedió después. Pero ahí está y es algo que recuerdo con mucho cariño. De hecho, mucha gente me pregunta por qué mi número es el 37. Pues bien, sale de aquí. Fue el dorsal con el que debuté y llevé en esta carrera, y puntué. Para las siguientes carreras de aquel mismo Mundial me lo cambiaron y ya no volví a sumar ningún otro punto.

CABESTANY 6757– La culpa de que Albert Cabestany sea hoy piloto de trial es de tu padre Francesc. ¿Cierto?
– Si hay alguien a quien le puedo echar la culpa, en el buen sentido, es, sin duda, a él; aunque en realidad son dos personas. Mi padre y mi yaya Antonia. Desde que era muy pequeño siempre me han apoyado y han vivido el trial conmigo. Y nunca me han puesto presión para que lograra cosas importantes. Simplemente, han visto que era lo que me apasionaba. En el caso de mi padre, el trial era su hobby, pero lo vivía desde fuera. Tenía su moto y salía con sus amigos los fines de semana y de vez en cuando incluso tomaba parte en alguna carrera del Campeonato de Cataluña o del certamen provincial de Tarragona. Sin embargo, yo hacía trial pero en bicicleta. Si no recuerdo mal, fui en bici hasta 1992; cuando gané el Mundial en bici. Pero un día, cuando llegué a casa, me encontré con una Mecatecno 50. Aquella fue mi primera moto. Y la verdad es que la cogí con un poco de miedo, ya que yo sólo había ido en bici. De todos modos, en casa siempre que podía veía videos de trial en moto; nunca de trialsín o biketrial, ya que a mi lo que de verdad me gustaba era el trial en moto. Y a partir de ese día di el salto. Esta claro pues que el culpable es mi padre y se le agradezco infinitamente. Confió en mi. Y dio lo que pudo y más en cada momento; haciendo esfuerzos económicos importantes, para que yo pudiera seguir practicando este deporte; para que disfrutara del trial. Sin duda, es el gran culpable de que diecinueve mundiales después aún continúe dando guerra.

CABESTANY 6752– Pero tu primera toma de contacto con el trial no fue al manillar de una moto, sino de una bicicleta.
– Sí. Mis inicios fueron en bici. Vivía, y vivo, en Tarragona ciudad y para mi era lo más fácil. Y agradezco que haya sido así. No soy un defensor acérrimo de que la bici sea sí o sí la vía para hacerlo bien en el trial. Yo creo que empezar en bici o en moto directamente son buenos caminos. Pero en mi caso creo que la bici fue la mejor manera, ya que pude disfrutar del deporte a diario. En moto, en cambio, dependes de una segunda persona; de tu padre o de una persona mayor. Tiene que estar alguien contigo, atento, porque la moto es muy distinta a la bici. Yo recuerdo que la bici era salir del cole, llegar a casa y coger bocata y bici para volver a la calle. Me comía el bocadillo y a partir de ahí me ponía a hacer el indio por el barrio. ¡¡Tenía a todas las abuelas contentas!! (Risas) En aquella época, mi piloto favorito era Diego Bosis. Pues bien, me marcaba una zona y me imaginaba que estaba en el Mundial. O decía: Soy Jordi Tarrés, Tommi Ahvala… Lo organizaba todo para que en esa carrera ficticia mi piloto favorito fuese el ganador.

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CABESTANY 6781– Con diez años te proclamaste subcampeón del mundo de BikeTrial en la categoría Poussin.
– Sí en 1990 acabé segundo. El campeón fue Takahisa Fujinami. Y mira dónde estamos los dos. ¡¡Todavía dando guerra!! Hemos seguido siendo rivales en la moto. Disputé el Mundial de Biketrial en 1990 y 1992. El segundo año creo que Fuji ya se había pasado a la moto, y aquella fue la temporada en la que me proclamé campeón del mundo. Fueron unos años muy bonitos. Eran unos mundiales muy familiares. El primer año tuve la suerte de compartir viajes con una familia de Viladeca, de Puig-reig; en Barcelona. Mi padre trabajaba y no podía combinárselo, por lo que fui con ellos, en su autocaravana. Ellos fueron los ‘culpables’ de aquel subcampeonato. Fue un año complicado, la verdad. Tenía 10 años y, aunque esta familia estuvo siempre conmigo, estaba corriendo solo. Dos años más tarde mi padre sí que estuvo. Fuimos en nuestra Renault Express y con nuestra tienda de campaña. Tres semanas de vacaciones y recorrimos República Checa, Alemania, Andorra… y creo que Valderrobles fue la primera. Éramos como un circo ambulante, de carrera en carrera. Éramos mucha gente y allí hicimos muchas amistades. Por ejemplo, allí estaba Sergi Bellavista, que luego se pasó también a la moto; y tantos más.

