I Panáfrica Desert Trial
6-13/8/2006
 
Texto: Horacio San Martín
Fotos: H. San Martín, Iván Ligué, Marino Galilea, Pepe, Luís...


 Panáfrica Desert Trial, capítulo 3
Largo y duro viaje hasta Erfoud

El camino hasta Erfoud sería largo...

Ya hemos pasado el primer día de la aventura, y es que la Panáfrica no sólo consiste en los cuatro días de competición, sino también en todo lo que hay antes y después. A la travesía en el ferry le sigue un largo viaje de unos 600 kilómetros cruzando Marruecos de norte a sur. En este viaje empezamos a descubrir muchas cosas sobre la vida en el país, pero también se nos hizo largo y duro hasta que llegamos al destino final, el Hotel Xaluca en Erfoud.

Es plena noche y cruzamos Nador en caravana hacia Oujda, la ciudad más grande de la zona. Carmelo reparte unos roadbook de la ruta hasta Erfoud a los conductores, y también nos entrega unos walkis para comunicarnos, la verdad es que está todo muy bien organizado. Hay que hacer el cambio horario, son dos horas menos en Marruecos, por lo tanto las dos de la mañana. Pese a ser madrugada hay bastante movimiento por la calle, e incluso bares abiertos con gente sentada en sus terrazas. El aspecto de las ciudades es típicamente árabe, aunque de noche poco se puede ver, y Oujda es una ciudad bastante extensa y poblada.

Seguimos ruta hacia Bouarfa, por delante tenemos unos 600 Kms, por carreteras llenas de baches. Pero lo peor es que prácticamente no hemos dormido. La verdad es que esta parte del viaje es de las peores, al viaje hasta Almería y el traqueteo del Ferry se une ahora un largo trayecto por malas carreteras que nos puede llevar más de 10 horas, y sin descanso.

A medida que ibamos al sur las carreteras empeoraban

Javier Garrido lo va pasando fatal al volante del Range Rover, el sueño y el cansancio son insoportables, le digo que me deje el turno para conducir pero no quiere porque sabe que yo tampoco he pegado ojo. Gabriel tiene la suerte de ir en el asiento del copiloto echando alguna cabezada, y en el resto de furgones se turnan para conducir.

Nos paramos para hacer un descanso en plena noche, Javier dice que no puede seguir así por mucho tiempo, se moja la cabeza con una botella de agua y decidimos seguir una hora más tras el resto de furgones. En el siguiente descanso Gabriel ya está despierto y coje el turno para conducir, ocasión que aprovecha Javier para dormir un poco. Yo me quedo un poco adormilado, pero sin llegar nunca a dormir porque el traqueteo de la carretera te pega buenos meneos de vez en cuando.

Ya está amaneciendo, y hay que tener mucho cuidado por las carreteras, pues están llenas de personas en bicicleta, carros tirados por burros y gente a pie. Cuanto más al sur vamos hay menos coches y más carros. La carretera que llevamos es mala, y es la única existente en varios kilómetros a la redonda, dejando la cordillera del Atlas a la derecha y la frontera con Argelia a la izquerda.


Bonita Mezquita cerca de Oujda

Cada vez hay menos vegetación y llegamos a una basta zona semidesierta, en la que no se ve otra cosa que piedras y algún que otro arbusto, y así durante cientos de kilómetros. De vez en cuando sorprende ver alguna haima en medio de la nada con pastores de cabras.

Durante el camino nos topamos por lo menos con cuatro, cinco, seis, ... ahora siete... o más controles policiales. En todos ellos nos piden el pasaporte y nos preguntan sobre nuestro destino. En algunas ocasiones incluso nos hacen abrir los furgones y revisan las motos y sus papeles. Por la zona del norte los policías tienen Jeeps Wrangler, pero más al sur utilizan sus propios vehículos personales, un R-9, un BMW 320 primera serie, o un Golf de los 80... curioso y cada vez más típicamente de película. Por lo general son bastante simpáticos y hablamos con ellos en francés o en español.

Paramos en una gasolinera a estirar las piernas y repostar, además aprovechamos para desayunar algo, un café o un zumo de naranja y algún bollo. Esta parada es obligatoria, pues después no hay gasolineras en más de 200 kms. Nos sorprende que no hace demasiado calor, incluso sopla algo de fresco y el cielo está algo gris.


