La 23ª edición de los 2 Días de Trial de Arinsal volvió a reunir a más de 300 pilotos en el corazón del Pirineo andorrano, con paisajes espectaculares, gran ambiente… y también con la polémica de las largas colas en las zonas.
Texto: Horacio San Martín. Fotos: Joan Valls.
Los pasados 2 y 3 de agosto de 2025, el Moto Club Arinsal celebró la 23ª edición de los 2 Días de Trial de Arinsal, una cita que se ha convertido en referencia internacional por su escenario único —recorriendo las cumbres del Pirineo andorrano— y por su filosofía festiva, más orientada al disfrute que a la pura competición. Los 315 pilotos inscritos y 100 seguidores volvieron a vivir un fin de semana de trial entre montañas, buen ambiente y paisajes espectaculares que, como cada año, fueron el gran atractivo de la prueba. Entre ellos no faltaron nombres ilustres del mundo del motociclismo, como el campeón del mundo de MotoGP, Casey Stoner, los pilotos del mundial de Superbikes Leon Camier, Chaz Davies y Ray Bradley, el doble ganador del Dakar Sam Sunderland, o el extrialero y actual top del enduro extremo Mario Román., además de pilotos del mundial de trial como Adam Raga, Arnau Farré, Ryon Land o Berta Abellán.
La organización volvió a lucirse en logística y atención al piloto, con recorridos cuidados, buena señalización, avituallamientos, repostajes y el ya clásico ambiente familiar en el paddock. Sin embargo, la elevada participación volvió a poner sobre la mesa el problema más comentado en ediciones pasadas: las largas colas en las zonas.
El eterno debate: trial festivo o trial estricto
La filosofía de Arinsal es clara: sin horarios estrictos, sin prisas, sin penalizar por llegar con calma a las zonas. Un formato pensado para que los participantes de todo tipo de niveles disfruten del recorrido, de las vistas y de la compañía.


Pero, como suele ocurrir, la ausencia de presión horaria también abre la puerta a abusos: pilotos que tras tomar la salida regresan al hotel a desayunar, paradas de hasta hora y media para comer, o una relajación excesiva que termina congestionando la carrera.
Este año, el sábado las colas comenzaron pronto, ya en la zona 3, y se hicieron especialmente largas tras la comida, quizás agravadas por la introducción de una nueva zona de tipo indoor que ralentizó aún más el paso. Ante el riesgo de que muchos pilotos llegaran demasiado tarde, la organización anunció el cierre del control horario a las 19:00, con descalificación para quien llegara después. El mensaje, transmitido por comisarios directamente en las colas —principalmente entre categorías Azul y Rojo—, generó prisas, nervios y un ambiente enrarecido.
La decisión se matizó después: los rojos y azules quedarían exentos y solo Amarillos y Verdes serían descalificados si se retrasaban. Finalmente, para suavizar la situación, se anuló la zona 19 para todos.
Al final la organización decidió no aplicar penalizaciones por tiempo, pero el día ya se había caracterizado por las numerosas colas y la tensión en ellas. Según cómo se tomase cada uno la prueba esto cobraría más o menos importancia, ya que mientras para algunos lo importante era disfrutar del magnífico recorrido de casi 40 kilómetros y sus parajes, para otros tenía más importancia colocarse lo más arriba posible en la clasificación.


Un domingo aún más complicado
El segundo día arrancó con un nuevo aviso: cualquier piloto que llegara después de las 19:00 sería descalificado, sin excepciones. Pero lo que generó más polémica fue que se permitió a grupos de azules y rojos salir hasta casi tres horas antes de su hora prevista, lo que provocó un efecto dominó de colas y enfado de algunos.
La espera de media hora o incluso una hora para entrar en algunas zonas crispó los ánimos, especialmente cuando algunos pilotos de categorías superiores presionaban o se colaban delante de otros, sin orden ni respeto. Esta situación ya vivida en ediciones anteriores, vuelve a poner sobre la mesa un dilema: ¿cómo mantener la esencia relajada y familiar de Arinsal sin que las colas y tensiones arruinen la experiencia?
El éxito mundial del formato Arinsal —trial de verano, en vacaciones, en familia, con amigos y sin presiones— parece chocar frontalmente con la necesidad de medidas que eviten las aglomeraciones y sobretodo que en las colas se mantenga el respeto y el orden de llegada, sin abusos. Ha habido ediciones muy distintas a otras, y en algunas de ellas se ha rozado la perfección.
El Moto Club Arinsal tiene por delante un reto complejo: encontrar el equilibrio entre la fiesta y la fluidez, para que el 2 Días siga siendo La Fiesta del Trial para todos los niveles, sin convertirse en una prueba puramente competitiva.