– ¿Por qué en un momento dado decidiste pasarte a la moto?
– En 1992 decidimos dar el salto porque, como ya te he dicho antes, lo que de verdad me gustaba era la moto. Tras ganar el título vimos que la bici poco más me podía aportar si mi objetivo era hacer trial en moto. Aquella Mecatecno 50 me duró poco. Medio año. Hice con ella alguna prueba de la Copa Catalana, pero a finales de año ya tuve una Gas Gas 125. Aunque el trial en bici y el de moto se parecen, no son iguales, por lo que decidí definitivamente aparcar la bici y centrarme al 100 % en la moto. Nunca más volví a tocar la bici. Lógicamente, no podía ir todos los días como antes, pero sí todos los fines de semana. Y los aprovechaba al máximo.

CABESTANY 6789– En la actualidad, muy pocos pilotos, por no decir ninguno, llega a la moto desde la bicicleta. Pero muchos de los que compiten en moto sí que reconocen entrenar con la bicicleta de trial. ¿Tu también?
– Yo, particularmente, no. Tuve hace un par de años una Monty de llanta 26, pero nunca me ha terminado de convencer. El tiempo que tengo me gusta aprovecharlo yendo en moto. Creo que no hay nada mejor que practicar la disciplina en sí tal y como es. Y a partir de aquí me preparo físicamente de distintas maneras: voy en bici de montaña, al gimnasio… Pero practicar trialsín o biketrial no me han acabado de convencer como método de preparación.

– ¿Qué te da la bicicleta que no te aporta la moto a modo de base? ¿O crees que es mejor empezar directamente en moto?
– Siempre recomiendo empezar con la bicicleta. Por varios motivos. El primero, porque tienes tu deporte favorito muy a mano. Es muy fácil dejar que tu hijo coja la bici solo; sin tanto miedo a que se pueda hacer daño, ya que pesa poco y es más cotidiana. Las encuentras aparcadas fácilmente en el garaje o debajo de casa. La gran ventaja de la bici es que ayuda a aprender a mirar las zonas. Hoy en día, muchos no saben mirarlas; analizarlas, y eso sí que te lo da la bici. El hecho de que seas tú quien cree todo el movimiento, las inercias… pedaleando o empujándola con el cuerpo, hace que tengas que mirarte todos los obstáculos muy bien para realmente saber aprovechar todo lo que quieres hacer con la bicicleta. La bici te da una profundidad, una manera de afrontar las zonas, que la moto, a edades tempranas, no te las da. Y eso es un gran plus.

CABESTANY 6740– En 1998 completaste tu segunda temporada en el Mundial Outdoor, destacando sobre manera tu sexto puesto durante la segunda jornada del Gran Premio de Andorra.
– Aquella temporada fue un punto de inflexión en mi carrera deportiva. Significó la consolidación tras un 1997 de debut algo irregular; sobre todo después de Sant Fruitós. Me la preparé a consciencia y me marqué ciertos objetivos, como estar regularmente en los puntos. Y así fue como llegó ese sexto lugar en Andorra. Pero también destacaría el CET, el Campeonato de España de aquel año. Logré tres segundos consecutivos, superando a pilotos que hasta aquel momento habían sido auténticos ídolos para mi, como Amos Bilbao, Marc Colomer o David Cobos. Pilotos a los que nunca pensé en ganar en una edad tan temprana.

– El País de los Pirineos, junto con Japón, y también Italia, son los países en donde mejores resultados de siempre has obtenido. En Andorra has ganado en tres ocasiones y en Japón, en dos, por ejemplo. ¿Qué tienen sus zonas que se te dan tan bien?
– Andorra sí que es verdad que es un lugar que me gusta mucho. Tiene un terreno que me gusta especialmente. Sobre todo cuando competimos en la parte alta de La Rabassa. Me encuentro muy cómodo en ese tipo de zonas; son mis favoritas. En cuanto a lo de Japón… Creo que es anecdótico. Sobre todo, porque en los primeros años, por las fechas, siempre era una carrera muy dura; con mucho barro. Y la verdad, la tenía un poco atragantada. Es más, allí también he cosechado mis peores resultados. Pero por otro lado guardo muy buenos recuerdos. Tras fichar por Sherco fuimos allí, y los dos años siguientes la meteorología cambió radicalmente. Buen tiempo, zonas secas… Muchas secciones tirando a indoor, con pasos muy técnicos… y se me dio bien. De ahí mis victorias allí y buenos resultados. Digamos que pasó de ser mi lugar maldito a ser uno de mis mejores sitios en cuanto a resultados.

CABESTANY 6800– Hasta la fecha atesoras 8 victorias y un total de 76 podios en el Mundial Outdoor. ¿Muchos o pocos triunfos?
– A nivel de victorias quizás son pocas. Lógicamente, me gustaría tener más. Pero a nivel de podios… creo que es una cifra bastante bonita. He sido bastante regular en cuanto a las plazas de podio se refiere. Lo que ocurre es que por A o B no se me han dado tan bien las pruebas outdoor como las indoor. Soy un piloto que basa buena parte de su éxito en la precisión; en pensarlo todo muy hasta el milímetro, y quizás en el trial al natural eso no es lo mejor. Debes confiar más en la moto, las trazadas son más irregulares… y no siempre he podido sacar lo mejor de mi en ellas. Tengo más dudas y éstas hacen que al final los resultados no sean tan buenos como deseas. Pero no me puedo quejar, la verdad. No he marcado una época como sí lo han hecho Dougie Lampkin o Toni Bou, pero sí que he sido uno de los pilotos punteros todos estos años y en ese aspecto estoy satisfecho.