A los lados de la carreteta explanadas despobladas durante kilómetros en las que a veces se veían haimas y pastores de cabras

Parada para repostar y desayunar antes de continuar viaje

No hemos tenido la precaución de cambiar Euros por algunos Dirhams, la moneda del país, y aunque en todas partes aceptan gustosamente los Euros, en algunos sitios se lían haciendo los cálculos del cambio. Al final lo tipico es hacer una conversión fácil, pero favorable a los marroquís, consistente en 1 Euro= 10 Dirham. Por lo tanto lo recomendable es llevar siempre unos cuantos Dirhams en el bolsillo. El precio del gasoil es bastante más barato que en España, por ejemplo con 40 Euros llenamos 70 litros en el furgón. También la comida y la bebida son más económicos, y una Coca Cola cuesta poco más de un Euro, eso sí, siempre en botella de cristal de casco retornable.

Seguimos camino, cruzamos Tendrara, un típico pueblecito con pequeñas casas de adobe y calles de tierra en su mayoría y seguimos hasta Bouarfa, donde tomamos el desvío hacia Boudnib y Errachidia en dirección oeste. El panorama es de páramos totalmente secos, poquísima vegetación y ya se empiezan a ver pequeñas dunas. También hay montes a los lados y seguimos cruzando pequeños pueblos. La población por esta zona es muy escasa y sólo de vez en cuando nos cruzamos algún que otro coche o camión. Pronto vemos los primeros camellos, que parecen salvajes, aunque probablemente haya algún pastor cuidándolos en alguna parte.


Vemos los primeros camellos junto a la carretera

Muy poco tráfico, principalmente camiones

Sorprende ver de vez en cuando recintos de grandes antenas para telefonía movil, y es que la tecnología de los móviles cubre casi todas partes y a veces hay cobertura en los lugares más recónditos.

Llegamos a un cruce en T, donde tomamos dirección sur hacia Erfoud, en lugar de dirección norte a Errachidia. De repente el relieve se encrespa y en la parte baja empezamos a ver un auténtico vergel repleto de palmeras que se extiende kilómetros y kilómetros por las partes más bajas.

A los lados del extenso palmeral hay ya población y muchas casitas de adobe. La imagen es típica y parece que hemos viajado hacia el pasado si no fuera por algunas antenas parabólicas en los tejados de las casas. Las familias aquí no tienen coche y los más afortunados tienen un carro con un burro o una bicicleta.

Ya son cerca de las doce de la mañana, y tras casi 10 horas de viaje por esas carreteras por fin llegamos al destino final, el hotel Xaluca, en la misma carretera unos pocos kilómetros antes de Erfoud, la ciudad más grande de la zona.

De repente en las partes bajas descubrimos un extenso vergel, repleto de palmeras y vegetación que se extiende durante kilómetros, y junto a él la población

Xicu, Pepe, Javier, Jesús, Marino y Yoyi, en la puerta del Xaluca

  Por fin llegamos a Xaluca

Cruzamos la entrada del recinto amurallado del hotel y aparcamos frente a la entrada. Hay bastantes furgones y coches 4x4 de aficionados que vienen a la zona para hacer travesías. Parece muy concurrido, y también hay algunos camellos y quads en la puerta.

Entramos en la bonita recepción y pronto aparece Toño, que se nos presenta, nos entrega una carta de bienvenida y pasamos a realizar el reparto de las habitaciones. Algunos, yo entre ellos, preferimos habitaciones individuales, y es que a mi me cuesta horrores coger el sueño cuando no estoy en mi querida camita, y claro, estando solo me resulta algo más fácil y puedo hacer todo tipo de ruidos sin molestar a nadie... a parte de que acabo de conocer a casi todos. Cojemos los equipajes y nos vamos instalando.

El hotel Xaluca es una auténtica maravilla, y sin duda el mejor sitio que podía haber encontrado Philip como centro neurálgico de la Panáfrica.

El hotel Xaluca es una construcción típica...
con preciosos patios y pasillos

El patio trasero del Hotel Xaluca

Está dirigido por dos socios, un marroquí y un catalán, su gente es formal y cumplen con lo que prometen, por lo tanto todo salió perfecto en este sentido. Se contaba con una habitación como oficina de carrera, donde conectar los ordenadores, las impresoras y realizar reuniones, y en la parte trasera del recinto contábamos con un amplio garaje donde dejar las motos, hacer el mantenimiento y guardar material, bidones con bebidas, etc.