Adam Raga vencedor en Rojos

En la categoría reina, los Rojos, con 14 participantes, el gran protagonista fue Adam Raga (Sherco), que se adjudicó la victoria con un pilotaje de enorme precisión y solo 5 puntos en su tarjeta final. Raga llegaba de vencer en otra prueba de larga duración, los 2 Días de Reeth en el Reino Unido.
Muy cerca terminó su compañero de marca Arnau Farré, que sumó 11 puntos y mantuvo viva la lucha por el triunfo hasta las últimas zonas. El podio lo completó el joven estadounidense Ryon Land, logrando un podio pleno para Sherco, que con 35 puntos demostró talento y proyección para medirse con los mejores. Francesc Recio, cuarto con 63 puntos, encabezó el resto de la clasificación en una categoría selecta pero de altísimo nivel técnico.



Adriá Albejano vence en Azules
En los Azules se vivió una de las clasificaciones más igualadas de toda la edición. Adrià Albejano (Sherco) se alzó con la victoria gracias a un desempate a su favor por dos ceros, ya que terminó empatado a 17 puntos con Sergio Monforte (TRRS), segundo clasificado, después de dos jornadas de máxima intensidad. Por cierto, cuánto recordamos las magníficas fotos que el padre de Sergio, Julio, hacía cada año en Arinsal y cuanto seguimos lamentando su pérdida. El podio lo completó Axel de la Mata (Sherco), que con 22 puntos se quedó muy cerca de los dos primeros. Una categoría vibrante que contó con 47 participantes, donde cada zona fue decisiva y la presión se mantuvo hasta el último momento.


Marco Pedrinazzi ganador en Verdes

La categoría Verdes, la más numerosa de la prueba con 155 inscritos, estuvo dominada con autoridad por el italiano Marco Pedrinazzi (Beta), que logró un registro casi perfecto de 1 solo punto en todo el fin de semana.
Antonio Rigo (GasGas) terminó segundo con 2 puntos, mientras que Haitz Lertxundi (GasGas) se aseguró el tercer puesto con 3 puntos, uno por delante de su padre en un podio de altísimo nivel. La precisión y la regularidad marcaron la diferencia en este grupo, que afrontó zonas técnicas pero de fluidez media, ideales para demostrar control y seguridad sobre la moto, sin perder tiempo en equilibrios y colocaciones, haciendo por tanto el paso por las zonas más rápido.



Alberto Selma se impone en la ajustada Amarillos
Entre los Amarillos, destinados a los pilotos de iniciación, el más destacado fue el veterano piloto valenciano Alberto Selma (Beta), que se alzó con el triunfo acumulando solo 7 puntos en todo el fin de semana.
Jordi Colom (Sherco), con 9 puntos, y Miquel Catasús (TRRS), con 10, subieron al segundo y tercer cajón del podio respectivamente. En este nivel, las mínimas diferencias y la ausencia de errores fueron determinantes para definir el orden final entre los 95 participantes.


Pese a las tensiones vividas por las largas colas y la gestión de los horarios, la 23ª edición de los 2 Días de Trial de Arinsal volvió a confirmar por qué es uno de los eventos más queridos del calendario. La combinación de paisajes únicos, ambiente festivo y participación abundante —con pilotos de distintos niveles y procedencias— mantiene intacta la esencia de La Festa del Trial. El Moto Club Arinsal, junto a sus voluntarios y patrocinadores, volvió a ofrecer una prueba cuidada al detalle, dejando claro que su compromiso con la mejora es constante. Ahora queda el reto de encontrar el equilibrio perfecto para que en futuras ediciones se pueda disfrutar del mismo espíritu sin que las colas empañen la experiencia.