– La mitad de tus triunfos… con Sherco, que te incorporó en 2005. ¿Recuerdas cómo fue tu llegada a la marca francesa?

– Mi paso a Sherco comportó un soplo de aire fresco a mi carrera deportiva. Y fue, sin duda, vital. Este 2015 será mi décimo año con ellos; once temporadas, y pese a no haber ganado ningún título mundial, algo que sí pasó con Beta, creo que será la marca de mi vida. Siempre me he sentido en familia. Cuando estaba en Beta la fábrica estaba en Italia y todo era más complicado por la distancia. Al pasar a Sherco fue como encontrar una familia y hacer las cosas fáciles. Me encontré con un grupo de gente muy cercano. El día a día es muy sencillo. Y eso hace que tengas que preocuparte por menos cosas; puedes centrarte más en hacer tu trabajo. Además, la moto me dio, y da, justo lo que necesitaba. Cuando necesitabas hacer las cosas de una manera menos técnica, la Sherco te lo permitía. Si por algo destaca es por su facilidad de pilotaje. Me considero un piloto muy técnico, por lo que cuando llegan esos momentos en los que la técnica no te sirve para pasar una zona la Sherco te da una tranquilidad y una manera de afrontar las cosas que otra moto, quizás más ‘agresiva’ o ‘extremada’, no te daría. Fue pasar de una moto muy radical, de muy ir al límite, la Beta, a llevar una moto que me permitía hacer las cosas de una forma más relajada.

CABESTANY 6760– Durante estos años has llevado motos de 2 y 4 Tiempos. ¿Con cuáles te quedas?
– Si tuviera que elegir… me gustaría poder hacer un mix de las dos. Ambas tienen sus puntos fuertes y débiles. Pero yo creo que para la realidad del trial, con la tecnología que hay y con lo que se puede invertir, me quedo con las motos de 2 Tiempos. La Sherco 2T es muy completa: fácil, ligera… La Sherco 4T, lo que sí me daba era un par motor que para mi pilotaje creíamos que me podía aportar cosas muy positivas y un revulsivo más a mi carrera deportiva. Me estaba ‘haciendo mayor’ y creo que su llegada hizo que descartara por completo ese pensamiento. Fue una moto, la 4T, que cogí con muchas ganas y fueron dos años muy satisfactorios a nivel de resultados. Logré dos podios en el Mundial Indoor, cuando nadie confiaba en que se pudiera lograr con aquella moto. Pero hoy por hoy me quedo con la 2T. El día a día de la misma, su puesta a punto, requiere de menos conocimientos; es mucho más sencilla.

CABESTANY 6806– ¿Por qué crees que la Cota 4RT260 es la única 4T que ha ganado, y gana, carreras?
– Bueno, con la Sherco 4T también ganamos carreras y demostramos que también podíamos estar allí. Pero lo que sí creo yo que marca la diferencia con respecto al resto es lo que hay tras la Cota: su tecnología. Montesa es una marca atípica en cuanto al sector del trial se refiere. Cuenta con tecnología de HRC. La propia Montesa, sin Honda detrás, no dispondría de ella y seguro que no cosecharía todos los éxitos que ha logrado. En la Cota hay una inversión que para lo que es esta especialidad está un poco fuera de medida. Y creo que ahí radica su secreto. Hay muchas horas de trabajo, de desarrollo… muchos ingenieros… en definitiva, mucho dinero invertido que una marca ‘normal’, que invierte X dineros de sus beneficios en I+D, sin contar con el respaldo se una marca como Honda, no lo podría hacer. Por eso creo que es atípica, no normal. Pero lógicamente, tienen su mérito y han hecho una gran moto.

– ¿Qué crees que te faltó para ganar con la Sherco 3.2 4T la temporada que la utilizaste en los Mundiales Indoor y Outdoor (2008)?
– Creo que con los medios de los que se dispuso en aquel momento llegó a ser una moto muy competitiva. Siempre he pensado que lo que nos hubiera hecho proseguir por esa vía era el tema de la inyección. Creo que un motor 4T, que tiene muchas retenciones y unos puntos un tanto delicados para trabajar en la moto; sobre todo en el trial, donde se trabaja con mucha inercia, requiere de ella. La inyección hubiese comportado un cambio de chip, hubiera hecho de esa moto un modelo realmente excelente. Pero bueno, la realidad del trial no permite esas inversiones. Y por eso creo que ese fue el motivo determinante por los que se regresó a las 2T. Además, el mercado demandaba motos más económicas. Las 4T son mucho más caras. Así que, también por motivos comerciales, se replanteó la idea y se solicitó nuevamente la vuelta a las 2T. Pensamos que era lo mejor y así lo aceptamos. Reordenamos las ideas; volvimos a los orígenes y a lo que es más fácil para el mundo del trial, el 2T.