El hotel es además una construcción típica, realizada por el metodo tradicional, con paredes de adobe, pero con todos los lujos y comodidades, de hecho es un cuatro estrellas. Además parece punto de paso obligado, pues en recepción observamos fotos de diversos personajes famosos o políticos que han pasado por allí, entre ellos el rey Juan Carlos I.

Cuenta con varios patios interiores, y las habitaciones se distribuyen en varias construcciones, de una o dos alturas. En la parte de la entrada está la piscina, con minibar, tumbonas, palmeras, terrazas donde sentarse a tomar algo... A la derecha está el comedor restaurante y a la izquierda la sala de bar con sus mesitas, su pantalla gigante, la mesa de billar... También dispone de otra construcción en la que hay sauna, jacuzzi y servicio de masajes, por lo tanto todos los lujos!!

Entrada al restaurante
La piscina y el bar piscina

Accesos a las habitaciones

Las habitaciones son grandes y muy acogedoras, pues además tienen toda la decoración típica, un impresionante lavabo del marmol de la zona, cuarto de baño y ducha en estancias separadas, sofás, nevera, televisión por satélite, teléfono y aire acondicionado.

Las camas son grandes y cómodas, y hay habitaciones dobles y triples. Con este panorama comprenderéis que lo primero que hicimos casi todos es tumbarnos para descansar un ratito...

Sobre las dos quedamos a comer, y entonces nos presentamos todos los que aún no nos conocíamos, por fin conozco a Philip en persona tras muchos emails y llamadas de teléfono.

Este día no estaba incluida la comida en el "forfait" de la organización, así que comimos un menú con pinchos morunos y demás por 12 Euros. Y tras ello una esperada y deseada siesta hasta las 17:30, hora en la que está planeado el brieffing de la organización.

Habitación triple
Habitación dople
Acceso a la ducha
El lavabo de marmol, junto a la mininevera

  Brieffing

Cada noche Toño metería los waypoints en los GPS, conectándolos al portátil

A la hora prevista nos reunimos en la sala. Philip nos da la bienvenida y nos comenta la filosofía de la Panáfrica. Al ser la primera edición y ser pocos participantes todo será como una toma de contacto, y es que por lo general los trialeros no tenemos ni idea de navegación, ni de GPS, ni sabemos que es lo que nos espera, a excepción del dakariano Xicu Ferrer. Pero en eso precisamente consiste la aventura de este trial-raid, que como Philip nos insiste, ni es un trial puro y duro, ni un raid, sino lo que ya os comenté en el primer capítulo, una mezcla que combina ambos conceptos para crear uno nuevo en el que la habilidad en la navegación y en el paso por las zonas es lo que determina la clasificación.

Anotamos los teléfonos móviles de Philip, del hotel, de Pepe el médico, hacemos varias llamadas perdidas a Philip para comprobar que funciona el roaming internacional, pues es obligatorio salir con el movil encima y funcionando. De lo contrario corremos el peligro de que si nos perdemos o si tenemos alguna avería y necesitamos ayuda no nos encuentren. Siempre podemos buscarnos la vida con la ayuda de los lugareños, pero a veces cruzamos zonas muy despobladas y desérticas. De hecho durante las jornadas de reconocimiento en marzo, Toño tuvo que pasar una noche en medio del desierto... su movil no funcionó...


El punto de salida, junto al garaje, en la parte trasera del Xaluca

Pasamos entonces a recibir algunas clases sobre el manejo del GPS, aunque en principio resulte un poco complicado absorver todos los conceptos de golpe, poco a poco vas aprendiendo, y además de todas las posibilidades que tiene el aparatito solo vamos a utilizar unas pocas, y la organización siempre nos lo va a poner fácil.

En resumen cada noche conectaremos nuestro GPS con el ordenador de la organización y cargaremos los waypoints de la etapa siguiente. Los waipoints son las coordenadas de cada punto del recorrido por el que debemos pasar obligatoriamente. Algunos serán puntos de repostaje, otros lugares donde estarán las zonas y otros controles de paso o simples puntos para seguir la ruta correcta.