CABESTANY 6791– Las secciones que más alegrías de han dado, de siempre, han sido las artificiales. ¿El indoor es la modalidad en la que más cómo te encuentras?
– Pues la verdad es que sí. En cuanto a igualdad y como ‘más justo’ en cuanto a resultado siempre he defendido el indoor. Allí todo es mucho más claro. Las zonas no varían de un piloto a otro; el control siempre es el mismo y no hay tarjetas de por medio ni historias raras. Lo que ves en la pista es lo que pasa. Obviamente, un juez puede cometer un error, pero en líneas generales, y como deporte, lo considero mucho más justo que el outdoor. Cierto es que es otro formato y que está más adaptado a lo que entendemos por un espectáculo, pero me gusta su factor igualitario; que las condiciones sean exactamente iguales para todos a la hora de enfrentarnos. También la presión que comporta, el aguantarla. Y en los momentos complicados notar el calor del público, realmente es un plus que todos los que hemos tomado parte en citas indoor agradecemos. Creo que la suma de todo esto es lo que ha hecho que me haya gustado, y por qué no decirlo: haya ido mejor, más el indoor. Como ya te he comentado antes soy un piloto extremadamente técnico y es en este tipo de zonas donde puedo dar el máximo.

– Desde tu irrupción en el Mundial Indoor en 2001 y hasta la fecha atesoras 89 podios, 18 victorias y un título mundial, en 2002.
– Aquí los números son claramente superiores a los logrados en el Mundial Outdoor. Y eso que, por desgracia, hemos hecho muchas menos carreras. Últimamente el certamen indoor cuenta con sólo cinco o seis pruebas, por lo que hay menos oportunidades de ganar o pisar el podio en comparación con el Mundial Outdoor. A pesar de ello, la estadística es muy buena, y viene a corroborar lo que decía, que es en este tipo de pruebas donde más cómodo me encuentro. Y los resultados hablan por si solos.

CABESTANY 6777– Ahora que ha pasado ya más de una década del mismo. ¿Eres consciente de que fuiste el primer piloto en demostrar que Dougie Lampkin era batible?
– La verdad es que sí. Y recuerdo muy especialmente ese día; el día en el que arrebaté el título mundial indoor a alguien como él. Hasta ese momento parecía que Lampkin iba a ser eterno; inalcanzable, porque demostraba una superioridad que le hacía intratable. En Outdoor era terrible; y en Indoor, también, por lo que el hecho de llegar a un Mundial como aquel, tan largo, con doce pruebas, tan completo y duro y citas de todo tipo, y batirle marcó un antes y un después. Nadie se lo esperaba. Fue muy duro, psicológicamente hablando. El luchar cara a cara contra Lampkin y, sobre todo, el jugarse el título en la última carrera, creo que lo hizo muy intenso y bonito. Y creo que sirvió para abrir los ojos a los demás pilotos; para que vieran que no era imbatible, o al menos ayudó a que ya no le empezaran a ver como antes: sin brechas. Aquella victoria demostró que si trabajabas bien y hacías las cosas bien hechas Lampkin también era capaz de fallar bajo presión. Y eso creo que es lo que se demostró aquel año. Estoy muy orgulloso de ser el primero que rompió la hegemonía de Lampkin; eso siempre estará ahí.

CABESTANY 6773– En 2002 ganaste, además, el Campeonato de España al aire libre, el CET, y el CETI, su versión indoor; además del primero de tus muchos Triales de las Naciones. ¿Qué crees que te ha faltado para repetir otro año como ese?
– 2003 fue complicado. Hubo una sanción de por medio –NdR: en el arranque del CET, en Mancha Real. Allí, la mayoría de los pilotos españoles Sénior A se plantaron en protesta por la admisión de los pilotos extranjeros, mientras que los Sénior B se retiraron como protesta por la dificultad de las zonas y el tiempo máximo de un minuto por zona. Los 27 implicados fueron sancionados por el Comité de Disciplina y Apelación de la Real Federación de Motociclista Española inicialmente con tres meses de suspensión cautelar de su licencia federativa; aunque a la postre se redujo a 45 días. A todos los Sénior B, menos dos, finalmente se les retiró la sanción, pero no a los pilotos que se habían plantado en la máxima categoría del trial español. ¿Consecuencias para estos últimos? Hasta el 15 de mayo de ese año no pudieron competir–. 

Y la marca en la que estaba, en lugar de apoyarme, me dio la espalda. Fueron unos años duros hasta mi paso a Sherco. Fue una época complicada. Aquel año creo que debía de haber aprovechado para reafirmarme; tenía que haber ganado otro Mundial Indoor, pero no pudo ser. Lo cierto es que lo arrancamos con mal pie. En Andorra, la primera carrera, por culpa de un juez se nos empezó a torcer el campeonato. Y es que pasamos de poder pasar a la final y luchar por la victoria a, por culpa de la decisión de un juez, terminar en la quinta plaza. Asimismo, tuvimos pequeños problemillas con la moto, que no acababa de ir bien en las zonas de grandes escalones… Y bueno creo que ello acabó pasándonos factura en el indoor.

Cuando fiché por Sherco en 2005, así como 2006, fueron temporadas muy buenas. Llegamos a comandar el Mundial Outdoor y el Indoor acabamos segundos, muy cerca de ganarlo. Y ahí creo que demostramos que podíamos ser muy competitivos si un piloto contaba con el máximo apoyo y todo estaba más en orden. Creo que supimos cambiar a tiempo y creo que demostré que era el mismo piloto de 2002.

– En 2003, 2006 y 2008 ganaste nuevamente el CETI. Pero en el resto de competiciones primero Adam Raga y desde 2007 Toni Bou te adelantaron por la derecha. ¿Tienes la sensación de que te ha pasado un poco como a Marc Colomer en su día cuando tras batir por fin a Jordi Tarrés un tal Dougie Lampkin evitó que amasara más títulos mundiales?
– Pues no sabría que decirte. Fueron rivales muy duros. Lo que sí me pareció más anecdótico el hecho de que dejamos de ser competitivos en medida porque la moto no nos acompañó durante unos años. Ello contribuyó, creo yo, a que Adam Raga ganara cuatro mundiales indoor consecutivos tras mi triunfo en 2002. Años después, con la Sherco a un nivel más alto y competitivo, le hemos vuelto a superar. De hecho, de los últimos seis años, en cuatro hemos acabado mejor que él en el Mundial Indoor. Yo creo que eso demuestra que de haber contado con una moto a la altura seguramente habríamos sido capaces de ganar algún que otro indoor más. En cuanto al Mundial Outdoor… es otro mundo.

CABESTANY 6748Pero bueno, hablar ahora, a toro pasado, es fácil. Las cosas han pasado como lo han hecho y no tengo que lamentar nada. Es más, estoy orgulloso de que cuando las circunstancias han acompañado hemos demostrado que estuvimos allí para ganar. Hemos vuelto a ganar a un piloto como Adam, que era un gran especialista del indoor, y en los últimos tiempos estamos asiduamente por delante de él. Lo único es que nos ha salido un hueso muy duro de roer que se llama Toni Bou. Sin duda, el mejor piloto de la historia, y con eso no hay Albert Cabestany que pueda competir. Es el piloto número uno y el que sin duda será la referencia en el futuro; en el que todos se mirarán en su espejo. Ante Toni uno sólo puede quitarse el sobrero. ¡¡Chapeau!!

– En la actualidad compites contra pilotos mucho más jóvenes que tu. ¿En algún momento te han hecho ‘sentir mayor’? O mejor dicho, ¿te has sentido mayor?
– La verdad es que me sentí mayor hace seis o siete años; ahora no. Era lo que tocaba en aquel momento. Te acercabas a los 28, 29, 30… es la época puedes decir que un piloto empieza a ser mayor y toca retirarse. Pero visto lo visto, y tal y como ha ido todo, he aprendido a que al final esa forma de pensar es una tontería. Si tú haces un buen trabajo físico, técnico; sabes mantenerte y, sobre todo, sabes cuidar tu motivación lo de la edad no deja de ser anecdótico. Creo que lo he sabido llevar bien. He sabido trabajar bien, sobre todo de cara a mejorar en ese aspecto, ¿no?; llevar bien los entrenamientos, las carreras… para que no afectara de modo que si no lograba lo que esperaba ello me desmotivara y me condujera a poner fin a mi carrera deportiva a una edad temprana como sí hicieron otros pilotos antes. Esa es la clave. A día de hoy me siento sin edad; a gusto, cómodo… y creo que al final lo que marca es que técnicamente no estés a la altura o que cojas la moto y no tienes ganas. A partir de ahí sí que es el fin. Pero esto no me está pasando y por eso cada día disfruto del hecho de poder ser un piloto de trial profesional. Mi intención es continuar así hasta que los jóvenes me permitan hacerlo. De momento lo estamos logrando y espero poder siguiéndolo hacer mucho más.

CABESTANY 6807– ¿Cómo logras mantener la motivación para estar cada año entre los cinco primeros del mundo?
– Muchas veces bromeo. Y diego que la gran diferencia entre los pilotos profesionales de antes y los de ahora es que no llegaron a ser padres mientras estaban al más alto nivel. Si se hubieran dado cuenta de lo que cuesta pagar el colegio a dos niñas seguro que se habrían puesto las pilas. (Risas) ¿Qué hago? Pues no lo sé. Supongo que intento rodearme de gente que me aporta y es buena para mí. Que me hacen el día a día muy fácil: mi padre, Lluís Gallach, ‘Paxau’ –NdR: Josep Rovira–, Pere Vilageliu, David Sarrias… Son un grupo de gente que están muy cerca de mi y hacen que tenga la cabeza completamente despejada de preocupaciones. Por ejemplo, le dejo la moto a Paxau y sé que no tengo que preocuparme por qué harán o dejarán de hacer. Confío plenamente en ellos y eso me deja libre de muchas cargas. Hace que mi faena sea más sencilla; que sólo tenga que preocuparme de ir en moto. Y como realmente cuando la cojo disfruto ello hace que no tenga que buscar alicientes extras. No necesito grandes extras o formas de enfocar este tema. Simplemente, el hecho de que el trial sea lo que me gusta hace que sea sencillo encontrar la motivación. También ayuda el hecho de tener buena relación con otros pilotos, como por ejemplo con Toni Bou. Compartimos entrenamientos a menudo y ello hace que no sea en solitario y siempre igual. Entrenamos fuerte al tiempo que nos divertimos y ello lleva a que todo sea más natural.