Los waypoints reciben nombres como D1P1Z1 (que significa Día 1, Punto uno, Zona 1), D2P2Z2Z3 (Día 1, Punto 2, Zonas 2 y 3), D2P3WPT (Dia 2, punto 3, waypoint) D4P11GAS (Día 4, punto 11, gasolina)... Cada punto tiene unas coordenadas de latitud y longitud expresadas en grados minutos y segundos, por ejemplo 31º29.251'N 004º12.799'W (siendo N=Norte, W=Oeste, S=Sur y E=Este) que indican un punto exacto de localización en el globo terráqueo, que se localiza por varios satélites mediante el GPS (Global Position System).

Preparando todo para el día siguiente
El mapa con la ruta y los waypoits

Brieffing en el garaje con todos los participantes

Una vez cargados los waypoints de la etapa en el GPS, en la salida hay que marcar el waypoint al que queremos ir y en GPS nos señalará con una flechita la dirección hacia la que está y la distancia en kilómetros y metros que resta para llegar, además de otras muchas opciones como la distancia total de la etapa, la distancia recorrida, velocidad máxima y media, y un montón de datos para quienes quieran más. Cuando lleguemos al waypoint lo marcamos en el GPS dando a un botoncito para demostrar que hemos pasado por allí, y buscamos el siguiente waypoint, y así hasta el final de cada etapa.

Se nos explica en que consiste la primera etapa. Partiremos a las 6 de la mañana para evitar el calor. A diferencia de un trial normal en el que sigues la interzona por las marcas de la organización aquí no hay ningún tipo de señal en el recorrido, ni tampoco recibes un roadbook o libro de ruta con referencias. Simplemente se cargan los waipoints que trazan la ruta en el GPS y debemos seguirlos, también nos dan un mapa donde se ven marcados los waypoints y sus coordenadas.

Aquí no hay rutas obligatorias, cada uno debe llegar a los waipoints por donde quiera, en esto consiste también la buena navegación, la experiencia, y la estrategia que se marque cada uno. Puedes optar por seguir siemple la flecha que marca el GPS en línea recta, pero entonces es posible que te encuentres con una montaña que tienes que subir y después bajar, o que cuando llegas a la cumbre tienes que dar la vuelta porque termina en unos acantilados, o pasar por una zona de dunas interminable, o ir durante kilómetros sobre campos de piedra suelta o de machacones fesh fesh, unos baches que duran kilómetros y te machacan los brazos...

Vistas desde la salida, las dunas pequeñas estaban allí mismo

O bien puedes intentar buscar rutas alternativas, encontrando y siguiendo pistas, bordeando montañas o dunas... Aunque no sigas al pie de la letra la dirección de la flecha del GPS pero veas que el waypoint se acerca y llevas un rumbo correcto y es que no siempre la linea recta es el camino más corto entre dos puntos...

El calor es bastante fuerte, y nos refugiamos en el garaje con el aire acondicionado, donde ponemos a punto las motos, colocamos los dorsales, las llenamos de gasolina, colocamos algunas pancartas y yo paso a repartir los equipos de Jitsie y las camisetas de Todotrial.com. Ya ha anochecido pero el calor sigue siendo igual de elevado, cerca de 40 grados, hemos tenido la "suerte" de que este sea uno de los veranos más cálidos.

Cenamos sobre las 21:00 en el estupendo bufette libre del hotel, hacemos las últimas consultas del GPS y nos vamos a dormir, mañana comienza la competición... Nos espera una etapa de 75 kms (en línea recta) y sólo 5 zonas ha realizar en dos pasadas. Antes del siguiente capítulo, os dejamos como siempre con más fotos relaccionadas con esta jornada...

Vistas cerca de Nador
Por el norte se encuentran multitud de puestos junto a la carretera
El parque móvil es bastante antigüo, salvo los coches de emigrantes
Tomamos dirección a Oujda, aquí hay carteles, pero después...
Petit Taxi
Los cuarteles son abundantes
Los carros tirados por burros son transporte habitual
Y también las bicis y las Mobylette
Por la zona de Trendara
Las antenas y repetidores son habituales
Cuanto más al sur más pobreza y zonas desérticas
Javier Garrido y Gabriel Poveda a la llegada al hotel
Bonito patio del Xaluca
Parte trasera del Hotel Xaluca, que da acceso a la zona de salida

 

   Continuación... Capítulo 4: Comienza la competición, primera etapa