CABESTANY 6766– ¿Quién crees que ha sido tu gran rival de siempre? ¿Adam Raga?
– Tampoco sabría qué decirte. Yo creo que hemos sido más un grupo de pilotos que no un piloto en sí. Quizás en el Mundial Indoor Adam sí que ha sido el piloto que más difícil nos ha puesto las cosas. Al principio luchando por el título y en los últimos años peleando por el subcampeonato. Ahí sí que creo que hemos sido rivales muy directos. Pero en el Mundial Outdoor… mi percepción es que hemos sido un quinteto que ha trabajado y luchado siempre muy junto. Quizás Adam y Bou han estado un pasito por delante, menos en 2012 cuando el propio Adam, Jeroni Fajardo, y yo llegamos muy igualados a la lucha por el subcampeonato. Si miro el Outdoor, yo creo que tanto Fujinami como Fajardo han sido mis rivales más directos en los últimos años.

– Por cierto, tienes contrato con Sherco hasta finales de este año. ¿Y después?
– A día de hoy confío renovar con Sherco. Si no… si hay alguien que cree que puedo llevar su moto… Cuando acabe mi contrato actual yo creo que seguiré teniendo ganas de ir en moto. Mi idea, o al menos, lo que me gustaría hacer es poner fin a mi carrera deportiva cuando sea en Sherco. Me siento muy bien en ella, así como con la moto. Y no sé si un cambio a estas alturas me resultaría fácil. Sería una incógnita o incluso un reto. Pero ahora mismo mi idea es acabar 2015 con un buen resultado y motivado, con la intención se seguir algún año más en el Mundial. Y ya veremos. Cuando hablo con Lluís (Gallach) él me marca los 40 como límite. Pero yo los veo lejos. Siempre pienso en el día a día; en hacer un buen año y disfrutar. Y cuando termina la temporada mostrarme competitivo y siempre motivado y dispuesto a afrontar otro más y con un nuevo reto. Me gustaría seguir corriendo pero los resultados y la motivación dirán. Eso sí, no quiero presionarme con el hecho de seguir o no.

CABESTANY 6787– Durante estos diez años, cuando tu contrato estaba a punto de extinguirse siempre había rumores de que una u otra marca que te quería. Pero siempre has acabado renovando. ¿En algún momento has estado realmente cerca de poder cambiar de aires?
– Sí. Alguna marca se ha interesado por mí. Y eso es bueno, porque, por un lado, hace que el equipo en el que estás vea que no todo es seguro; que hay que cuidar las cosas, y, por el otro, porque te sube la autoestima. Ver que otras marcas te quieren en su equipo refuerza el hecho de que el trabajo que haces está bien hecho y ello hace que te sientas mejor y pilotes con más ganas. Creo que siempre es positivo. Realmente sólo he estado cerca una vez, en 2008-2009. Estuve muy cerca de pasar a Gas Gas. Las cosas se acomodaron en Sherco y faltó un pelín comunicación directa con Marc Tessier, el jefe. Pero cuando se enteró de los rumores de que me situaban en Gas Gas comprendió que quería seguir contando conmigo; que yo era un hombre de la casa, de la familia, y a partir de ahí fue fácil entendernos y renovar. Y yo encantado. Al final, todo quedó en una anécdota. Y ya te digo, para mi Sherco es mi casa, a pesar de que el Mundial Indoor lo gané con Beta, y me gustaría que lo siga siendo en el futuro.

– Antes de Sherco estuviste en Beta en una doble etapa y una temporada en Gas Gas. ¿Qué recuerdas de tu paso por cada una de ellas?
– Mi primera etapa en Beta, junto con mi presencia en el Equipo Nacional, fue cuando se me abrieron las puertas del Mundial. Y gracias a ellos tuve la oportunidad de acercarme a lo que era ser un piloto profesional a pesar de ser aún amateur y compaginando el trial con los estudios. De esos años son el sexto puesto en el Mundial Outdoor o los tres segundos seguidos en el CET. Ello hizo que en 1999 Gas Gas apostara por mi como piloto de futuro. Me brindaron la opción de convertirme en piloto profesional y dedicarme enteramente a lo que era mi verdadera pasión. Ese año logramos grandes cosas: un segundo puesto en el GP de Alemania y estuve en el podio en Portugal e Italia. Fueron podios muy importantes que nos hicieron ver que podíamos estar delante. Pero luego, por motivos no directamente ligados al trial, regresé a Beta. Aquella primera temporada la Rev estaba aún muy verde; tenía muchas carencias. Pero pese a ello logré mi primera victoria en el Mundial Outdoor, algo que nunca se olvida. Pero aquel 2000 también sufrí mi lesión más grave: una luxación de clavícula. Pero bueno, todas estas cosas son las que hacen que te formes como piloto y persona. Y paso a paso, poco a poco, en 2002 me encontré peleando por mi hasta el momento único título mundial. Si bien Beta no la recuerdo como mi verdadera familia trialera, porque la he encontrado en Sherco, sí que es verdad que fueron días con experiencias y momentos bonitos, tanto a nivel deportivo como de relaciones personales. Forjé una buena relación con la familia Trueba, con el propio Toni (Bou)… No me arrepiento de ninguna de mis etapas.

– En Beta, además de lograr tus mayores éxitos, compartiste muchos ratos y entrenamientos con Toni Bou y Laia Sanz.
– Sí. Sobre todo, con Toni, Por el nivel de los entrenamientos y la manera de afrontar las carreras. Laia estaba por allí, una chavala formidable. Pero con Toni, desde bien principio, tuve un feeling especial. Se veía que tenía maneras de campeón y que iba a ser un gran piloto. Tenía muchas ganas de aprender; entrenaba siempre al máximo y siempre fue un placer compartir entrenamientos junto a él. Y no sólo aprendió él de mí, sino yo de él. Incluso el piloto que menos esperas te aporta cosas sólo con verlo. Y Toni, con apenas 16 añitos, era esa persona que te aportaba unos puntos de vista un tanto alocados que, sin duda, si los sabías aplicar, te podían resultar muy positivos. Y a raíz de ahí la buena amistad que mantengo con él en la actualidad.

CABESTANY 6793– ¿Se vislumbraba en aquel Toni el supercampeón en el que se ha acabado convirtiendo?
– La primera vez que le vi, le vi algo especial. Vi a esa persona que tiene un don que le hace destacar; a esa persona que con poco que hiciera, sin duda, iba a destacar. Con que se centre un poco y esté bien asesorado creo que nos dará mucha guerra. Está claro que luego no sabes si acabará siendo campeón del mundo o no, pero bueno todo indicaba que iba a ser así. Y al final, sus números, hablan por sí solos. Creo que no ha habido, y dudo que lo haya, otro piloto como Toni Bou. Lo único que podemos hacer es congratularnos de que el deporte español tenga un campeón así. Y hay que saber valorarlo, porque, aunque no lo parezca, pilotos como él no hay. Quizás si buscamos a alguien con quien compararlo posiblemente Marc Márquez sería lo más parecido. Toni Bou ha demostrado ya muchísimo. Está a un nivel muy superior al de cualquier otro piloto de otras disciplinas y creo que se merece mucho más. Se merece muchísimos más reconocimientos. Para mí está a la altura de Rafa Nadal y otros muchos deportistas que tenemos encumbrados. Y creo que deberíamos de reconocérselo de alguna manera.

– En sus primeros años mundialistas era habitual verte mostrándole indicaciones mientras inspeccionabais las zonas. ¿Aún lo haces? ¿O es al revés ahora?
– Aún lo hacemos habitualmente los dos. Si bien es cierto como dices de que al principio era yo, también por entonces él ya era capaz de ayudarme; de aportarme un punto de vista distinto y muy útil. Y a día de hoy pasa exactamente lo mismo. Pero ahora quizás es más acentuado, por el hecho de que ya son muchos años juntos y que nos conocemos de sobras. Sabemos cómo es nuestro nivel y estilo de pilotaje, y sabemos cómo y de qué manera ayudarnos. Y lo seguimos haciendo. A pesar de que por situaciones de carrera él o yo seamos rivales directos. No nos molesta. Al contrario, nos sentimos cómodos y nos gusta hacerlo.

– ¿Y qué me puedes decir de Laia?
¬- ¡¡Qué decir de Laia!! Ha sido y es todo un referente en el mundo del motor off road. Creo que ha creado escuela en el deporte del motociclismo femenino y es un muy buen referente. Hemos tenido mucha suerte. Es una chica encantadora, a nivel personal, y como piloto creo que ha llevado al deporte femenino a un nivel inimaginable antes. Y a raíz de ello no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo, muchas mujeres se están animando a ir en moto. Sin ir más lejos, Emma Bristow, piloto de Sherco, estuvo en su día entrenando conmigo y tenía como meta y referente vencerla. Y ello te demuestra que Laia es un icono dentro del deporte femenino y una persona a seguir.

CABESTANY 6800– ¿Qué opinión te merece su adiós al trial a favor del enduro y los raids?
– Al final es un paso ‘lógico’. Ella era la única piloto profesional del mundo del trial y ello hacía que afrontar las carreras y ganarlas no le restara méritos, porque hay que ganarlas, sino que le quitara motivación. Sabía que si no pasaba nada raro el Mundial lo iba a ganar. Además, veía que cada vez más se marcaban las carreras para que ella no venciera; mucho más fáciles y favoreciendo así al resto de sus rivales, que no estaban a su nivel pero que podían sacar partido de un error suyo en un momento determinado. Por eso creo que fue probando poco a poco otras disciplinas; que éstas le gustasen y poco a poco se ha ido convirtiendo en una piloto todavía más completa. Pero estoy seguro que pronto la volveremos a ver practicando trial, porque es el deporte en el que empezó, el que más le gusta y yo creo que en cuanto pueda estará aquí de nuevo.

– ¿Te atraen otras modalidades off road para proseguir tu carrera deportiva? ¿O es más factible verte como entrenador-mochilero de un piloto joven?
– Sinceramente. No me atraen demasiado. Tengo claro cuál es mi deporte. Pero obviamente si por circunstancias de la vida llegase a un punto en el que necesitara alargar mi carrera deportiva y viese que tengo buenas opciones en otra modalidad deportiva y vivir de ella… Sin duda lo haría. Pero si me dejan escoger… prefiero seguir vinculado al mundo del trial, que es lo que realmente me gusta y con lo que disfruto. Y no sólo compitiendo, sino desde todos sus puntos de vista: asesorando a otros pilotos, poniendo a punto una moto, como espectador… El trial es mi gran pasión y a poco que pueda me gustaría continuar vinculado a él en lugar de competir en enduro extremo o otras actividades.

CABESTANY 6805– Hay quien dice que cuando decidas colgar las botas te convertirás en Team Mánager de Sherco. ¿Te gustaría?
– Pues sí. Esa opción está en el aire y muy viva. En Sherco he encontrado realmente mi familia, mi sitio en el mundo del trial, y hay esas intenciones. Es una figura que falta en Sherco, una marca muy fuerte y que poco a poco está más arraigada en el mundo del trial. Cada vez tiene más claras sus intenciones y va a por ellas, y es una figura, la de tema mánager, que aquí les falta. Nadie se esperaba hace unos años que todos alargáramos tanto nuestras carreras deportivas, pero bueno confío en que tengan la paciencia suficiente como para esperarme. Las intenciones son esas. Llevan años conmigo. Ven como trabajo, les gusta la forma, la seriedad con la que hacemos el día a día y enfocamos el deporte, y creo que han visto en mi una persona ideal para desempeñar esas funciones. Cuando llegue el momento ya veremos si todavía está libre esa vacante y cogemos las riendas del equipo oficial Sherco y seguimos trabajando para que la marca continúe creciendo.

– Este ya es el tercer año de Non Stop en el Mundial. ¿Balance positivo a negativo de su reimplantación?
– Desde el punto de vista de los pilotos es realmente negativo. Si quieres mirar hacia otro lado y no fijarte en los detalles… quizás te digan cosas que no son. Pero si realmente estás compitiendo ves que es una situación insostenible; que no sabes por dónde cogerla. Los controles no se aclaran; no saben lo que es un cinco, lo que no… pero no por matices pequeños, sino por hechos desmesurados. Dan una permisividad al pararse… incluso al ir para atrás… No es serio. Y es una lástima. Para mi su recuperación significaba aire fresco; al menos a nivel de entrenamientos. Planificabas el Mundial Indoor de una manera, con un reglamento que conocías de toda la vida, y luego, una vez acabado, te centrabas en preparar el Outdoor. Era un cambio de chip que creo que contribuía a que la temporada no se hiciera tan larga y que al tiempo fuese más amena. Pero a la hora de aplicar en Non Stop no ha habido regularidad por ningún sitio. Por eso creo que cuando acabe este 2015 la FIM debería recapacitar; mirar las cosas. No se si están abiertos a ello, pero los pilotos lo estamos. No es una visión personal, es de todos.

CABESTANY 6811– Por último, en septiembre, en Tarragona, Trial de las Naciones al natural. Buscarás tu 14º título, el duodécimo consecutivo. Apostamos por España, ¿no?
– Te engañaría si te dijera que no. Partimos como favoritos. Y debemos congratularnos por contar con un equipo tan fuerte. Estuvimos muchos años sin ganarlo y lo buscábamos desesperadamente. Pues bien, ahora que lo tenemos parece que la gente esté buscando la manera de regalarlo; intentando que tomen parte pilotos que a día de hoy todavía no están al máximo nivel, al menos en España. Y yo cuando escucho estas cosas me duele. Porque se le quita valor a un título que no deja de ser un Campeonato del Mundo. Y porque tenemos un gran equipo, y lo ganamos por méritos propios, parece que tenemos que darles facilidades a los demás países para que también se hagan con él. Y no es así. Y si España es favorita, mejor que mejor. Una vez más lo intentaremos y ojalá lo logremos. Y si lo hacemos espero que todo el mundo se alegre y no busque formas de desvirtuar esta prueba; de restarle importancia. Es un Mundial y hay que ir a por él con todo. Y una vez más así lo haremos todos los que formamos parte del equipo.

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